Revista
Proceso
# 2055, 19 de marzo de 2016.
Un
frontón que fractura a la comunidad/RAÚL OCHOA
Entre
las pocas instalaciones deportivas de la Ciudad de México se encuentra el
centro Los Galeana, donde hay unos frontones que han dividido a los vecinos de
la zona. Los pelotaris aseguran que esas canchas fueron descuidadas y dañadas
por las autoridades, y los gobernantes arguyen que quieren demolerlas porque
son refugio de drogadictos, ladrones y apostadores. Sin embargo, tras el
conflicto se esconde la politización de las áreas…
La
GAM todavía no decide si mantendrá el lugar o terminará por derribarlo. El
siguiente paso, de acuerdo con Desarrollo Social, será realizar consultas
ciudadanas para determinar qué se hará.
A
principios de este mes, la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de
México dio a conocer un video del momento en que dos hombres abordan un autobús
de transporte público en la GAM, despojan de sus pertenencias a los pasajeros y
hieren al conductor con un arma de fuego.
Los
delincuentes se dieron a la fuga a bordo de una camioneta gris, y gracias al
seguimiento a través de cámaras de seguridad, los asaltantes fueron ubicados
dentro del DG, en la colonia Campestre Aragón. Estos individuos, quienes se
cambiaron de playeras y camisa, fueron aprehendidos mientras recorrían las
instalaciones portando una pistola 9 mm, un silenciador y cartuchos. Dos de
ellos cuentan con antecedentes penales.
Aunque
los hechos ocurrieron el lunes 7, el programa Primero Noticias, que conduce
Carlos Loret de Mola, divulgó el video cuatro días después. Las imágenes de la
persecución emprendida por las fuerzas de tarea del Centro de Control (C2)
están integradas al expediente que abrió para debatir la demolición en el DG.
La
GAM asienta que la detención sucedió en las canchas del frontón, pero el
episodio ocurrió en el área de volibol, que se localiza entre las renovadas
canchas de basquetbol, el gimnasio de pesas y el campo de futbol rápido, a unos
200 metros de los frontones.
Gustavo
Villagómez rechaza que el área usada por los pelotaris resulte, en todo caso,
el único foco rojo. “Por supuesto que hay delincuencia en el deportivo, como en
toda la GAM, principalmente en esta zona, en la que estamos marginados. Hay 20
puntos rojos en toda la demarcación, así que tendrían que derribarla toda”.
Los
acuerdos
Las
reuniones de trabajo con Omar García; la directora de Deporte de la GAM,
Liliana Chávez, y la administradora del recinto, María Elena Díaz, dieron como
resultado la firma de una minuta el 16 de marzo de 2014. En el documento, la
autoridad se compromete a arreglar la instalación, toda vez que el frontón
jamás fue considerado en el proyecto de remodelación, como se confirma en el
oficio del 14 de octubre pasado, firmado por el director de seguimiento,
Alberto Murakawa Castillo.
Sin
embargo, tras la firma los deportistas dejaron de tener contacto con las
autoridades, hasta que en 2015 tuvieron un acercamiento con el diputado local
Paulo César Martínez López, de Morena, quien el pasado 17 de febrero encabezó
una atropellada conferencia de prensa.
En
dicho acto, el legislador hizo referencia a la petición de los vecinos y
usuarios del DG, y advirtió del proceso de privatización de los recintos
públicos.
“El
30 de noviembre mandé un oficio al jefe de la GAM en el que se le solicita que,
en relación con el espacio público denominado frontón Galeana, se realicen
mesas de trabajo conjuntamente con los usuarios para revisar las obras de
rehabilitación”, alertó Martínez López.
Luego,
el diputado refirió que el 26 de enero de este año el administrador del
deportivo, Carlos Guadarrama Trejo, dio respuesta al oficio, en el que confirma
la reunión del 20 de enero con los representantes de los usuarios, José Luis
Figueroa, Arturo Saldaña y Dante Durán.
Guadarrama
mencionó al legislador que se hizo una inspección detallada al sitio,
“constatando que se encuentra en malas condiciones. En dicha reunión se llegó a
un compromiso entre ambas partes a fin de llevar a cabo las gestiones
necesarias ante el área correspondiente para solicitar la remodelación. Hoy, a
un mes de realizada esa reunión, no ha habido ninguna respuesta de las
autoridades delegacionales”, denunció el diputado de Morena antes de ser
acallado por un ruidoso grupo que irrumpió en la sala lanzando proclamas contra
el frontón, los usuarios del deportivo y la presencia misma de un integrante de
Morena.
Los
pelotaris atribuyen estas maniobras al jefe delegacional, a quien acusan de
enviar a estas personas, la mayoría mujeres, para disolver la conferencia de
prensa.
“El
administrador del deportivo, Carlos Guadarrama, ya tampoco nos recibe. Nos
descalifica diciendo que somos cinco mugrosos tratando de recuperar un espacio
que no se puede rehabilitar, ya que se trata de un nido de ratas donde se
cruzan apuestas. Ellos piensan que nos conducimos como en los buenos tiempos
del Frontón México, cuando se jugaba el jai-alai en medio de grandes apuestas.”
Este
semanario realizó un recorrido por las instalaciones el martes 15. Durante la
mañana, alrededor de 30 pelotaris se ejercitaban en el FG. Entre los afectados
hay inquietud y zozobra, pues siguen sin entender los argumentos esgrimidos por
la autoridad, máxime que el sitio era de los mejor conservados en el vetusto
deportivo, de 50 años de antigüedad.
Los
agraviados aseguran que no fueron tomados en cuenta antes de que la delegación
decidiera demoler ese espacio. “Simplemente destruyeron este lugar porque no
les gustaba. También presentamos una queja ante la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos, que aún no ha resuelto. Es lo que ha venido ocurriendo en
nuestro caso: la omisión de las autoridades”.
Ante
ello, Gustavo Villagómez recuerda que han hecho solicitudes de información para
que los gobernantes se pronuncien en torno al espacio. “Nadie nos hace caso: el
director de la Conade, Alfredo Castillo, nos responde un día y al otro día no,
mientras que el Instituto de Deporte del Distrito Federal de plano nos contestó
que el deportivo Los Galeana no es su ámbito”.
Villagómez
afirma que si en realidad las canchas fueran un foco rojo, “entonces todo el
deportivo debe ser considerado así, pues ha habido balaceras en los campos de
beisbol y atracos en los de futbol americano”.
Aunque
en apariencia las gradas del lugar no fueron tocadas durante el derribamiento,
este espacio luce deteriorado: tiene grietas y fracturas en el piso. En algunos
puntos la basura se acumula, pues ni siquiera hay botes para tirarla. Incluso
se ordenó sellar la puerta de los baños. Y por ello, los usuarios reconocen que
muchas veces realizan sus necesidades fisiológicas en los alrededores de las
canchas.
“El
personal de limpieza sólo pasa por el lugar, se le pide el favor de retirar la
basura, pero nos ignora. Entre nosotros realizamos las tareas de limpieza y nos
cooperamos para comprar la pintura cuando así lo ameritan las paredes del
frontón”, refiere José Luis Figueroa.
La
discriminación
Roberto
Plascencia, presidente de los vecinos y residentes de la GAM, expresa que
insistirá en que se realice una auditoría en torno al DG.
Plascencia
coincide con Villagómez: en este deportivo se marcan las diferencias entre los
que tienen y los que no. Los primeros tienen acceso “a las instalaciones
privatizadas, a las ligas que pagan sus cuotas, como los casos del futbol
soccer, futbol americano, tenis y el gimnasio. En contraste, las áreas donde no
se cobran cuotas están sin techo y en completo abandono. ¿A dónde se va todo el
dinero que ingresa al deportivo?”.
Y
Villagómez alerta: “Estamos discriminados por el afán de la autoridad de
desaparecer el frontón, a la parte bonita uno no puede acceder porque la zona
está delimitada por mallas ciclónicas”.
La
Dirección de Desarrollo Social de la GAM repone: “Los vecinos ya no desean que
se siga utilizando esa área, convertida en un refugio de gente que llega a
drogarse y a cruzar apuestas”.
La
dependencia expresa que son frecuentes las denuncias de los habitantes de las
colonias aledañas, que ven esas canchas como “un espacio para gente que no va a
hacer deporte en el frontón, sino a drogarse y a cometer sus fechorías. Por lo
tanto, se está realizando la valoración de ese espacio. Por un lado, los
vecinos exigen que se retire esa área, incluso los comités vecinales están pidiendo
que ya se le dé otro uso a ese lugar, y por otro lado, los que la utilizan se
oponen a la destrucción.
“La
situación la tenemos muy clara: los vecinos no quieren esas canchas; de eso no
cabe la menor duda.”
–¿Habrá
solución al conflicto? –se pregunta.
–Los
vecinos son quienes marcan la pauta, y no un grupo minoritario –advierte la
GAM. l
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