IFE: Una terna partidizada/
Jesusa Cervantes
Proceso # 1775, 7 de noviembre de 2010;
Empantanadas las negociaciones para nombrar a los últimos tres de los nueve consejeros electorales, las diferencias entre los diputados del PRI, PAN y PRD son cada vez más exacerbadas. Mientras el presidente veta a uno de los candidatos impulsados por los panistas, los perredistas acusan al PRI de querer apropiarse de dos de los tres cargos. Diputados que participan en las negociaciones sostienen que el Instituto Federal Electoral está en la antesala de una crisis más grave aun que la de 2006 con un riesgo claro de que el problema se tripartidice.
A raíz de los controvertidos resultados de los comicios presidenciales de 2006, la credibilidad del Instituto Federal Electoral (IFE) quedó en entredicho, por lo que al año siguiente PRI, PAN y PRD decidieron impulsar una reforma electoral para renovar de manera escalonada a los nueve consejeros de ese organismo.
En la última etapa, en la que aún falta por sustituir a un tercio de los consejeros que se encargarán de organizar las elecciones presidenciales de 2012, las negociaciones entre los tres partidos políticos están entrampadas. Y aun cuando los tres últimos consejeros de la cuestionada elección de julio de 2006 concluyeron su gestión el pasado 30 de octubre, la Cámara de Diputados todavía no logra el consenso para designar a sus sucesores.
El panorama se complica ahora que los legisladores de San Lázaro se preparan a discutir el presupuesto para 2011; en tanto, los panistas están inmersos en los comicios internos para votar por su próximo dirigente nacional.
En el forcejeo por designar a los tres futuros consejeros electorales, el presidente Felipe Calderón está ejerciendo su derecho de veto, mientras que los priistas presionan para quedarse con dos de las tres posiciones.
Consultados por Proceso, legisladores que participan en las negociaciones comentan que existe el riesgo de que se reedite el error de distribuir las tres posiciones con base en cuotas partidistas, lo que abriría la puerta a una nueva crisis política institucional, mayor aun que la de 2006.
Los coordinadores parlamentarios de San Lázaro y el presidente Calderón Hinojosa se autoimpusieron un “no plazo” para designar a los sucesores de Arturo Sánchez, Marco Antonio Gómez Alcántara y Virgilio Andrade Martínez, aunque es factible que en los próximos días lleguen a un acuerdo. Sánchez es filopanista e incluso es compadre de Juan Molinar Horcasitas, actual secretario de Comunicaciones y Transportes; Gómez Alcántara llegó al IFE con el respaldo del PVEM, pero se le conoce por su cercanía con el presidente Carlos Salinas de Gortari, y Andrade Martínez era una pieza de PRI.
Durante la primera parte del proceso de selección, la Comisión de Gobernación, presidida por el panista Javier Corral, logró que, por unanimidad, los partidos confeccionaran una lista de 17 finalistas.
De ellos, el PRI propuso ocho: Elvia Amezcua Fierros, Leonardo Duque Roquero, Adriana Favela Herrera, Areli Gómez González, Juan Manuel Herrero Álvarez, Enrique Ochoa Reza, Francisco Javier Osornio Corres y Cecilia Tapia Mayans; el PAN, cinco: Ciro Murayama Rendón, David Gómez Álvarez, Leticia Santín del Río, Alberto Alonso y Coria y Jacinto Silva Rodríguez; el PRD, tres: Emilio Álvarez Icaza, Salvador Guerrero Chiprés y Areli Cano, y el PVEM, uno: José Félix Cerezo Vélez
Los forcejeos
La fracción del PAN manifestó su respaldo a Murayama Rendón, quien tiene experiencia en el ámbito electoral pues trabajó en el IFE como asesor de José Woldenberg durante siete años. Allegado a intelectuales como Rolando Cordera y Ricardo Becerra, Murayama tiene “talante”, comentó el diputado Javier Corral.
Sin embargo, cuando la coordinadora de los diputados del PAN, Josefina Vázquez Mota, comunicó a la Presidencia de la República la decisión de los 143 legisladores de su partido, vino la orden de Presidencia: “El candidato es Jacinto, no Murayama ni ningún otro”. Jaime Cárdenas Gracia, diputado por el PT y exconsejero del IFE, declaró que el veto a Murayama llegó desde Los Pinos.
Legisladores panistas que participan en la negociación admiten que fueron presionados mediante llamadas telefónicas aunque omiten proporcionar nombres. Uno de los entrevistados por Proceso sostiene: “Siguen teniendo resistencia en Los Pinos. Lo único que nos dicen es: ‘Se dice que es un asunto personal’, pero no nos presentan argumentos técnicos o de filias políticas.
“Hemos tenido presión a morir porque Los Pinitos quiere a Jacinto. No sabemos exactamente el motivo del veto; sólo que Lía Limón (exesposa de Juan Carlos Ugalde, quien era presidente del IFE en 2006) fue la principal opositora”. Limón es muy allegada a Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón.
Para el petista Cárdenas Gracia, el retraso en la designación de los tres nuevos consejeros electorales complicó el panorama al PAN, que ahora está más preocupado por elegir a su dirigente nacional. Según él, ahora las corrientes internas de Acción Nacional tratan de ganar espacios en el IFE, lo que contaminará aún más la elección.
El diputado Sebastián Lerdo de Tejada, quien participa en las negociaciones para designar a los consejeros electorales por parte del PRI, asegura que la coordinadora Vázquez Mota y el vicecoordinador Carlos Alberto Pérez Cuevas eran los panistas más activos en las discusiones, pero a partir del lunes 1 el presidente Calderón introdujo al diputado Roberto Gil Zuarth. Desde entonces, él ha participado en todas los encuentros, incluso en los que se realizan fuera del recinto legislativo.
Algunos legisladores priistas aseguran que ya no saben con cuál camiseta opera la coordinadora de los diputados del PAN. No se sabe, dice uno de los consultados, “si lo hace como presidenta de la Junta de Coordinación Política o como coordinadora panista o como precandidata presidencial. Parece que juega con dos caretas: una con el PAN y otra con nosotros (los del PRI)”.
El jueves 4, el coordinador del PRI, Francisco Rojas Gutiérrez, “mandó decirle a la señora, a través de Lerdo de Tejada, que él ha sido muy caballero y no ha querido evidenciarla públicamente, pero ya es hora de que asuma su papel de presidenta de la Junta; por ley, a ella le corresponde buscar los consensos”, añade el legislador priista.
Con su injerencia para impulsar la candidatura de Jacinto Silva Rodríguez, el presidente Calderón olvida que durante la gestión de José Woldenberg en el IFE, en el organismo electoral las decisiones se tomaban por consenso, no por imposición.
Silva Rodríguez, oriundo de Jalisco, se desempeñó como contador mayor de Hacienda en el gobierno de esa entidad durante la gestión de Alberto Cárdenas (1995-2001). Él pertenece a la fracción conservadora de los panistas jaliscienses.
Durante su paso por el gobierno del estado, a Silva se le señaló como protector de panistas implicados en irregularidades en el manejo de los recursos, particularmente en el ayuntamiento de Zapopan. En 2002, cuando Silva pasó al Consejo General del Poder Judicial de Jalisco, se filtró a la prensa un documento en el cual se le implicó en un desvío de 6 millones de pesos para el equipamiento de los juzgados.
Además de Silva, el PAN tiene otra carta fuerte: David Gómez Álvarez, quien fue asesor del exconsejero del IFE Mauricio Merino.
Contra el agandalle priista
En la bancada del PRI, aun con sus pugnas internas, sus integrantes presionan para quedarse con dos de los tres futuros consejeros electorales. Desde el principio, los priistas han mencionado a Areli Gómez y a Enrique Ochoa Reza.
A Gómez, hermana del vicepresidente de Televisa, Leopoldo Gómez, y quien estuvo como encargada de la Fiscalía Especial para Atender Delitos Electorales (Fepade) hasta el 30 de junio pasado, la respalda Beatriz Paredes Rangel, la dirigente nacional del PRI.
Ochoa, por su parte, aun cuando tiene amistad con Paredes Rangel se le vincula más con el gobernador mexiquense; además, fue secretario de la presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, María del Carmen Alanís, quien es cercana al senador Manlio Fabio Beltrones y a Margarita Zavala.
El 28 de octubre, los priistas de Oaxaca y Puebla se rebelaron y dijeron que no están dispuestos a apoyar a Areli Gómez porque consideran que sería una pieza de Televisa en el IFE. El diputado oaxaqueño Elpidio Concha Arellano se quejó porque, dijo, su coordinador, Francisco Rojas Gutiérrez, no ha consultado a las bases del partido.
A su vez, hasta el viernes 5 el PRD había propuesto a Emilio Álvarez Icaza como primera opción y a Salvador Guerrero Chiprés como segunda. Álvarez Icaza fue presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal entre 2001 y 2009. Durante su gestión tuvo desencuentros con Andrés Manuel López Obrador cuando el tabasqueño estuvo al frente del gobierno capitalino; además, es gran amigo de dos de los actuales consejeros del IFE: Leonardo Valdez Zurita y Alfredo Figueroa Fernández.
El PRI, a su vez, puso sobre la mesa una nueva propuesta: la de Enrique Ochoa Reza, candidato “inamovible, no negociable”, y cinco nombres: Areli Gómez, Margarita Favela Herrera, Juan Manuel Herrero, Cecilia Tapia y Leonardo Duque. Según los priistas, las demás fracciones parlamentarias podrán vetarla.
Favela Herrera, quien encabeza la lista, es magistrada de la sala regional de Toluca, Estado de México, y su candidatura la impulsan los diputados mexiquenses, así como Emilio Chuayffet Chemor, exdirector del Registro Federal Electoral y quien introdujo la credencial electoral con fotografía cuando estaba al frente de la Secretaría de Gobernación. Tapia y Duque, por su parte, son excolaboradores de la actual presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, María del Carmen Alanís Figueroa.
El PRD se molestó porque en las negociaciones del miércoles 3 y jueves 4 el PRI insistió en sus dos propuestas. Sin embargo, Sebastián Lerdo de Tejada los criticó por su visión “reduccionista”, ya que actúan con la lógica de que hoy se están renovando sólo tres de los nueve espacios en el Consejo General del IFE.
“No se trata de vetar a nadie, es un tema de espacios. Nosotros no jugamos a ser inamovibles, sino que estamos ofreciendo que se escoja entre un conjunto de opciones” para designar a los tres nuevos consejeros electorales, dijo Lerdo de Tejada.
Pero el PRD insiste en que si el PRI se queda con dos de las tres posiciones, se reeditará el caso de 2003, que derivó en una crisis institucional en 2006. Sólo que esta vez existe el riesgo de que la elección se tripartidice.
Por la composición actual del IFE, a dos de los seis consejeros en funciones se les identifica con el PRI a través del senador Manlio Fabio Beltrones, Javier Guerrero Aguirre y Marco Antonio Baños. Si el partido obtiene dos posiciones más, tendrían cuatro de nueve; por eso el PRI se muestra tan avasallante, dice a la reportera un allegado al mexiquense Enrique Peña Nieto.
El PAN, que ya tiene dos posiciones, Benito Nacif y Macarita Elizondo, podría obtener otra. Y el PRD, que ya cuenta con Alfredo Figueroa, podría concretar la de Álvarez Icaza, quien podría tener ascendencia sobre Leonardo Valdés, que hoy ya no es confiable para el PRD, comenta el exconsejero Jaime Cárdenas Gracia.
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