21 ago 2008

El IFE de la seguridad pública

Columna Itinerario Político/Ricrdo Alemán,
Publicado en El Universal (www.eluniversal.com.mx), 21 de agosto de 2008
2009: ¿Elección de la seguridad?
No son pocos los escépticos sobre las bondades de un encuentro de emergenciaHoy conoceremos al secretario técnico del Consejo Nacional de Seguridad Pública
Políticos al fin y al cabo, hoy veremos a gobernantes, líderes parlamentarios y judiciales enfrascados en un teatro monumental sobre la seguridad pública que, sin exagerar, podría ser
el tema electoral para 2009.
Como se sabe, hoy se reúne el Consejo Nacional de Seguridad Pública —que convoca a mandatarios estatales, al Presidente, al jefe del GDF, a líderes parlamentarios y del Poder Judicial—, luego del “¡Ya basta!” ciudadano surgido del secuestro y crimen de Fernando Martí.
Y con razón no son pocos los escépticos sobre las bondades de un encuentro convocado de emergencia ante la presión social y los preocupantes vacíos de poder. Abundan quienes aseguran que se trata de una respuesta no sólo tardía, sino tibia, insuficiente y menor, sobre todo frente al tamaño del problema de la inseguridad.
Sin embargo, hasta la noche de ayer eran muchos los indicios de que hoy no sólo veremos un espectáculo mediático que reunirá a buena parte de la República, sino el nacimiento de una novedosa estructura de seguridad pública, con un eje articulador de los tres poderes y los tres órdenes de gobierno. Vimos que se decretó el fin de un despropósito heredado por el foxismo —se le dio la puntilla al poderoso secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública—, entregado por el calderonismo al grupo político de Elba Esther Gordillo en la persona de su delfín Roberto Campa Cifrián.
Hasta anoche nadie conocía el tamaño del pacto federal que hoy posiblemente se firmará entre los integrantes del consejo, pero por lo pronto el Diario Oficial dio cuenta de la reforma y debilitamiento del hasta hoy poderoso “secretariado ejecutivo” del Sistema Nacional de Seguridad Pública. ¿A qué nos referimos? Ayer, el Diario Oficial publicó el decreto —que hoy entra en vigor— por el cual el presidente Calderón reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones del Reglamento del secretariado ejecutivo del SNSP. ¿Y eso qué?, preguntaría un mortal.
Casi nada, que el secretario ejecutivo del SNSP, Campa —hombre de Gordillo, al que la profesora regaló la candidatura presidencial del Panal en 2006—, no lo será más, ya que el artículo primero del reglamento de ese secretariado fue reformado por decreto, se le quita el carácter fundamental de “órgano administrativo desconcentrado… con autonomía técnica y administrativa”, además de que se derogó el artículo 18, que regulaba el manejo presupuestal. Para efectos prácticos, desaparece el secretariado ejecutivo, como lo creó el gobierno de Fox, y que fue severamente criticado, ya que además de ser el centro de reparto presupuestal federal, era un poderoso centro de poder político.
¿Por qué se acabó con ese centro de poder en materia de seguridad pública y política? Porque, como dijimos en el Itinerario Político del martes, el Presidente firmó el decreto que valida la reforma constitucional en materia penal aprobada por el Congreso en semanas anteriores. Esa reforma establece la designación, para el 19 de agosto, del secretario técnico del Consejo Nacional de Seguridad Pública.
¿Qué es el secretario técnico del CNSP? Pues según la reforma, y la nueva estructura creada para ello, ese cargo es el del verdadero jefe operativo de la seguridad nacional; una suerte de IFE para la seguridad pública, encargado de coordinar los esfuerzos de los tres poderes y los órdenes de gobierno, con facultades, entre otras, para regular y evaluar la selección, formación, ingreso y certificación de policías de todo el país, y crear las bases de datos de criminales y policías.
¿Y quién ocupará ese cargo? En el mismo Itinerario Político señalamos que los tiradores eran muchos, y que el jaloneo por el control de ese nuevo centro de poder había provocado la guerra declarativa de priístas contra Calderón, la guerra entre priístas y elbistas y hasta que los amarillos pretendieran meter la mano. Entre los que fueron señalados aparecían el propio Campa —quien adimitió la posibilidad de ocupar el cargo—, César Camacho Quiroz, priísta y padre de la reforma penal; Emilio Rabasa, hombre de Beltrones; Gerardo Lavega, delfín del procurador Medina Mora; y Moisés Moreno, hombre del Presidente. Ayer se sumó a los potenciales ocupantes del cargo José Luis Santiago Vasconcelos, ex subprocurador de la PGR.
Hoy sabremos quién será el secretario técnico del Consejo Nacional de Seguridad Pública, verdadero jefe operativo de la seguridad a nivel federal. ¿Pero será suficiente? En todo caso, todos esperamos una acción decidida en torno a la lucha contra el crimen organizado y sus flagelos; y la ya cercana elección para renovar la Cámara de Diputados tendrá en la seguridad pública uno de sus ejes fundamentales. El partido que saque mayor raja política de ese tema podría resultar ganancioso.

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