Columba Vértiz De La Fuente
Revista Proceso # 1890, 20 de enero de 2013
Sin ser priista, Jorge Sánchez Sosa aceptó ser el director del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) por invitación de Rafael Tovar y de Teresa, titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
El productor de cine y director de Cinemanía y Lacasadelcine de la Ciudad de México, quien detentaba el cargo de presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, cuenta a este semanario que aceptó ser el responsable de Imcine “porque el cine mexicano está, y no es la primera vez ni excepcional, en una encrucijada en que o toma nuevos y buenos rumbos, no es que no los haya tenido, pero quiero hacer con esto un viraje en las políticas tradicionales por parte del Estado en relación al cine nacional, y creo que puedo tomar parte en esa implementación de esas nuevas políticas”.
Además confía en que se puede desarrollar un diálogo con la comunidad cinematográfica:
“Que nos haga pensar a todas las partes, y hacernos corresponsables del modelo de cine que queremos.”
No cambiará su actitud para con los problemas del cine nacional:
“Seguiré
hablando lo que pienso, en este caso consciente de una visión institucional,
pero siempre diciendo lo que pienso. En la misma comunidad existe una falta de
interés o un interés muy precario sobre lo que son los públicos del cine
mexicano, es una desgracia que estemos produciendo más cine nacional y que se
vea menos cine nacional.
“Tengo
una buena amistad y un buen diálogo con Tovar y de Teresa y vamos a intentar
reubicar al cine mexicano donde corresponde: en el público del país.”
En
los seis años pasados, en la gestión de Marina Stavenhagen, el presupuesto del
Imcine fue de casi 4 mil millones de pesos, ahora se le quitó al instituto 40
millones de pesos; al respecto Sánchez opina que “es una situación nada
agradable”, pero apenas estudiará los números y la planeación del ejercicio:
“Efectivamente,
en el sexenio pasado hubo más fondos para producción y se está invirtiendo en
obras que aún no se han terminado, como son la Cineteca Nacional y los Estudios
Churubusco, y por lo que sé en este momento es que hay unos presupuestos
asignados para su terminación.”
Adelanta
que se deben elaborar y afinar los mecanismos de financiamiento existentes,
como el artículo 226 del Impuesto sobre la Renta, llamado Eficine.
Se
le recuerda que Tovar y de Teresa ha manifestado que la violencia determinará
el programa cultural, entonces, a la pregunta de qué opina de eso, si además
hay menos presupuesto para cultura, responde que el fenómeno es muy complejo,
pero emite que debe crearse todo el cine necesario para opinar, reflejar y
recrear un momento que es muy duro para el país:
“El
cine colombiano ha tenido un papel importante en el proceso de sanación
social.”
Sánchez
Sosa estudió sociología en la UNAM, cine en el Centro de Capacitación
Cinematográfica (CCC) y en el Film & Television Bussines, Fundação Getúlio
Vargas, en Río de Janeiro, Brasil. Estuvo al frente del Festival Internacional
de Cine de Guadalajara. Produjo las películas La perdición de los hombres y El
coronel no tiene quien le escriba, de Arturo Ripstein; La invención de cronos,
de Guillermo del Toro, así como Danzón y Lola, de María Novaro, entre otras.
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