El funeral de dos jesuitas fue impresionante...
Inició con una misa de cuerpo presente al mediodías del sábado 25 de junio en el templo del Sagrado Corazón de Jesús en la capital del estado, después sus cuerpos fueron trasladados alrededor de las 14:15 horas a Creel. y de ahí a Cerocahui, en el municipio de Urique.
El padre Gallo y el padre Morita ya están en el mismo lugar que fueron asesinados; en en templo de San Francisco Javier.
Ya sabemos lo que ocurrió aquel lunes lunes 20 de junio en el templo católico de erocahui en la sierra de Chihuahua...
La Compañía de Jesús a través de un comunicado el asesinato de los sacerdotes misioneros Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar al interior del templo católico.
Varios sacerdotes han sido asesinados en la última década en México, pero ninguno al interior de un templo católico, que recuerde.
No sólo fueron los jeuítas quienes alzaron fuertemente la voz, sino que también los obispos de México y de muchos más más se sumó la UE y la oficina en México del Alto Comisionado para Derechos Humanos de la ONU; legisladores y gente de apie..
Pero la voz más fuerte fue la del papa Francisco, el primer papa jesuita en la historia; le mataron a dos hermanos y sufre en silencio orante.
“¡Cuántos asesinatos en México! Estoy cerca con afecto y oración a la comunidad católica afectada por esta tragedia. Una vez más, repito que la violencia no resuelve los problemas, sino que aumenta el sufrimiento innecesario”, dijo al final de la audiencia general de este miércoles en la Plaza de San Pedro..
Sus hermanos Javier Campos, "el Gallo" de cariño y Joaquín César Mora "El Morita " a quien seguramente el Papa saludo cuando estuvo de visita en Cd uarez en 2016 fueron asesinados a balazos mientras daban asistencia espiritual a un fiel que buscó refugio en el templo católico de San Francisco Javier en Cerocahui.
El C. presidente de la Republica dio las condolencias a la compañía de Jesús ,y dijo que lo que más importa es encontrar los cuerpos, y el detener a los responsables.
Y se lavó las manos echándole la culpa al pasado,..
Pues bien después de recuperar los cuerpos fueron finalmente enterrados en el templo donde fueron asesinados.
Hubi muchos errores, por ejemplo debieron haber dado a conocer la recuperación de los cadaveres a los familires y a la Compañía de Jesus.
La crónica de José Antonio Belmont, reportero de Milenio, es elocuente:
Escribió que los cuerpos llegaron alrededor de las 16 horas luego de un trayecto de casi siete horas que arrancó en el municipio de Creel pasadas las 9 de la mañana tras una misa de cuerpo presente.
El trayecto, de poco más de 100 kilómetros y unas dos horas, tardó tanto porque la caravana se detuvo en varias poblaciones que quedaban de paso.
La gente, a pie de la carretera con globos y flores, solo pudo tocar las carrozas fúnebres, en contraste con las comunidades tarahumaras, donde bajaron en un par de ocasiones los ataúdes para realizar sus rituales tradicionales con baile e incienso.
Todo empezó el sabado en la capita en Chihuahua y ayer domingo en Creel y Cerocahui, los raramuris estuvieron presentes en todos los homenajes que se le hicieron a los misioneros...
“Alégrense, estén felices, porque trajeron a la sierra al Onorúame Eyerúame, el dios padre y madre”, exclamó el padre Javier Ávila dirigiéndose a sus amigos cuyos cuerpos yacían frente a él en los ataúdes colocados en el presbiterio de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús.
“¡Qué difícil es despedir a nuestros seres queridos! La muerte es lo más inhumano de lo humano y nos deja llenos de preguntas que más nos vale aceptarlas que buscar las respuestas”, abundó el padre Pato, como es conocido este sacerdote jesuita que radica en la sierra Tarahumara desde 1975.
En Cerocahui, descrito por el provincial de México, Luis Gerardo Moro, como “un paraíso que se ha ido corrompiendo”, las tradiciones rarámuris también predominaron la tarde de ayer; antes de la misa las autoridades tradicionales y los mismos jesuitas, con un ritual, “purificaron” el templo de San Francisco Javier por los crímenes que cometió en plano altar Noriel Portillo El Chueco y su gente.
“De aquí se los llevaron, muertos a balazos y aquí vamos a hacer un ritual de purificación; se deshonró, se violentó, se faltó al respeto al templo, a Dios y a la vida de nuestros hermanos”, explicó el diácono Esteban.
Antes de la danza y el incienso, el religioso de la Diócesis de la Tarahumara aseguró que con este ritual rarámuri volvería el bien y se iría todo el odio y todo el mal.
“Cristo pasó lo mismo que pasaron los padres, nos va a ayudar con su luz, con su amor para que podamos pasar este día bonito”, aseveró el religioso.
Con música de violín y guitarra, autoridades tradicionales indígenas y religiosos danzaron alrededor de los ataúdes colocados frente al altar, mientras el gobernador indígena de Cerocahui, Martín Cadena, ondeaba una bandera blanca.
Después se hincaron frente al altar y oraron para por fin dejar purificado el que, en palabras del enviado nacional de la Compañía de Jesús, el padre Jorge Atilano, “se convertirá en un santuario de nuestros mártires, todos vamos a recordar para siempre la historia de estos misioneros que aman y seguirán cuidando las comunidades”.
“Javier el Gallo me dijo: ‘Esta es mi vida, de aquí yo quiero salir solo en el ataúd’, y Joaquín me dijo: 'Provincial, aquí quiero morir’. ¡Dios les concedió el regalo!”...
El C. Presidente niega lo evidente, y hasta criticó a los jesuitas
Negó en la mañanera de este lunes 27 de junio de 2022 que la violencia en México esté en niveles nunca antes vistos
Defendió nuevamente su estrategia de seguridad y sostuvo que si se hubiera mantenido la premisa de los gobiernos anteriores de que la violencia se combate con la violencia, hoy el país sería ingobernable.
Y también se lanzó contra los misioneros...
Y agregó:
"Pero todos esos no dicen nada de cómo ajusticiaban a personas, cómo aplicaban el ‘mátalos en caliente’, cómo creció en México el número de masacres, los índices de letalidad, cómo remataban a los heridos; todo eso se les olvida. Incluso hasta los religiosos, con todo respeto, que no siguen el ejemplo del papa Francisco, porque están muy apergollados por la oligarquía mexicana.
Entonces, vamos a hablar de estos temas. Es muy importante que la gente sepa que se va avanzando...
Qué quizo decir el C. Presidente de que los religiosos esta "apergollados por la oligarquía mexicana"?
Ah! que C. Presidente..., calienta más el ambiente.
Reacción del cardenal de Guadalajara...
El Cardenal Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara, reveló que la semana pasada fue retenido por narcotraficantes, durante una visita a la zona norte del estado de Jalisco.
En la rueda de prensa, el Cardenal lamentó el clima de violencia que se vive actualmente en México, y que tuvo como otras de sus víctimas a dos sacerdotes jesuitas que fueron asesinados en una iglesia en el estado de Chihuahua.
El Arzobispo explicó que fue “detenido por dos retenes, que obvio son del crimen organizado, y le exigen a uno decir de dónde viene, a qué se dedica, qué hace”.
El Arzobispo de Guadalajara pidió a las autoridades que hagan su trabajo y garanticen la seguridad para todos los ciudadanos.
“No pedimos que maten a alguien con balas, solo pedimos que apliquen la ley”, sentenció.
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AMLO-Iglesia: duelo de tozudos
EL ASALTO A LA RAZÓN/CARLOS MARÍN
Milenio,
El último viernes de mayo, el presidente López Obrador volvió a denostar a quienes insisten en que modifique su “estrategia” de seguridad:
“Los muy cretinos ahora, los desinformados, nos dicen ‘¿y qué estás haciendo, por qué no resuelves el problema?’. Esta doble moral, esa hipocresía, es lo que más molesta, nosotros estamos enfrentando el problema atendiendo las causas”.
A su lista se añaden la Compañía de Jesús y la Conferencia del Episcopado Mexicano.
Porque “los abrazos ya no nos alcanzan para cubrir los balazos” y corre “un río de sangre” en el país, el sacerdote Javier Ávila, cabeza de la comunidad jesuita en Cerocahui, Chihuahua, pidió “respetuosamente” a López Obrador un diálogo nacional en que se replantee la política de seguridad que, en opinión de los rectores del sistema universitario de su orden religiosa, ha conducido a un “Estado fallido”.
Y hacia el mismo sentido apunta el llamado de la CEM, cuyo secretario general, Ramón Castro, dice que “el crimen se ha extendido por todas partes, trastocando la vida cotidiana de toda la sociedad; se ha adueñado de las calles con niveles de crueldad inhumana en ejecuciones y masacres que han hecho de nuestro país uno de los más inseguros y violentos del mundo. Los índices de violencia y estructuras de muerte se han desbordado e instalado en nuestras comunidades, desfigurando a la persona humana y destruyendo la cultura de paz”, por lo que “es tiempo de escuchar a la ciudadanía, a las voces de miles de familiares de las víctimas, de asesinados y desaparecidos, a los cuerpos policiacos maltratados por el crimen. Es tiempo de escuchar a los académicos e investigadores, a las denuncias de los medios de comunicación, a todas las fuerzas políticas, a la sociedad civil y a las asociaciones religiosas…”.
De los 107 sacerdotes asesinados en los 10 años recientes, 16 lo han sido en los tres años y medio de la 4T.
Por desgracia nada indica que el nuevo clamor vaya a merecer la atención presidencial.
La semana pasada, a propósito del asesinato de los dos jesuitas y el guía en la Tarahumara, López Obrador se amachó:
“Es un proceso que lleva tiempo pero vamos bien, vamos bien y lo puedo probar hasta con números, y desde luego que vamos bien, porque yo tengo comunicación con la gente”.
Los números, precisamente, desmienten al mandatario: durante su gestión son más los asesinatos que los cometidos en todo el calderonato y en el mismo periodo se ha registrado la tercera parte del total de desapariciones contabilizadas desde hace casi 60 años (1964).
El mismo jueves anticipó lo que sucederá con las peticiones-exigencias de los obispos, los jesuitas y críticos ignorantes y cretinos:
“No vamos a cambiar la estrategia, que sigan con su campaña de desprestigio, atacándonos con su prensa vendida o alquilada…”.
Si con la Iglesia Universal ya se topó, el Presidente debiera reconsiderar si vale la pena despreciar a la centenaria, ilustrada y tozuda Compañía de Jesús, uno de cuyos sacerdotes, por cierto, trabaja de papa…
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