Recuerda que tú existes tan sólo en este libro.../ Luis García Montero (1958-)
(Mujer)
Recuerda que tú existes tan sólo en este libro,
agradece tu vida a mis fantasmas,
a la pasión que pongo en cada verso
por recordar el aire que respiras,
la ropa que te pones y me quitas,
los taxis en que viajas cada noche,
sirena y corazón de los taxistas,
las copas que compartes por los bares
con las gentes que viven en sus barras.
Recuerda que yo espero al otro lado
de los tranvías cuando llegas tarde,
que, centinela incómodo, el teléfono
se convierte en un huésped sin noticias,
que hay un rumor vacío de ascensores
querellándose solos, convocando
mientras suben o bajan tu nostalgia.
de esta ciudad con prisa solamente,
y que la libertad, cisne terrible,
no es el ave nocturna de los sueños,
sí la complicidad, su mantenerse
herida por el sable que nos hace
sabemos personajes literarios,
mentiras de verdad, verdades de mentira.
Recuerda que yo existo porque existe este libro,
que puedo suicidarnos con romper una página
****
Recuerdo de una tarde verano
Aquel temblor del muslo
y el diminuto encaje
rozado por la yema de los dedos,
son el mejor recuerdo de unos días
conocidos sin prisa, sin hacerse notar,
igual que amigos tímidos.
Fue la tarde anterior a la tormenta,
con truenos en el cielo.
Tú apareciste en el jardín, secreta,
vestida de otro tiempo,
con una extravagante manera de quererme,
jugando a ser el viento de un armario,
la luz en seda negra
y medias de cristal,
tan abrazadas
a tus muslos con fuerza,
con esa oscura fuerza que tuvieron
sus dueños en la vida.
Bajo el color confuso de las flores salvajes,
inesperadamente me ofrecías
tu memoria de labios entreabiertos,
unas ropas difíciles, y el rayo
apenas vislumbrado de la carne,
como fuego lunático,
como llama de almendro donde puse
la mano sin dudarlo.
Por el jardín, el ruido de los últimos pájaros,
de las primeras gotas en los árboles.
Aquel temblor del muslo
y el diminuto encaje, de vello traspasado,
su resistencia elástica
vencida con el paso de los años,
vuelven a ser verdad, oleaje en el tacto,
arena humedecida entre las manos,
cuando otra vez, aquí, de pensamiento,
me abandono en la dura solución de tus ingles
y dejo de escribir
para llamarte.
Luis García Montero
(1958-)
Poeta y ensayista español nacido en Granada en 1958.
Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de
Granada, obtuvo su Doctorado en la misma Universidad con una tesis sobre Rafael Alberti con quien
lo unió una gran amistad.
Es uno de los poetas más significativos de la poesía
española de hoy.
Tiene varios premios, entre otros, se destacan el Federico
García Lorca, el premio Ciudad de Sevilla, el premio Loewe, el Premio Adonais
en 1982 por "El jardín extranjero", el Premio Nacional de Literatura
en 1994 por "Habitaciones separadas"
y el Premio Nacional de la Crítica en 2003 por "La intimidad de la
serpiente".
En el año 2001 le fue concedida la Medalla de Oro de
Andalucía, en 2003 la Medalla de Oro de Granada, y en 1999 estuvo nominado para el premio
Cervantes.
Parte de obra poética está contenida en los siguientes
volúmenes:
"Y ahora ya eres dueño del puente de Brooklyn" en
1980, "Tristia" en 1982, "El jardín extranjero" en 1983,
"Rimado de ciudad" en 1985,
"Diario cómplice" en 1987, "Las flores del frío" en
1991, "Habitaciones separadas" en 1994, "Casi cien poemas"
en 1997, "Completamente
viernes" en 1998", "Antología personal" en 2001, "Poesía urbana" en 2002 y
"La intimidad de la serpiente" en
2003.
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