El Ayuntamiento hispalense ha aprobado por fin la compra del inmueble, que tendrá un proyecto museográfico coordinado por Antonio Rivero Taravillo
Nota de Alberto García Reye/
ABC, SEVILLA Actualizado:05/01/2020;
Fachada de la casa natal de Cernuda, en la calle Acetres, que ha sido una cristalería durante décadas - Raúl Doblado
En la cristalería de Valeriano Díaz en la calle Acetres, metáfora de la fragilidad de Sevilla, permanece, hecho añicos y sin azogue, el reflejo de la luz de «Ocnos». En aquella casa fastuosa de la niñez de Luis Cernuda está todo el tiempo literario de la ciudad. «Llega un momento en la vida cuando el tiempo nos alcanza», escribió el poeta. A los desconchones de esa fachada umbría ya parece haberle alcanzado la eternidad porque el Ayuntamiento firmó la semana pasada el último tramite para la compra del inmueble, que ha sido tortuosa, como todo lo relacionado con el escritor en el que «habita el olvido», porque los propietarios se dividían en varios herederos y tenían embargos.
El acuerdo de venta se produjo rápido, pero la burocracia ha y ido tan despacio como los versos de Cernuda porque la ley impide a una administración pública adquirir un bien si tiene losas hipotecarias, por lo que ha habido que buscar una fórmula jurídica avalada por el secretario municipal que permita ir a la Notaría a firmar las escrituras habiendo abonado todas las deudas previas. Este proceso ya ha terminado, por lo que en los primeros días del año la casa natal del poeta será propiedad de todos los sevillanos y tendrá un uso público que ya está también definido.
Por lo tanto, Cernuda ya puede hacerse su gran pregunta con tranquilidad: «¿Cuántos siglos caben en las horas de un niño?». Aquel recuerdo de infancia del patio de la casa, a solas el muchacho y «sentado en el primer peldaño de la escalera de mármol», está a punto de recuperarse. Todo volverá a ser como en su remembranza de «Ocnos». «La vela estaba echada, sumiendo el ambiente en una fresca penumbra, y sobre la lona, por donde se filtraba tamizada la luz del mediodía, una estrella destacaba sus seis puntas de paño rojo. Subían hasta los balcones abiertos, por el hueco del patio, las hojas anchas de las latanias, de un verde oscuro y brillante, y abajo, en torno de la fuente, agrupadas, las matas floridas de adelfas y azaleas. Sonaba el agua al caer con un ritmo igual, adormecedor, y allá en el fondo del agua unos peces escarlata nadaban con inquieto movimiento, centelleando sus escamas en un relámpago de oro. Disuelta en el ambiente había una languidez que lentamente iba invadiendo mi cuerpo».
Casa de los poetas
Allí, «en el absoluto silencio estival» de esos muros en los que el genio vio «cómo las horas quedaban inmóviles, suspensas en el aire, tal la nube que oculta un dios, puras y aéreas, sin pasar», Sevilla tendrá a partir de 2020 el museo de la Generación del 27. El delegado de Cultura, Antonio Muñoz, ya ha mantenido varias conversaciones con el poeta Antonio Rivero Taravillo para que se haga cargo del proyecto e integre en ese espacio todo lo relacionado con la poesía sevillana.
Es decir, la casa natal de Cernuda no será sólo la sede oficial de la Casa de los Poetas, como ya se había avanzado, sino que contará también con un proyecto museográfico y una serie de actividades en torno a la figura de este sevillano universal y de toda su generación poética. La idea principal sobre la que girará toda la propuesta será una biblioteca de primeras ediciones, abierta al público, con ejemplares originales de obras de todos los miembros de aquel grupo nacido en el Ateneo de Sevilla en diciembre de 1927 para celebrar el tricentenario de Góngora.
El Ayuntamiento ya está trabajando en la adquisición de primeras ediciones de Rafael Alberti, Federico García Lorca, Juan Chabás, Mauricio Bacarisse, Jorge Guillén; José Bergamín, Dámaso Alonso o Gerardo Diego, entre otros, para completar una biblioteca que contará con todos los originales de Cernuda, para lo que Muñoz ya está también en conversaciones con el editor Abelardo Linares.
Por otra parte, se está llevando a cabo una labor de investigación para reunir diversos efectos personales del poeta que conservan sus familiares, además de varios manuscritos, para habilitar otra sala como homenaje al más insigne morador de la casa. Rivero Taravillo se está encargando de todo el proceso, aunque el acuerdo con el Ayuntamiento aún no está firmado porque no se puede rubricar hasta que la casa no sea oficialmente de titularidad municipal.
En todo caso, Rivero será el responsable de la iniciativa, lo que garantiza que el proyecto estará en manos de uno de los mayores expertos en la vida y obra de Cernuda. De hecho, él es el autor del libro «Luis Cernuda. Años españoles (1902-1938)», una obra en la que se aborda la vida del poeta hasta que se exilió en 1938. En este libro, Rivero detalla su contexto familiar, su relación de amor y odio con Sevilla. Este libro analiza las décadas 20 y 30, la creación de la Generación del 27, las primeras obras de Cernuda, como «Perfil del aire», «Égloga, elegía, oda» y «Donde habite el olvido». En torno a todo ese conocimiento, el responsable del proyecto tratará de recuperar la memoria sevillana de Cernuda, desarrollada literariamente en «Ocnos», en cuanto se formalice la compra, que finalmente se ha fijado en un precio de 460.788 euros.
Rehabilitación
Según explica el Ayuntamiento, tras un año y medio de obras, el proyecto museístico verá la luz a mediados de 2021. Antonio Muñoz detalla que despues de ese plazo «podremos verla convertida en una casa museo como tienen otras ciudades con alguno de sus poetas ilustres».
Ya se ha informado incluso a la Junta de Andalucía de la adquisición, un paso obligatorio porque el inmueble fue declarado Bien de Interés Cultural en 2016 y la administración autonómica podría ejercer el derecho de retracto. La compra de la casa natal de Luis Cernuda era un mandato del pleno municipal desde enero de 2017, que, sin embargo, el gobierno de Juan Espadas no había podido culminar por diversos impedimentos, que no le permitían cerrar la operación con sus herederos.
Además, el Ayuntamiento no contaba con fondos presupuestados para poder adquirir la propiedad, ya que los presupuestos estaban prorrogados, de manera que recurrió a una operación urbanística paralela para obtener los fondos, concretamente la adjudicación durante 78 años de unos terrenos para una residencia universitaria, un convenio que ha reportado al Ayuntamiento 73 millones de euros que recibirá a través de un canon anual a las arcas municipales y que permiten afrontar la compra de la casa natal de Cernuda y cumplir el presagio que él mismo escribió en «Ocnos»: «Un día, cuando ya habías comenzado a rodar por el mundo, soñando tu casa, pero sin ella, un acontecer inesperado te deparó al fin la ocasión de tenerla. Y la fuiste levantando en torno de ti, sencilla, clara, propicia: la mesa, el diván, los libros, la lámpara atmósfera que llenaban con su olor algunas flores de temporada».
Ese ambiente volverá a llenar las paredes de la cristalería de Acetres, donde se reflejará de nuevo la memoria de uno de los grandes poetas universales de Sevilla, un nómada que siempre llevó su tierra a cuestas: «Raíz del tronco verde, ¿quién la arranca? / Aquel amor primero, ¿quién lo vence? / Tu sueño y tu recuerdo, ¿quién lo olvida, / tierra nativa, más mía cuanto más lejana?».
La casa de Vicente Aleixandre en Velintonia, un laberinto imposible
Mientras Sevilla ha sido capaces de resolver el caso de la casa natal de Cernuda, en Madrid el asunto de la casa del Nobel Vicente Aleixandre se ha enquistado. La casa de Velintonia, 3, un proindiviso de cinco herederos tiene un precio cercano a los 5 millones de euros, inversión difícil de lograr para un inmueble de limitadas posibilidades y que necesita una gran reforma. No soporta la comparación con los 460.788 euros pagados en el centro de Sevilla por la casa natal de Cernuda, de dos plantas. El proyecto de convertir Velintonia 3 en un centro de poesía haría justicia a la memoria del Nobel, pero desde 1995 es un laberinto que ninguna administración ha podido resolver...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario