JAQUE MATE / Sergio Sarmiento
REFORMA, 28 Ene. 2020
"Padecen de amnesia y todo lo empiezan a ver -como que hasta ahora están abriendo los ojos- a partir de que llegamos nosotros”. Andrés Manuel López Obrador
Blanche Petrich, periodista de La Jornada, activista de causas de la izquierda, escribió en su cuenta de Twitter: "Hace tiempo yo también llegué a gritar 'es un honor estar con Obrador'. Hoy siento que nada tengo que ver con esos que, con ese grito que representó nuestro anhelo de paz, insultaron a aquellos que se manifestaron para denunciar que México todavía no está en paz".
Hubo un tiempo en que la izquierda en México era progresista, independiente, abierta, tolerante. Hoy, por lo menos una parte se ha vuelto conservadora, gobiernista, cerrada, intolerante. Repudia las mismas causas que defendía. Rechaza cualquier posición que no concuerde con sus nuevos dogmas a través de insultos y descalificaciones, como si se hubiera quedado sin argumentos. Lo peor es que el propio López Obrador, que debería asumirse ya como Presidente de todos los mexicanos, encabeza muchas veces la intolerancia.
Un grupo de simpatizantes de López Obrador confrontó el 26 de enero a la caravana por la paz encabezada por Javier Sicilia y la familia LeBarón. A estos, mexicanos por generaciones, los llamaron "antimexicanos" y los acusaron de matar "a su propia familia para desestabilizar al país". A los padres de niños con cáncer los acusaron de traidores, de dejarse comprar por unos cuantos pesos. Corearon constantemente la frase "Es un honor estar con Obrador".
El propio Presidente descalificó también ayer en su mañanera a los participantes de la manifestación. Los llamó "conservadores corruptos", "responsables de la crisis de México... Y como todos los conservadores son muy hipócritas -esa es su doctrina, la hipocresía- se olvidan de lo que hicieron".
López Obrador acusó a las organizaciones y personas que participaron en la marcha de no estar "exigiendo una explicación cuando menos a los gobiernos que tomaron la decisión de enfrentar el problema de la inseguridad con el uso de la fuerza, con el 'mátalos en caliente'. Esas organizaciones no están pidiendo que se investigue a fondo cómo el secretario de Seguridad Pública de Calderón estaba involucrado con la delincuencia...".
Pero al parecer quien padece de amnesia es el Presidente. Sicilia podrá tener muchos defectos, pero en su momento pidió la renuncia de Genaro García Luna. Ninguno de los grupos que protestaron por la violencia este domingo empezó sus cuestionamientos al gobierno en este sexenio. Todos han venido protestando desde hace mucho tiempo.
No es este el único caso en que quienes asumían una posición crítica se convierten hoy en gobiernistas. El padre Alejandro Solalinde, férreo defensor de los derechos de los inmigrantes centroamericanos en los tiempos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, hoy advierte que la nueva caravana de migrantes hondureños es "una provocación contra el Estado mexicano y en concreto contra López Obrador".
Se vale cambiar de ideología o apoyar a un político contra viento y marea, pero no descalificar e insultar sistemáticamente a los críticos. Tampoco tildar de conservadores a quienes defienden políticas progresistas o liberales. Ni descalificar como hipócritas a quienes mantienen sus posiciones de siempre.
López Obrador y sus seguidores se manifestaron siempre en contra de los gobiernos establecidos. Tuvieron el respaldo de muchos. Al final conquistaron el poder por la vía democrática. Tienen derecho hoy a cambiar sus propuestas, pero no a pretender que sufren una amnesia selectiva como la que exhiben.
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