La cirugía de Cuén, contada por él mismo. Sigue en política… pero la vida es primero
Observatorio/Alejandro Sicairos
alexsicairos@hotmail.com
No parece Héctor Melesio Cuén Ojeda el hombre que acaba de salir de una cirugía en la que estuvo en riesgo su vida. El reposo de cinco semanas quedó en tres y con los hilos quirúrgicos apenas retirados intenta tomar el control de otros hilos, los de la vida, que afirma aprendió a verla de una manera distinta, muy valorada por encima de cualquier proyecto político que él o cualquier otra persona pudiera tener.
Para acabarla de amolar, el encuentro se realiza en un café del sector oriente de Culiacán, bajo un agobiante calor porque el área refrigerada del establecimiento se encontraba llena. Aun así, reflejando la convalecencia en el paso lento y la voz más apagada, se le acercan ciudadanos, desde el personal del lugar hasta algunos clientes, a plantearle alguna gestión.
En los días posteriores a esta conversación, promete, les hará caso a los médicos y se aislará para reposar. Llegó a la cita solo en su camioneta sin escoltas, la estacionó a unos 50 metros de distancia y cruzó la calle hacia el Starbucks sin hacer gestos de dolor. Lo más duro ya pasó, considera, y ello fue cuando le dieron la noticia de que tenía un tumor en el páncreas.
¿Y el pronóstico futuro de tu salud?, le pregunto. “Es muy favorable, por fortuna el tumor fue detectado a tiempo y ni siquiera necesitaré sesiones de radio o quimioterapia. Es lo que me ha levantado, mantenido en pie, después de esos días que estuve tan delicado, que casi ni te los estuviera contando hoy”, responde.
A mediados de julio, el dirigente del Partido Sinaloense acudió a un examen de próstata de rutina y le solicitó al médico que extendiera el ultrasonido a toda el área abdominal debido a la frecuente inflamación estomacal. Se fue del consultorio y al día siguiente, mientras se reunía con amigos, recibió la llamada dándole la mala noticia. En ese momento entró el shock, no oía a quien conversaba con él, no entendía nada, lo único que le daba vueltas en la cabeza es que en la experiencia genética un tumor en el páncreas significaba muerte en automático. Su abuelo falleció de eso.
Enseguida vinieron los días de incertidumbre. La endoscopía para efectuar la biopsia y determinar si el tumor era benigno o maligno, el tiempo de espera del resultado y la sensación de urgencia por poner todas las cosas en orden. Los negocios, la familia, la política y los amigos. “Yo sí sentí mucho miedo, me asusté desde que me dijeron que tenía esa bola y el miedo siguió hasta que entre al quirófano”, admite.
El 31 de julio, mientras la bancada del Movimiento Regeneración Nacional logró romper el empate en el Congreso del Estado para rechazar la cuenta pública del Gobernador Quirino Ordaz Coppel correspondiente a 2017, Cuén Ojeda era intervenido en un hospital de la Ciudad de México, pues era el único día que podía atenderlo el especialista que eligió para que le efectuara la cirugía. Esa es la razón por la que no acudió la Diputada Angélica Díaz, esposa de Cuén, a dicha sesión legislativa crucial.
Al despertar de la anestesia, el ex Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa increpo a su hijo. “¿Cómo salí?”, le preguntó. “Muy bien, papá, sin problema”, le dijo Héctor Melesio Cuén Díaz. “No. Déjate de mentiras para tranquilizarme; quiero saber la verdad”, insistió el paciente. “Todo salió sin problema, en verdad”, le volvió a responder. Tuvo paz hasta que conoció el diagnóstico del cirujano y vio las imágenes de cuando libraron al páncreas del tumor.
¿Qué Cuén salió del quirófano?, ¿el mismo u otro distinto?, le interrogo. “Se ven las cosas muy diferentes después de pasar por esto. Comienzas a repasar lo que hiciste y separar lo que vale la pena y lo que no; la política, te lo digo sinceramente, hay que revalorarla también y si yo tengo mis negocios que me dan para vivir honestamente, que son el patrimonio que les dejaré a mis hijos, me pregunto por qué tengo que descuidarlos”.
Habla de que no necesariamente tiene que ser él quien aparezca en la boleta electoral por el PAS en la elección local de 2021. Se están formando nuevos cuadros porque a los puestos de elección popular se postulará a sangre nueva, a jóvenes que quieren participar políticamente y que están académicamente formados para dar resultados. “El partido yendo solo, en alianzas estratégicas con otras siglas o movimientos, o sin mí como candidato, puede crecer y esa es la meta a lograr”.
No se le ve la piel amarillenta ni se le notan los siete kilos que perdió desde que le detectaron el tumor hasta que se lo extirparon. A simple vista tampoco se le distinguen los cambios, reacomodos y altos en el camino que dice hará para replantear al Cuén que volvió a nacer en ese momento en que creyó que iba a morir. “Ya no es lo mismo; nunca puedes ver las cosas igual”, concluye.
Reverso
Cuando el destino ajusta,
Y nos plantea la despedida,
Nos es morir lo que asusta,
Sino cómo retomar la vida.
Cuén y la prensa: ¿relación renacida?
El lunes 19 de agosto, Cuén Ojeda se refirió a los ataques contra periodistas y medios de comunicación provenientes de los Alcaldes de Morena en Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro; Ahome, Manuel Guillermo Chapman Moreno; y Luis Guillermo Benítez Torres, en Mazatlán. Citamos textualmente la declaración: “lamento mucho lo que he escuchado en boca de algunos presidentes municipales. Yo creo que si quieren que los respeten a ellos, tienen que empezar respetando a la gente y más a los medios de comunicación. Los medios de comunicación juegan un papel fundamental para los que estamos en la política, para poder que haya un puente entre nosotros y el pueblo, de tal manera que eso que ellos vierten de repente con esas palabras altisonantes deja mucho que desear. Reprobamos completamente como PAS esa denostación hacia los medios de comunicación. No estamos de acuerdo con ellos; los reprobamos. No se valen situaciones de esa naturaleza”.
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