Capriles estrecha la mano del papa Francisco
en el Vaticano.
Capriles
asistió a la audiencia acompañado de sus principales colaboradores y de Bony
Simonovis, mujer y abogada del antiguo comisario de Caracas, en prisión desde
el fallido golpe de Estado contra Chávez de 2002.
Iván
Simonovis se ha convertido en el preso político más emblemático del país. El
relato de sus penurias en la cárcel es el de una persecución encarnizada por
parte del poder: 30 años condenado pese a que no se demostró su participación
en los hechos violentos del 11 de abril; durante ocho años sólo tuvo acceso a
13 días de sol y sufre más de una decena de patologías diagnosticadas por los
médicos.
Capriles
pidió expresamente al papa que interceda "para que sean liberados los
presos políticos que hay en Venezuela. No tendría que haber presos por sus
opiniones políticas, como sucede en mi país", insistió
El papa, quien también se reunió con Nicolás Maduro en junio pasado, anunció a
Capriles que auspicia un diálogo en Venezuela entre el Gobierno y la oposición
para superar la polarización.
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