24 dic 2018

¡Hoy es Navidad! el nacimiento de la vida

¡Hoy es Navidad! el nacimiento de la vida/ Fred Alvarez Palafox
@fredalvarez
 “…Alegrémonos, hoy ha nacido nuestro Salvador. No puede haber, en efecto, lugar para la tristeza, cuando acaba de nacer la vida… disipando el temor de la muerte y llenándonos de gozo con la eternidad prometida”, San León Magno (390-461) en su sermón de la Navidad.
En efecto ¡hoy es un día de alegría para los millones de cristianos del Mundo!..
Dice el papa Francisco que a veces la Navidad es una fiesta ruidosa, por lo que recomienda estar un poco en silencio para escuchar la voz del amor…

También ha dicho que “hacer Navidad es acoger en la tierra las sorpresas del Cielo (...)  Navidad inaugura una nueva época, en la que la vida no se programa, sino se da: en la que no se vive solo para sí, con base en los propios gustos, sino para Dios, porque de la Navidad Dios es el Dios-con-nosotros, que vive con nosotros, que camina con nosotros. Vivir la Navidad es dejarse sacudir por su sorprendente novedad. La Navidad de Jesús no ofrece tranquilizantes tibiezas de chimenea, sino el escalofrío divino que sacude la historia.
Por cierto, en la víspera de Navidad, el Papa pidió que, la Virgen María nos obtenga la gracia de vivir una Navidad extrovertida: que en el centro no esté nuestro “yo”, sino el Tú de Jesús y el Tú de nuestros hermanos y hermanas, especialmente los que necesitan una mano. Entonces dejaremos espacio para el Amor que, aún hoy, quiere hacerse carne y venir a vivir entre nosotros."
Coincidimos con el papa jesuita.
¿Qué significa la Navidad?

Es la conmemoración litúrgica del nacimiento de Jesús. Sin duda, la fiesta más celebrada en el mundo cristiano; se celebra desde principios del siglo IV como cristianización de la fiesta pagana del natalicio del Sol.
Resulta interesante, mencionar también que el calendario de Los Mayas se basa en la cuidadosa observación que hacían del movimiento del sol y ellos –Los Mayas, y casi todas las culturas antiguas-, celebraban en estas fechas grandes fiestas en honor del Sol, como si fuera el principio de la vida.
Muchos años después la Iglesia católica bautizó como cristiana la gran festividad pagana de los romanos y decidió que fuera el 25 de diciembre.
La primera vez que se celebró la Navidad cristiana fue en año 379 en Constantinopla. Se le atribuye al papa Julio I haber dispuesto durante su pontificado que la Navidad ese día y a Juan Crisóstomo, patriarca de Constantinopla, el decretar oficialmente en 388 idéntica fecha para las iglesias de Oriente. 
Sin embargo, ya en el 379, en una carta que Julio I le envió a Juvenal en Jerusalén, le comentaba que el obispo Gregorio Nacianceno venía siendo criticado en Constantinopla por "separar la fiesta en dos", es decir, la Navidad de la Epifanía. (La Epifanía es la festividad religiosa que se celebra el día 6 de enero, en que los cristianos conmemoran la adoración de Jesús por los Reyes Magos y su aparición y manifestación al mundo.)
Pero en Antioquía no aceptaron el 25 de diciembre hasta el año 389; en Egipto, hasta el 431; y en la Armenia actual, no se aceptó: allí la Navidad sigue siendo el 6 de enero. 
Mucha gente pregunta si en verdad Jesús el histórico nació por estas fechas.
La verdad es que no...
Incluso es uno de los aspectos más míticos y con menos carácter histórico del Nuevo Testamento en la Biblia; además es imposible demostrar que el nacimiento de aquel hombre que revolucionó el mundo se dio la noche del 24 de diciembre de hace más de 2000 años.
No existen fuentes con rigor científico que atestigüen el lugar y el día; ¡pero eso poco importa! 
Lo que se puede asegurar que aquel hombre -Jesús-, nació bajo el reinado de Herodes, quien murió el año 4 antes de Cristo…
Y loo interesante son los motivos y el significado de la Navidad que proceden de los evangelios apócrifos del siglo II, -que por cierto la Iglesia Católica nunca admitió- y de los relatos de la infancia de Jesús, recogidos en los evangelios de Mateo y Lucas.
Significados con un contenido teológico de gran trascendencia y que no siempre es sencillo interpretar; me refiero a la anunciación del ángel, el nacimiento en la ciudad Belén y en un pesebre, el asno y el buey, la visita de los pastores y los reyes magos, la estrella de Oriente, el exterminio de inocentes o la huida a Egipto.
Es Lucas -el evangelista- quien más se aproxima a nuestro concepto de “historiador”.
Desde el mismo prólogo revela una gran preocupación por referir con detalle "la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas".
Y aún cuando él, no había vivido personalmente los acontecimientos (Marcos, Mateo y Lucas redactaron los evangelios entre la segunda y la tercera generación cristiana, el evangelio más antiguo es el de Marcos y data no antes de 35 o 40 años después de los hechos pascuales), trata de proclamarlos tal y como: "nos las enseñaron los que desde el principio las vieron".
Claro que Lucas se preocupó por narrar de manera inteligente y ordenada lo que sabía acerca de Jesús, sin embargo, en sentido estricto, nunca pretendió escribir una biografía, sino simplemente: ¡un evangelio!, que significa buena nueva. 
Dice Lucas en una narración ¡que -subrayo-, no es histórica propiamente dicha!-, empero, si ofrece algunos datos de que el nacimiento de Jesús data del año 4 antes de Cristo. (Véase la versión Reina Valera 1995)
“Aconteció en aquellos días que se promulgó un edicto de parte de Augusto César que todo mundo fuera empadronado”. Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria. E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad. También José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David, para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. Aconteció que estando ellos allí se le cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón”. Agrega la versión bíblica que “había pastores en la misma región, que vivían en los campos y cuidaban sus rebaños durante la noche”. Y he aquí se les presentó un ángel del Señor y la gloria del Señor los rodeó de resplandor y tuvieron gran temor: Pero el ángel les dijo: “No teman; porque yo os doy nuevas de gran gozo que será para todo el pueblo: Porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor”. “Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre”. “Repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan y decían”: 
“Gloria a Dios en las alturas 
y en la tierra paz, 
Buena voluntad para con los hombres...”.
¡Esa parte del evangelista Lucas dice todo!
¡Ah! y precisemos que en el portal de Belén no habías asnos, mulas ni bueyes. Pero eso poco importa. Como tampoco el árbol  y otros adornos de la navidad como Los Villancicos.
Obviamente todos tienen una razón de ser y se fueron poco a poco incorporando a la celebración…!
Incluso el  icono mundial de las fiestas de Navidad, es decir el hombre generoso y regordete que obsequia regalos a los niños, llamado Santa Claus o papa Noel, tan popular en los tiempos de hoy.
La tradición de ese personaje tiene que ver con Nicolás de Mira o San Nicolás de Bari, se trata del santo patrono de Rusia, Grecia y Turquía y también el santo de los niños, los marineros, los viajeros, el cual es venerado en ciudades de Italia, Holanda, Suiza, Alemania, Austria y Bélgica. En México hay un templo dedicado en su honor en la esquina de Izazaga y Pino Suárez, en el primer cuadro de la Ciudad de México...
Llegó a ser obispo por eso su vestido rojo, en el siglo VI, el emperador Justiniano construyó una Iglesia en Constantinopla en su honor, y se hizo popular en todo el cristianismo.
¿Y Los Reyes Magos?
Son los personajes más misteriosos del Nuevo Testamento. 
Supuestamente ellos acudieron al Rey Herodes atraídos aparentemente por culpa de una estrella colgada en el cielo. 
De acuerdo con Mateo, el evangelista, Herodes les interrogó "sobre los tiempos de la aparición de la estrella". Y les conminó a encontrar al Niño y a informarle de su emplazamiento exacto. Ellos encontraron a Jesús, le ofrecieron "oro, incienso y mirra", y advertidos en sueños de las intenciones de Herodes para destruir al pequeño, retornaron a su tierra "por otro camino".
Mateo dice (Mt. 2,1-12). “Nació Jesús, nació en Belén de Judá en el tiempo en que Herodes era rey del país. Llegaron por entonces a Jerusalén unos magos de Oriente que se dedicaban al estudio de las estrellas....
No dice que fueron Reyes ni que hayan sido tres
¿Y el árbol de Navidad?
En la antigüedad, los germanos estaban convencidos de que tanto la Tierra como los Astros pendían de un árbol gigantesco, el Divino Idrasil o Árbol del Universo, cuyas raíces estaban en el infierno y su copa, en el cielo. Ellos, para celebrar el solsticio de invierno decoraban un roble con antorchas y bailaban a su alrededor. 
Alrededor del año 740, San Bonifacio –el evangelizador de Alemania e Inglaterra- derribó ese roble que representaba al Dios Odín y lo reemplazó por un pino, el símbolo del amor eterno de Dios. Este árbol fue adornado con manzanas -que para los cristianos representan las tentaciones y velas  que simbolizaban la luz del mundo, además, su forma de triángulo representa a la Santísima Trinidad.
En la Edad Media, esta costumbre se expandió en todo el viejo mundo y, luego de la conquista, llegó a América.
El primer árbol de Navidad, decorado tal como lo conocemos en la actualidad, se vio en Alemania en 1605, a Finlandia llegó en 1800, a España en 1870, y en el Castillo de Windsor –en Inglaterra- se vio por primera vez en 1841, de la mano del Príncipe Alberto, el esposo de la Reina Victoria.
Años después encontramos los nacimientos o “belenes“
Ellos se deben a San Francisco de Asís, fundador de la orden franciscana, quien fue el iniciador de esa tradición. Según la tradición, el hoy Santo recorría la campiña cercana a la pequeña población de Rieti en el invierno de 1223, y la Navidad d lo sorprendió en la ermita de Greccio  (entre Roma Y Asis) y fue allí donde tuvo la inspiración de reproducir en vivo el misterio del nacimiento de Jesús.
¿Cómo fue?
Construyó una cas de paja a modo de portal, puso un pesebre en su interior,  por cierto, utilizó animales reales –un buey y un asno–  de los vecinos del lugar e invitó a un pequeño grupo de gente a reproducir la escena de la adoración de los pastores.
Fue una representación solemne, modesta muy al estilo de San Francisco, pero seguramente debió de ser tan emotiva que alguno de los asistentes incluso llegaron a afirmar que llegaron a ver al Niño moviéndose.
La tradición indica, que de manera milagrosa, en la escena aparecieron ángeles y se personificó el niño Jesús, la Santísima Virgen y San José.
Y después de eso el nacimiento o belén se popularizó rápidamente en todo el mundo cristiano; el primer nacimiento se construyó en Nápoles a fines del siglo XV y fue fabricado con figuras de barro. 
Carlos III ordenó que los "belenes"  se extendieran y popularizaran en todo el reino itálico y español.
Hoy hay miles de nacimientos en todo el mundo, de hecho no hay una casa donde no se coloque uno; una casa sin nacimiento es una casa vacía...
Benedicto XVI intentó eliminar del nacimiento al asno y el buey. Dijo en un libro La infancia de Jesús que “que no había mula ni buey en el portal de Belén’. No tuvo éxito, un nacimiento sin el asno y el buey es inconcebible...
¿Y los villancicos?
Los villancicos vinieron después.
Como indica su propio nombre, es la canción de villa; la que servía para registrar la vida cotidiana de los pueblos. Según algunos historiadores, este canto surgió por el siglo XIII, siendo difundido en España en los siglos XV y XVI, y en América llegó el siglo XVII. En sus inicios fue una forma poética española y lo usaban como registro de los principales hechos de una comarca. 
El villancico sufrió transformaciones, hasta que en el siglo XIX su nombre quedó exclusivamente para denominar a los cantos que aluden a la Navidad. El villancico no sólo se consolidó como género, sino que se convirtió en el arquetipo de la ‘canción de Navidad’. Su temática se concentra en el niño Jesús, la Virgen María, San José, los Reyes Magos, los pastores y la Estrella de Belén.
Hay un villancico muy popular, y la mejor versión es cantada por Lhasa de Sela, dice:
“La virgen se esta peinando
Entre cortina y cortina
Los cabellos son de oro
Y los peines de plata fina
Pero mira como beben
Los peces en el rio
Pero mira como beben
Por ver a Dios nacido
Beben y beben
Y vuelven a beber
Los peces en el agua
Por ver a dio nacer...
Por eso y a pesar de todo, ¡Feliz Navidad, y sinceramente buen año 2019!
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