17 jul 2008

¡No a la decisión de la CIJ!, Texas

El Tribunal Internacional de Justicia (TIJ), máximo órgano jurídico de la ONU, con sede en La Haya, ordenó a EE UU que paralice temporalmente la ejecución de cinco mexicanos condenados a muerte por diversos delitos en el estado de Texas.
La decisión permitirá a la corte internacional aclarar, antes de que los presos hayan sido ajusticiados, la disputa que enfrenta a México y EE UU en virtud de la denominada sentencia Avena. Dictada en 2004 por el propio tribunal, exigía la revisión de las sentencias de 51 reclusos mexicanos que no recibieron asistencia consular al ser detenidos en suelo estadounidense, tal y como prevé la Convención de Viena de 1963. Tanto Washington como México han firmado dicho texto, pero Texas no se considera sujeta a la justicia internacional.
De inmediato, Texas dijo que NO acatará la orden de la CIJ y que seguirá el proceso que culminará en su ejecución, el primero el 5 de agosto.
"Nada va a cambiar por lo que diga un tribunal extranjero", dijo a la agencia Efe Robert Black, el portavoz del gobernador, Rick Perry.
Black señaló que el estado de Texas no está obligado a cumplir el dictamen de la CIJ. Además.
el Tribunal Supremo ya ha dictaminado que Texas no está sujeto a tribunales extranjeros", insistió el vocero.
Desde que Perry asumió como gobernador ha permitido la ejecución de 168 reos, una cifra récord, pero las ejecuciones de mexicanos estaban suspendidas en ese estado, como en el resto del país, después de que México iniciara el caso ante la CIJ en 2003.
De hecho, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, quien negó clemencia a 152 reos cuando era gobernador de Texas, se ha visto forzado a colocarse en la incómoda posición de instar a los estados a seguir las sentencias de la Corte de La Haya.
Black afirmó que ni siquiera Bush pide a Texas que detenga las ejecuciones cambiaría la postura del estado.
Pero algo se puede hacer, en estas tres semanas que faltan.
La decisión de la Corte mundial pesa moralmente. La Corte es el brazo judicial de la ONU para resolver disputas entre naciones. Sus decisiones so obligatorias y finales, y rara vez no se actana. Pero, hay que decirlo, no tiene dientes, es decir, poderes para que se apliquen.
Clemencia pide la CNDH
Por lo pronto, la CNDH envió a la Junta de Perdones del Estado de Texas, una solicitud de clemencia en favor de José Ernesto Medellín Rojas. Nuestro ombudsaman solicitó a los integranres del Comité de Clemencia Ejecutiva que recomienden al gobernador Rick Pery -Republicano-, se conmute la sentencia por prisión. Mediante un escrito dirigid a la presidenta de dicho Junta, Rissie L. Owens, se manifestó que en este asunto se debe tomar en cuenta que el 31 de marzo de 2004, en el expediente conocido como "Caso Avena y otros nacionales mexicanos", la Corte Internacional de Justicia determinó que se violó el derecho del señor Medellín Rojas a la debida notificación y asistencia consular que previene el artículo 36 de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares.
"Los Estados Unidos de América han reconocido esta obligación internacional, y la Corte Suprema de Justicia, en el caso "Medellín -vs- Texas", sostuvo que el Congreso debe legislar para cumplir ese tipo de compromisos. Por tanto, de llevarse a cabo la ejecución de la sentencia, sin que nuestro connacional reciba la garantía a que tiene derecho conforme a la Convención de Viena, sin duda quedaría debilitada la autoridad de las instituciones que velan por el cumplimiento de la legislación internacional, y de los países que se comprometieron a cumplirla", agrega e texto de la CNDH.
Pero - a menos que suceda algo-, Todo apunta para que el 5 de agosto, una mezcla de cloruro de potasio y otras dos sustancias químicas detendrán el corazón de José Medellín por violar y estrangular a dos adolescentes en 1993, a menos que el asesino mexicano obtenga la clemencia de Rick Perry.
Esperemos que asi sea.

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