SESIÓN
SOLEMNE DE LA H. CÁMARA DE SENADORES, CELEBRADA EL JUEVES 21 DE FEBRERO DE
2013.
PRESIDENCIA
DEL C. SENADOR ERNESTO JAVIER CORDERO ARROYO.
-EL
C. PRESIDENTE ERNESTO JAVIER CORDERO ARROYO: (18:31 horas) Solicito a la
Secretaría informe a la Asamblea el resultado del cómputo de asistencia de las
señoras senadoras y de los señores senadores.
-LA
C. SECRETARIA LILIA GUADALUPE MERODIO REZA: Honorable Asamblea, conforme al
registro de asistencia, se han acreditado 121 ciudadanos senadores. En
consecuencia, hay quórum, señor Presidente.
-EL
C. PRESIDENTE CORDERO ARROYO: Se abre la Sesión Solemne del Senado de la
República convocada para conmemorar el centenario de la creación del Ejército
Mexicano.
-Solicito
a la Secretaría dé lectura a las comisiones de cortesía que han sido designadas
para recibir y acompañar a nuestros distinguidos invitados a esta Sesión
Solemne.
-LA
C. SECRETARIA MERODIO REZA: Para recibir al ciudadano Presidente de la
República: Senador Emilio Gamboa Patrón, Senador Fernando Yunes Márquez,
Senador Luis Miguel Barbosa Huerta, Senador Jorge Emilio González Martínez y
Senador Manuel Bartlett Díaz.
Para
recibir al Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación: Senadora
Arely Gómez González, Senador Roberto Gil Zuarth, Senador Manuel Camacho Solís
y Senador Pablo Escudero Morales.
Para
recibir al Presidente de la Cámara de Diputados: Senadora Hilda Estela Flores
Escalera, Senador Francisco Domínguez Servién, Senadora Angélica De la Peña
Gómez y Senador Juan Gerardo Flores Ramírez.
Para
recibir al Secretario de Gobernación: Senadora Graciela Ortiz González, Senador
Salvador Vega Casillas, Senador Raúl Morón Orozco y Senador Luis Armando Melgar
Bravo.
Para
recibir al Secretario de la Defensa Nacional: Senador Joel Ayala Almeida,
Senador Javier Lozano Alarcón, Senador Alejandro Encinas Rodríguez, Senador
Carlos Alberto Puente Salas, Senador Patricio Martínez García y Senador Arturo
Zamora Jiménez.
Para
recibir al Almirante Secretario de la Marina: Senador Ricardo Barroso Agramont,
Senador Francisco García Cabeza de Vaca, Senadora Alejandra Barrales Magdaleno,
Senadora María Elena Barrera Tapia, Senador Francisco Yunes Zorrilla y Senador
Ernesto Ruffo Appel.
-EL
C. PRESIDENTE CORDERO ARROYO: Esta presidencia solicita a las comisiones
designadas acudan a las puertas de este recinto a fin de cumplir con su
cometido.
-Solicito
a todos los asistentes acudir al Hemiciclo de este recinto a fin de participar
en la ceremonia de izamiento de Bandera. Al concluir esta ceremonia
reanudaremos la Sesión Solemne, en tanto, se declara un receso.
(R
E C E S O)
-EL
C. PRESIDENTE CORDERO ARROYO (19:42 horas): Se reanuda la Sesión Solemne.
-LA
C. SECRETARIA MERODIO REZA: Les solicito ponerse de pie para recibir al
Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.
(Todos
de pie)
(Aplausos)
-Favor
de tomar asiento.
-EL
C. PRESIDENTE CORDERO ARROYO: Con fundamento en el acuerdo del 19 de febrero de
2013, damos inicio a la Sesión Solemne a fin de rendir un homenaje a los
integrantes del Ejército Nacional Mexicano que cumple 100 años de su creación.
Damos
la bienvenida al señor Presidente de la República, licenciado Enrique Peña Nieto,
y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas. (Aplausos).
Al
Ministro Juan Silva Meza, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación. (Aplausos).
Al
Diputado Francisco Arroyo Vieyra, Presidente de la Cámara de Diputados.
(Aplausos).
De
la misma forma, doy la bienvenida al General Salvador Cienfuegos Zepeda,
Secretario de la Defensa Nacional. (Aplausos).
Doy
la bienvenida también al Almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, Secretario de
Marina. (Aplausos).
Agradezco
también la presencia del licenciado Miguel Angel Osorio Chong, Secretario de
Gobernación y Coordinador del Gabinete de Seguridad. (Aplausos).
Al
licenciado Jesús Murillo Karam, Procurador General de la República. (Aplausos).
Al
Doctor Luis Videgaray Caso, Secretario de Hacienda y Crédito Público.
(Aplausos).
Saludo
también a los integrantes del Gabinete Presidencial y distinguidos integrantes
de la administración pública federal que nos acompañan. (Aplausos).
Saludo
la presencia del General Enrique Cervantes Aguirre, Exsecretario de la Defensa
Nacional. (Aplausos).
Saludo
con especial reconocimiento a los señores generales retirados del servicio,
particularmente al General Gonzalo Castillo Ferrera. (Aplausos).
Al
General Raúl Juárez Carreño. (Aplausos).
Al
General Alfredo Ochoa Toledo. (Aplausos).
Al
General Jaime Contreras Guerrero. (Aplausos).
También
expreso agradecimiento por la asistencia al doctor Miguel Angel Mancera
Espinosa, Jefe de Gobierno del Distrito Federal. (Aplausos).
Reconozco
y agradezco la presencia de los distinguidos jefes del Ejército Mexicano que
nos acompañan en esta Sesión Solemne. (Aplausos), todos honran con su presencia
al Senado de la República.
-Solicito a la Senadora Lilia Guadalupe
Merodio Reza, Secretaria de la Mesa Directiva, dé lectura al texto que contiene
una breve semblanza histórica del Ejército Mexicano.
-LA C. SECRETARIA MERODIO REZA: Procedo
a dar cumplimiento con sus instrucciones, señor Presidente.
“Cien años cumple nuestra nación de
contar con una gran institución: El Ejército Mexicano.
Ha transcurrido un siglo de cumplir con
el honroso cargo de mantener el orden constitucional del país.
La fundación del Ejército Mexicano tuvo
como divisa principal garantizar las leyes, la libertad, el progreso, la paz y
la justicia, compromisos que han cumplido a cabalidad.
Nuestro actual Ejército Mexicano
remonta sus antecedentes en aquel que conformó El Padre de la Patria, Don
Miguel Hidalgo y Costilla, al levantarse en armas en 1810, integrado
inicialmente por algunos centenares de hombres, principalmente criollos,
mestizos e indígenas que llegaron a ser miles y que iniciaron la lucha por nuestra
independencia.
Desde entonces el Ejército Mexicano
asumió los ideales, carácter y estructura.
Mención especial merece el Ejército
Liberal que luchó al lado del Presidente Benito Juárez, quien enfrentara y
librara luchas ejemplares en defensa de la aplicación de las leyes de reforma y
los mandatos de nuestra Constitución de 1857.
La historia nos ha mostrado que fueron
los diferentes ejércitos revolucionarios, comandados por Francisco Villa,
Emiliano Zapata, el general Venustiano Carranza, y por otros caudillos que
participaron en la Revolución Mexicana, iniciada en 1910.
Los que les dieron los rasgos
esenciales al actual Ejército Mexicano.
En el clímax de la Revolución Mexicana,
el general Porfirio Díaz, se vio obligado a renunciar a la Presidencia,
convocándose a nuevas elecciones, en las que Francisco I. Madero resultó
triunfador.
No obstante en febrero de 1913, se
inició una sublevación armada, encabezada por el general Victoriano Huerta,
quien obligó a renunciar a Madero, y usurpó la
Presidencia.
Al cundir el descontento por el
asesinato de Francisco I. Madero, el general Venustiano Carranza, lanzó el Plan
de Guadalupe, y el 19 de febrero de 1913, emitió el decreto con el que se
creaba el Ejército Constitucionalista, del cual surgiría nuestro actual
Ejército Mexicano.
En esos tiempos, convulsos y azarosos,
hombres ejemplares y leales refrendaron ante la ciudadanía su compromiso
solemne de ser defensores de la patria.
Asimismo, el 22 de marzo de 1950, el
Presidente Miguel Alemán Valdés, emite el decreto número 720, que declara al 19
de febrero de cada año, como el Día del Ejército, en honor a tan significativa
institución.
Integrándose así a las festividades
cívicas, que año con año celebra nuestra nación.
Los mexicanos reconocemos que la
actuación de esta gran organización castrense, permitió la promulgación de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917.
Norma suprema que actualmente guía los
destinos de nuestra gran nación.
El Senado de la República recuerda y reconoce a los integrantes del
Ejército Mexicano, que han entregado su vida en cumplimiento de su deber, es un
gran orgullo contar con una gran institución, y hacemos un reconocimiento
público por el cumplimiento de los cien años de lealtad de nuestro vigoroso
ejército nacional.
A continuación, se mencionarán a los
hombres que a partir de 1913 y hasta 2013, por instrucciones del Presidente de
la República han encabezado esta gran institución.
General de División, Ángel García Peña.
General de División, Manuel Mondragón.
General de División, Aureliano
Blanquet.
General de División, José Refugio
Velasco.
General José Isabel Robles Miramontes.
General de Brigada, Alfredo Serratos
Amador.
General de División, Francisco B.
Pacheco.
çGeneral de Brigada, Eduardo Hay.
General de División, Jacinto B.
Treviño.
General de División, Ignacio L.
Pesqueira.
General de División, Álvaro Obregón
Salido.
General de División, Jesús Agustín
Castro Rivera
General Juan José Ríos.
General de División, Plutarco Elías
Calles.
General de División, Benjamín G. Gil.
General de División, Enrique Estrada
Reynoso.
General de División, Francisco R.
Serrano.
General de Brigada, Agustín Maciel
Gutiérrez.
General de División, Joaquín Amaro
Domínguez.
General de División, Lázaro Cárdenas
del Río.
General de División, Pablo Quiroga
Escamilla.
General de División, Andrés Figuera
Figueroa.
General de División, Manuel Ávila
Camacho.
General de División, Pablo E. Macías
Valenzuela.
General de División, Francisco L.
Urquizo Benavides.
General de División, Gilberto R. Limón
Márquez.
General de División, Matías Ramos
Santos.
General de División, Agustín Olachea
Aviles.
General de División, Marcelino García
Barragán.
General de División Diplomado de Estado
Mayor, Hermenegildo Cuenca Díaz.
General de División Diplomado de Estado
Mayor, Félix Galván López.
General de División Diplomado de Estado
Mayor, Juan Arévalo Gardoqui.
General de División Diplomado de Estado
Mayor, Antonio Rivello Bazán.
General de División Diplomado de Estado
Mayor, Enrique Cervantes Aguirre.
General de División Diplomado de Estado
Mayor, Gerardo Clemente Ricardo Vega García.
General de División Diplomado de Estado
Mayor, Guillermo Galván Galván. Y
General de División Diplomado de Estado
Mayor, Salvador Cienfuegos Zepeda.
(Aplausos)
Finalmente, esta Sesión Solemne, en
ocasión propicia, para recordar el contenido del histórico decreto por el que
se crea nuestro glorioso Ejército Mexicano, al cual daré lectura.
Decreto por el que se crea el Ejército
Constitucionalista.
Saltillo, 19 de febrero de 1913.
Venustiano Carranza Garza, rúbrica. E.
Garza Pérez, secretario, rúbrica.
Decreto No. 1495.
Venustiano Carranza Garza, gobernador
constitucional del estado independiente, libre y soberano del estado de
Coahuila de Zaragoza, a sus habitantes, saber:
Que el Congreso del mismo ha decretado
lo siguiente.
El XXII Congreso Constitucional del
estado independiente, libre y soberano de Coahuila de Zaragoza, decreta:
Artículo Primero.- Se desconoce al
general Victoriano Huerta Márquez, en su carácter del Jefe del Poder Ejecutivo
de la República, que dice él, le fue conferido por el Senado.
Y se desconocen también todos los actos
y disposiciones que dicte con ese carácter.
Artículo Segundo.- Se conceden
facultades extraordinarias al Ejecutivo del estado en todos los ramos de la
administración pública, para que suprima los que crea conveniente y proceda a
armas fuerzas para coadyuvar al sostenimiento del orden constitucional de la
República.
Económico, excítese a los congresos de
los demás estados y a los demás jefes de las fuerzas federales rurales y
auxiliares de la Federación, para que secunden la actitud del gobierno del
estado.
Dado en el Salón de Sesiones del
Honorable Congreso del estado, en Saltillo, Coahuila, a los 19 días del mes de
febrero de 1913.
Diputado presidente, Atiliano Barrera,
rúbrica. Diputado secretario, Jesús Sánchez Herrera, rúbrica. Diputado secretario
Gabriel Calzada, rúbrica.
Imprímase, comuníquese y obsérvese,
Saltillo, Coahuila, a los 19 de febrero de 1913.
Venustiano Carranza Garza, rúbrica.
Ernesto Garza Pérez, rúbrica.
Es cuanto, señor presidente.
-EL C. PRESIDENTE CORDERO ARROYO:
Honorable Asamblea: En mi función de Presidente de la Mesa Directiva y a nombre
del Senado de la República, haré uso de la tribuna para dirigirme al Pleno en
esta Sesión Solemne.
En consecuencia, con el fundamento que
me da el artículo 63 párrafo primero de la Ley Orgánica del Congreso General,
solicito al vicepresidente senador Luis Sánchez Jiménez, ocupe
Mientras
tanto el lugar destinado a la Presidencia.
PRESIDENCIA
DEL CIUDADANO SENADOR
LUIS
SÁNCHEZ JIMÉNEZ
L
C. SENADOR ERNESTO JAVIER CORDERO ARROYO: Licenciado Enrique Peña Nieto,
Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos y Comandante Supremo
de las Fuerzas Armadas; Ministro Juan
Silva Meza, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; diputado
Francisco Agustín Arroyo Vieyra, Presidente de la Cámara de Diputados; General
Salvador Cienfuegos Zepeda, Secretario de la Defensa Nacional; Almirante Vidal
Francisco Soberón, Secretario de Marina; distinguidos integrantes de las
Fuerzas Armadas; distinguidos invitados especiales; compañeras y compañeros
senadores. Sean todos ustedes bienvenidos a esta Sesión Solemne del Senado de
la República.
Hoy
los titulares y representantes de los Poderes de la Unión estamos reunidos en
esta soberanía para conmemorar con gran emoción y con profundo orgullo los Cien
Años del Ejército Mexicano.
En
esta fecha especial las senadoras y los senadores de la República rendimos un
sentido homenaje a esta noble institución, a la que tanto debemos los
mexicanos.
Lo
hacemos porque hablar del Ejército Mexicano es hablar de honor, de dignidad, de
lealtad, de disciplina, de espíritu de cuerpo y de valor.
Hablar
del Ejército Mexicano es hablar de nuestra historia, de nuestra identidad y de
nuestro legado como nación.
Hablar
del Ejército Mexicano es hablar de una institución que ha estado y está
invariablemente al servicio del pueblo.
Las
Armas Nacionales han defendido nuestra soberanía desde que México vio la luz
como nación independiente en 1821.
Durante
el Siglo XIX los soldados mexicanos escribieron con su sangre páginas de gloria
en hechos militares como el intento de reconquista español de 1829; la invasión
estadounidense de 1847; y la intervención francesa de 1862, por mencionar tan
sólo algunos de los episodios históricos más destacados.
Nuestro
Ejército moderno, la institución armada que hoy cumple un siglo de vida, surgió
en 1913 cuando México atravesaba por uno de los pasajes más tristes y oscuros
de su vida como nación.
Luego
del triunfo de la Revolución de Francisco I. Madero en 1910, las fuerzas del
régimen de Porfirio Díaz conspiraban en contra de las nacientes instituciones
democráticas.
Bernardo
Reyes y Félix Díaz urdieron un plan para derrocar al Presidente Madero. Fueron
ellos quienes el 9 de febrero de 1913 iniciaron el sangriento golpe de Estado
que ha pasado a la historia como la decena trágica.
La
primera sonada golpista fracasó gracias a la valerosa defensa de militares
leales al orden institucional como el General Lauro Villar, quien a sangre y
fuego defendió su posición en Palacio Nacional.
La
historia narra como el General Villar enfrentó a Gregorio Ruiz, quien estaba al
mando de los alzados que intentaron tomar Palacio.
Ruiz
le ordenó al General Villar rendirse, pues veía que el triunfo del golpe de
Estado era inminente.
Ante
ello, el General Villar lo encaró y lo detuvo con estas valientes palabras:
“A
nosotros los militares no nos toca criticar ni entrometernos en política. A
nosotros nos toca defender al gobierno legítimamente constituido por las
leyes”.
Pese
al triunfo inicial de las fuerzas leales a Madero, Victoriano Huerta pudo
culminar la traición al Presidente y lo mandó a arrestar.
Para
el 18 de febrero, Huerta usurpó la Presidencia de la República.
Afortunadamente
no todos los que tenían una responsabilidad para con el país doblegaron su
voluntad ante este nuevo dictador.
Desde
el Senado de la República, Belisario Domínguez encaró con valentía el régimen
huertista. Lo hizo con la fuerza de las ideas y de la palabra.
En
un célebre discurso ante el pleno, el senador Belisario Domínguez afirmo qué:
“El
pueblo mexicano no puede resignarse a tener por Presidente de la República a
Victoriano Huerta, quien se apoderó del poder por medio de la traición y cuyo
primer acto al subir a la Presidencia fue asesinar cobardemente al Presidente y
al vicepresidente legalmente ungidos por el voto popular”.
Hasta
aquí la cita.
Esta
férrea oposición, como sabemos, le costó la vida al ilustre senador chiapaneco.
Para él fuente de inspiración perene, nuestro recuerdo y admiración permanente.
Frente
a dicha usurpación, el 19 de febrero de 1913, Venustiano Carranza, Gobernador
de Coahuila, decidió desconocer al gobierno de Huerta.
Carranza
pidió al Congreso del Estado facultades para organizar una Fuerza Armada y
coadyuvar al sostenimiento del orden constitucional de la República.
Nació
así el Ejército Constitucionalista encargado de luchar por al restauración del
Estado de derecho.
Esa
fuerza que libró muchas batallas hasta lograr el triunfo pleno de las
instituciones, sería la semilla que dio origen al actual Ejército Mexicano.
En
estos Cien Años nuestro Ejército ha acompañado el devenir histórico de la
nación.
El
México moderno no se entendería sin el papel central que han jugado nuestras
Fuerzas Armadas como garantes de la soberanía, la integridad territorial, la
seguridad interior y la estabilidad de las instituciones.
Las
Fuerzas Armadas han tenido como signo del nacimiento y divisa permanente la
lealtad. Lealtad a la Constitución, lealtad a las instituciones y lealtad al
pueblo de México.
Nuestros
soldados y sus mandos son símbolo de ayuda solidaria ante los desastres
naturales. Terremotos, huracanes e inundaciones han azotado sin clemencia a
nuestro país. Y ante ello, los primeros
en responder son las mujeres y los hombres de nuestras Fuerzas Armadas,
desafiando el peligro.
Los
soldados de México han salvado miles de vidas y han protegido a comunidades
enteras de la fuerza de la naturaleza.
Pero no sólo eso, nuestros soldados
también han protegido a nuestras familias ante el embate violento de los
criminales.
En años recientes cuando las policías
de buena parte del país se vieron rebasadas por la delincuencia, el Estado
mexicano tuvo en el Ejército a una institución con la fuerza moral necesaria
para contener y combatir esta brutal amenaza.
El debate político sobre el papel de
las Fuerzas Armadas en esta lucha puede ir y venir. Lo único cierto es que la
acción valerosa y firme de nuestros militares impidió que la delincuencia
siguiera creciendo impunemente y se apoderara del país.
Por eso, las Fuerzas Armadas son y
seguirán siendo el pilar de la seguridad nacional de nuestra patria.
(Aplausos)
Las tres ramas de las Fuerzas Armadas,
el Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina Armada son garantía de lealtad
institucional y seguridad nacional.
Son instituciones comprometidas con los
más altos valores que nos unen como nación.
Son instituciones forjadas en el amor a
México, en el honor, en la disciplina y en la voluntad de servicio.
Nuestras Fuerzas Armadas son
reconocidas por los mexicanos como un Ejército del pueblo y para el pueblo. Una
institución que se nutre de los mejores jóvenes provenientes de todos los
rincones de este bello país y de familias de los más diversos orígenes.
Cada 16 de septiembre, cuando en cada
hogar de la patria se celebra nuestra Independencia, mexicanos de todas las
edades salimos a las calles a aplaudir el paso de nuestros soldados. Ahí se
hace evidente que el pueblo de México es cercano a sus Fuerzas Armadas, porque
en cada desfile el pueblo reconoce el pundonor de los soldados de los cinco
armas del Ejército Mexicano: Infantería, Caballería, Artillería, Blindada,
Ingenieros.
Reconoce el profesionalismo y la
excelencia de las enfermeras y los médicos militares.
Reconoce la bravura de sus pilotos
militares y la gallardía de los cadetes del Heroico Colegio Militar, del
Colegio del Aire y de todos los planteles de formación castrense.
El Ejército es una institución
respetada, porque ha sabido mantenerse al margen de coyunturas políticas y
agendas de grupo.
Con toda claridad reconocemos que el
Ejército Mexicano ha privilegiado siempre el interés superior de México. Es una
institución admirada porque ha sabido estar con su gente en los momentos más
difíciles. Es una institución que hoy con profundo orgullo los mexicanos
celebramos y reconocemos como garante de nuestra Independencia y libertad.
Por sus invaluables servicios a la
patria, es obligación de todos velar por el bienestar de quienes integran las
Fuerzas Armadas.
Debemos
trabajar para que los militares en activo estén cumpliendo con su deber, tengan
el reconocimiento social y la remuneración económica que merecen por su trabajo
y entrega.
Es
nuestro deber y obligación generar las condiciones para que los militares en
retiro tengan el justo reconocimiento de tantos años de servicio a la patria
con honor y con dignidad.
(A
P L A U S O S)
-
En el Senado de la República habremos de velar porque cuenten con la seguridad
de sus pensiones y servicios médicos.
Los
senadores estamos comprometidos a que siga la transformación y el
fortalecimiento de nuestras Fuerzas Armadas, a que se sigan reforzando los
programas de becas para sus hijos.
A
que las Fuerzas Armadas tengan más y mejor equipamiento y a que se les siga
brindando la oportunidad de construir un patrimonio propio.
Esto
es lo menos que podemos hacer por las mujeres y los hombres de uniforme que
todos los días trabajan en la sierra, en las ciudades y los pueblos para
proteger la seguridad y la libertad de todos los mexicanos.
Señoras
y señores:
Hoy
como ayer, México necesita seguir evolucionando y fortaleciendo sus leyes e
instituciones.
Por
eso, en el Senado de la República trabajamos para mejorar día con día el marco
legal que permite a nuestras Fuerzas Armadas cumplir cabalmente con el mandato
que la Constitución les confiere.
En
el México democrático de hoy, un Ejército moderno y fuerte es la mejor garantía
de nuestra seguridad nacional; y un Ejército respetuoso de los derechos humanos
es la mejor garantía de estabilidad institucional.
El
Ejército Mexicano ha demostrado en estos 100 años estar siempre al servicio de
los más altos valores de la patria.
El
Ejército Mexicano es una fuerza de la república, una fuerza que vela por las
libertades y por los derechos en nuestra sociedad.
Hoy,
como hace 100 años, México tiene sus Fuerzas Armadas a mujeres y hombres de
corazón y de acendrado patriotismo.
A
todos los soldados, oficiales, jefes y generales; a todas las mujeres y los
hombres de bien que sirven a México desde el Ejército, vaya la gratitud y el
sincero y muy sentido reconocimiento del
Senado de la República.
¡Gloria
y Honor para el Ejército Mexicano!
(A
P L A U S O S)
-
Procedo a hacer entrega al General Salvador Cienfuegos Cepeda, Secretario de la
Defensa Nacional de un reconocimiento por los 100 años de la Vida del Ejército
Mexicano.
(HACE
ENTREGA DEL RECONOCIMIENTO)
(A P L A U S O S)
-
LA C. SECRETARIA SENADORA MERODIO REZA: Favor de tomar asiento.
-
EL C. PRESIDENTE SENADOR CORDERO ARROYO: A nombre del Senado de la República
deseo expresar nuestro agradecimiento al ciudadano Presidente de los Estados
Unidos Mexicanos, licenciado Enrique Peña Nieto.
(A
P L A U S O S)
-
Al Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Ministro Juan Silva
Meza.
(A P L A U S O S)
-
Al Presidente de la Cámara de Diputados, Diputado Francisco Arroyo Vieyra.
(A P L A U S O S)
-
Así como a todos nuestros distinguidos invitados por su asistencia a esta
sesión solemne.
Les
solicito poner de pie, a fin de entonar el Himno Nacional.
(TODOS DE
PIE)
(ENTONACION
DEL HIMNO NACIONAL)
¡VIVA MEXICO¡
-
EL C. PRESIDENTE SENADOR CORDERO ARROYO: Solicito a las comisiones designadas
se sirvan acompañar a nuestros distinguidos visitantes a las puertas de este
recinto.
(LAS
COMISIONES CUMPLEN)
Se
levanta la Sesión Solemne.
(A P L A U S O S)
(FIN
DE SESION SOLEMNE 20:20 horas)
(SONIDO DE CAMPANILLA)
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