19 oct 2012

Exposición: Acervos Artísticos de la Nación

La noche del jueves 18 de octubre el Presidente inauguró la exposición: Acervos Artísticos de la Nación


La mestra Acervos Artísticos de la Nación en Custodia de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en la Galería Nacional del Palacio Nacional.
En esta muestra se podrá admirar con lo mejor del arte mexicano. Está compuesta de 270 obras de importantes creadores como Diego Rivera, Rufino Tamayo, Francisco Zúñiga, Rodolfo Morales, Leonora Carrington, Antonio Ruiz “El Corcito”, Sergio Hernández, Benjamín Domínguez, Gunther Gerzso, Vicente Rojo, Manuel Felguérez, Luis Nishizawa, Ricardo Martínez, Juan Soriano, Sebastián, José Luis Cuevas, Flor Minor, Jorge Marín, Irma Palacios, Maribel Portela y Yolanda Andrade, entre otros.
En 1957, la Secretaría de Hacienda se unió al esfuerzo del Estado mexicano para apoyar a sus artistas a través la figura del Pago en Especie que ha sido un esquema bondadoso en dos sentidos: por una parte facilita a los artistas plásticos efectuar el pago de sus obligaciones fiscales a través de obras de arte de su autoría. Y por la otra, incrementa el acervo cultural de la nación.
El discurso del Pte:
Diputado Jesús Murillo Karam, Presidente de la Cámara de Diputados.
Muy buenas noches, señor Ministro de la Suprema Corte. Muchas gracias por estar aquí.
Distinguidos representantes de los sectores cultural y empresarial.
Muy estimados colaboradores del Gobierno Federal.
Amigas y amigos:
Primero que nada, quiero pedirles una disculpa por mi retraso. Hoy tuvimos una de las recurrentes ceremonias, que son muy solemnes, de Entrega de Credenciales de Embajadores del Cuerpo Diplomático acreditado en México.
Y, probablemente, por la proximidad de la transición, ahora, inusualmente, hubo 16 nuevos Embajadores Acreditados. Entonces, eso nos prolongó más de lo debido la ceremonia. Pero les agradezco muchísimo su paciencia.
Fuera de eso, me da muchísimo gusto el que nos reunamos, el día de hoy, en este magnífico Salón de la Tesorería General de la Nación, o que fue de la Tesorería, para inaugurar esta muestra, muy interesante. No sé si tenga precedentes, pero si los hay, no son muy comunes, del Acervo Artístico de la Nación en Custodia de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Y qué bueno que sea en este espacio, además, que es la Galería Nacional del Palacio Nacional que, quizá, algunos de ustedes o muchos de ustedes no conozcan, pero tendremos oportunidad de ver hoy.
Donde había muchos escritorios, archiveros, archivos vivos y otros muertos. En fin. En los pisos superiores de este recinto. Ahí, hicimos una Galería que, además, tuvo, precisamente, en el año del Bicentenario, prácticamente, un millón y medio de visitantes.
Y aquí, precisamente, en el corazón político de México, se expondrá, a partir de hoy, el Acervo Artístico en Custodia de la Secretaría. Qué bueno.
Como sabemos, México ha sido y es, por fortuna, Patria de magníficos artistas plásticos, desde tiempo muy atrás, desde Cristóbal de Villalpando, Miguel Cabrera, Juan Correa, en el Virreinato; pasando por los grandes pintores universales, José María Velasco, los ya mencionados Diego Rivera, o Rufino Tamayo, más reciente, hasta nuestros máximos exponentes contemporáneos, artistas muy jóvenes, muy poderosos en su talento.
A mí siempre me asombra, por ejemplo, la pictórica oaxaqueña, que florece, como florece en muchas partes del país. En fin.
Y es necesario destacar que a pesar del bagaje artístico tan enriquecedor que nos ha acompañado, por fortuna, a los mexicanos, ese bagaje artístico no siempre está expuesto y no siempre es conocido. Es más, hubo tiempos en la historia de México en los que, incluso, no se tuvo suficiente fe en nuestros pintores.
No deja de ser muy sintomático que justo en el Centenario de la Independencia, por ejemplo, cuando Porfirio Díaz organizó una muestra pictórica, invitó solamente a artistas extranjeros. Probablemente eran las corrientes de la época, ese europeísmo y ese sentido afrancesado de la cosa pública de entonces, lo que sea.
Pero tuvo que venir toda una rebelión de los artistas mexicanos, principalmente de los de la Academia de San Carlos, que encabezaba el Doctor Atl, Gerardo Murillo, para que el régimen de aquel entonces tuviera que incluirlos.
Y con la Revolución misma vendría todo un fenómeno de búsqueda de lo mexicano en el arte, como estoy seguro hubo de búsqueda de lo mexicano en muchos aspectos de la vida nacional.
Había un hambre de descubrirnos o redescubrirnos en nuestra propia identidad, en las postrimerías del movimiento armado de la Revolución.
Y por eso, afortunadamente, en los años 20 se abrieron nuevos cauces al arte. Un pionero de ello, desde el poder, desde el Gobierno, fue el propio Vasconcelos, que estando al frente de la Secretaría de Educación Pública invitó a los pintores, pintores mexicanos, obviamente, a plasmar su arte, y más que su arte, sus ideas, algunas de ellas, ideas, verdaderamente, militantes. No en balde eran varios de ellos, de los grandes muralistas, militantes del Partido Comunista, entonces.
Y plasmaron en las paredes de la Secretaría de Educación Pública y de la Escuela Nacional Preparatoria, también, sus trazos, con los que realmente nació, con toda fuerza, el Muralismo mexicano.
Y para muestra, un gran botón, que es éste mismísimo Palacio Nacional, en cuyas escaleras centrales está el mural enorme de Diego, en donde narra, de manera prodigiosa y contrastante, la historia de México.
Bertrand Wolfe, que fue su biógrafo, señaló con claridad, acerca de Diego Rivera, que sólo un gigante de la fuerza física, de la fecundidad plástica, de gran talento e imaginación audaz y de ilimitada ambición, habría afrontado la inmensa tarea de abarcar, en tres enormes muros, la historia entera de su Patria.
Ese es el mural de Diego de la escalera principal del Patio Central de Palacio, pero hay otros murales de Diego, como ustedes conocen, que están, precisamente, en pisos superiores del propio Palacio. Que, por cierto, acabamos de restaurar en parte los murales y, también, el conjunto visual de esta parte de Palacio. En cualquier momento lo podrán ustedes contemplar.
Y ese apoyo hacia los artistas mexicanos por parte del Estado, que en algún tiempo, no sin controversias, se llegó a llamar el andamio invisible, y que iniciara con Vasconcelos, se vio reforzado en la década de los 40 cuando nace, afortunadamente, el Instituto Nacional de Bellas Artes, que se fijó como misión velar por el cuidado del patrimonio artístico de la Nación.
Y bien pronto después, en 57, la Secretaría de Hacienda se une a este esfuerzo del Estado mexicano para apoyar a sus artistas, a través de la figura de pago en especie.
Efectivamente, el pago en especie ha sido un esquema muy bondadoso en más de un sentido. Por una parte, facilita a los artistas plásticos efectuar el pago de sus obligaciones fiscales, a través de obras de arte de su propia autoría, un pago de sus obligaciones que todos los mexicanos agradecemos, como agradecemos el pago de cualquier obligación fiscal.
Y por otra, incrementa el gran acervo cultural de la Nación en poder y patrimonio de la Nación.
Los artistas plásticos, precursores de la figura de pago en especie, fueron nuestros más grandes artistas plásticos del siglo XX: fue el propio Diego Rivera, fue el Doctor Atl; fueron David Alfaro Siqueiros y Raúl Anguiano, que los vimos, si no me equivoco, en las fotografías que nos acaban de mostrar en el video. En fin.
De esta forma, amigos, desde hace 55 años, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha conformado una magnífica colección de artistas mexicanos y extranjeros, residentes en México, contribuyentes en México, a la cual, además, se han agregado otras obras, generosamente donadas por más artistas, y otras más que han sido, sea, decomisadas, o apropiadas por el Estado en cumplimiento de sus tareas.
Desde 1994, Hacienda expone de manera permanente sus colecciones en el edificio del Antiguo Palacio del Arzobispado. Y por tratarse de un patrimonio que pertenece a todos los mexicanos, decidimos abrir las puertas, nuevamente, de esta Galería Nacional, para realzar la importancia de este acervo y para que este recinto exponga a los más destacados mexicanos.
Qué bueno que así sea, y qué bueno que estemos entregando la Galería Nacional, abierta y expuesta, y expuesta, también, con obras de los mejores de los nuestros.
Felicito, por cierto, a los curadores, a las autoridades que han montado esta exposición, que está planteada como una revisión histórica de la plástica mexicana, y que abarca desde la época colonial, hasta la actualidad. Yo creo que, además, va a ser muy didáctico para muchos de nosotros y, desde luego, para el pueblo de México.
En esta muestra, Acervos Artísticos en Custodia de la Secretaría de Hacienda, los mexicanos podremos admirar y deleitarnos con lo mejor del arte nacional.
La Colección de Hacienda es muchísimo más extensa.
En términos hacendarios, ya suma más de los tres dígitos, los cuatro dígitos. Pero, en este caso, se exponen 270 obras muy importantes de grandes creadores, como los que he mencionado: Rivera, Tamayo, Francisco Zúñiga, Rodolfo Morales, Leonora Carrington, que recientemente ha fallecido; Antonio Ruiz El Corcito, Vicente Rojo, Sergio Hernández, Benjamín Domínguez, Ghunter Gerzso, Manuel Felguérez, que también, por cierto, en ocasión del Bicentenario hizo, dejó una gran obra escultórica, artística, plástica, en la Secretaría de Educación Pública. Juan Soriano, Sebastián; el maestro José Luis Cuevas, también; Jorge Marín, Irma Palacios, Maribel Portela, Yolanda Andrade. En fin. Es una gran exposición: 270 obras, que son del pueblo de México.
Puedo asegurar que, y lo veremos, es la exposición más notable que hayan realizado, de las colecciones en resguardo de la Secretaría de Hacienda.
Y se hace patente la extraordinaria labor cultural que hace la Secretaria, en favor de la conservación y la promoción del arte mexicano.
También, quiero decirles que en este sexenio, además de incrementar la colección en custodia de la Secretaría de Hacienda, cosa que se agradece, también, incrementamos notablemente el número de contribuyentes en México. Pasamos como de 18 millones a 33, sería, Secretario. En 37 millones estamos terminando. Muy bien.
También, fortalecimos las colecciones de Bellas Artes a través del Programa de Adquisición de Obras para Museos. Hacía mucho que no se le daba presupuesto a los museos de México y a Bellas Artes, en particular, para comprar obra, para acrecentar su patrimonio.
Por primera vez en la historia de México, destinamos 100 millones de pesos para enriquecer el Patrimonio Artístico Nacional, y el objetivo fue permitir a los mexicanos acercarse más a la creación moderna y contemporánea.
También, remodelamos importantes espacios culturales. Recientemente, el Museo de Arte Contemporáneo Internacional, el Rufino Tamayo, ahí, en Chapultepec.
El Museo de Arte de Ciudad Juárez, particularmente, dentro del Programa Integral Todos Somos Juárez. Los dos espacios que generosamente legó al pueblo de México el maestro David Alfaro Siqueiros. Algo que yo no tenía el gusto de conocer y que me dio una excelencia impresión, que es La Tallera, en Cuernavaca, que quedó como un espacio espléndido.
Y había que rescatarlo porque, además, estaba perfectamente abandonado, esa es la verdad, y en franco deterioro. Su propia casa aquí, en México, en la Calle de Tres Picos, que es la Sala de Arte Público Siqueiros, entre otros.
Desde luego, el propio Palacio de Bellas Artes y, en particular, su teatro. En fin. Creo que, como se dijo en el video, son pocos los países que han conformado un patrimonio cultural con las mejores creaciones de sus artistas, para mostrarlos públicamente y sin restricciones, a sus ciudadanos.
Señoras y señores:
Finalmente. Reitero que la cultura es el alma de una Nación. Es el resultado de la creatividad y el talento de los pueblos, a través de los siglos. Y México es cultura. Si algo somos, es eso.
Somos orgullosamente la Patria de civilizaciones ancestrales, de civilizaciones originarias, como la Olmeca, con un legado colonial excepcional y con grandes y talentosos artistas en diversas ramas.
Este invaluable legado nos da, además, una gran identidad y fortaleza para enfrentar, desde luego, nuestros grandes desafíos. Nos da un gran activo de identidad, particularmente en el mundo global que ahora vivimos, y nos llena el alma, y nos nutre el espíritu y los sentidos.
Y por ello, para el Gobierno Federal, en estos seis años, ha sido esencial promover la cultura y seguir apoyando el acceso al arte, a la creación, al conocimiento.
Y la construcción de acervos, precisamente, ayudan a hacer memoria de lo que somos. Nos explican cómo hemos llegado a donde estamos, cómo nos expresamos en nuestro entorno y, de alguna manera, le da sentido a nuestra propia proyección a futuro.
Yo quiero invitarlos, finalmente, a ustedes, y a través de ustedes, a todas las familias mexicanas, particularmente a los jóvenes, a los niños, también, a todos los mexicanos, que vengan a Palacio Nacional, a la Galería, a deleitarse con lo nuestro, con esta muestra de Acervos Artísticos de la Nación en Custodia de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Muchas felicidades por esta gran exposición.
Y muchísimas gracias a todos ustedes.

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