6 nov 2019

Las columnas políticas hoy, miércoles 6 de noviembre de 2019..

!Abrazos, no balazos" de AMLO, propio sólo en cuento de hadas.., senador Tom Cotton..
Desafortunadamente, está claro que el gobierno mexicano no puede controlar esto. El presidente López Obrador asumió el cargo hace casi un año diciendo que su estrategia para lidiar con los carteles sería 'abrazos no balazos'", dijo Cotton en una entrevista con la cadena Fox News.
Y agregó "so puede funcionar en un cuento de hadas para niños, pero en el mundo real, cuando tres mujeres estadounidenses y 6 niños estadounidenses son asesinados a tiros y quemados vivos, lo único que puede contrarrestar las balas son más y más grandes balas", agregó el republicano Cotton.
Cotton no es cualquier senador es un hombre que sabe de inteliegencia e incluso puede llear a dirigir la CIA.
¿Asi o más claro?
Cotton no es cualquier senador es un homre que sabe de inyteliegencioa e incluso puede llagar a dirigir la CIA.
¿Asi o más claro?
Para Alfonso Durazo, la masacre ocurrida  fue una confusión; para familiares de las víctimas fue un ataque directo.
Kendra Lee Miller, cuñada de una de las mujeres asesinadas aseguró  a cadena CNN: "Fue un ataque orquestado por el Cártel en Sonora, donde vivimos, y eligieron a nuestra familia para iniciar una guerra”.
Y mentras el Gobierno asegura que el ataque fue a las 13 horas, Miller dijo que ocurrió a las 10:30 de la mañana. Devin, un adolescente sobreviviente, huyó del lugar y tardó 6 horas para llegar a la comunidad de La Mora y dar aviso a familiares.
El Ejército arribó al lugar de los hechos ocho horas después del incidente y Marcelo Ebrard acudió al punto de la masacre 30 horas después.
Previo a una conversación telefónica entre AMLO y Donald Trump, el estadounidense tuiteó que se "necesita un Ejército para derrotar a otro ejército" ante el poder de los cárteles.
"Es el momento para que México, con ayuda de Estados Unidos, haga la guerra en contra de los cárteles de droga y los borre de la faz de la tierra ¡Simplemente estamos esperando la llamada de su nuevo gran Presidente!".
AMLO aseguró que para hacer frente a los problemas de inseguridad que enfrenta México, no es necesaria la intervención de ningún Gobierno extranjero.
Ahora se habla de cooperación.
"(Trump) ofreció apoyo, ayuda, para enfrentar la delincuencia organizada y manifestó que estaría pendiente de cualquier llamado nuestro en ese sentido. Yo le agradecí, vuelvo a decir lo mismo: primero, que le agradezco su interés en participar en este tema y al mismo tiempo le agradezco que sea respetuoso a nuestra soberanía, que no haya dicho 'estamos pensando en enviar un equipo, un grupo a México', sino que su planteamiento fue 'estamos en disposición de ayudar cuando ustedes lo decidan, cuando ustedes lo determinen'", dijo en conferencia mañanera.
"Agradecemos mucho porque no es ese afán injerencista, sino que es una manifestación de solidaridad, de apoyo, si nosotros lo solicitamos. Ya desde ayer le aclaramos, con todo respeto, que nosotros estamos atendiendo el asunto, se están haciendo las investigaciones y vamos a encargarnos de que se haga justicia", dijo.
Tras la llamada telefónica que sostuvo ayer con Trump, López Obrador aseguró que se actuará con independencia y soberanía en temas que confieren al País.
"Puede haber quienes piensen distinto, a lo mejor a los conservadores les gustaría que vinieran de otros países a atender asuntos que no les corresponden, ya lo han hecho en otros tiempos”.
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Las columnas políticas hoy, miércoles 6 de noviembre de 2019..
Templo Mayor de Reforma.
NO SE ENTIENDE por qué el presidente Andrés Manuel López Obrador le envía condolencias a la familia LeBarón a través de Donald Trump, si las víctimas también eran mexicanas dado que tenían la doble nacionalidad.
SI no hubieran sido estadounidenses, el mandatario mexicano habría guardado un sepulcral silencio. Porque cuando las víctimas son nacionales, el Presidente no acostumbra a dar condolencias, ofrecer el pésame y prometer justicia como lo está haciendo ahora.
EN REALIDAD López Obrador tiene el don de que, inclusive cuando se habla de violencia, la atención tiene que centrarse en él, en lo que está haciendo, en lo que cree, en que lo critican porque "esto ya cambió". Masacre tras masacre, nunca su discurso va en favor de las víctimas de la violencia.
DA LA IMPRESIÓN de que le importan más las injusticias del pasado (la Conquista, la Guerra de los Pasteles, la Guerra de 1847) que las del presente, esas que realmente tendría que enfrentar.
FINALMENTE alguien le puso un ¡estate quieto! a Napoleón Gómez Urrutia. Fue Ricardo Monreal quien lo llamó al orden en su pretendida reforma de la reforma laboral.
EL COORDINADOR le dejó en claro que no hay consenso dentro de la bancada de Morena para la iniciativa que presentó en materia de subcontratación, lo cual no le cayó nada bien a "Napito" que por alguna extraña razón traía prisa por aprobarla. Pero Monreal vio cómo crecía la molestia de los empresarios por la pretendida reforma -que además pondría en riesgo la aprobación del T-MEC- por lo que decidió abrir un espacio para encontrarle la cuadratura.
SIN EMBARGO, quienes conocen a Gómez Urrutia aseguran que estaría buscando condicionar la aprobación del Centro Nacional de Conciliación y Registro de Sindicatos a que lo dejen sacar su ley contra la subcontratación y la del pago de salarios caídos, la cual también puso muy nerviosa a la iniciativa privada.
EL POLÉMICO dron de 50 millones que compró el gobernador Jaime Rodríguez, que nunca hizo una misión y ya se estrelló, podría seguir la ruta de vuelo... ¡del avión presidencial!
¿CONTRATARÁ "El Bronco" al broker que está vendiendo el TP-01 para que le pase tips de cómo colocar el fallido prototipo entre agencias de inteligencia internacionales o empresas mundiales de seguridad, a fin de exprimirle ganancias y aplicarlas en proyectos que apruebe el Congreso local?
CLARO que eso sería en un mundo ideal, porque lo que se tiene es un avión presidencial arrumbado, pagando renta desde hace un año, y en Nuevo León un caballo sin jinete, perdón, un góber a punto de quedarse sin su costoso pero inútil dron.
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La cobija, la soberbia y el Pinocho de Durazo/
Bajo Reserva/ El Universal
Cobijado por altos mandos militares, con una maleta llena de soberbia y su muñeco de Pinocho, Alfonso Durazo viajó este martes a su tierra para enfrentar uno de los hechos más salvajes que se recuerden en la región y en México: el asesinato a mansalva de nueve personas, entre ellos seis niños. Se fue luego de comparecer en el Senado, donde legisladores de oposición le regalaron un muñeco de Pinocho “por las mentiras” en el operativo fallido para detener al narcotraficante Ovidio Guzmán. Don Poncho se fue a su tierra hasta donde también viajaron el secretario de Marina, almirante José Rafael Ojeda, y el Jefe del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa, general Homero Mendoza Ruiz, quien fue en representación del general Luis Cresencio Sandoval, para atender el multihomicidio de integrantes de la familia LeBarón. Nos hacen ver que Durazo no ve la luz del sol en medio de tragedia tras tragedia que se ha vivido en el país durante las últimas semanas, en hechos sucesivos: Aguililla, Michoacán; Tepochica, Guerrero; Culiacán, Sinaloa, y ahora los LeBarón. ¿Ni así dejará en casa su maleta de soberbia?
Fuego amigo de bots en la 4T
En épocas de espías, de análisis oficiales de cuentas en redes sociales, de guerras de bots, algunos equipos del gobierno federal no se quedan atrás. Nos anticipan que la titular de la Secretaría de Economía, Graciela Márquez, acaba de sumar a su equipo de colaboradores a una especialista en el mundo digital, la misma que manejaba las redes y todo el ámbito digital del entonces jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera. Una de las tareas de la nueva funcionaria en Economía, nos recuerda, era dar la batalla, toda la batería digital contra el exjefe de gobierno Marcelo Ebrard por las supuestas anomalías en la construcción de la Línea 12 del Metro. Ante tal incorporación de la doctora Márquez, algunos sueltan la pregunta al interior de la 4T: ¿Se prepara desde Economía fuego amigo hacia la Cancillería?
Yeidckol, con las manos en la masa
Desde el mismísimo Palacio Nacional cacharon a la secretaria general de Morena, Yeidckol Polevnsky, en tareas subrepticias para golpear al coordinador de los programas para el Bienestar del gobierno federal, Gabriel García, y al senador Mario Delgado, aspirante a la dirigencia morenista. Nos dicen que se trata de llamadas telefónicas a los delegados federales en los estados y a los alcaldes del partido en la CDMX, para aconsejarles de manera comedida que apoyen su reelección y, de esa forma, evitar más rupturas al interior de la organización. Por si eso fuera poco, nos comentan, doña Yeidckol comunica a sus interlocutores que don Gabo es el único responsable de que el padrón de militantes no sea confiable y tenga metido en crisis a Morena: hizo y deshizo del listado de militantes lo que quiso cuando fue secretario de Organización. Con toda esta grilla, nos aseguran, ella se aleja cada día más del corazón del líder moral de la 4T. ¿Adivine de quién le hablamos?
El regalo de Zoé
En un hotel capitalino se realizó un encuentro entre el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, y el director general del IMSS, Zoé Robledo, en el que nos comentan hubo un regalo muy especial. Don Zoé, aseguran, entregó al mandatario electo el libro Alfonso Reyes en Argentina. La anécdota del regalo es que Robledo le comentó al presidente electo que él participó en la investigación para elaborar dicho libro cuando tenía la edad de 17 años. Apuntan que además establecieron el compromiso de que una vez que asuma el poder el presidente Fernández, se buscará formalizar un diálogo para analizar temas como el del desafío en pensiones que ambas naciones enfrentan y el estudio de un algún esquema de portabilidad que permita llevar servicios del IMSS a derechohabientes que vivan en Argentina, donde se encuentran al menos 11 mil mexicanos.
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Seguridad: ¿la misma ruta? /Editorial El Universal
El artero asesinato de tres mujeres y seis menores ocurrido a la luz del día en un camino entre los límites de Chihuahua y Sonora parece confirmar que la estrategia de seguridad requiere una revisión urgente para corregir errores o para adoptar una nueva dirección.
La comunidad mormona LeBarón, a la que pertenecían las víctimas, ha vivido en la última década bajo el acoso de grupos del crimen organizado. En 2009 tuvieron su primera mala experiencia con la inseguridad cuando Erick LeBarón, de 17 años, fue secuestrado. En esa ocasión hicieron pública la decisión de no pagar el rescate de un millón de dólares que exigían para la liberación. Al final el joven fue liberado sin que se pagara un peso. Apenas dos meses después, el activismo del grupo en contra de la violencia tuvo como consecuencia el asesinato y secuestro de dos miembros de la comunidad: Benjamín LeBarón y Luis Widmar. Desde entonces han recibido amenazas recurrentes.
Los LeBarón son el ejemplo emblemático de las fallidas estrategias de inseguridad en México. Desde 2009 cuentan con protección de la Policía Federal, pero esto no impidió la masacre del lunes. La zona en la que están asentados se ha caracterizado en los últimos 10 años por ser una región violenta, pero ninguno de los distintos gobiernos estatales (Chihuahua y Sonora) ni tres diferentes administraciones federales han logrado modificar ese escenario.
La misma historia de personas y corporaciones incapaces para modificar situaciones de inseguridad se replica en varias regiones a lo largo y ancho del país, donde la violencia no cede a pesar de la llegada de nuevos gobiernos. Por el contrario, se ubica en otro nivel. Si antes la autoridad se justificaba con el argumento de que se trataba de una violencia que tocaba exclusivamente a grupos del crimen organizado, ahora se ha rebasado ese umbral y los delincuentes amenazan a toda una ciudad, como lo ocurrido el pasado 17 de octubre en Culiacán, o atentan de manera directa contra mujeres y niños, como en lo sucedido a la familia LeBarón.
Casi nada ha cambiado respecto a lo que ha venido ocurriendo en la última década en el país. Minatitlán, Coatzacoalcos, Uruapan, Aguililla, Tepochica, Culiacán, Bavispe… todas esas localidades son referencias a hechos de sangre registrados en lo que va del año.
Los mensajes y llamados de conciliación a criminales no parecen ser suficientes; por los acontecimientos, podría señalarse incluso que no parecen temer a la fuerza del Estado. Explorar otras rutas suena obligado.
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Discrepancias en el gabinete
Confidencial/ElFinanciero_Mx
La propuesta de Ley de la Cannabis realizada como senadora por la hoy secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero fue –nos cuentan– literalmente hecha a un lado en el proceso de negociación del Senado. Resulta que cuando la negociación de dicho dictamen pasó de la Comisión de Salud, que preside Miguel Ángel Navarro, a la Comisión de Justicia, que encabeza Julio Menchaca, hubo llamadas de advertencia desde una oficina muy cercana al Presidente para irse con cuidado en un tema de mucha controversia.
Bloque común INE-TEPJF en Ley Bonilla
Magistrados del TEPJF y consejeros del INE ya están en la misma sintonía en el asunto de la Ley Bonilla. Parece que ahora sí van con todo para echar abajo ese ordenamiento que ampliaría de dos a cinco años la gubernatura de Jaime Bonilla, en Baja California. Luego de que la semana pasada desecharon pronunciarse sobre este tema, ayer los magistrados resolvieron que es “inconstitucional” esta legislación. Así, nos dicen, conformaron un bloque común de los órganos electorales federales en este tema ante la presunta intervención del gobierno en este asunto, tras los comentarios de Olga Sánchez Cordero. Las cartas de estos organismos ya están echadas, de cara al fallo de la SCJN, quien tiene la última palabra.
Sin helicópteros en Agua Prieta
El destacamento de la Guardia Nacional que demoró cuatro horas en arribar por carretera al sitio donde se dio el ataque contra la familia LeBarón, partió de la ciudad de Agua Prieta, Sonora, donde se ubica un cuartel militar que no tiene asignado ningún helicóptero, según han denunciado algunos de sus integrantes. Para una ciudad fronteriza que fue blanco de balaceras y paseos callejeros de sicarios, de poco debe servir que el alcalde, Jesús Alfonso Montaño Durazo, sea primo del titular de la SSC.
Injerencia externa en la decisión sobre la CNDH, molestó
De por sí la construcción de acuerdos para elegir al nuevo titular de la CNDH era difícil, el peso de las palabras presidenciales, con la clara intención de inclinar la balanza hacia Rosario Piedra Ibarra, ha venido a complicar aún más la negociación en el Senado. Justo cuando el presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal, tejía entendimientos, el pronunciamiento político del mandatario endureció a la oposición y ahora la elección del ombudsperson se partidizó aún más.
Estados, a responderle a la ASF por observaciones en educación
Ante algunas versiones que aseguran que la Auditoría Superior de la Federación detectó malos manejos de la SEP, nos hacen ver que las faltas fueron cometidas por las entidades federativas. Se trata de presuntas irregularidades de las autoridades educativas estatales, por lo que, ahora sí, cada quién deberá asumir sus responsabilidades y solventar las observaciones.
Más contra Rosario Robles
Nos anticiparon que este miércoles el titular de la Sedatu, Román Meyer Falcón, llevará nuevos “recuerdos” de Rosario Robles a San Lázaro. Entre curules de Morena adelantaron que “habrá buenas nuevas para unos, y amargos recuerdos para otros”, en lo que será su comparecencia ante las comisiones unidas de Desarrollo Metropolitano, Urbano y Ordenamiento Territorial y Movilidad, de Vivienda y de Asuntos Frontera Sur. ¡Que habrá sorpresas! aseguran. A ver.
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Indignación/Manuel J. Jáuregui
REFORMA
06 Nov. 2019
El País está indignado, bien encamionado, por un Gobierno que ante la barbarie, la ilegalidad y la violencia hace como si hiciera y ni presta atención, ni responde con energía, ni concreta nada más que soltar platitudes y promesas huecas. Manda sus condolencias a las familias destrozadas por la violencia más inhumana imaginable cuando lo que debería mandar son TROPAS, bien pertrechadas y apoyadas.
Los sucesos de Culiacán, las ejecuciones cotidianas -este año se batirá el récord de homicidios- así como la reciente masacre (desgraciadamente, una de muchas) sufrida por la familia chihuahuense mormona LeBarón, en otro Gobierno de cualquier País funcional generaría una respuesta enérgica, pues ante todo deben respetarse y hacerse respetar la ley y el orden público.
Ofrecer un escarmiento a los perpetradores de hechos que han HUMILLADO a instituciones vitales como nuestro glorioso Ejército, y que de forma barbárica y COBARDE siegan la vida de NIÑOS, infantes y MUJERES indefensos, resulta un apremiante resultado rápido y completo. No hay otra forma de decirlo: ¡esto que nos está pasando resulta intolerable! Está a millones de años luz de ser "normal": son hechos anómalos que despiertan el REPUDIO no sólo de los mexicanos, sino del mundo, y por supuesto, de la comunidad mormona de Utah, en Estados Unidos, con fuertísima presencia en la política y los negocios en Norteamérica y que ya EXIGE al Gobierno mexicano JUSTICIA.
Resulta inexplicable la parálisis del Gobierno para responder con TINO y rapidez a las múltiples indicaciones de que -contrario a lo que afirman- las cosas no van bien. No entiende el pueblo mexicano cómo se puede cacaraquear que "se ha podido detener la escalada de violencia" tras darse a conocer hechos repugnantes como los del lunes.
Y ni hablar de la economía, misma que está estancada, nomás no crece, no hay demanda (porque no hay poder adquisitivo) y "próximamente" el Gobierno dará a conocer un "ambicioso plan de obras" quesque para reactivarla. ¿Cómo? Ayer era tarde para un plan de ésos, ¿qué han hecho entonces desde julio del 2018 estos nuevos gobernantes?
Analizando tanto el rubro económico como el petrolero y el de SEGURIDAD, lo único que se puede apreciar es que "el plan" es NO TENER plan. Todo parece estar improvisado, parchado, al "a'i se va", como quedó clarísimo en la comparecencia de ayer del Secretario de Seguridad, Poncho Durazo. Si como es para echar rollo fuera para diseñar y ejecutar labores de seguridad y pacificación ("paulatina", según él, cuando nos rebasa la delincuencia) México sería hoy un paraíso de paz, orden y desarrollo.
Pero no, este Gobierno parece empeñado en venezolarizarnos o aCUBAnarnos, pues se regocija en alabanzas de tiranos como Maduro y manda personal de la SAGARPA a Cuba y Venezuela "a aprender" de agricultura, y en lugar de poner la mira en Gobiernos exitosos y progresistas se muestra solidario con el desastre económico que los kirchnerianos dejaron en Argentina o los aprendices de Chávez en Venezuela.
Hay halagos que perjudican y ataques que benefician: ser alabado por Nicolás Maduro es la peor condena que puede sufrir un gobernante. No hay orgullo alguno en ser "reconocido" por un dictador tercermundista, nada diferente a lo que fueron en su época tiranos como Rafael Leónidas Trujillo en la Dominicana.
Debemos tener cuidado de no volvernos -como nuestro Gobierno- insensibles al desastre, inertes, anestesiados. Estos acontecimientos no son normales, ni es como para que nos inoculemos contra la indignación y que pronto hechos así nos valgan una pura y dos con sal. No, hay que exigir que se aplique la ley, rápida y ejemplarmente, que se le ponga FIN a la IMPUNIDAD, a la barbarie.
México quiere abrazar la identidad de una nación progresista y próspera, no la de un Estado fracasado, rebasado por la violencia, la ilegalidad, el retroceso, la miseria y la ingobernabilidad. Por más que se repita, una mentira nunca será verdad. No vamos bien, y si no hay cambio de rumbo no nos irá bien nunca. Punto y se acabó.
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Para tratar de entender el horror /Alejandro Hope
El Universal
Plata o Plomo
El lunes por la tarde, en los linderos de Sonora y Chihuahua, fueron masacrados seis niños y tres mujeres de la familia LeBarón. A mansalva, sin piedad, a plomo y fuego, dejando lesionados y traumatizados a seis pequeños más.
¿Cómo interpretar una atrocidad de ese calibre? ¿Cómo leer tamaño horror? No lo sé del todo, pero se me ocurre que este tipo de hechos sucede porque no pasa nada. El Estado mexicano no ha pintado rayas en la arena. No hay, al parecer, acto alguno, por bárbaro que sea, que sea capaz de detonar una reacción extraordinaria por parte de las instituciones de seguridad y justicia. Eso, que significaría un compromiso explícito de desmantelar la estructura criminal responsable del hecho, así como sus redes de protección política y policial, y no solo dar con los perpetradores directos de la masacre, no está en la agenda de nadie.
Entonces los criminales pueden continuar con la brutalidad acostumbrada, la que labra reputaciones, la que intimida a rivales, la que siembra el terror en regiones enteras. Si da lo mismo asesinar a una persona que a nueve, si no hay riesgo adicional por calcinar a bebés de brazos, los asesinos lo van a seguir haciendo. Así de fácil y así de terrible.
Más aún cuando queda plenamente acreditada la incapacidad del Estado para controlar franjas enormes de territorio. Según la narración de los hechos presentada ayer en la conferencia mañanera del presidente López Obrador, la familia LeBarón fue atacada hacia a las 13:00 PM del lunes. Menos de 20 minutos después, Julián LeBarón ya estaba solicitando auxilio, pero no fue sino hasta las 17:00 PM que se trasladaron unidades del Ejército y la Guardia Nacional, así como policías estatales y municipales, provenientes de los municipios de Agua Prieta, Janos, Moctezuma y Zaragoza.
Ninguno de esos lugares está a menos de 150 km del lugar de la masacre, el municipio de Bavispe, Sonora. Desde todos, llegar al sitio de los hechos requiere un traslado por tierra de más de tres horas. Y esos eran, previsiblemente, los lugares más cercanos para coordinar una respuesta. En el propio Bavispe, no hay más que dos policías (o había hasta 2017, según el Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales). En los municipios vecinos de Bacerac y Huachinera, la suma de policías no pasa de siete.
Ese abandono de las zonas serranas no está en proceso de corregirse. Al 14 de octubre, la Guardia Nacional tenía a 4,126 elementos desplegados en los estados de Sonora y Chihuahua, los cuales representan 21% del territorio nacional. En cambio, la Ciudad de México acoge a 3,799 integrantes de la nueva corporación.
Eso, por decirlo de manera suave, es un despropósito. Si para algo debe de servir un cuerpo intermedio como la Guardia Nacional es para el control del territorio, para hacer presente al Estado donde es casi imposible poner policía, para patrullar brechas y caminos vecinales, para combatir a pistoleros y bandidos en las regiones apartadas del país, para evitar tragedias como la de Bavispe, no para suplir a las policías locales en zonas urbanas.
Lo ocurrido el lunes debería convocar a una revisión de la política de seguridad. Cuando suceden estas cosas, la trayectoria de la curva de homicidios se vuelve irrelevante. Si es posible matar bebés, cazar niños y destrozar familias sin que eso detone una reacción de vigor inusitado por parte de las autoridades, no queda más que una conclusión: no hay más límite para la violencia que la imaginación de los asesinos.
Tenemos que empezar a pintar rayas en la arena. Sin demora, antes de que nos sorprenda la siguiente tragedia.
@ahope71
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El caos mexicano, en la mira de Estados Unidos | Salvador García Soto
Serpientes y Escaleras
El Universal
En menos de un mes, dos crisis graves en materia de inseguridad y violencia del narcotráfico en México han involucrado directamente a los Estados Unidos: primero, el operativo fallido en Culiacán el pasado 17 de octubre, en donde el gobierno mexicano no pudo retener a Ovidio Guzmán ni cumplir una petición de extradición de la justicia estadounidense, y luego, la terrible masacre de nueve ciudadanos estadounidenses, tres mujeres y seis niños, todos ellos pertenecientes a la poderosa comunidad mormona.
Con esos hechos, la situación caótica de la inseguridad en nuestro país y la estrategia fallida del presidente Andrés Manuel López Obrador para contener la violencia y controlar a los cárteles del narcotráfico, se ha puesto directamente en la mira del radar estadounidense. El impacto de la violencia en México provoca reacciones cada vez más fuertes y directas desde el vecino país, que van desde la preocupación por sus intereses y la vida de sus ciudadanos, hasta la duda y la crítica abierta a la incapacidad del gobierno mexicano para controlar los niveles de violencia.
Ayer mismo, justo cuando el presidente Donald Trump decía que “si México necesita o solicita ayuda para limpiar estos monstruos, Estados Unidos está listo, dispuesto y capaz de involucrarse y hacer el trabajo de manera rápida y efectiva”, lo que subyacía en ese ofrecimiento, que fue declinado por el presidente López Obrador argumentando la soberanía nacional, no era sólo un acto de generosidad de Trump, sino más bien una forma elegante y algo sarcástica de decir que el gobierno mexicano no puede con la crisis de inseguridad en el país y que ya no están viendo, desde la Casa Blanca, capacidad de la actual administración para enfrentar a los “monstruos” que el presidente de los Estados Unidos ve en los narcotraficantes y sus crueles sicarios.
Paralelamente, en el discurso de los medios y los analistas estadounidenses, comenzó a ser utilizado el término de “terrorismo criminal” para definir el acto de barbarie cometido en contra de mujeres y niños de origen estadounidense en la comunidad de Bavispe, Sonora, de la que curiosamente es originario el cuestionado secretario de Seguridad federal, Alfonso Durazo Montaño. Y hablar de “terrorismo” desde Estados Unidos, en cualquiera de sus acepciones, en este caso de “terrorismo criminal”, es abrir la puerta a un terreno que siempre ha rechazado el gobierno de México pero que al gobierno de Estados Unidos le daría elementos legales, de acuerdo a sus leyes extraterritoriales de Seguridad Nacional, para intervenir en cualquier país donde grupos terroristas amenacen intereses o a ciudadanos estadounidenses.
Por eso el canciller Marcelo Ebrard rápidamente entró en acción para “ponerse a las órdenes” de la embajada de Estados Unidos y colaborar con el embajador Cristopher Landau, que definió como “prioridad” de su gobierno defender la vida de sus ciudadanos en el extranjero. Ebrard sabe muy bien que hablar de “terrorismo”, como ya lo intentó hacer el gobierno de Estados Unidos en el crimen contra ocho mexicanos en El Paso, Texas en agosto pasado, equivale a aceptar que Washington tiene injerencia para combatir fenómenos terroristas en territorio mexicano; por eso desde aquel crimen el gobierno mexicano insistió en hablar de “crimen de odio”, y ahora, en el caso del brutal asesinato contra nueve mormones estadounidenses en Sonora, tampoco quieren que se hable de “terrorismo criminal”.
Hubo voces de la política estadunidense que empezaron a hablar del riesgo de un “Estado fallido” en México y cuestionaron duramente la política de “abrazos, no balazos” de López Obrador, entre ellas las del senador y ex candidato presidencial Mitt Romney, quien le exigió que su gobierno trabaje “en conjunto” con el gobierno mexicano para detener a los culpables de lo que llamó una “violencia sin sentido” contra la comunidad mormona, de la cual el propio Romney es integrante e incluso él vivió de niño en una de las comunidades menonitas en México; mientras otro senador republicano, Lindsey Graham, dijo en un video que prefería “ir a Siria que a México” ante los niveles de violencia que se registran en nuestro país.
Pero el tono de las reacciones subió no sólo en Estados Unidos y una muestra del impacto que la terrible masacre de Bavispe tendrá también en México para la imagen del gobierno de la 4T, sobre todo sumado a la crisis de Culiacán y a otras masacres ocurridas en este gobierno, es el mensaje que ayer mandó en Twitter el actor Gael García Bernal, quien había sido un entusiasta defensor y votante del presidente López Obrador: “Si no cambia el gobierno y @lopezobrador_ de narrativa para asumir sus responsabilidades ¿Para qué chingados votamos por ustedes? Más vale que asuman por completo su responsabilidad y hagan lo imposible para que esto no suceda más. Que se vuelva su mantra y su objetivo (sic)”, dijo ayer el actor.
Está claro que, por más que al presidente López Obrador le cause gracia y hasta se ría en medio de la tragedia al decir que, “aunque no quieran voy a tener que hablar del pasado”, el discurso de eludir su responsabilidad y culpar a las estrategias fallidas de presidentes o gobiernos anteriores, cada vez funciona menos, ya no sólo en México, sino en Estados Unidos, donde tienen la mira puesta en el caos de violencia en que se está sumiendo nuestro país, sobre todo cuando afecta directamente a sus intereses y ciudadanos.
NOTAS INDISCRETAS…
Lo que está convertido en un galimatías para la mayoría de Morena en el Senado es el nombramiento en la Comisión Nacional de Derechos Humanos. A pesar de que el presidente López Obrador ya se pronunció abiertamente por Rosario Piedra Ibarra, al decir que él prefiere “alguien que haya vivido en carne propia las violaciones de derechos humanos, que a un experto”, con lo que dibujó a la hija de Rosario Ibarra, Ricardo Monreal no la tiene nada fácil ante la negativa del PAN y de otras bancadas de oposición para darle los votos que necesitan Morena y sus aliados para sacar el nombramiento por mayoría calificada. El asunto se ha puesto tan tenso, que no sólo se pasó para este jueves, sino que ya se habla en el Senado que otra vez las pugnas internas de Morena están también impactando este tema y que el ex presidente del Senado, Martí Batres, se ha encargado también de empujar a Rosario Piedra como única opción de la bancada oficial para complicarle las cosas a su enemigo Monreal. El caso es que si el zacatecano no busca otra opción entre los perfiles de Arturo Peimbert o de Jesús Orozco, e insisten en complacer al presidente, lo más probable es que Monreal no pueda sacar la votación y terminen por regresar la terna actual para formar otra a partir de nombres como Rosa Laura Castellandos, Michael Chamberlain, Ricardo Bucio, Carlos Pérez, Alberto Athié y Elizabeth Lara. Lo malo es que de todos esos, la mayoría responden a otros grupos, entre ellos el del senador independiente, Emilio Alvárez Icaza o al Padre Alejandro Solalinde. ¿Aceptará López Obador alguien que no sea quien el quiere en la CNDH?… Los dados mandan Serpiente doble. Mala racha.
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De Culiacán al golpe y la masacre/ Joaquín López-Dóriga
Milenio
La soberanía no se limita a tener una bandera muy grande. Florestán
En Privado
Si la mejor explicación oficial sobre la matanza de la familia LeBarón es que bandas armadas de la zona, delincuentes, pues, quizá los confundieron con otro grupo criminal, estamos en graves problemas.
Y lo digo, primero, por el reconocimiento de que esa región del noroeste es territorio de los cárteles, pero antes de todo, por lo atroz de la masacre, tres mujeres y seis menores muertos y otros seis niños más, heridos, y la saña: ametrallaron las dos camionetas y con ellos dentro, las incendiaron.
Ese es el grado de violencia al que hemos llegado y, la explicación de la confusión, me traslada a la que se dio en mayo de 1993, al asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, en el aeropuerto de Guadalajara, cuando se llegó a decir que lo habían confundido con El Chapo Guzmán.
En ambos casos, el supuesto y falso error de identidad fue, y es, lo de menos, lo grave es el resultado del atentado: ayer en Sonora nueve muertos y en Guadalajara en 1993, el arzobispo y otras cinco personas.
Pero aparte de esto, me quiero ir a la narrativa, que en unos días ha pasado del operativo fallido en Culiacán para detener a Ovidio Guzmán, que dejó 13 muertos y una crisis en materia de seguridad, a lo del tema inviable en México del golpe de Estado, a la matanza de mormones, con nacionalidad estadunidense y la internalización del tema de seguridad en México, con la irrupción del presidente Donald Trump afirmando que solo se resuelve con la guerra, para la que ofreció todo el apoyo de su gobierno, que solo así se puede acabar con estos monstruos aquí, lo que López Obrador, debo decir que con dignidad y fuerza, rechazó.
Pero ahora la narrativa se centrará, aquí y allá, en la desbordante violencia en México, lo que en nada ayuda al país ni al gobierno, siendo el eje los presidentes de uno y otro país.
Y para entonces el gobierno mexicano tendrá que haber encontrado una mejor hipótesis que la ofrecida ayer sobre la matanza: que pudo ser producto de una confusión, lo que no atenúa, al contrario, agrava la situación y el crimen.
RETALES
1. REVOCACIÓN. Los diputados aprobaron por 372 votos las reformas constitucionales de consulta popular y revocación de mandato, que en este caso se hará en febrero de 2022. Y va a los congresos locales;
2. RECUERDO. El ministro presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, salió a reiterar que el futuro de la ley Bonilla no está en la calle, que el único órgano facultado es ese tribunal constitucional que, hasta donde sé, le dará para atrás;
3. PRUDENCIA. Hay que destacar el oficio del embajador Christopher Landau, en su reacción sobre la matanza de Sonora, a la que tenía agendada una visita desde la víspera. Expresó su pésame y recuperó el ofrecimiento de Donald Trump de dar todo el apoyo de Estados Unidos para encontrar aquí y castigar allá a los responsables de la masacre.
Nos vemos mañana, pero en privado
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Ineptitud, un peligro para México/ Pablo Hiriart
Uso de Razón
El Financiero
La crueldad con que los narcos mataron a la familia LeBarón es la derrota moral del gobierno ante el crimen que avanza en el país.
¿Con qué cara se presentan ante la ciudadanía luego de un acontecimiento así, si no es para pedir perdón?
No es un hecho aislado, sino un fenómeno creciente, provocado por la negligencia de quienes nos gobiernan.
Esta administración ha dejado crecer a los grupos criminales dedicados al narcotráfico y otros delitos graves porque no tiene idea de cómo combatirlos.
Para el Presidente, son un producto del neoliberalismo y se van a extinguir cuando cambie el modelo económico.
Mientras llega ese paraíso imaginario que se logra con crecimiento cero en la economía e igualarnos a todos en la pobreza y no en la prosperidad, las masacres de los criminales crecen hasta una crueldad sin límites.
A la familia LeBarón la masacraron de la forma más brutal: acribillaron sus vehículos e incineraron a seis niños y tres mujeres adultas.
Para esos criminales, el Presidente ha propuesto abrazos y les pide portarse bien.
a desmantelado los principales órganos de inteligencia y combate a los cárteles del crimen en la Secretaría de Marina y el Cisen.
Al que existe en el Ejército lo exhibe públicamente y ordena dar a conocer el nombre del teniente coronel que está a cargo de investigar al narco.
Pero, eso sí, creó una unidad de inteligencia en la Secretaría de Seguridad Pública para espiar a sus adversarios políticos en redes sociales y en quién sabe cuántas cosas más.
Las prioridades presidenciales están atrofiadas por la obsesión contra los que él considera sus enemigos y no contra los enemigos de México y su población.
El Estado, bajo el actual gobierno, no tiene capacidad ni para retener físicamente al número dos o tres del Cártel del Pacífico que había capturado.
No se les escapó: lo soltaron porque los sicarios del cártel le impusieron sus condiciones al Estado mexicano. Una capitulación en toda la línea, sin cesados ni correcciones.
Ante ese panorama, Donald Trump levantó sus antenas y se dice listo para intervenir en México.
Teníamos una crisis de seguridad pública y la negligencia imperante la ha transformado en una crisis de seguridad nacional.
Ayer por la mañana Trump dijo que “si México necesita o solicita ayuda en la limpieza de estos monstruos (los del crimen organizado), Estados Unidos está listo, dispuesto y capaz de involucrarse y hacer el trabajo de manera rápida y efectiva. El gran nuevo Presidente de México ha trabajado sobre este gran problema, pero los cárteles se han vuelto tan grandes y poderosos que a veces se necesita un ejército para derrotar a un ejército”.
Esta vez Trump dijo que intervendría militarmente “si México necesita o solicita ayuda”. De ahí a quitar el “solicita” y dejar únicamente el “necesita”, hay un paso.
Corremos el riesgo de una intervención armada de Estados Unidos en México por la ineptitud de nuestros gobernantes.
Los LeBarón asesinados tenían nacionalidad estadounidense, por eso Trump reacciona con la oferta de intervenir militarmente en nuestro país.
Esa “oferta” va a ser un “háganse a un lado” en la siguiente o cuando le convenga a Trump o sus electores se lo demanden.
¿Ya le tomaron el peso los señores de la 4T a lo que exponen a México con su demagogia en el combate al crimen organizado?
Se lamentó Trump ante sus paisanos: “Una maravillosa familia y amigos de Utah quedaron atrapados entre dos malvados cárteles de la droga, que se disparaban el uno al otro, con el resultado que muchos grandes estadounidenses fueron asesinados, incluidos niños pequeños”.
Olvidemos las imprecisiones sobre los hechos, lo que importa es que Trump le tuvo que dar una explicación a sus ciudadanos por los estadounidenses asesinados en México.
A la siguiente vez, ¿qué les va a decir?
El gobierno del presidente López Obrador y su estrategia contra los cárteles ha sido derrotado moralmente con este crimen a mujeres y niños.
Militarmente ya fue doblegado en Culiacán.
Encima tiene al presidente de Estados Unidos que lo urge a ir juntos a la guerra contra los grupos criminales.
Por ahora AMLO dice que no, pero si no revisa su estrategia y cambia de inmediato, dejará al país en manos del crimen organizado o en las del gobierno de Estados Unidos.
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López Obrador y las otras ranas/Raymundo Riva Palacio
Estrictamente Personal
El Financiero..
La información corrió como la liebre. Al menos tres mujeres y seis niños miembros de la familia LeBarón, de Chihuahua, miembros de la comunidad mormona de ciudadanos de México y Estados Unidos, fueron asesinados en Sonora. Fueron emboscados, acribillaron a un niño cuando corría para huir, mientras sus hermanos y su madre morían calcinados en una de las camionetas en las que viajaban. Vivimos la secuela del culiacanazo, donde los criminales están empoderados ante un gobierno federal rebasado, sin rumbo, y crecientemente aislado.
El presidente Andrés Manuel López Obrador quiso desviar el debate sobre la operación fallida en Culiacán y desató una cacería cibernética contra periodistas, que escaló a alertar sobre la gestación de un golpe de Estado. No lo vencerán, proclamó, y utilizó como efecto de demostración la fábula de Esopo, Las ranas pidiendo rey, que concluye con una víbora de agua enviada por Zeus, que atrapó a todas las ranas opositoras y las devoró sin compasión. El enviado de Dios –él–, contra los que piensan distinto. Fue una metáfora de poder. Pero hay otra que podría servirle más al Presidente, la del Paradigma.
El Paradigma de la Rana es un ejercicio en Teoría de Juegos, que consiste en colocar a un batracio en un balde de agua sobre la estufa. Gradualmente va subiendo la temperatura, pero la rana no siente nada raro, ni se da cuenta de que su entorno se está alterando. Sólo hasta que comienza a hervir el agua, comprende que algo grave sucede. Demasiado tarde, la rana se coció por dentro. Este ejercicio tiene como fin ilustrar la falta de capacidad para reconocer la alteración de los factores externos a fin de tomar medidas correctivas, y suele ser una de las razones del fracaso de gobiernos, que insensibles ante esos cambios, entran en una dinámica perniciosa.
El culiacanazo es el balde subiendo la temperatura, y el Presidente no quiere darse cuenta, o es muy orgulloso para admitir que está equivocado, por lo que corregir o cambiar el rumbo está fuera de discusión. El Presidente ha insistido, tras la liberación de Ovidio Guzmán López hace 20 días, que seguirá sin enfrentar a la delincuencia organizada. Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, lo ratificó ayer en el Congreso, y justificó el desastre de la política de seguridad que ha instrumentado. “No podemos revertir una tendencia históricamente creciente”, dijo. “A partir de diciembre tendremos punto de inflexión”.
Una mentira más. La “tendencia históricamente creciente” es a partir de mediados de 2015 –tras cuatro años de baja sostenida–, derivada del mismo error que cometió el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto –con el mismo argumento que López Obrador–, no combatir criminales, que se combinó con la entrada en vigor del nuevo sistema penal acusatorio, que puso en la calle a miles de delincuentes. La realidad sepultó las razones morales y la ingenuidad e ignorancia del gobierno ante un fenómeno que desconocen. De ahí el no combate a las organizaciones criminales y sus subsiguientes derrotas.
El Presidente vive su propio Paradigma de la Rana. No está escuchando lo que le grita la realidad. Lo que sucedió con la familia LeBarón mostró la calidad de violencia inhumana que se vive en México, y que no parece comprender en toda su magnitud. López Obrador está prejuiciado y envenenado con los medios en México, donde sólo ve a Tezcatlipoca, el dios de la muerte. Pero si se asomara a otras latitudes, comprobaría que el registro que hace de su política de seguridad la prensa mexicana, es compartido por lo que ven fuera del país.
En sus primeros despachos sobre el asesinato de los miembros de la familia LeBarón, The New York Times publicó: “El martes, el presidente López Obrador defendió su estrategia de seguridad ante el toque de tambor de la violencia. Pero los asesinatos del lunes parecen haber alcanzado un nuevo mínimo con niños y sus madres masacrados en la carretera. Amenaza con convertirse en un momento galvanizador para los ciudadanos frustrados con la violencia y los esfuerzos del gobierno por detenerla”.
Con un lenguaje inusual, The Washington Post reportó que el asesinato de los mormones había sido “un asalto brutal que subrayó el creciente control del crimen organizado sobre algunas partes del país”. Falko Ernst, un analista sobre México del Grupo de Crisis Internacional, citado por el Post, afirmó: “Este fuerte ataque probablemente afectará la política de seguridad del país. En los próximos días yo espero que se incremente la presión en Estados Unidos sobre Trump y que esa presión se le transfiera a López Obrador”.
No conocen al Presidente mexicano. López Obrador no siente estar mal, sino que todos están mal por no entender el alcance de los cambios que está haciendo en México. Descalificar a todos, no es una buena señal, pero eso sucede con él de manera más que frecuente. Trump habló por teléfono ayer con él y le rechazó la oferta de apoyo para combatir a las organizaciones criminales, aduciendo la soberanía de su gobierno, aunque públicamente se vio mancillada en Culiacán el 17 de octubre por el Cártel de Sinaloa, y anteriormente atropellada por Trump, al forzarlo, mediante chantajes comerciales, a servirle de policía migratorio en el sur mexicano.
López Obrador se mantiene firme sobre su mula, a la que le impide ver un nuevo camino. No importa que su estrategia de seguridad esté desarticulada y el país, que avanza su tiñe rojo, tenga dueños regionales empoderados, mejor armados, con mejores finanzas y capaces de chantajear al Presidente. Son los cárteles de las drogas que López Obrador no quiere enfrentar salvo con lecciones morales y de buena conducta. La rana se está cociendo rápidamente en Palacio Nacional.
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La estrategia del fracaso / Carlos Marín
El Asalto a la Razón
Milenio
La masacre de madres y niños LeBarón, cualquiera de las anteriores y la suma de todas las cometidas en 11 meses no mueven un ápice a la 4T de su fantasioso enfoque de la rampante criminalidad. Por enésima ocasión, el secretario jefe del gabinete de Seguridad, Alfonso Durazo, reitera la inútil estrategia de “atacar”, mediante caritativos programas sociales, “las causas” de todo tipo de delitos que empujan a miles de jóvenes a darse de alta en (o ser cooptados por) las bandas criminales.
Aunque la falta de oportunidades obliga a buscar opciones para sobrevivir, cometer crímenes está muy lejos de ser la única salida, y tan es así que la inmensa mayoría de la población se dedica a una gran variedad de actividades, formales e informales, o resuelve sus necesidades cambiando de localidad o de país.
Ingenuo suponer que los 3 mil 600 tristes pesos al mes del programa Jóvenes construyendo el futuro basten para inhibir el reclutamiento delictivo de pistoleros que, como los que bloquearon calles, asesinaron a personas, quemaron vehículos, liberaron presos y sembraron el terror en Culiacán, son recompensados por los cabecillas con mucho más dinero y droga.
Una de las pruebas más palpables de que la premisa de “atender las causas” es por demás falsa es que no estén en el sur y sureste de México los principales santuarios de las violentas bandas que operan en regiones de mayor desarrollo y posibilidades económicas: al norte, de Tamaulipas a Sonora; en el noroeste, Sinaloa, Nayarit y Baja California, y en el occidente reina el Jalisco Nueva Generación, que tiene presencia en 25 estados.
¿Alguien del gobierno sabe de alguna sanguinaria pandilla de triquis o mixes en Oaxaca, donde la pobreza es tanta que los niños se enferman si comen una galleta y mucha gente desconoce los billetes de 20 pesos? ¿De bandas de secuestradores, narcotraficantes, asesinos y extorsionadores kikapús en Coahuila? ¿De tzeltales, tojolabales, tzotziles o mames en Chiapas? ¿Por qué no hay ese tipo de camarillas en municipios tan jodidos como el emblemático de la miseria Metlatónoc en la Alta Montaña de Guerrero?
Sobre la desgracia de los LeBarón, el Presidente insistió ayer: “Hay inteligencia más que fuerza y persecución a criminales; castigo, no corrupción, no impunidad, no vinculación de autoridades y delincuencia y mucho bienestar (…). Por eso estamos llevando a cabo una política del todo nueva que nos está dando resultado y nos va a dar mejores resultados…”.
Ajá.
Suena padre, pero nada inteligente será que no se busque y persiga a los criminales que merecen castigo.
Por lo mismo Donald Trump, a cuyo país no fue posible extraditar al joven Ovidio, se apresuró a ofrecer su ejército para venir y hacer guerra a los victimarios de sus paisanos LeBarón. Inaceptable, pero explicable, su intromisión en lo que México tiene una soberana pero frágil responsabilidad, y que hace recordar el viejo acierto de Alejandro Martí: “¡Si no pueden, renuncien…!”
cmarin@milenio.com
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Culiacanazo: un general bajo la lupa /Raúl Rodríguez Cortés
Gran Angular/
El Universal
En la entrega pasada le informaba aquí —en medio de la polémica que desató la decisión de AMLO de revelar el nombre de quien comandó el fallido operativo de Culiacán y que resultó ser el jefe del Grupo de Análisis e Información de Narcotráfico (GAIN) del Ejército— que el líder de esas fuerzas especiales reportaba directamente al general secretario de la Defensa Nacional desde que fueron creadas en 1995, pero que en el actual gobierno ya depende del subjefe de Inteligencia del Estado Mayor de la Defensa, cuya identidad, le comentamos aquí, mantendríamos en reserva para no poner en riesgo su integridad personal y la de su familia.
Sin embargo —siempre en medio de la disyuntiva entre transparencia y garantías para quienes se ocupan de la delicada como peligrosa misión de la seguridad nacional— el nombre que reservábamos aparece en el portal “Nómina Transparente de la Administración Pública Federal” de la Secretaría de la Función Pública (https://nominatransparente.rhnet.gob.mx/) por lo que desde ese momento es público.
Se trata del general brigadier Inocente Fermín Hernández Montealegre quien antes de asumir su actual encargo fue, de julio a diciembre del año pasado, secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, lo que resulta curioso si se ve con malicia. Y antes, entre el 15 de abril de 2016 y el 7 de junio de 2017, titular del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información (Cenapi) de la hoy extinta PGR.
Igual de curioso, si se ve con malicia, es que en el periodo en que desempeñó ese puesto, tuvo a su cargo el programa Pegasus (malware que penetraba celulares para espiar usando la cámara y el micrófono del teléfono intervenido, según revelaron archivos de WikiLeaks) en un lapso en el que se habrían cometido ataques cibernéticos a al menos 46 activistas y periodistas, entre otros a Carmen Aristegui, quien ayer reveló en su portal de noticias documentos administrativos con que prueba el aserto.
El general Hernández Montealegre acepta que al asumir en el Cenapi recibió el programa Pegasus pero niega que le haya tocado a él operarlo o haber ordenado tareas de espionaje como las señaladas.
El caso es que, según explicó a principios de esta semana el propio general secretario de la Defensa, Cresencio Sandoval, quien debió informarle, y no lo hizo, que estaba en marcha la operación que terminó en el vergonzoso repliegue militar y posterior liberación de Ovidio Guzmán, hijo del “Chapo” a cambio de evitar —argumentaría después el gobierno federal— una masacre de inocentes, era Hernández Montealegre, en su calidad de jefe de la inteligencia militar y mando del GAIN.
La comunicación, según la línea de mando, tenía que seguir este camino: del mayor Juan José Verde, comandante del GAIN, al jefe de la inteligencia, general Hernández Montealegre y éste al general secretario Sandoval, quien la tenía que transmitir al gabinete de Seguridad y al presidente de la República. Tanto la Fiscalía General como el propio estamento militar ya investigan dónde y quién o quienes, rompieron la comunicación en esa cadena de mando.
Por la alta exposición que el caso Culiacán le da, ha dejado de ser funcional al general secretario de la Sedena, motivo por el cual debería ser removido se compruebe o no su responsabilidad.
Instantáneas
1. PUS POR TODOS LADOS. Agentes de Seguridad Pública y de la Fiscalía de Michoacán detuvieron a una mujer y a un hombre en posesión de dos vehículos de lujo que están relacionados con hechos delictivos. La mujer es la exdiputada local Jacqueline Gómez Moreno quien en la 61 Legislatura local sustituyó al priista Juan Carlos Campos Ponce al ser juzgado por corrupción, y actual funcionaria del gobierno michoacano a cargo de la administración Sanitaria 3 de Zitácuaro. De acuerdo con algunos medios estatales, Jacqueline depende laboralmente del secretario de Gobierno, Carlos Herrera Tello, de quien, se asegura, es cuñada, razón por la cual se ha ocultado la detención ocurrida el pasado 2 de noviembre.
2. ETIQUETADO. No todo está dicho sobre el etiquetado frontal de alimentos y bebidas aprobado recientemente como parte de las reformas a la Ley Federal de Salud. Falta hacer las modificaciones correspondientes a la Norma Oficial Mexicana (NOM) para determinar detalles de los sellos de advertencia nutricional. La senadora panista Alejandra Noemí Reynoso presentó un punto de acuerdo que exhorta a los titulares de Salud y Economía a reunirse con la Comisión de Salud del Senado para discutir los términos de la aplicación de la NOM. El argumento central es que la obesidad es multifactorial y no se erradicará solo con un etiquetado de advertencia.
3. CHOCOLATES. Furioso ha de estar el diputado Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública en la cámara baja y exdirigente de “El Brazón Metropolitano” (organización de deudores de la banca), pues el Senado volvió a batearle ayer, con 108 votos en contra y solo tres a favor, su ya añeja pretensión de regularizar alrededor de 18 millones de autos “chocolate” que están ilegalmente en México. De esta manera se eliminó el artículo 15 transitorio de la Ley de Ingresos y se mantiene la normativa vigente que establece que los autos importados serán autorizados siempre y cuando cumplan con el pago de impuestos, las normas ambientales y las físico-mecánicas, así como la coincidencia del número del motor con la serie del vehículo.
4. OMBUDSPERSON. Ante la falta de un consenso que permita la requerida votación calificada, el Senado volvió a posponer, esta vez para mañana, la designación de quien será el nuevo presidente o presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. En la terna finalista, como se sabe, están Rosario Piedra Ibarra, Arturo Peimbert Calvo y José de Jesús Orozco. Pero ayer en su mañanera, AMLO metió la lengua. Dejó saber su simpatía por Piedra Ibarra, lo que desequilibró los consensos que se habían tejido en la Junta de Coordinación Política de la cámara alta. A como se ven las cosas, parece poco probable que el asunto se resuelva en la tercera votación de mañana, por lo que los integrantes de esa terna bien podrían estar despidiéndose de su aspiración y las comisiones de Derechos Humanos y Justicia del Senado trabajando en otra terna.
@RaulRodriguezC
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El camino de Bavispe | Héctor De Mauleón
En Tercera Persona
El Universal
“Mi corazón está completamente roto. Esto es como un mal sueño del que quiero despertar”, escribió John LeBarón.
Los miembros de su familia atravesaban a bordo de tres camionetas la Sierra Alta en que colindan los estados de Sonora y Chihuahua. Habían salido de una pequeña comunidad mormona conocida como La Mora, en el municipio de Bavispe. En los vehículos viajaban tres mujeres y 14 niños, algunos de ellos de solo unos cuantos meses de edad.
No llegaron.
La familia fue acribillada; sus vehículos, incendiados. “Esto es una zona de guerra. Desde hace tiempo estamos pidiendo ayuda”, reveló luego otro de los miembros de la familia, Julián LeBarón.
John LeBarón escribió en sus redes sociales: “17 familiares se seguían en una caravana de 3 vehículos. 9 fueron asesinados, 6 heridos y 2 ilesos… Fueron emboscados por los cárteles mexicanos; fusilados, quemados y asesinados a sangre fría”.
Un niño de 13 años logró esconder a sus hermanos entre unos arbustos, los cubrió con ramas, y luego caminó seis horas hasta La Mora. Cuando los LeBarón quisieron acercarse al lugar, fueron atacados a tiros desde las montañas. Lograron llegar casi de noche. Los esperaba el horror.
“El primer vehículo fue encontrado lleno de agujeros de bala y completamente en llamas. ‘Nita’ y cuatro de sus siete hijos que había en el viaje fueron quemados en su mayoría hasta las cenizas y solo quedaron unos pocos huesos carbonizados para identificar a los cinco que habían estado dentro”.
Una de las mujeres bajó agitando los brazos para que los agresores supieran que iban niños en los vehículos. La barrieron a tiros, al igual que a sus hijos.
Julián LeBarón denunció que los federales “tenían miedo de ir”, “nosotros los llevamos al lugar”. Las autoridades llegaron a Bavispe 12 horas después de los hechos, para “iniciar el operativo de búsqueda”.
El camino de Bavispe (“lugar donde se tuerce el río”, en lengua ópata) forma parte de una ruta de trasiego de droga que comienza en Ciudad Obregón y termina en Agua Prieta, Sonora. Comunica al menos 20 pueblos de la Sierra Alta. “Quien controla ese camino, lo controla todo”, suelen decir en Sonora.
Agua Prieta es una de las grandes puertas del tráfico de drogas hacia Estados Unidos. Por ahí pasan cargamentos que recalan en Phoenix y Tucson, antes de ser distribuidos a lo largo del país. Es una ruta de drogas, armas, dinero y personas.
En 2011 cayó en manos de las autoridades el empresario Marco Antonio Paredes: la Policía Federal lo detuvo en un hospital de Huixquilucan, Estado de México. Juzgado en una corte federal estadounidense, Paredes se declaró este año culpable de haber supervisado el envío de 90 toneladas de mariguana y más de 40 toneladas de cocaína.
Era el representante del Cártel de Sinaloa en la región. A su caída, los Zetas y los Beltrán Leyva intentaron tomar Agua Prieta, entre otras ciudades de la frontera (más de 620 kilómetros “porosos”, que colindan con Arizona). La familia de Paredes los detuvo, a través de un jefe de sicarios apodado El 20. La violencia, traducida en emboscadas, ejecuciones, persecuciones y enfrentamientos, alcanzó tal punto que el consulado de Arizona declaró una alerta de viaje en Agua Prieta.
Desde entonces, el grupo conocido como Los Paredes opera hegemónicamente en la región. Una segunda familia tiene presencia desde los años 90 en la franja entre Sonora y Chihuahua: Los Salazar, a cuyo frente se encuentra Crispín Salazar, uno de los hijos del capo conocido como Don Adán, preso desde 2011.
A diferencia de Hermosillo, Guaymas, Cajeme y Empalme, en donde los focos rojos de la violencia se han encendido, legando imágenes pavorosas, Agua Prieta se había mantenido en relativa tranquilidad, en virtud de la “pax narca” impuesta por Los Paredes.
Hay noticia de que grupos criminales de Chihuahua, entre ellos Los Números y La Línea, están operando en la franja que divide ambos estados. Se ha registrado la presencia, también, del Cártel Jalisco Nueva Generación. Horas antes de la salvajada en que perecieron los miembros de la familia LeBarón, se habían registrado en Agua Prieta y Naco al menos diez enfrentamientos.
Las noticias de tiroteos y ejecuciones han bañado los diarios locales en los últimos meses: en junio, nueve personas fueron ejecutadas en menos de 24 horas. Todas llevaban armas largas y chalecos tácticos.
El camino de Bavispe está sembrado de retenes impuestos por los narcos. “Esto es una zona de guerra. Desde hace tiempo estamos pidiendo ayuda”, dijo Julián LeBarón.
Les contestaron con chascarrillos mañaneros y acusaciones dirigidas a gobiernos anteriores. “Mi corazón está completamente roto. Esto es como un mal sueño del que quiero despertar”, escribió John.
Muchos otros estamos así. Rotos y perdidos en un mal sueño de autos y mujeres y niños calcinados.
@hdemauleon
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Estados Unidos presiona a México: ¡¿cuál es la estrategia?! | Carlos Loret de Mola
El Universal
Historias de Reportero
Lo que empezó siendo una exigencia de especialistas, periodistas críticos y opositores, se ha vuelto ya un franco clamor social, y un reclamo en privado y en público por parte del gobierno de Estados Unidos hacia la administración del presidente López Obrador: ¡¿cuál es la estrategia para acabar con la inseguridad?!
Fuentes de primer nivel con acceso a esta información me revelan que estos reclamos empezaron a procesarse por la vía diplomática desde antes del escándalo de Culiacán. Se reforzaron tras la liberación del hijo del Chapo Guzmán y escalaron aún más luego de la trágica muerte de mujeres y niños de la familia LeBarón, que tienen doble nacionalidad.
A casi un año en el gobierno, no sólo no baja la violencia sino que se sale de cauce. No son episodios aislados. Es la sistemática descomposición de los índices de inseguridad que están por llevar a este 2019 a ser el año más violento desde que se tenga registro.
Atender las causas de la violencia como pregona el gobierno lopezobradorista está muy bien, es una ruta correcta, pero es un proyecto de largo plazo que puede servir sólo como acompañamiento a una estrategia de seguridad que enfrente la realidad actual.
Culiacán sí fue un punto de inflexión.
Después de Culiacán, cada hecho violento en el país le cuesta más al gobierno. Le reclaman más los ciudadanos, paga en popularidad el presidente, se encienden más los opositores, cuestionan más los periodistas y presionan más en Estados Unidos, alarmados porque la violencia pueda cruzar los tres mil kilómetros de frontera.
Y si Culiacán terminó con el capital político, el horror del caso LeBarón eleva la presión para clarificar la estrategia: la administración ha navegado entre la suavidad de la amnistía y los “abrazos no balazos” hasta la pretendida dureza de una Guardia Nacional totalmente militarizada que terminó siendo atroz con los migrantes y dócil con los narcos. Y encima, con las órdenes de dejarse humillar, lo que ha despertado enojo en tropa y generales.
La atrocidad contra mujeres y niños de la familia LeBarón exhibe que los llamados a portarse bien, so pena de ser acusados con sus mamás, han sido leídos por la delincuencia organizada como una señal de profunda debilidad del Estado que les da todo el margen de maniobra que quieren.
Los criminales no van dejar sus armas ni sus negocios ni sus prácticas de terror contra sus víctimas sólo porque desde Palacio Nacional se les llame a ser buenos y a no hacer enojar a sus mamás.
El gobierno de Donald Trump, presidente en franca campaña de reelección, ya decidió entrar en escena al ofrecerle en Twitter al presidente López Obrador desaparecer a los cárteles de la faz de la tierra con el Ejército de su país. Lo mismo le había ofrecido a Peña Nieto en una llamada telefónica.
No importa lo mucho que el gobierno actual ha tratado de cultivar una relación tersa con Washington. Como era previsible, y el propio equipo del canciller Ebrard calculó, el tema de la violencia y el narcotráfico era el siguiente escollo en la relación bilateral después de la migración. Las enormes concesiones que hizo México para disminuir el flujo migratorio valdrán de poco si no hay una respuesta concreta en el tema de seguridad. Se antoja que regresará la amenaza de aranceles.
Las agencias de Estados Unidos, acostumbradas a una cooperación bastante estrecha con los gobiernos anteriores en México, se quejan de que a la administración actual no le interesa mantener esa dinámica. E insisten en que lo peor es que no tienen un plan que sustituya al que había.
SACIAMORBOS
Nada más letal para las cortinas de humo que la realidad misma.
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Lealtades políticas
JAQUE MATE / Sergio Sarmiento
 REFORMA, 6 Nov. 2019
"Tengo que seguir hablando
del modelo neoliberal, porque
ese fue el que causó toda
esa desgracia”. Andrés Manuel López Obrador
 La historia de horror no solo no termina sino que cada día empeora. La matanza de tres mujeres y seis niños de la familia LeBarón de Chihuahua, que dejó también a seis niños lesionados, es un doloroso recordatorio. Lo peor es que no se ve la manera de revertir la situación. El plan de ofrecer abrazos en vez de balazos no está funcionando.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, afirmó ayer en la mañanera que veía la posibilidad de una "confusión" en este caso. Recuerdo la sorna con que los grupos de izquierda recibían en el pasado todas las versiones de actos de violencia producidos por confusiones, desde el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo en Guadalajara en 1993 hasta el secuestro y homicidio de los normalistas de Ayotzinapa en Iguala en 2014. La matanza de los LeBarón se llevó a cabo en dos ataques separados a camionetas en que viajaban miembros de la familia. No había hombres en los vehículos: solo mujeres y niños. ¿Suena a confusión?
En lo que no hay confusión es en el hecho de que México está imponiendo nuevos récords de violencia. Entre enero y septiembre de 2019 se registraron 25,890 homicidios dolosos, 2.5 por ciento más que los nueve primeros meses de 2018, el año más violento desde 1990, cuando arrancaron las actuales series estadísticas.
Independientemente del aumento en el número de homicidios, en las últimas semanas se han registrado varias matanzas que subrayan la debilidad del Estado y el crecimiento del crimen y la violencia. El 14 de octubre, en Aguililla, Michoacán, 13 policías estatales fueron asesinados y nueve quedaron lesionados tras el ataque de un grupo al parecer perteneciente al Cártel Jalisco Nueva Generación. El 16 de octubre, en Tepochica, Iguala, Guerrero, 14 civiles y un soldado perecieron en un aparente enfrentamiento. El 17 de octubre, en Culiacán, Sinaloa, un fallido operativo para la captura de Ovidio Guzmán dejó un saldo de ocho muertos, según la Secretaría de la Defensa, o 13, según la Fiscalía de Sinaloa. Ahora tenemos esta matanza de mujeres y niños de la familia LeBarón.
Las voces de izquierda que cuestionaban la violencia en los gobiernos de Calderón y Peña Nieto han callado. El Presidente hoy proviene de sus filas y dice que todo va muy bien. "Ya tenemos resultados -dijo ayer-, ya pudimos detener la escalada de violencia". La sociedad, sin embargo, tiene otros datos.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, dijo ayer en el Senado que la estrategia de represión no funcionó. Tiene razón. El problema es que repartir abrazos tampoco. El Presidente dice que no cambiará su estrategia. Es positivo que tengamos un Presidente de voluntad firme, pero ¿cuál es la estrategia? ¿La creación de una policía militar, llamada Guardia Nacional, y la entrega de subsidios a ninis y otros grupos de la sociedad? La Guardia Nacional, sin embargo, no hace más que mantener la estrategia de represión que nos dicen ya fracasó, mientras que los subsidios sociales no tienen nada que ver con la violencia porque es falso que los sicarios surjan de los sectores más pobres de la sociedad.
El Presidente se equivoca cuando dice que el modelo neoliberal causó la violencia. En 2007 México tuvo el nivel más bajo de homicidios en décadas recientes: 8,867, equivalentes a 8 por cada 100 mil habitantes. En 2018 tuvimos 35,964 homicidios, 29 por cada 100 mil. En 2019, el primer año de la Cuarta Transformación, vamos en camino de romper estos récords. La violencia no tiene lealtades políticas.
MONSTRUOS
 El presidente Trump ofreció ayuda a México para combatir a los "monstruos" del crimen organizado. Estados Unidos, dijo, está listo para hacer el trabajo "rápida y eficientemente". No, gracias, respondió AMLO.
@SergioSarmiento
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'Bots' y balas/Sergio Aguayo
REFORMA, 6 Nov. 2019
Ignoramos la intención de quienes difundieron tres hashtags: #PrensaCorrupta, #PrensaProstituida y #PrensaSicaria; reflejan el deterioro en la relación entre periodistas y la 4T.
Lo sucedido en Culiacán borró las diferencias entre periodistas, un gremio habitualmente fragmentado. La tragedia "culichi" (dícese de los nativos de Culiacán) nos unificó en las críticas a la improvisación y desorganización exhibidas por el régimen. El Presidente lo reconoció: "Se nos lanzaron con todo, desde los supuestamente más independientes, hasta los boletines o pasquines al servicio del conservadurismo: periódicos, estaciones de radio, canales de televisión". El deterioro de la relación fue evidente en el intercambio de preguntas y respuestas del jueves 31 de octubre.
Al terminar esa mañanera, empezó una ofensiva brutal contra los periodistas. De las entrañas de las redes brotaron esos hashtags, tildándonos de corruptos, pirujos y sicarios de la prosa. El lunes pasado, la mañanera recibió a Alejandro Mendoza, un funcionario que presentó un estudio sobre esos tuits, hecho por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. Así supimos que los epítetos llegaron a 35 millones de personas, de las cuales -la mayor parte- compartían la descalificación. También informaron del papel jugado por granjas de "bots" ligadas a personeros del prianismo.
¿Qué buscaban al compartir esa información? ¿Responsabilizar al prianismo de la fobia a los periodistas? ¿Presumir la calidad de su inteligencia? ¿Compartir su preocupación por la ponzoña circulando por las redes? Tal vez era un ramo de olivo, porque ese mismo día el Presidente hizo un llamado (fue tibio, pero lo hizo) a bajarle decibeles al insulto. Sabremos más cuando se aclare la fuente original de los tres hashtags. Reforma ya relacionó los huevos de la serpiente con simpatizantes del Presidente. Sigue entonces saber si fueron de generación espontánea o los aprobó algún personaje del entramado lopezobradorista.
En tanto averiguamos el origen de las injurias, desplazo el análisis a lo absurdo de un enfrentamiento distractor de lo verdaderamente prioritario. Culiacán podría ser un parteaguas ominoso. Conversé telefónicamente con Silber Meza, un experimentado periodista sinaloense. El jueves 17 -me dice- hubo una modificación radical en la estrategia del Cártel de Sinaloa. "Regularmente aguantaba los golpes gubernamentales -me explica Silber-. Los líderes trataban de huir, no de confrontar". Eso hicieron Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada.
Aquel jueves fue diferente. El secretario de la Defensa se explayó: emplearon "técnicas militares, armamento automático y antiaéreo (...) vehículos con blindaje de fábrica y artesanal (...) uso intensivo de radios análogos y digitales, dificultando la intercepción de las comunicaciones". Desconocemos si la exhibición del poderío bélico fue un hecho acotado y excepcional, o una modificación estratégica fundamental en el uso de la fuerza causada, tal vez, por una renovación de los liderazgos. De confirmarse esto último, el Cártel de Sinaloa dejaría de ser la banda bien portada y competiría con el Cártel Jalisco Nueva Generación en la disposición de enfrentarse abiertamente a los federales.
Ante estos hechos, desconcierta el ánimo presidencial; siempre está dispuesto a maltratar con su prosa a los medios y, generalmente, da un trato aterciopelado al crimen organizado. En la sesión satanizadora de periodistas repitió el "ya no hay guerra contra el narcotráfico" y expresó sus deseos: "no queremos que nadie fallezca, no queremos que nadie sufra", refiriéndose explícitamente a militares y "presuntos" delincuentes. Julián LeBarón y su familia tendrían una opinión diferente.
El crimen organizado piensa diferente. Culiacán es el recordatorio de una guerra, en la que el crimen organizado está decidido a utilizar la violencia para defender sus intereses económicos y su poderío. En ese contexto y ante esa perspectiva, debería ser una prioridad reducir la intensidad de los enfrentamientos entre Presidente y periodistas. Podríamos disentir sin insultar y unirnos para erradicar los "bots" y las balas.
Agradezco las opiniones y sugerencias de Marcos Vizcarra, otro periodista sinaloense.
Colaboró Mónica Gabriela Maldonado Díaz.
@sergioaguayo
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