Está propuesto por Trump
El fiscal de Trump, forzado a renegar del Ku Klux Klan
PABLO PARDO Corresponsal Washington/
EL Mundo, AGENCIAS, 10/01/2017 21:41
"Detesto al Klan y a lo que representa y a su ideología de odio". El senador Jeff Sessions, al que el presidente electo de EEUU, Donald Trump, ha propuesto para el cargo de fiscal general - cargo que equivaldría en España al de ministro de Justicia - arrancó hoy su sesión de confirmación en el Senado tratando de despejar con esas palabras todas las controversias sobre su pasado.
El 'Klan' es como se conoce coloquialmente al Ku Klux Klan (KKK), la organización supremacista blanca y protestante que ha marcado la Historia de EEUU a base de linchamientos (o sea, palizas, castraciones, y asesinatos) de negros, hispanos, católicos, y sindicalistas.
El 'Klan' es como se conoce coloquialmente al Ku Klux Klan (KKK), la organización supremacista blanca y protestante que ha marcado la Historia de EEUU a base de linchamientos (o sea, palizas, castraciones, y asesinatos) de negros, hispanos, católicos, y sindicalistas.
El que el máximo responsable del aparato legal de Estados Unidos tenga que explicar en la sesión ante el Comité de Justicia del Senado que no respalda al KKK es una muestra del veneno que hay inyectado en la vida política de ese país. Aún más inusual es que en la confirmación de un senador - Sessions - para un cargo del Ejecutivo, vaya a prestar declaración en su contra otro senador. Tan inusual que no ha ocurrido jamás. Pero mañana, en la segunda jornada del 'examen' de Sessions, una de las estrellas del Partido Demócrata, el afroamericano Cory Booker, muy bien conectado con la élite de Silicon Valley - empezando por Mark Zuckerberg, el dueño de Facebok - y con ambiciones presidenciales, va a dirigirse a sus colegas para que voten 'no' a Sessions.
Sessions ha marcado hoy la pauta de lo que va a ser esta 'temporada de confirmaciones'. El senador, que antes fue fiscal general de Alabama y vio en 1986 su nombramiento como juez federal rechazado por el mismo Comité de Justicia al que hoy habló debido, precisamente, a sus presuntas simpatías hacia el KKK, llevó a cabo una intervención bien calibrada, en la que reafirmó sus principios básicos y dio marcha atrás en los más controvertidos.
En materia de aborto, por ejemplo, reafirmó que "creo firmemente que viola la Constitución", pero también dejó claro que va a respetar la ley. De todos modos, ésa es una discusión bizantina. Los republicanos han bloqueado el nombramiento de un nuevo juez del Supremo durante un año, y ahora le corresponde a Trump proponer un candidato. Si el nuevo miembro del Tribunal se opone al aborto, éste podría ser prohibido, ya que ese órgano está en la actualidad partido en dos entre partidarios y adversarios de esa práctica.
Sessions también esquivó sin problemas el hecho de que él ha sido el principal asesor de Donald Trump en materia de inmigración, donde tiene algunas frases para la Historia - que le fueron recordadas en el Senado - como la de que "prácticamente nadie que venga de la República Dominicana a EEUU tiene ninguna habilidad que beneficie a este país". Tampoco se vio apurado cuando le fueron recordados sus llamamientos en favor de que los presos estén encadenados cuando realicen trabajos forzados, una práctica que todavía aplica en la ciudad de Phoenix, en Arizona, el sheriff Joe Arpaio, que ha apoyado a Donald Trump.
Sessions, que es de lejos el político con más experiencia del equipo de Trump, también supo eludir sin problemas la que va a ser la pregunta más complicada para todos sus colegas: aquélla que empieza con un "Donald Trump ha dicho que...".
El senador dejó entrever desacuerdos con Trump en varios puntos, como en la idea del millonario de prohibir la entrada de los musulmanes a EEUU para evitar atentados terroristas. "No apoyo la idea de que se les niegue la entrada al país a los musulmanes como grupo religioso", dijo hoy Sessions, que también se desmarcó de la promesa de Trump de restaurar la tortura por ahogamiento simulado a sospechosos de terrorismo, una polémica práctica que prohibió en 2009 el presidente Barack Obama.
Sessions también se comprometió a inhibirse de cualquier investigación sobre la ex candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, por las polémicas donaciones a la Fundación Clinton o por el uso que hizo de servidores de correo privados para tratar asuntos oficiales cuando era secretaria de Estado (2009-2013). "No se debe permitir que una disputa política se convierta en una disputa penal (...) Este país no castiga a sus enemigos políticos, este país se asegura de que nadie está por encima de la ley", dijo Sessions.
"Este país no castiga a sus enemigos políticos"
Para ello, jugó la baza conciliadora y la de la independencia. Declaró que, si Hillary Clinton es investigada por el uso de su servidor de correo electrónico, él se recusará, algo que no hizo la todavía fiscal general, Loretta Lynch. Insistió en su independencia con respecto a Donald Trump, y se distanció de éste en relación a un posible procesamiento de Hillary motivado por cuestiones políticas.
"Este país no castiga a sus enemigos políticos, este país se asegura de que nadie está por encima de la ley", dijo, antes de recalcar que "no debe permitirse que una disputa política se convierta en una disputa penal".
De modo que Sessions logró el respaldo de los republicanos, que controlan el Senado, mientras que todo indica que no conseguirá el de los demócratas. Ésa parece que va a ser la pauta general en las demás confirmaciones. Solo hay una que presenta algún tipo de conflicto serio: la de Rex Tillerson, el candidato a secretario de Estado. Tillerson ha sido cuestionado por demócratas y algunos republicanos por la relación de la petrolera Exxon Mobil con el Gobierno ruso, y su audiencia, que se celebra hoy, puede ser dura.
Trump se ha rodeado de conservadores multimillonarios, que en general tienen poca o ninguna experiencia en política, y con un historial de declaraciones, acciones, y relaciones comerciales y personales que son carne de cañón para unas audiencias de confirmación televisadas. A eso se suma el hecho de que cuatro de ellos todavía no han presentado toda la documentación exigible sobre su patrimonio, lo que ha sido objeto de duras críticas, puesto que puede ocultar conflictos de interés. Aunque, en materia de conflictos de interés, la controversia es ahora con el yerno de Trump, Jared Kushner, al que el presidente ha nombrado asesor 'senior', en una medida que podría violar la ley.
Otra bronca es que la futura portavoz del Comité de Seguridad Nacional, Monica Crowley, cometió plagio en su tesis doctoral en la Universidad de Columbia y en su libro 'What the (beep) just happened?' (un título traducible como '¿Qué XXX ha pasado?', donde XXX es cualquier palabra malsonante que le venga a la cabeza al lector). Crowley no fue muy sofisticada en el uso del concepto que la escritora española Lucía Etxeberría calificaría de 'intertextualidad': entre sus fuentes están, según la prensa estadounidense, Wikipedia y un libro de Podología, una disciplina, a priori, escasamente relacionada con la Geopolítica.
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Quién es Jeff Sessions, el nominado por Trump para fiscal general de Estados Unidos?
Nota de BEATRIZ JUEZWashington
10/01/2017 21:14
El republicano Jeff Sessions fue el primer senador en apoyar la candidatura de Donald Trump. Y el presidente electo premió su lealtad nominándolo para el puesto de Fiscal General de los Estados Unidos, el jefe del Departamento de Justicia.
Este senador ultraconservador es uno de los candidatos más controvertidos del futuro gabinete de Trump.
Sessions, de 70 años, es senador por Alabama desde 1997.
Antes fue fiscal general de Alabama y fiscal de Estados Unidos para el distrito sur de Alabama.
Cuando Sessions fue nominado en 1986 como juez federal, el Comité Judicial del Senado - el mismo que le está considerando ahora para Fiscal General - rechazó su nombramiento por sus comentarios racistas y su hostilidad hacia los grupos de derechos civiles.
Organizaciones hispanas y pro derechos civiles han pedido al Senado que no confirmen a Sessions, ya que lo consideran un racista, anti-inmigrante y retrógrado.
El senador se ha opuesto a la reforma migratoria, está a favor de las deportaciones masivas de indocumentados y defendía construir un muro en la frontera con México mucho antes de que lo hiciera el presidente electo.
Se opone al matrimonio homosexual y como senador se mostró a favor de reautorizar la táctica de tortura conocida como "ahogamiento simulado" ("waterboarding", en inglés).
Si Sessions es confirmado en el puesto por el Senado, sustituirá a Loretta Lynch, la primer mujer afroamericana en ocupar ese cargo.
Sessions, de 70 años, es senador por Alabama desde 1997.
Antes fue fiscal general de Alabama y fiscal de Estados Unidos para el distrito sur de Alabama.
Cuando Sessions fue nominado en 1986 como juez federal, el Comité Judicial del Senado - el mismo que le está considerando ahora para Fiscal General - rechazó su nombramiento por sus comentarios racistas y su hostilidad hacia los grupos de derechos civiles.
Organizaciones hispanas y pro derechos civiles han pedido al Senado que no confirmen a Sessions, ya que lo consideran un racista, anti-inmigrante y retrógrado.
El senador se ha opuesto a la reforma migratoria, está a favor de las deportaciones masivas de indocumentados y defendía construir un muro en la frontera con México mucho antes de que lo hiciera el presidente electo.
Se opone al matrimonio homosexual y como senador se mostró a favor de reautorizar la táctica de tortura conocida como "ahogamiento simulado" ("waterboarding", en inglés).
Si Sessions es confirmado en el puesto por el Senado, sustituirá a Loretta Lynch, la primer mujer afroamericana en ocupar ese cargo.
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