11 jun 2023

El País, encuestas

El País: el % más bajo de Claudia supera al más alto de Marcelo. Sembraron, cosechan

María de las Heras decía: las encuestas son veleidosas y cambian, pero no están locas y no cambian tanto. Edomex: en todas Delfina ganaba, y ganó. Con las corcholatas probablemente será igual.

Promedio de encuestas de SDPNoticias/ Federico Arreola

SDP, junio 11, 2023 a las 04:01 MDT

Las encuestas fallan, pero no tanto. Es verdad, hubo algunas imprecisas en el Estado de México —no se dio la enorme ventaja de Delfina Gómez que pronosticaron ciertos estudios—, pero otras fueron bastante exactas, como la de Lorena Becerra, publicada en Reforma, y la de MetricsMx en SDPNoticias.

Pero, hay que subrayarlo, ninguna encuesta falló al decir que la candidata de Morena iba a derrotar a su rival de la alianza PRI, PAN, PRD.

No hubo un fracaso de las encuestas; creo que, más bien, se trató de un triunfo de las casas encuestadoras.

Las encuestas de Morena o el esprint en alta montaña

Hay elementos, por lo tanto, para pensar que las cosas no cambiarán demasiado en dos meses, por lo que casi seguramente se mantendrán los datos que hoy surgen de las encuestas relacionadas con la carrera de quienes aspiran a la candidatura presidencial de Morena.

En El País, los periodistas Jorge Galindo y David Marcial Pérez han hecho un análisis bastante interesante acerca del promedio de alrededor de 10 encuestas publicadas. Lo comentaré aquí.

Antes diré que no estoy del todo de acuerdo con una de sus afirmaciones: que la carrera sucesoria en Morena ha dejado de ser una competencia de fondo para transformarse en un esprint.

Por su nacionalidad —es mexicano— supongo que David Marcial Pérez no es aficionado al ciclismo o que, si lo es, no sigue las grandes vueltas por etapas, como el Tour de Francia que muy pronto empezará. Tristemente en nuestra nación no se programan en la televisión los eventos del deporte más inteligente y agotador entre todos los existentes.

Pero el otro autor del artículo de El País, Jorge Galindo, valenciano y educado en una ciudad alpina como Ginebra, Suiza, seguramente sabe cómo se dan las cosas en el Tour de Francia, el Giro de Italia y la Vuelta a España.

En las grandes vueltas los ciclistas compiten durante tres semanas. Hay etapas completamente planas, que ganan los velocistas en emocionantes esprints, pero hay algunas montañosas, las fundamentales, que solo superan los escaladores más resistentes. También hay jornadas con varios puertos de alta montaña que terminan en una breve, pero todavía con mayor pendiente cuesta arriba en la que se enfrentan al esprint normalmente los únicos dos competidores que son capaces de llegar en forma hasta ese punto.

Que ahora la contienda de Morena haya entrado a una etapa corta, pero montañosa, no elimina todas las durísimas etapas que ya recorrieron Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Gerardo Fernández Noroña, Adán Augusto López y Ricardo Monreal.

Si él ataca, ella responde con la misma fuerza o todavía mayor

Ya estamos al final de la vuelta sucesoria, por así llamarla. Va ganando Claudia Sheinbaum, no solo porque es más resistente y tiene mejores condiciones para soportar el castigo en las duras subidas, sino también porque ha sabido responder con fuerza a los explosivos ataques de Marcelo Ebrard, segundo en todos las encuestas, quien, como bien dicen los periodistas de El País, en su punto más alto no supera el más bajo de la todavía jefa de gobierno de la Ciudad de México.

Un ejemplo reciente. Después de la famosa última cena de AMLO con la corcholata y los corcholatos, Ebrard decidió lanzar un fuerte ataque: se adelantó a renunciar. Pensó que con ese gandallismo iba a recortar la distancia que lo separa de Sheinbaum, pero esta mujer respondió con la misma o incluso mayor explosividad: cuando todavía las reglas no lo prohibían, cuatro gobernadoras de Morena, tres gobernadores de ese partido y una importante figura del gabinete de AMLO en un bien ejecutado ejercicio de nado sincronizado apoyaron a Claudia en redes sociales. Con eso, Sheinbaum no solo neutralizó el ataque de Ebrard, sino que probablemente incrementó su ventaja.

Obviamente Marcelo protestó. Dijo que el apoyo de tanta gente importante de Morena violaba las reglas, pero es falso: las reglas todavía no se han establecido formalmente. Marcelo tampoco las violó al adelantarse con la renuncia.

Lo que no ha entendido Marcelo es que se siembra lo que se cosecha. ¿Por qué gobernadores y gobernadoras de Morena no apoyan al ya renunciado canciller? Por sangrón.

Conozco al menos dos casos de mandatarios estatales que ofrecieron a Ebrard recibirlo en los mismos términos en que recibieron a Sheinbaum y a Adán Augusto López —esto es, con actos masivos de gobierno—, pero el arrogante Marcelo ni caso les hizo.

No es que Marcelo se hubiera abstenido por respetar la ley de reunirse con gobernadores en actos masivos: lo hizo pero solo con quienes le caen bien.

Asimismo sé que cuando este aspirante organizó algún acto en cierta entidad mexicana, no tuvo la decencia de llamar al gobernador para invitarlo. Que quede claro, al mandatario sí se le invitó, pero lo hizo una colaboradora de Ebrard. Obviamente, el jefe político local no se motivó para apoyar a alguien que no fue capaz de tomarse la molestia de hacer una simple llamada.

El análisis de las encuestas que hizo El País:

Los periodistas del diario español tomaron para su análisis los siguientes estudios:

El de Mitofsky, que publica en El Economista.

El de Lorena Becerra, difundido en Reforma.

El Buendía & Márquez, en El Universal.

El de MetricsMx, en SDPNoticias.

El de Parámetro, que ha sido nota en Forbes México.

El de Poligrama, en El Heraldo de México.

El de Enkoll, en El País.

El de Covarrubias y Asociados, que da a conocer otro periódico español, La Vanguardia, de Barcelona.

El de Massive Caller, que se publica en sus propias redes sociales.

El Alejandro Moreno, difundido en El Financiero.

Cito las principales conclusiones de los colaboradores de El País:

‘Sheinbaum lidera las encuestas previas a la elección de Morena por delante de Ebrard’.

Hay que tener “cautela a la hora de interpretar los sondeos’.

Claudia Sheinbaum parte con el favor ciudadano en la carrera para reemplazar a Andrés Manuel López Obrador’.

‘Ante la pregunta de a quién prefiere a la cabeza del partido oficialista, entre un 29% y un 41% de la población responde que Sheinbaum’.

‘Esta ventaja, común a todas las encuestas consideradas y analizadas en esta pieza (todas ellas realizadas desde abril hasta este viernes), sin embargo no permite todavía extrapolar un pronóstico de victoria’.

‘La estimación más baja para Sheinbaum supera a la más alta para Ebrard’.

‘Ebrard y Sheinbaum se están apoyando en su altísimo grado de reconocimiento entre la ciudadanía’.

‘A la hora de observar estos gráficos en una fase tan temprana de la carrera es imprescindible hacer el ejercicio mental de proyectarlos al futuro’.

‘Todo esto sucederá a medida que avance la campaña, una vez se definan las normas de la elección’.

‘La selección de las encuestadores será uno de los caballos de batalla’.

‘Las predicciones de un puñado de empresas sobre los comicios del Estado de México de la semana pasada sobrestimaron, en algunas ocasiones en más de 20 puntos, la victoria final de la candidata de Morena, Delfina Gómez’.

‘Un desfase demasiado abultado que ha levantado suspicacias’.

‘La foto de hoy puede acabar notablemente lejos de la realidad de mañana’.

María de las Heras en el durísimo esprint final

No estoy muy de acuerdo con la última afirmación de Jorge Galindo y David Marcial Pérez. Estos periodistas de El País seguramente no han leído lo fundamental que escribió la que quizá ha sido la mejor encuestadora de México, María de las Heras de Polanco —por cierto, familiar del histórico fundador de ese diario español, Jesús de Polanco—.

Un reproche a Jorge y David: su excelente artículo sobre las encuestas habría sido más completo si hubieran incluido los estudios del hijo de María, Rodrigo Galván de las Heras, actual director de la empresa De las Heras Demotecnica.

El promedio de encuestas de SDPNoticias tampoco toma en cuenta los trabajos de Rodrigo porque el criterio de selección de empresas encuestadoras es que publiquen en diarios de papel o digitales; quizá es la hora de corregir tal situación.

María decía que las encuestas son veleidosas y cambian, pero que no están locas como para cambiar tanto. Se demostró en el Estado de México: no se confirmó la ventaja de Morena que algunas encuestas pronosticaban —otras sí fueron más precisas, reitero, como la de MetricsMx de SDPNoticias y la de Lorena Becerra de Reforma—, pero en realidad ninguna encuesta falló al pronosticar ganadora.

Ni siquiera fallaron en el sonado caso de 2012 en Milenio TV, cuando era una televisora relevante gracias a Ciro Gómez Leyva. Una tracking diario realizado por GEA/ISA pronosticó una gran ventaja para Enrique Peña Nieto. No se confirmó, hubo un escándalo y Ciro tuvo que disculparse. Pero lo cierto es que no falló ni en el ganador ni el segundo y tercer lugares.

Sí, es verdad, el resultado oficial de la encuesta de Morena puede ser distinto al promedio de encuestas que en este momento conocemos.

Puede, en efecto, reducirse la ventaja de Claudia sobre Marcelo, pero también puede incrementarse.

Sin duda Ebrard sabe competir y es listo al actuar como político gandalla —aprendió el oficio en el PRI de Carlos Salinas—; gandalla, sí, como se vio con su renuncia anticipada.

Pero la escuela de Claudia también le capacitó para no dejarse. Se formó en las asambleas de los movimientos universitarios de protesta, que suelen ser más competitivas y difíciles de dirigir que las reuniones partidistas en las que solo se sigue la línea del jefe, como en el sexenio salinista.

Si Ebrard ataca para tratar de alcanzar a Claudia en la subida final, este mujer en principio seguirá al ritmo que la ha mantenido líder y, en caso de necesidad —o si se presenta la oportunidad—, también acelerará, aunque con prudencia porque la ventaja es de ella, como lo hizo con el apoyo masivo de gente relevante de Morena el último día en que legítimamente podía recibirlo.

Por cierto, gobernadoras y gobernadores que dieron su apoyo a Claudia borraron sus tuits. Una tontería que lo hicieran. Los tuits valen solo en el momento en que se difunden. Después nadie los ve, nadie los pela. Y, bueno, las notas y el debate acerca de quienes respaldan a Sheinbaum ahí siguen en los medios y seguirán en artículos de todo tipo

Antes se decía que no había nada más viejo que el periódico de ayer. Hoy lo más viejo en el universo es el tuit de hace un minuto.



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