2 abr 2011

El milagro que permitirá la beatificación de Juan Pablo II

El milagro que permitirá la beatificación de Juan Pablo II
Una religiosa francesa curada de Parkinson
CIUDAD DEL VATICANO, viernes 14 de enero de 2011 (ZENIT.org).- El cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, ha confirmado este viernes que el milagro reconocido por Benedicto XVI como atribuido a la intercesión de Juan Pablo II es la curación de Parkinson de una religiosa francesa.
Es el caso de sor Marie Simon Pierre (su nombre de bautismo es Marie-Pierre), de la Congregación de las Hermanitas de las Maternidades Católicas, nacida en 1961 en Rumilly-en-Cambrésis.
Según ha aclarado el cardenal Amato, "la enfermedad fue diagnosticada en el año 2001 por el médico que la atendía y por otros especialistas. La religiosa recibió los tratamientos paliativos que, obviamente, más que curarla, atenuaban parcialmente los dolores".
"Ante la noticia del fallecimiento del Papa Karol Woityla, que sufrió la misma enfermedad, sor Marie y sus hermanas de la congregación comenzaron a invocar al difunto pontífice para pedir la curación", ha añadido el cardenal Amato.
"El 2 de junio de 2005, cansada y oprimida por los dolores, la religiosa manifiesta a la superiora la intención de renunciar al trabajo profeional" en una maternidad de París.
"Sin embargo, la superiora le invita a confiar en la intercesión de Juan Pablo II. Al retirarse, la religiosa pasa una noche tranquila. Al despertarse, se siente curada. Desaparecen los dolores y deja de sentir la rigidez en las articulaciones".
"Era el 3 de junio de 2005, fiesta del Sagrado Corazón de Jesús --recuerda el purpurado salesiano--. Interrumpe inmediatamente el tratamiento y se va a ver al médico que la atendía, quien no tuvo otra posibildiad que constatar la curación".
Si bien Benedicto XVI había concedido la licencia para no esperar los cinco años exigidos para comenzar la causa de beatificación de Juan Pablo II, el proceso ha sido sometido a todas las exigencias requeridas para cualquier otro caso.
El cardenal Amato aclara que "para honrar dignamente la memoria de este gran pontífice, la causa ha sido sometida a un escrutinio particularmente detallado, para evitar toda duda y superar toda dificultad".
La investigación diocesana sobre la curación inexplicable de la hermana Marie Simon Pierre, había sido realizada en el año 2007 por la arquidiócesis de Aix-en-Provence, donde se encuentra la maternidad en la que entonces ejercía su labor.
El postulador de la causa de beatificación de Karol Wojtyla, el sacerdote polaco monseñor Slawomir Oder, ha explicado que el caso de la hermana Marie Simon Pierre fue escogido, entre otros muchos recibidos, por dos motivos: quedó curada de la enfermedad que padeció el mismo Papa y, tras su restablecimiento, ha podido seguir entregando su vida en las maternidades a "la batalla por la dignidad de la vida", que también libro el pontífice con su magisterio y ministerio
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Benedicto XVI, feliz por la beatificación de Juan Pablo II
CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 16 de enero de 2011
Este domingo lo hizo Benedicto XVI al recordar a miles de peregrinos que el 1 de mayo beatificará a Juan Pablo II. Después de que en este 14 de enero aprobara la publicación de un decreto que reconoce un milagro atribuido a la intercesión de Karol Wojtyla, en su primer encuentro público el papa no pudo ocultar "la alegría de proclamar beato al venerable papa Juan Pablo II, mi amado predecesor".
Como ha explicado Giovanni Maria Vian, director de "L'Osservatore Romano", se trata de un hecho sin precedentes, pues desde que tienen lugar los procesos canónicos de beatificación, en los últimos diez siglos nunca un papa había elevado a la gloria de los altares a su predecesor.
Benedicto XVI explicó, además, que "la fecha escogida es muy significativa: de hecho, será el segundo domingo de Pascua, que él mismo dedicó a la Divina Misericordia, y en cuya vigilia concluyó su vida terrena".
"Quienes le conocieron, quienes le estimaron y amaron, se alegrarán con la Iglesia por este acontecimiento. ¡Estamos felices!", subrayó.
Al final del Ángelus, dirigiéndose a los miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano, el obispo de Roma tomó la palabra en polaco para compartir su alegría con los compatriotas de Juan Pablo II.
"Esta noticia era muy esperada por todos, en particular por vosotros, para quienes mi venerable predecesor fue guía en la fe, en la verdad, y en la libertad", afirmó.
Por este motivo, el pontífice deseó "una profunda preparación espiritual para este acontecimiento", que congregará en Roma a cientos de miles de personas.

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