Bernard Barker, uno de los 'fontaneros' del 'caso Watergate'
Como agente de la CIA intentó derrocar a Fidel Castro en los sesenta
DAVID ALANDETE
Como agente de la CIA intentó derrocar a Fidel Castro en los sesenta
DAVID ALANDETE
El País, 13/06/2009;
En 1972, una operación secreta e ilegal liderada por Bernard L. Barker desencadenó una serie de eventos que acabó con la dimisión en 1974 del entonces presidente de Estados Unidos, Richard Nixon. Aparte de ser uno de los fontaneros que entró en la sede del Partido Demócrata del Hotel Watergate con el conocimiento y aprobación de Nixon, Barker era un héroe para el exilio anticastrista en Miami, porque, siendo agente de la CIA, trató de derrocar a Fidel Castro en los años sesenta. Falleció el 5 de junio en Miami, a los 92 años, de cáncer de pulmón.
Barker, que de pequeño recibió de su familia el sobrenombre de Macho, era de hecho un exiliado cubano. Nació en La Habana en el emblemático año revolucionario de 1917, de madre cubana y padre estadounidense. Se alistó en 1942 y luchó en la II Guerra Mundial. Los alemanes lo capturaron y estuvo 18 meses en un campo de detención. En 1945 volvió a Cuba, donde fue policía con el dictador Fulgencio Batista. "Siempre me he relacionado con los paramilitares, el movimiento de inteligencia y la gente que vive según sus normas", dijo a The New York Times en 1972. "Ni siquiera me fío de los políticos".
Tras la revolución se refugió en el exilio anticastrista de la calle Ocho de Miami. Con su experiencia, encontró acomodo en el FBI y la CIA. Como agente asociado a la CIA, participó en la invasión de la Bahía de Cochinos de 1961, un desastre militar y estratégico que se saldó con la captura de 1.200 exiliados y su humillante regreso a EE UU a cambio de 53 millones de dólares en comida y ayuda médica.
Barker regresó a Miami y en junio de 1972 fue detenido, con otros cuatro hombres, en la sede del Partido Demócrata en el Hotel Watergate de Washington, escondido bajo una mesa, con 100 dólares en el bolsillo. Cuando un comité especial del Senado le interrogó, dijo que estaba allí "para cumplir órdenes, no para pensar" y que buscaba pruebas para demostrar que el Partido Demócrata recibía fondos del Gobierno cubano. El FBI y el Senado demostraron que la chapuza del Watergate era una operación de espionaje contra el contrincante demócrata de Nixon en 1972, George McGovern. Barker, condenado a seis años, cumplió 18 meses.
Hay quien dice que nunca perdonó a Kennedy que ordenara la retirada de la Bahía de Cochinos. "Las teorías de la conspiración han relacionado desde hace tiempo a Barker con el asesinato del presidente John F. Kennedy, que retiró el apoyo aéreo en Bahía de Cochinos, condenando la misión al fracaso", publicó el Miami Herald. Su hija negó este extremo y aclaró que, según su padre, Castro estaba tras el asesinato de Kennedy, y añadió: "Su lucha por la verdadera libertad duró hasta el final, y siempre lamentó no poder ver una Cuba libre".
Barker, que de pequeño recibió de su familia el sobrenombre de Macho, era de hecho un exiliado cubano. Nació en La Habana en el emblemático año revolucionario de 1917, de madre cubana y padre estadounidense. Se alistó en 1942 y luchó en la II Guerra Mundial. Los alemanes lo capturaron y estuvo 18 meses en un campo de detención. En 1945 volvió a Cuba, donde fue policía con el dictador Fulgencio Batista. "Siempre me he relacionado con los paramilitares, el movimiento de inteligencia y la gente que vive según sus normas", dijo a The New York Times en 1972. "Ni siquiera me fío de los políticos".
Tras la revolución se refugió en el exilio anticastrista de la calle Ocho de Miami. Con su experiencia, encontró acomodo en el FBI y la CIA. Como agente asociado a la CIA, participó en la invasión de la Bahía de Cochinos de 1961, un desastre militar y estratégico que se saldó con la captura de 1.200 exiliados y su humillante regreso a EE UU a cambio de 53 millones de dólares en comida y ayuda médica.
Barker regresó a Miami y en junio de 1972 fue detenido, con otros cuatro hombres, en la sede del Partido Demócrata en el Hotel Watergate de Washington, escondido bajo una mesa, con 100 dólares en el bolsillo. Cuando un comité especial del Senado le interrogó, dijo que estaba allí "para cumplir órdenes, no para pensar" y que buscaba pruebas para demostrar que el Partido Demócrata recibía fondos del Gobierno cubano. El FBI y el Senado demostraron que la chapuza del Watergate era una operación de espionaje contra el contrincante demócrata de Nixon en 1972, George McGovern. Barker, condenado a seis años, cumplió 18 meses.
Hay quien dice que nunca perdonó a Kennedy que ordenara la retirada de la Bahía de Cochinos. "Las teorías de la conspiración han relacionado desde hace tiempo a Barker con el asesinato del presidente John F. Kennedy, que retiró el apoyo aéreo en Bahía de Cochinos, condenando la misión al fracaso", publicó el Miami Herald. Su hija negó este extremo y aclaró que, según su padre, Castro estaba tras el asesinato de Kennedy, y añadió: "Su lucha por la verdadera libertad duró hasta el final, y siempre lamentó no poder ver una Cuba libre".
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