Revivió la Santa Muerte/Guillermo Sheridan
El Universal, 25 de agosto de 2009;
La Santa Muerte revivió de manera absolutamente inesperada en su iglesia del barrio de Tepito donde reside desde hace siete años. Según testimonios recabados, la también llamada “La Huesuda Linda”, “La Ojotes Horribles”, la “Niña Blanca” o “La Pinche Calaca”, se encontraba total y perfectamente muerta, por lo que no se descarta un complot.
“Andamos muy consternados” –declaró la obispa Amigdalia Basurto. “Llevamos años luchando por ella, por sus derechos y porque Gobernación la reconozca, y de repente que agarra y revive.” La obispa, quien estaba a cargo de las finanzas personales de la antaño difunta, agregó: “Ahora sí que se nos va a quedar toda la mercancía.”
La Santa Muerte es una iglesia “creada por los pobres para los pobres”, como declara su obispo primado Elvis Canseco, doctor en tanatología, que tuvo la ocurrencia de ponerle copyright a la muerte, por lo que cuenta en la actualidad con varios millones de fieles seguidores en Tepito y en Chicago.
Según información recabada por este reportero, la Santa Muerte comenzó a revivir luego de que un mariachi le cantó las mañanitas por su onomástico.
Luego de escuchar varias veces lo de “despierta mi bien, despierta”, la Calaca tuvo unas temblorinas traqueteantes y unos sudores de resistol 5000 y entró en franca resucitación. El obispo llamó de inmediato una ambulancia que la trasladó al Hospital de Xoco, donde le prestaron los últimos auxilios y le aplicaron una intravenosa de ácido clorhídrico para volverla a matar. Todo fue en balde: sus huesos se empezaron a recubrir de carnita, su calaverita agarró cutis, su naricita de la que carecía le volvió a salir, así como cabello, y por último, para angustia de todos los presentes, exhaló su primer suspiro.
“En un ratito se nos fue, o sea que se nos vino, así nomás. Luego tuvo rigor vitae y hasta se sentó y cuando nos dimos cuenta ya estaba pidiendo su licuadito de plátano”, declaró el obispo Canseco.
Luego de haber revivido, la Santa Muerte se puso su ropita para no dar mala impresión, agarró su Santa Guadaña y se fue a su iglesia, donde confesó ser la primera en hallarse sorprendida. “Francamente no me explico por qué reviví, sobre todo si se considera que soy un esqueleto de resina comprado por internet en www.skeletonmodels.com”, dijo ante sus acongojados discípulos.
En entrevista exclusiva, las autoridades eclesiásticas dijeron temer que pueda ocurrir un cisma de occidente, pues sus feligreses están acostumbrados a venerar “una calaca”, no un maniquí que parece que se escapó de un aparador de una tienda de ropa par dama en el Eje Central. De hecho, al día siguiente de la resurrección ya apareció una nueva iglesia de la Santa Muerte que garantiza que su “Huesudita” nunca va a revivir porque es la legítima, mientras que la que revivió obviamente es espuria.
El obispo primado Elvis Canseco anunció que si la Santa Muerte no se vuelve a morir y regresa muerta y salva a su iglesia, sus fieles organizarán una manifestación a la Secretaría de Gobernación, donde no descartan realizar un bloqueo de avenidas. “No hay derecho”, concluyó
“Andamos muy consternados” –declaró la obispa Amigdalia Basurto. “Llevamos años luchando por ella, por sus derechos y porque Gobernación la reconozca, y de repente que agarra y revive.” La obispa, quien estaba a cargo de las finanzas personales de la antaño difunta, agregó: “Ahora sí que se nos va a quedar toda la mercancía.”
La Santa Muerte es una iglesia “creada por los pobres para los pobres”, como declara su obispo primado Elvis Canseco, doctor en tanatología, que tuvo la ocurrencia de ponerle copyright a la muerte, por lo que cuenta en la actualidad con varios millones de fieles seguidores en Tepito y en Chicago.
Según información recabada por este reportero, la Santa Muerte comenzó a revivir luego de que un mariachi le cantó las mañanitas por su onomástico.
Luego de escuchar varias veces lo de “despierta mi bien, despierta”, la Calaca tuvo unas temblorinas traqueteantes y unos sudores de resistol 5000 y entró en franca resucitación. El obispo llamó de inmediato una ambulancia que la trasladó al Hospital de Xoco, donde le prestaron los últimos auxilios y le aplicaron una intravenosa de ácido clorhídrico para volverla a matar. Todo fue en balde: sus huesos se empezaron a recubrir de carnita, su calaverita agarró cutis, su naricita de la que carecía le volvió a salir, así como cabello, y por último, para angustia de todos los presentes, exhaló su primer suspiro.
“En un ratito se nos fue, o sea que se nos vino, así nomás. Luego tuvo rigor vitae y hasta se sentó y cuando nos dimos cuenta ya estaba pidiendo su licuadito de plátano”, declaró el obispo Canseco.
Luego de haber revivido, la Santa Muerte se puso su ropita para no dar mala impresión, agarró su Santa Guadaña y se fue a su iglesia, donde confesó ser la primera en hallarse sorprendida. “Francamente no me explico por qué reviví, sobre todo si se considera que soy un esqueleto de resina comprado por internet en www.skeletonmodels.com”, dijo ante sus acongojados discípulos.
En entrevista exclusiva, las autoridades eclesiásticas dijeron temer que pueda ocurrir un cisma de occidente, pues sus feligreses están acostumbrados a venerar “una calaca”, no un maniquí que parece que se escapó de un aparador de una tienda de ropa par dama en el Eje Central. De hecho, al día siguiente de la resurrección ya apareció una nueva iglesia de la Santa Muerte que garantiza que su “Huesudita” nunca va a revivir porque es la legítima, mientras que la que revivió obviamente es espuria.
El obispo primado Elvis Canseco anunció que si la Santa Muerte no se vuelve a morir y regresa muerta y salva a su iglesia, sus fieles organizarán una manifestación a la Secretaría de Gobernación, donde no descartan realizar un bloqueo de avenidas. “No hay derecho”, concluyó
No hay comentarios.:
Publicar un comentario