Versión estenográfica. Entrega de obras del patrimonio cultural de Tlaxcala
Acto encabezado por el presidente Anbdrés Manuel López Obrador desde Tlaxcala
Domingo 18 de febrero de 2024
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos, de Tlaxcala:
Me da mucho gusto estar de nuevo en Tlaxcala, este estado que conozco desde hace muchos años y quiero mucho. Conozco todas las comunidades, los pueblos, todos los municipios de Tlaxcala.
Ahora me acordaba de Tepeyanco —lo menciono en mi reciente libro— porque cuando visité todos los municipios de Tlaxcala me llamó mucho la atención que, en el atrio, en la plaza, hay sembrados árboles frutales, aguacates y lo que se cosecha de aguacates y de frutales se utiliza para el mantenimiento de la plaza. Eso es único. Eso no lo observé visitando los cerca de dos mil 500 municipios que tiene nuestro país.
También me da gusto que se haya incluido en la rehabilitación, la parroquia, el templo de Tecoac, ese es otro lugar histórico. Muchos desconocen, pero siempre tenemos que hablar sobre la historia, que es la maestra de la vida, porque si no sabemos de dónde venimos no sabemos saber hacia dónde vamos.
Ahí en Tecoac se llevó a cabo una batalla decisiva: gobernaba el presidente Lerdo —esto, en 1876—, y el ejército federal del presidente Lerdo enfrentó al ejército rebelde de Porfirio Díaz, en Tecoac. Y en esa batalla triunfa el ejército del Plan de Tuxtepec, el ejército encabezado por Porfirio Díaz. Y a partir de ahí toman el poder los porfiristas. Esa derrota fue decisiva y desde 1876 hasta 1911 se mantiene en el poder Porfirio Díaz, 34 años. Por eso Tecoac es muy importante.
Además, en ese episodio, la gente, que es tan buena en Tlaxcala y en todo México, creyó a Porfirio Díaz, porque tenían un problema los campesinos de Tecoac, como siempre, con la hacienda, porque siempre había la pugna, la confrontación entre las haciendas y los pueblos: las haciendas querían absorber a los pueblos, no sólo por sus tierras, sino para convertir a los campesinos en peones acasillados, porque hacía falta, decían que el problema de México en ese entonces, porque se diezmó mucho la población con las pandemias, era la falta de brazos. Pero las comunidades se defendían y siempre existía esa rivalidad.
Bueno, Porfirio Díaz, antes de la batalla, se subió a una mesa y le dijo a los campesinos de Tecoac: ‘Si ustedes me ayudan en esta batalla, cuando yo triunfe en el pleito, las diferencias, la disputa que tienen con la hacienda, yo voy a estar de parte de ustedes’.
Los campesinos le ayudaron, pero él no cumplió, fue hasta que vino la revolución y el que sí cumplió fue el movimiento encabezado por Emiliano Zapata, ellos sí cumplieron.
Pero me da, también, mucho gusto que se mencionó a Contla. Fíjense, yo pasé el año nuevo en Contla en 1990. Y también es una historia importante porque en ese entonces estábamos en la oposición y no nos querían reconocer un triunfo en el municipio de Cárdenas, Tabasco, que es el segundo municipio más importante en el estado.
Y para evitar la confrontación, para evitar la violencia, porque nuestro movimiento siempre ha sido pacífico, decidimos: en vez de tomar palacios y de exponer a la gente, decidimos evadir el acoso y caminar desde Tabasco a la Ciudad de México en lo que llamamos el Éxodo por la Democracia. Y ahí en Contla dormimos, y nos trataron muy bien, siempre en Tlaxcala mucha solidaridad.
Y yo admiro mucho al pueblo de Tlaxcala porque es un pueblo trabajador, laborioso, es excepcional. Ustedes porque ya lo saben, están acostumbrados, pero es poca la tierra que tienen la mayoría de los campesinos, y en minifundios, ahí tienen su maíz, ahí cultivan la tierra, pero también en el patio animales de corral, ahí hay chivos, a veces las vacas; y todavía dentro de la casa, el telaje. Es una economía completamente integrada, única, es de los pueblos más trabajadores del mundo el pueblo de Tlaxcala.
Y aquí podría seguir hablando de Tlaxcala, pero ya termino con dos cosas:
Primero, diciéndoles que vamos a continuar con todos los Programas de Bienestar. En el tiempo que nos queda vamos a seguir apoyando a la mayoría del pueblo, porque ustedes saben que hay que atender a todos, hay que respetar a todos, hay que escuchar a todos, pero la preferencia se le tiene que dar a la gente más necesitada. Por el bien de todos, primero los pobres. Y eso es lo que estamos haciendo en Tlaxcala.
Y felicitarles porque tienen una muy buena gobernadora, Lorena. (Cuellar)
Yo creo que ustedes han tenido suerte, aunque no es nada más la suerte, es también la virtud. Decía un filósofo, Maquiavelo, que la política era virtud y fortuna, virtud y suerte. Ustedes tienen la virtud de que la gente en Tlaxcala está muy despierta, es muy consciente; entonces, los gobernantes se tienen que portar bien, ¿verdad? Entonces, por eso, por esa virtud han tenido la suerte de contar con buenos gobernantes en Tlaxcala.
Aquí me acompaña, porque lo invité, no en su cargo como legislador, como mi amigo, Antonio Álvarez Lima, que está aquí. Y lo invité porque… Y eso no es sólo una decisión de él o fue una decisión de origen que él tomó, pero que han continuado todos los gobernadores de Tlaxcala: se estableció por ley que el gobierno del estado no debe de contratar deuda, y es el único estado de la República que el gobierno no tiene deuda.
Agradecerle al señor obispo por su participación, su apoyo; a todos los sacerdotes a quienes se dedican a impulsar la religión. Es importante dejar en claro que el Estado laico no significa prohibir las religiones; al contrario, el Estado laico es libertad religiosa, que se respeten todas las religiones, todas las creencias. Y para que quede bastante claro: el presidente Juárez era, por las circunstancias, porque se necesitaba en ese entonces, llegó a ser anticlerical, pero nunca, nunca antirreligioso, jamás antirreligioso. Y eso a veces no se sabe o no se entiende.
Nosotros tenemos que ser muy respetuosos de las creencias de nuestro pueblo. Un liberal radical, ‘el Nigromante’, Ignacio Ramírez ‘el Nigromante’, liberal, fue hasta excomulgado cuando el movimiento de Reforma. Pero decía: ‘Soy liberal, pero yo me hinco donde hinca el pueblo’.
Por eso, nos da mucho gusto estar aquí y poder constatar que se están rehabilitando todos los templos afectados por el temblor del 2017, como mil templos en toda la República, con una inversión, que no gasto, de 10 mil millones de pesos. Vamos a terminar nuestro gobierno y vamos a entregar todas las parroquias, todos los templos a los pueblos de México.
Muchísimas gracias, muchas gracias de todo corazón.
MODERADOR: Les solicitamos guardar el debido respeto para entonar nuestro Himno Nacional Mexicano.
(HIMNO NACIONAL MEXICANO)
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