11 ene 2012

Josefina es la candidata/ Ricardo Alemán

Josefina es la candidata/ Ricardo Alemán  
Columna Itinerario Político en Excélsior, 11 de enero de 2012.
Abundan las señales de que también en Los Pinos se habrían convencido de que la candidata presidencial del PAN es Vázquez Mota.
Más allá de  las encuestas de 2012 que la confirman como puntera entre los presidenciales del PAN —y como la mejor colocada cuando se miden los negativos—, lo cierto es que abundan las señales de que también en Los Pinos se habrían convencido de que la candidata presidencial del PAN se llama Josefina Vázquez Mota.
Y es que a partir del formidable dique que construyeron los distintos grupos políticos de Acción Nacional —para impedir que desde Los Pinos se impusiera a Ernesto Cordero— y de la creciente aceptación que tiene entre los electores, en general, la candidatura de Vázquez Mota, todo indica que en la casa presidencial se llegó a la conclusión de que no hay vuelta de hoja: el PAN tendrá su primera mujer candidata a la Presidencia.
Eso no significa que, a partir de hoy, en Los Pinos, decidan hacer fiesta o lanzar las campañas al vuelo por la primera mujer aspirante presidencial. No, resulta que en Los Pinos simple y llanamente han dado la instrucción con el fin de que el político mejor calificado para ello se haga cargo de lo que entre los azules se conoce como “el día después”, los priistas lo llaman “la operación cicatriz” y en las tribus de la izquierda se conoce como “planchar los acuerdos”. ¿De qué estamos hablando?
Poca cosa, que en realidad la mudanza de Roberto Gil —quien de la secretaría particular de Felipe Calderón pasó a la coordinación de la campaña de Josefina Vázquez Mota— está muy lejos de ser una señal de crisis en el equipo de campaña de la señora Vázquez Mota —como lo supone la “lógica bananera” de Ernesto Cordero—, sino que es un enroque obligado para preparar “el día después”, la “operación cicatriz” o “planchar” el triunfo de la señora candidata.
O si se quiere desde otro ángulo, resulta que, con todo el aval del huésped de la casa presidencial, desde finales del mes de diciembre se decidió que Roberto Gil dejaría la secretaría particular del presidente Calderón, para encargarse de la coordinación de la campaña de Josefina Vázquez Mota.
Y no, no lo dijimos mal o de manera equivocada: Roberto Gil se encargará “de la coordinación de la campaña”. Y es que, al parecer, en Los Pinos ya entendieron que Ernesto Cordero no creció y no encontró manera de transitar entre el panismo como aspirante presidencial, en tanto que Felipe Calderón se habría convencido de que no era bueno para él y para su partido aparecer como la segunda versión de Vicente Fox, empeñado en imponer a su delfín.
Por eso, y en un retruécano propio de los animales políticos, Felipe Calderón volvió a engañar a todos con la verdad, al mandar a su secretario particular como operador de la campaña de la que será la candidata presidencial, pero con la encomienda inicial de apaciguar a los grupos de los perdedores de la contienda, que serán Santiago Creel y Ernesto Cordero.
Por lo pronto, la tarea inmediata del ex secretario particular de Felipe Calderón —de Roberto Gil— será preparar el terreno y los escenarios ideales para que —entre el PAN de todas las corrientes y de todo el país— resulte exitosa la estrategia del “día después”, para que salga impecable la “operación cicatriz” y sea incuestionable el “planchado político” de la selección del o la candidata presidencial del PAN. Todo ello, una vez que —en la primera vuelta— resulte triunfadora la señora Josefina Vázquez Mota.
De confirmarse la hipótesis, el PAN no sólo tendrá su primera candidata presidencial, sino que habría acertado al seleccionar una opción real a la poderosa candidatura del priista que encabeza todas las encuestas: Enrique Peña Nieto. Pero el asunto se torna aún más crítico para la llamada izquierda. ¿Por qué?
Porque si finalmente Acción Nacional manda a una mujer como candidata, la elección se podría polarizar entre Vázquez Mota y Peña Nieto, lo que podría rezagar a AMLO.
Lo curioso del asunto es que, a la distancia, la señora Vázquez Mota le deberá buena parte de su eventual candidatura, nada menos que a Santiago Creel, el que fue alfil presidencial de Vicente Fox en 2006 y quien combatió al alfil presidencial de Felipe Calderón en 2012.
Paradojas del poder. Por lo pronto, Creel seguirá sin ganar una. Al tiempo.
EN EL CAMINO
Por cierto, que nadie pierda de vista al ex priista y neopanista Diódoro Carrasco, ex gobernador de Oaxaca, ex titular de Gobernación y uno de los políticos de colmillo más largo y retorcido. Siempre se la jugó con Josefina Vázquez Mota y parece que otra vez caerá parado. Va por una interna al Senado y de ahí…

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