El regreso de Aristegui: ¿Punto de quiebre?

El regreso de Aristegui: ¿Punto de quiebre?/Antonio Sosa Plata
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Esto fue lo que dijo Carmen Aristegui en la única conferencia de medios que dio luego de su despido de MVS, el pasado 9 de febrero: “Mi estimado amigo Jorge Ramos escribió hace algunos años un texto magnifico que tituló El derecho a preguntar... Recordaba ahí a la maestra Oriana Falacci, quien decía que no debía existir ninguna pregunta prohibida. Todo se puede preguntar... con mayor razón si se trata de preguntarle a gente con poder”.
En estos días he recibido y leído muchas preguntas sobre el tema. Durante casi tres semanas ha habido un amplio debate en los medios de comunicación y un despliegue sin precedente en las redes sociales. En algunos casos se dio incluso una confrontación abierta entre políticos, medios, líderes de opinión y ciudadanos. Hubo, en síntesis, un gran movimiento comunicacional.

Sin embargo la Presidencia, MVS y Carmen dijeron muy poco.
Si bien es cierto que como actores principales no podían decir todo sobre una negociación tan delicada como la que hubo entre ellos, también lo es que resulta incomprensible que hayan dejado varias preguntas sin respuesta, sobre todo cuando uno de los ejes de la discusión pública que han protagonizado giró en torno a la libertad de expresión, el derecho a la información, el derecho a la crítica y el derecho a preguntar.
La falta de información promueve la especulación.
Y eso es precisamente lo que ha sucedido. Hasta ahora, la percepción que queda es que a final de cuentas dominaron los intereses particulares y que éstos se impusieron sobre la expectativa real de una sociedad que quiere vivir en un ambiente de libertad, transparencia, de debate, pluralidad, crítica y confrontación de ideas.
En cierta medida, la actitud de los involucrados parece incongruente.
En primer lugar porque se hicieron acusaciones graves que no fueron suficientemente argumentadas ni sustentadas con evidencias. Pero más todavía si lo vemos desde la posición que asumió la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (AMEDI), cuando aseguró el pasado miércoles 16 que el regreso de Carmen es “un punto de quiebre en el ya demasiado largo camino para la reforma de los medios de comunicación”.
Con su silencio casi total, dudo que se haya dado punto de quiebre.
Hoy, lo único cierto y digno de reconocimiento es que Carmen Aristegui regresó a su espacio (con el apoyo de una parte de la sociedad), que finalmente se dio a conocer el Código de Ética que firmó con la empresa y que se ha abierto la posibilidad de que su espacio cuenta con la figura del Defensor del radioescucha.
Hasta ahí, ni más ni menos.
Para que podamos considerar el acontecimiento como un punto de quiebre, pienso que éste podría darse hasta que:
1) El gobierno asuma a plenitud su responsabilidad y autoridad constitucional en materia de telecomunicaciones, al margen de cualquier interés particular.
2) El conflicto que se suscitó a raíz del despido de la conductora no quede limitado al asunto de la renovación o no de la concesión de la banda de 2.5 gigahertz de MVS, sino que sirva para acelerar la reforma de medios que aún necesita el país.
3) Esté garantizada la libertad absoluta de expresión y medios, periodistas y ciudadanos pueden ejercer sin cortapisas el derecho a la información.
4) El gobierno federal dé a la sociedad información clara y suficiente sobre lo sucedido en el marco del despido de Carmen Aristegui.
5) MVS y Carmen Aristegui establezcan un diálogo abierto, de ida y vuelta, no sólo con los personajes de poder que están en la agenda de su noticiero, sino con la sociedad, de manera particular con la gente que los apoyó desde las redes sociales.
Para preguntar al poder se necesita valor.
MVS y Carmen Aristegui lo han demostrado. Sin embargo, para responder a la sociedad también hace falta una actitud decidida, a sabiendas de que existe información que probablemente tendrán que reservar. Mi planteamiento retoma al pie de la letra las palabras con las que Carmen Aristegui concluyó la conferencia de medios que cité líneas arriba: “Tal como escribía Ramos: No hay pregunta prohibida... No hay pregunta tonta... Y cuando surge la oportunidad, hay que hacerla... Aunque sea la última vez”.
Algunas preguntas sin respuesta:
1. ¿Exigió o no la Presidencia de la República una disculpa pública por la reflexión de Carmen Aristegui sobre el presunto problema de salud del Presidente? De ser cierto, ¿a quién exigió la disculpa pública, a Carmen Aristegui o a los dueños de la empresa?
2. ¿Qué persona de la Presidencia de la República elaboró la carta de disculpa que tendría que leer Carmen Aristegui?
3. ¿Hubo antes del despido de Carmen Aristegui otras presiones similares a MVS Noticias por parte de Presidencia de la República o de algunos funcionarios del gabinete del Presidente Felipe Calderón?
4. ¿Qué tipo de amenazas o presiones –si es que las hubo—ejerció la Presidencia de la República contra los dueños de MVS? ¿Estuvo en riesgo la renovación de las concesión de la banda de 2.5 gigahertz?
5. ¿Qué acuerdos hubo entre MVS y la Presidencia de la República para el regreso de Carmen Aristegui? ¿Se negociaron algunos puntos relacionados con la guerra que hoy están librando las empresas gigantes de comunicación? ¿Cuáles fueron los términos de la negociación? ¿Cuáles fueron las condiciones?
6. A sabiendas de que la noticia tiene que ser prioritaria, ¿mantendrá Carmen Aristegui abiertos todos los temas de agenda noticiosa que venía manejando hasta antes de su despido? ¿Mantendrá en su espacio a todos los colaboradores y personajes principales que entrevistaba para el cumplimiento de su agenda? ¿Tiene por parte de MVS alguna restricción?
7. ¿Estarían dispuestos Carmen Aristegui y los dueños de MVS a dar una conferencia de medios para que los otros medios de comunicación ejerzan su derecho a preguntar?
8. ¿Estaría dispuesta Carmen Aristegui a incursionar en las redes sociales para tener una interlocución más directa y fluida con sus miles de seguidores? ¿Por qué no lo ha hecho hasta ahora? ¿Por qué no interactuó con ellos durante la etapa más difícil del conflicto, que fue cuando más la apoyaron?
9. ¿Qué personas intervinieron en el proceso de negociación entre la Presidencia de la República y MVS y entre ésta y Carmen Aristegui? ¿Qué fue lo que tuvieron que hacer para convencer a los dueños de MVS de reubicarla en su espacio informativo?
10. ¿Por qué no dieron a conocer MVS y Carmen Aristegui su Código de Ética desde el principio de la relación contractual? ¿Por qué MVS retuvo el documento durante algunos días después de anunciar su despido?