11 may 2021

Los escenarios en la disputa por el poder político, en Sinaloa

  Pero también es un escenario posible el triunfo de Mario Zamora. 

Punto Crítico Sinaloa Digi Tv

ZONA POLITEiA/César Velázquez Robles

Los escenarios en la disputa por el poder político


Escribí hace algunos días que se corría el riesgo de que en Sinaloa se produjera una concentración del poder en la eventualidad de un triunfo del candidato de morena-PAS a la gubernatura
, Rubén Rocha Moya. Esta eventualidad estaría definida por la posibilidad –abstracta o concreta, en este momento, a poco más de tres semanas de la elección es imposible saberlo— de que también ganaran la mayoría del Congreso y de las presidencias municipales, todo ello con la guinda del pastel, las diputaciones federales. A ello habría que añadir el enorme peso e influencia que ejerce en el poder judicial, y en algunos de los principales organismos autónomos. En tales condiciones, prácticamente se barrería con la división de poderes, con el modelo de control recíproco de los poderes institucionales, y con el papel de contrapeso que desempeñan los organismos con autonomía constitucional. 

La enorme mayoría de las encuestas dan como un hecho el triunfo de Rocha. Pero crece la percepción de que la contienda tiende a cerrarse. Es muy probable que así esté ocurriendo. Para un candidato que, como Rocha, subió como la espuma, es muy difícil seguir subiendo: cada voto, cada punto porcentual, cuesta un mundo de trabajo político, y si ese trabajo político lo despliega una fuerza que sobre todo reza para su santo, el candidato debe estar sometido a un estrés terrible. En contraparte, Mario Zamora, que empezó con no muy grandes expectativas, ha crecido con velocidad, ha ido recuperando terreno y demostrando alta capacidad competitiva. Así, la diferencia que al principio de la campaña giraba alrededor de 20 puntos porcentuales según varias de las encuestas, se ha venido reduciendo de manera considerable. La encuesta de Masive Caller, que se conoció ayer, da cuenta de este nuevo escenario. Según la empresa, de acuerdo con la encuesta elaborada el 9 de mayo, Rocha obtendría el 42.9 de la votación, mientras que Mario Zamora alcanzaría el 36 por ciento, su nivel más alto desde que la empresa empezó a levantar encuestas en el estado en enero de este año. La diferencia es de 6.9 por ciento, lo que habla de que la elección será altamente competida, y que Zamora tiene todavía tiempo para darle la vuelta a la tortilla. 

Escenarios posibles, probables y deseables

Y ya que hablamos de escenarios, podemos perfilar algunos. De acuerdo con la teoría de escenarios, podemos decir que todos son posibles, algunos son probables y otros son deseables. Los escenarios son como las encuestas: antes no hacían falta. Todo estaba predeterminado. Pero desde que la incertidumbre se ha instalado en la competencia por el poder político, cuando las fuerzas y actores políticos se tienen que mover en un entorno de turbulencias, sin el control de los factores críticos, la construcción de escenarios se vuelve clave. Uno de los más grandes reputados especialistas en el tema, Pierre Wack, apunta: “Los escenarios se usan más cuando el ambiente externo es complejo e incierto y las decisiones internas envuelven más inversión de largo plazo o consecuencias de largo plazo... ambientes complejos involucran factores no cuantificables, donde el cambio estructural es componente de la incertidumbre y donde los sistemas tienen complicadas formas de retroalimentación”.

Decía que, de acuerdo con la teoría, todos los escenarios son posibles. Un escenario posible es el apuntado sobre un eventual triunfo de Rocha. Pero también es un escenario posible el triunfo de Mario Zamora. Advertiría que en esta eventualidad, su triunfo sería menos holgado que el de su adversario, con posibilidades de un Congreso dividido en partes más o menos iguales, que obligaría a permanentes negociaciones, y con gobiernos locales en los principales municipios del estado más o menos divididos en partes iguales. En las diputaciones federales, ambas fuerzas se dividirían el pastel más o menos en partes iguales, esto es, 4-3 o 3-4. En un escenario como éste el ganador obviamente sería la Gran Coalición, que recuperaría una parte importante de lo que perdió en la elección de 2018.

El escenario deseable para Sinaloa

No tengo elementos para plantear el escenario probable. Es tal la incertidumbre y la competitividad, el entorno de turbulencias y la dificultad de considerar acontecimientos imprevistos, que no podría hacerlo. Pero si puedo adelantar algo sobre lo que considero que sería el escenario deseable para Sinaloa. 

Gane uno u otro, gane Rocha o gane Zamora, lo importante es que no lo gane todo, y que el que pierda, no lo pierda todo. Éste sería, en principio, el escenario más deseable. Los riesgos de una concentración de poder están a la vista. Los resultados que esta concentración, que deriva del triunfo aplastante del obradorismo en 2018, arroja en el país son enormemente riesgosos para el futuro democrático de México: control del ejecutivo, control del legislativo y esfuerzos encaminados a disponer del poder judicial. En línea con esta restauración antidemocrática, la colonización y captura de los organismos autónomos, todo lo cual configura una involución en la lucha por la construcción de una nueva institucionalidad democrática.

Un escenario no deseable es el esbozado en el primer párrafo de esta nota. Rocha es la mímesis del presidente López. Lo ha dicho hasta el cansancio: quiere instaurar en Sinaloa la “cuarta transformación” de López. Y nos estamos dando cuenta de los resultados sombríos que arroja. ¿Éste es el Sinaloa que queremos? Creo que la respuesta mayoritaria es no. Lo deseable es que si gana, tenga contrapesos, que no lo gane todo, i.e., que tenga en el legislativo un auténtico control, un contrapeso real que limite todo ejercicio arbitrario del poder. ¿Apuntará a esta posibilidad el electorado si decide darle mayoritariamente su voto a Rocha para gobernar? Es posible. 

Si gana Mario Zamora, hay muchas más posibilidades de que tenga en el legislativo ese contrapeso. Morena sigue teniendo una indudable fuerza, aunque menguada, disminuida, que le redituará una importante fuerza en el legislativo, y actuará como ese contrapeso que requiere la democracia para evitar la concentración del poder. Si morena gana la mayoría en el legislativo, seguramente no alcanzará la mayoría calificada, tendremos gobierno dividido y todos los actores tendrán que ensayar una pedagogía de la colaboración, de la concertación y el compromiso, es decir, ganará la democracia.

Veremos…

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