El
presidente de EU, Barack Obama, analiza la posibilidad de desplegar
a elementos de la Guardia Nacional a la frontera con México ante el incremento
de migrantes en la zona, principalmente niños no acompañados, como lo planteó
el gobernador de Texas, Rick Perry.
De
acuerdo con fuente de la Casa Blanca, envió un equipo a Texas, integrado por
integrantes de los departamentos de Defensa y de Seguridad Nacional, para
evaluar la situación y determinar si es necesario reforzar la zona, y ayudar a
la patrulla fronteriza ante la llegada masiva de indocumentados.
Finalmente,
el secretario de Defensa, Charles Hagel, será el que determinará si es
necesario enviar a las tropas a la zona, y en caso de que así lo considere
presentará una solicitud de asistencia para el despliegue militar.
En
tanto, el partido republicano indicó que si el mandatario refuerza la frontera
con México con la Guardia Nacional y se modifica la Ley de 2008, aprobarán el fondo de 3 mil 700 millones de
dólares para atender la crisis humanitaria.
Los republicanos de la Cámara de Representantes presentaron sus propuestas para resolver la crisis humanitaria en la frontera, provocada por la llegada desde el pasado mes de octubre de más de 57,000 menores indocumentados no acompañados, la mayoría de ellos procedentes de Centroamérica.
Los republicanos de la Cámara de Representantes presentaron sus propuestas para resolver la crisis humanitaria en la frontera, provocada por la llegada desde el pasado mes de octubre de más de 57,000 menores indocumentados no acompañados, la mayoría de ellos procedentes de Centroamérica.
La propuesta ofrece, según la congresista republicana de Texas Kay Granger, "soluciones de sentido común, compasivas, pero duras".
Los republicanos instaron a Obama a enviar la Guardia Nacional a la frontera para que esta fuerza ayude "con el cuidado humanitario y las necesidades de los menores no acompañados, liberando a la patrulla fronteriza para que se centre en su misión principal".
çLa Guardia Nacional es una fuerza de reserva constituida por voluntarios, que suele desplegarse en tiempos de guerra o de una crisis nacional grave.
Cada estado de Estados Unidos tiene su propia Guardia Nacional y el gobernador de cada estado puede ordenar que ésta se despliegue en su territorio. En caso de guerra o crisis nacional grave, el presidente de Estados Unidos puede ordenar desplegar una parte o la totalidad de los guardias nacionales de los estados.
Los republicanos también condicionan la aprobación de los fondos extras que solicita Obama a la modificación de la llamada ley William Wilberforce de Reautorización para la Protección de Víctimas del Tráfico de Personas (TVPRA por sus siglas en inglés) de 2008, que aumentó significativamente la protección de niños indocumentados no acompañados en Estados Unidos.
La ley Wilberforce, aprobada durante la administración de George W. Bush, impide la deportación acelerada de niños migrantes indocumentados originarios de países no fronterizos con Estados Unidos. La mayoría de menores solos proceden de El Salvador, Guatemala y Honduras.
Los republicanos quieren que los niños centroamericanos sean tratados de la misma manera que los mexicanos, es decir, que puedan ser deportados de forma rápidda a sus países de origen. Los demócratas se oponen al considerar que los menores estarían menos protegidos que ahora.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, envió este jueves una carta a Obama en la que le pregunta si la Casa Blanca todavía apoya el cambio de la ley de 2008.
La Casa Blanca se había mostrado en un principio abierta a cambiar la legislación, pero ante las críticas de los activistas y los demócratas ha dado en los últimos días marcha atrás.
A principios de julio, Obama pidió al Congreso fondos adicionales por valor de 3.700 millones de dólares para hacer frente a la crisis humanitaria en la frontera.
El plan presentado por los republicanos de la Cámara de Representantes costaría, según la prensa estadounidense, 1.500 millones de dólares. El plan presentado por los demócratas del Senado costaría 2.700 millones de dólares, 1.000 millones menos de lo que pide Obama para atajar la crisis.
Los expertos aseguran que la pelea en el Congreso no será tanto sobre la cantidad de dinero que finalmente aprueben, sino sobre cuestiones de fondo como si es necesario o no enviar la Guardia Nacional a la frontera o si hay que modificar la ley de 2008.
Los republicanos instaron a Obama a enviar la Guardia Nacional a la frontera para que esta fuerza ayude "con el cuidado humanitario y las necesidades de los menores no acompañados, liberando a la patrulla fronteriza para que se centre en su misión principal".
çLa Guardia Nacional es una fuerza de reserva constituida por voluntarios, que suele desplegarse en tiempos de guerra o de una crisis nacional grave.
Cada estado de Estados Unidos tiene su propia Guardia Nacional y el gobernador de cada estado puede ordenar que ésta se despliegue en su territorio. En caso de guerra o crisis nacional grave, el presidente de Estados Unidos puede ordenar desplegar una parte o la totalidad de los guardias nacionales de los estados.
Los republicanos también condicionan la aprobación de los fondos extras que solicita Obama a la modificación de la llamada ley William Wilberforce de Reautorización para la Protección de Víctimas del Tráfico de Personas (TVPRA por sus siglas en inglés) de 2008, que aumentó significativamente la protección de niños indocumentados no acompañados en Estados Unidos.
La ley Wilberforce, aprobada durante la administración de George W. Bush, impide la deportación acelerada de niños migrantes indocumentados originarios de países no fronterizos con Estados Unidos. La mayoría de menores solos proceden de El Salvador, Guatemala y Honduras.
Los republicanos quieren que los niños centroamericanos sean tratados de la misma manera que los mexicanos, es decir, que puedan ser deportados de forma rápidda a sus países de origen. Los demócratas se oponen al considerar que los menores estarían menos protegidos que ahora.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, envió este jueves una carta a Obama en la que le pregunta si la Casa Blanca todavía apoya el cambio de la ley de 2008.
La Casa Blanca se había mostrado en un principio abierta a cambiar la legislación, pero ante las críticas de los activistas y los demócratas ha dado en los últimos días marcha atrás.
A principios de julio, Obama pidió al Congreso fondos adicionales por valor de 3.700 millones de dólares para hacer frente a la crisis humanitaria en la frontera.
El plan presentado por los republicanos de la Cámara de Representantes costaría, según la prensa estadounidense, 1.500 millones de dólares. El plan presentado por los demócratas del Senado costaría 2.700 millones de dólares, 1.000 millones menos de lo que pide Obama para atajar la crisis.
Los expertos aseguran que la pelea en el Congreso no será tanto sobre la cantidad de dinero que finalmente aprueben, sino sobre cuestiones de fondo como si es necesario o no enviar la Guardia Nacional a la frontera o si hay que modificar la ley de 2008.
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