Abajo las dos columnas ;
El alhajero de Martha Anaya: Y si fuera Videgaray “el tapado”?en El Heraldo, ayer..y El Estrictamente Personal de Armando hoy en El Financiero..: 2018: el factor Videgaray/
Federico se advierte jugando con números; Mmm., y ¡EPN más!
Están jugando, y todos son peones...
Ayer el líder de la FTSE dijo que Meade..., ¿tendría línea o los hizo por su cuenta?.
Están jugando, y todos son peones...
Ayer el líder de la FTSE dijo que Meade..., ¿tendría línea o los hizo por su cuenta?.
Dirían los clásicos por favor no se haga bolas: ¡la decisión ya está tomada...!
O como dice Bob Dylan la respuesta esta en el viento..
O como dice Bob Dylan la respuesta esta en el viento..
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Del 27 al 72, número sorpresa, número maestro: ¿Videgaray todavía juega?/FEDERICO ARREOLA
SDP, @FedericoArreola
vie 17 nov 2017
Dije aquí que las placas del coche que usaba el presidente Enrique Peña Nieto en el Estado de México eran 27-27.
Una fuente de primer nivel me corrigió y me aclaró que sí, en efecto, se repetían los números en tales placas, pero eran 72-72… es decir, 27-27 al revés.
¿Eso qué quiere decir? Que el destape del candidato del PRI a la Presidencia sigue programado para el 27, pero el destapado tendrá la lógica numerológica del 72.
¿Qué tiene de especial el 72? ¿Cómo puede ayudarnos a conocer anticipadamente el nombre de El Bueno?
Las he tomado básicamente de un sitio relacionado con el bingo, que para estos propósitos sirve tanto como cualquier otro sitio sobre el tema que al analista se le ocurra:
1. Somos un 72% de agua.
2. En el bingo el 72 es conocido como “La sorpresa”.
3. En el bingo, en inglés, al 72 se le llama “Danny La Rue” sencillamente porque rima muy bien con seventy-two.
4. El 72 d.C fue el año en que en Roma se inició la construcción de uno de los edificios más emblemáticos de la historia de la humanidad: el Coliseo.
5. 72 eran los idiomas que se hablaban en la Torre de Babel.
6. 72 eran los nombres de Dios según la tradición de la Kabbalah.
7. Son 72 los libros que contiene la Biblia (si se cuenta el Libro de las Lamentaciones como parte del Libro de Jeremías).
8. 72 discípulos tenía Confucio.
9. En 72 aC Pompeyo destruyó la ciudad de Clunia.
10. En 72 aC Quinto Sertorio es asesinado por sus oficiales en Osca.
11. Fueron 72 los demonios los que metieron al buen dios Osiris en un ataúd por orden de Seth, que era un dios malvado.
12. 72 es el número de templos principales encontrados en la mítica ciudad camboyana de Ang Kor, toda una urbe extensísima que desapareció durante siglos tragada literalmente por la selva, y que fue encontrada para deleite de la humanidad.
13. 72 es el número atómico del hafnio, un metal de transición que se utiliza en centrales nucleares y en aleaciones mecánicas.
14. 72 es un número maestro. El hecho de que hayamos encontrados tantas apariciones en textos sagrados y contenidos religiosos de todo tipo y épocas nos da una idea sobre el significado del número desde un punto de vista esotérico: para la numerología estamos ante un número maestro, que viene a significar que se trata de un número que reproduce la frecuencia de ciertas vibraciones cósmicas o del universo.
15. El 72 es el número que representa a la Tierra, se trata de un número que infunde sentimientos humanitarios en aquellos a los que tiene bajo su auspicio o influjo. Son personas que ejercen de forma natural el respeto a los demás, la tolerancia, la filantropía y también de la justicia. En el lado negativo pueden ser personas con tendencia a una introspección exagerada, lo cual no les impide ser un valioso recurso para los trabajos en equipo.
16. 72 multiplicado por dos es igual a 144 (72 x 2 = 144).
17. 72 multiplicado por tres es igual a 216 (72 x 3 = 216).
18. 72 multiplicado por cuatro es igual a 288 (72 x 4 = 288).
19. 72 multiplicado por cinco es igual a 360 (72 x 5 = 360).
20. La mitad de 72 es 36.0 (72 / 2 = 36.0).
21. Un tercio de 72 es 24.0 (72 / 3 = 24.0).
22. Un cuatro de 72 es 18.0 (72 / 4 = 18.0).
23. Un quinto de 72 es 14.4 (72 / 5 = 14.4).
24. El 72 no es un número primo
25. El 72 no es un número Fibonacci
26. El año 72 (LXXII) fue un año bisiesto que empezó un miércoles del calendario juliano.
27. En el Imperio romano el año 72 fue nombrado como “el del segundo consulado de Augusto y Vespasiano” o, menos comúnmente, como el 825 Ab urbe condita, siendo su denominación como 72 posterior, de la Edad Media.
¿Y todo eso qué significa?
Que, como bien dice hoy el augur Raymundo Riva Palacio en El Financiero, habrá una sorpresa. No olvidemos que el 72 es el número de la sorpresa.
Esto es, según Raymundo, brujo de brujos del periodismo de adivinación, el candidato del PRI no será ninguno de los cinco mencionados (Osorio Chong, Meade, Nuño, Narro y De la Madrid), sino un sexto.
Raymundo afirma hoy, como ayer Martha Anaya en El Heraldo, que el destapado será Luis Videgaray.
En la lógica de que el 72 es el número de la sorpresa, sin duda sorprendería el destape de Videgaray.
Pero el 72 también es el número maestro, así que EPN puede destapar a quien se le pegue su regalada gana. El PRI se lo permite y Peña Nieto actuará como se le antoje.
Todo puede pasar, pues
Así que podrá ser cualquiera de los cinco tantas veces mencionados o un sexto, pero no solo Videgaray: José Calzada también quiere y hay otros con personalidad para ser candidatos a la Presidencia de México, como Rafael Pacchiano, joven brillante; Eruviel Ávila, político de primer nivel, o el mismísimo Enrique Ochoa, ya especializado en intercambiar golpes con el casi seguro candidato del PAN y el Frente, Ricardo Anaya, y el único apuntado por Morena, López Obrador.
En el caso de que, como dicen Riva Palacio y Martha Anaya, el presidente sí esté pensando en Videgaray, lo cierto es que como 27 es el 72 al revés, y como EPN usa ambos números, pues Videgaray es Meade al revés, o Meade el inverso de Videgaray: son dos personas distintas pero al mismo tiempo una sola, presumen, desde la escuela, con las mismas cualidades, pero colocadas en distintas posiciones.
Ahora bien, yo no descartaría al doctor José Narro que nació un día 5 de 1948, esto es, 5+1+9+4+8=27 o que ha tenido el mismo número de teléfono en casa durante los últimos 35 años: uno que empieza con 527…
Además, Narro será el único que, si llega a la Presidencia de la República, cumplirá 72 años con fiesta y pastel en Los Pinos.
Ni el otro viejito presidenciable, AMLO, celebrará sus 72 en la Presidencia…
¿Y Aurelio Nuño? Sabe bien que Peña al final hará su santa voluntad por lo que podrá basarse en el 27 y en el 72 o podrá no hacerlo. Y si EPN quiere, Aurelio será y punto.
La hora del mensaje
La fuente de primer nivel que me dijo lo de las placas 72-72 me envió por WhatsApp el mensaje a las 7:27 de la tarde.
¿A esa hora será el destape el 27 de noviembre? Puede que así sea, pero también puede ser a otra hora e inclusive otro día. Así es esto de los destapes.
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2018: el factor Videgaray/
ESTRICTAMENTE PERSONAL/Raymundo Riva Palacio
El Financiero
En más de una ocasión, el Presidente Enrique Peña Nieto ha dicho en privado que cuando se revele el nombre del tapado, será sorpresa para todos porque nadie se lo esperaba. ¿Cuál podría ser esa sorpresa? De entrada, ninguno de los cinco secretarios cuyos nombres se encuentran en la palestra desde hace semanas. ¿Eruviel Ávila? El ex Gobernador del Estado de México y líder del PRI en la Ciudad de México, es el priista mejor visto de todos los aspirantes a la candidatura presidencial, según las encuestas que tiene Peña Nieto pero, ¿otro mexiquense sentado en la silla presidencial? Si todos ellos no, ¿quién realmente sería una enorme sorpresa que a la vez mandara un mensaje al PRI, a los empresarios y a los inversionistas extranjeros? Sólo uno está en esa categoría, Luis Videgaray.
El Secretario de Relaciones Exteriores se ha descartado para aspirar a la candidatura presidencial, por considerar, de acuerdo con sus cercanos, que tiene dos lastres: la cercanía con Peña Nieto y la reforma fiscal-. Parece haber quedado olvidado otro negativo, la mancha de ilegitimidad por su casa de descanso en Malinalco, adquirida a través de un crédito con tasas por debajo del mercado, que le dio el empresario Juan Armando Hinojosa, que realizó la operación inmobiliaria de la casa blanca.
La cercanía con el Presidente es el motor principal para su autodescarte, y ha sido un argumento esgrimido en la selección de otros candidatos como un lastre, no un activo, en la designación de un candidato. El último donde elaboró ese argumento fue con Alfredo del Mazo, primo en octavo grado de Peña Nieto. El resultado electoral, aunque muy apretado y negativo para el PRI, le dio la Gubernatura a Del Mazo, con lo cual la posición de Videgaray quedó disminuida.
Videgaray, además, tiene lo que ningún otro en el Gabinete, la dependencia que de él tiene Peña Nieto. Se conocen desde que Peña Nieto, como Secretario de Administración del Gobernador Arturo Montiel, pagaba los honorarios a Protego, la consultora de Pedro Aspe que elaboraba los libros blancos del gobierno, y cuyo enlace era Videgaray. Peña Nieto lo hizo Secretario de Finanzas, coordinador de su campaña presidencial y diputado. En el Gobierno federal no sólo le cumplió su deseo como Secretario de Hacienda, sino que su equipo analizó los perfiles de quienes había sido seleccionados por Peña Nieto para su Gabinete. Es decir, tenía la capacidad de veto, como pasó con algunos potenciales secretarios que nunca llegaron a serlo por la opinión negativa que emitió el consejero de Peña Nieto, una especie de Nicolás Maquiavelo y José Fouché.
Fue idea de él invitar a Donald Trump como candidato a la Presidencia, y el fiasco político y público por esa iniciativa, mas la presión del Presidente Barack Obama, provocó que Videgaray pagara con su renuncia el chasco de Peña Nieto. Hace no mucho, sin embargo, en una plática con Susan Rice, quien fue su directora del Consejo de Seguridad Nacional, transmitió el sentir de Obama a la entonces Canciller Claudia Ruiz Massieu, reconoció que la visita de Trump a Los Pinos no tuvo ninguna incidencia sobre la campaña o el resultado electoral. La victoria de Trump en las elecciones reivindicó a Videgaray ante los ojos de Peña Nieto, quien no alcanza a distinguir entre una decisión mal tomada y una correctamente aplicada, sin importar el resultado de ella.
Imposible de vivir políticamente separado de él, le encargó supervisar la campaña electoral en el Estado de México, en la cual se involucró durante el proceso de designación de candidato, y le pidió establecer una relación directa con Trump, que construyó a través de su yerno y asesor, Jared Kushner. Esa relación le ha dado un acceso privilegiado en la Casa Blanca como prácticamente ningún extranjero tiene, que si bien no ha cambiado los fundamentos dogmáticos del Presidente estadounidense sobre México, ha impedido que sus arranques terminen de demoler la relación bilateral.
Peña Nieto depende enormemente de Videgaray, su alter ego, que le dio densidad y destino a su Presidencia, con la construcción del Pacto por México. En la Cancillería, el peso de Videgaray en la política palaciega le ha permitido modificar años de ostracismo en líneas diplomáticas y seguir operando temas de política interna tantas veces como Peña Nieto -que son más de las normales para quien ocupa la cartera de exteriores- lo necesite. Nadie como él, con la exposición en el mundo, con la experiencia en dos carteras fundamentales como Hacienda y Relaciones Exteriores, con dos campañas sobre su espalda y cargos de elección popular, tiene el palmarés idóneo para una candidatura presidencial.
Peña Nieto también dice que engañará con la verdad, que bien cabría en la figura de Videgaray. El único problema que se le ve, en este momento, es que ha dicho en público y en privado que no quiere la candidatura. Prefiere, como ha sido su constante en los últimos años, estar en la mesa donde se deciden las cosas, el hábitat en el que mejor se siente y opera. Sin embargo, no hay que olvidar que meses antes de que se decidiera la candidatura en el Estado de México en 2011, dijo que le gustaría, pero haría lo que el Gobernador, decidiera. En ese entonces, Peña Nieto lo hizo a un lado. En esta ocasión, una vez más y pese a lo que diga Videgaray, el Presidente priista tiene la palabra y decisión sobre su futuro y el candidato del PRI.
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Y si fuera Videgaray “el tapado”?/Martha Anaya
El Heraldo..
Lo advierten sus cercanos: No den por muerto a Videgaray… Desde su perspectiva, el canciller es el verdadero “tapado” para la sucesión
Itamitas y miembros del equipo de Luis Videgaray están metiéndole calambres al tema de la candidatura presidencial del PRI.
En cuanto sale a colación el tema electoral –ellos le llaman “de la sucesión”, como si fuera prácticamente automático el triunfo del Candidato del PRI, como en los viejos tiempos de la hegemonía del tricolor-, sueltan: “No den por muerto a Videgaray…”
Las reacciones inmediatas de quienes escuchamos tal advertencia suele ser de negación inmediata (seguida de una retahíla de adjetivos) e incluso de argumentaciones:
Que si él mismo ha dicho una y otra vez que no busca ser candidato –“no está en mis planes, no voy a participar”-; que su nombre no estuvo entre los cuatro que citó Emilio Gamboa o, más aún, que él no se encontraba presente en la reunión en la que Enrique Peña Nieto confió a varios periodistas que el Elegido estaba ahí presente.
Sin embargo, en el entorno del hoy canciller no dejan de empujar su nombre como posible candidato del PRI a la Presidencia de la República.
Y sostienen su idea con hechos. La principal: Es el hombre que ha estado detrás de Peña Nieto desde que fue candidato, luego en la hechura y cristalización del Pacto por México, a lo largo de su gobierno y hasta a la fecha.
Incluso, agregan, renunció a la Secretaría de Hacienda en los peores momentos de ignominia (tras la visita de Donald Trump) y renació a los tres meses (como aprendiz de Relaciones Exteriores) con tanta, o más fuerza aún, ante Peña.
“El poder tras el trono”, es la frase –por más manida que sea- que mejor describe su fuerza en el gobierno del mexiquense.
A partir de ahí, preguntan sus cercanos, ¿por qué Videgaray habría de hacerse a un lado en la sucesión? ¿Por qué habría de figurar meramente como “el hacedor de reyes”? ¿Por qué no podría ser él mismo quien se sentara en la silla presidencial?
A quienes les responden que Videgaray sería incapaz de ganar una elección, ellos devuelven: ¿Y (José Antonio) Meade sí?
Tan sofisticado es su pensamiento que creen que Peña Nieto y el propio Videgaray están jugando al “tapado”, y que Meade funge más bien como el “destapado”, haciendo las veces de cortina de humo.
Bueno, llegan incluso a decir que el actual titular de Hacienda se va a quedar ahí donde está, que ni siquiera le van a dar el banco de México.
Y que en cuanto se declare a Videgaray candidato, entonces sí todos se van a cuadrar: priistas y no priistas, empresarios, religiosos, organizaciones ciudadanas…
La razón es muy sencilla: Le tienen miedo.
(Si se les fue el aliento, no son los únicos. Que es mera especulación…; sin duda puede serlo; pero es algo que se comenta en estos días en las mesas políticas).
GEMAS: Obsequio de Porfirio Muñoz Ledo: “Confieso que he luchado durante más de medio siglo por la transformación democrática del país, la instauración de una patria latinoamericana y la concreción de la justicia como valor cardinal de la convivencia humana. Tal fue el legado que me entregó -como a un hijo- mi mentor, Mario de la Cueva a quien evoco hoy con emoción”.
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2018: el factor Videgaray/
ESTRICTAMENTE PERSONAL/Raymundo Riva Palacio
El Financiero
En más de una ocasión, el Presidente Enrique Peña Nieto ha dicho en privado que cuando se revele el nombre del tapado, será sorpresa para todos porque nadie se lo esperaba. ¿Cuál podría ser esa sorpresa? De entrada, ninguno de los cinco secretarios cuyos nombres se encuentran en la palestra desde hace semanas. ¿Eruviel Ávila? El ex Gobernador del Estado de México y líder del PRI en la Ciudad de México, es el priista mejor visto de todos los aspirantes a la candidatura presidencial, según las encuestas que tiene Peña Nieto pero, ¿otro mexiquense sentado en la silla presidencial? Si todos ellos no, ¿quién realmente sería una enorme sorpresa que a la vez mandara un mensaje al PRI, a los empresarios y a los inversionistas extranjeros? Sólo uno está en esa categoría, Luis Videgaray.
El Secretario de Relaciones Exteriores se ha descartado para aspirar a la candidatura presidencial, por considerar, de acuerdo con sus cercanos, que tiene dos lastres: la cercanía con Peña Nieto y la reforma fiscal-. Parece haber quedado olvidado otro negativo, la mancha de ilegitimidad por su casa de descanso en Malinalco, adquirida a través de un crédito con tasas por debajo del mercado, que le dio el empresario Juan Armando Hinojosa, que realizó la operación inmobiliaria de la casa blanca.
La cercanía con el Presidente es el motor principal para su autodescarte, y ha sido un argumento esgrimido en la selección de otros candidatos como un lastre, no un activo, en la designación de un candidato. El último donde elaboró ese argumento fue con Alfredo del Mazo, primo en octavo grado de Peña Nieto. El resultado electoral, aunque muy apretado y negativo para el PRI, le dio la Gubernatura a Del Mazo, con lo cual la posición de Videgaray quedó disminuida.
Videgaray, además, tiene lo que ningún otro en el Gabinete, la dependencia que de él tiene Peña Nieto. Se conocen desde que Peña Nieto, como Secretario de Administración del Gobernador Arturo Montiel, pagaba los honorarios a Protego, la consultora de Pedro Aspe que elaboraba los libros blancos del gobierno, y cuyo enlace era Videgaray. Peña Nieto lo hizo Secretario de Finanzas, coordinador de su campaña presidencial y diputado. En el Gobierno federal no sólo le cumplió su deseo como Secretario de Hacienda, sino que su equipo analizó los perfiles de quienes había sido seleccionados por Peña Nieto para su Gabinete. Es decir, tenía la capacidad de veto, como pasó con algunos potenciales secretarios que nunca llegaron a serlo por la opinión negativa que emitió el consejero de Peña Nieto, una especie de Nicolás Maquiavelo y José Fouché.
Fue idea de él invitar a Donald Trump como candidato a la Presidencia, y el fiasco político y público por esa iniciativa, mas la presión del Presidente Barack Obama, provocó que Videgaray pagara con su renuncia el chasco de Peña Nieto. Hace no mucho, sin embargo, en una plática con Susan Rice, quien fue su directora del Consejo de Seguridad Nacional, transmitió el sentir de Obama a la entonces Canciller Claudia Ruiz Massieu, reconoció que la visita de Trump a Los Pinos no tuvo ninguna incidencia sobre la campaña o el resultado electoral. La victoria de Trump en las elecciones reivindicó a Videgaray ante los ojos de Peña Nieto, quien no alcanza a distinguir entre una decisión mal tomada y una correctamente aplicada, sin importar el resultado de ella.
Imposible de vivir políticamente separado de él, le encargó supervisar la campaña electoral en el Estado de México, en la cual se involucró durante el proceso de designación de candidato, y le pidió establecer una relación directa con Trump, que construyó a través de su yerno y asesor, Jared Kushner. Esa relación le ha dado un acceso privilegiado en la Casa Blanca como prácticamente ningún extranjero tiene, que si bien no ha cambiado los fundamentos dogmáticos del Presidente estadounidense sobre México, ha impedido que sus arranques terminen de demoler la relación bilateral.
Peña Nieto depende enormemente de Videgaray, su alter ego, que le dio densidad y destino a su Presidencia, con la construcción del Pacto por México. En la Cancillería, el peso de Videgaray en la política palaciega le ha permitido modificar años de ostracismo en líneas diplomáticas y seguir operando temas de política interna tantas veces como Peña Nieto -que son más de las normales para quien ocupa la cartera de exteriores- lo necesite. Nadie como él, con la exposición en el mundo, con la experiencia en dos carteras fundamentales como Hacienda y Relaciones Exteriores, con dos campañas sobre su espalda y cargos de elección popular, tiene el palmarés idóneo para una candidatura presidencial.
Peña Nieto también dice que engañará con la verdad, que bien cabría en la figura de Videgaray. El único problema que se le ve, en este momento, es que ha dicho en público y en privado que no quiere la candidatura. Prefiere, como ha sido su constante en los últimos años, estar en la mesa donde se deciden las cosas, el hábitat en el que mejor se siente y opera. Sin embargo, no hay que olvidar que meses antes de que se decidiera la candidatura en el Estado de México en 2011, dijo que le gustaría, pero haría lo que el Gobernador, decidiera. En ese entonces, Peña Nieto lo hizo a un lado. En esta ocasión, una vez más y pese a lo que diga Videgaray, el Presidente priista tiene la palabra y decisión sobre su futuro y el candidato del PRI.
#
Y si fuera Videgaray “el tapado”?/Martha Anaya
El Heraldo..
Lo advierten sus cercanos: No den por muerto a Videgaray… Desde su perspectiva, el canciller es el verdadero “tapado” para la sucesión
Itamitas y miembros del equipo de Luis Videgaray están metiéndole calambres al tema de la candidatura presidencial del PRI.
En cuanto sale a colación el tema electoral –ellos le llaman “de la sucesión”, como si fuera prácticamente automático el triunfo del Candidato del PRI, como en los viejos tiempos de la hegemonía del tricolor-, sueltan: “No den por muerto a Videgaray…”
Las reacciones inmediatas de quienes escuchamos tal advertencia suele ser de negación inmediata (seguida de una retahíla de adjetivos) e incluso de argumentaciones:
Que si él mismo ha dicho una y otra vez que no busca ser candidato –“no está en mis planes, no voy a participar”-; que su nombre no estuvo entre los cuatro que citó Emilio Gamboa o, más aún, que él no se encontraba presente en la reunión en la que Enrique Peña Nieto confió a varios periodistas que el Elegido estaba ahí presente.
Sin embargo, en el entorno del hoy canciller no dejan de empujar su nombre como posible candidato del PRI a la Presidencia de la República.
Y sostienen su idea con hechos. La principal: Es el hombre que ha estado detrás de Peña Nieto desde que fue candidato, luego en la hechura y cristalización del Pacto por México, a lo largo de su gobierno y hasta a la fecha.
Incluso, agregan, renunció a la Secretaría de Hacienda en los peores momentos de ignominia (tras la visita de Donald Trump) y renació a los tres meses (como aprendiz de Relaciones Exteriores) con tanta, o más fuerza aún, ante Peña.
“El poder tras el trono”, es la frase –por más manida que sea- que mejor describe su fuerza en el gobierno del mexiquense.
A partir de ahí, preguntan sus cercanos, ¿por qué Videgaray habría de hacerse a un lado en la sucesión? ¿Por qué habría de figurar meramente como “el hacedor de reyes”? ¿Por qué no podría ser él mismo quien se sentara en la silla presidencial?
A quienes les responden que Videgaray sería incapaz de ganar una elección, ellos devuelven: ¿Y (José Antonio) Meade sí?
Tan sofisticado es su pensamiento que creen que Peña Nieto y el propio Videgaray están jugando al “tapado”, y que Meade funge más bien como el “destapado”, haciendo las veces de cortina de humo.
Bueno, llegan incluso a decir que el actual titular de Hacienda se va a quedar ahí donde está, que ni siquiera le van a dar el banco de México.
Y que en cuanto se declare a Videgaray candidato, entonces sí todos se van a cuadrar: priistas y no priistas, empresarios, religiosos, organizaciones ciudadanas…
La razón es muy sencilla: Le tienen miedo.
(Si se les fue el aliento, no son los únicos. Que es mera especulación…; sin duda puede serlo; pero es algo que se comenta en estos días en las mesas políticas).
GEMAS: Obsequio de Porfirio Muñoz Ledo: “Confieso que he luchado durante más de medio siglo por la transformación democrática del país, la instauración de una patria latinoamericana y la concreción de la justicia como valor cardinal de la convivencia humana. Tal fue el legado que me entregó -como a un hijo- mi mentor, Mario de la Cueva a quien evoco hoy con emoción”.
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