Mujeres,
extirpar los senos no es siempre la medida adecuada/Sarah Hawley es profesora asociada en la División de Medicina General de la Universidad de Michigan e investigadora en el Centro Excelencia Ann Arbor VA en Investigación de Gestión Clínica. Su investigación principal se enfoca en la toma de decisiones relacionadas con la prevención y control del cáncer.
CNN
| 16 de mayo de 2013;
Angelina
Jolie, quien ha declarado que es portadora de la mutación del gen BRCA1, parece
haber sido una buena candidata para la mastectomía bilateral profiláctica a la
que se sometió recientemente para extirpar sus dos senos.
En
el caso de Jolie, al igual que con otros que han discutido abiertamente una
acción parecida, como la competidora a Miss Estados Unidos, Allyn Rose, y la
artista Sharon Osbourne, la decisión es apropiada: tener una mutación genética,
como la tienen estas mujeres, coloca a una mujer en una situación de muy alto
riesgo para contraer cáncer de mama a lo largo de su vida.
Pero
es posible que estas decisiones de carácter muy público pudieran llevar a más
mujeres con diagnóstico de cáncer en un seno a considerar extirpar su segundo
seno, mismo que no está afectado. A esto se le llama mastectomía contralateral
profiláctica, y va en aumento en Estados Unidos.
Datos
arrojados por grandes estudios de registro de cáncer, por poner un ejemplo, han
demostrado que la tasa global de MCP entre las mujeres con fase I, II o III de
cáncer de mama aumentó significativamente, al pasar del 1,8%, en 1998, al 4,5%,
en 2003. Al considerar solamente a los pacientes tratados con mastectomía, la
tasa de MCP pasó del 4,2%, en 1998, al 11,0%, en 2003.
Es
importante, en las noticias sobre la decisión de Jolie, informar a las mujeres
que la MCP debe ser realizada únicamente por la misma razón que las
mastectomías bilaterales profilácticas, es decir, la presencia de BRCA1 o
BRCA2. Aunque muchas mujeres que optan por la MCP son portadoras de uno de
estos dos genes, nuestra investigación señala que la mayoría no.
Considerado
en el contexto de la historia, se trata de un desarrollo discordante. Al echar
un vistazo a la década de 1970, las mujeres con cáncer de mama y sus defensoras
presionaron para tener la opción de la cirugía para conservar la mama o
“tumorectomía” como una opción disponible para tratar el cáncer de mama.
Sostuvieron
entonces que ellos deberían tener acceso a una opción menos invasiva que la
mastectomía (cirugía para extirpar todo el tejido mamario), sobre todo cuando
los experimentos aleatorios indicaban que los dos tratamientos daban a las
mujeres las mismas posibilidades de supervivencia en el largo plazo. Sin
embargo, en Estados Unidos, nos encontramos en el extremo opuesto del espectro,
con pacientes que en su gran mayoría eligen someterse a esta opción más amplia
del tratamiento del cáncer mamario.
Sería
casi inaudito para una mujer sin cáncer someterse a una mastectomía bilateral
profiláctica, como Jolie, a menos que tuviera una mutación genética.
Entonces,
¿por qué una mujer que tiene cáncer en un seno elige extirpar un segundo seno
sano? Nuestra investigación indica que los pacientes están preocupados por la
recurrencia. Sin embargo, para el paciente promedio con cáncer de mama que no
tiene ni la mutación genética BRCA1 ni la BRCA2, ni un pariente cercano con
cáncer de mama (la madre de Jolie, por ejemplo, murió de cáncer de ovario), el
riesgo de un nuevo cáncer de mama en un seno no afectado es menor al 1%.
Extirpar
el seno afectado no traducirá en ningún beneficio adicional para la
supervivencia más allá de lo brinda el tratamiento del cáncer existente. De
hecho, las investigaciones han demostrado lo que muchas mujeres que eligen la
MCP podrían haber sido tratadas con la sola
tumeroctomía, junto con la radioterapia, en el seno afectado.
Dado
el alcance del procedimiento, esa MCP realizada en pacientes sin razón clínica
provoca fuertes inquietudes por sobretratamiento. Este quizá es el único
ejemplo de extirpar un órgano no afectado basado en lo que parece una mala
interpretación del paciente de los posibles beneficios de la cirugía.
Es
poco probable que un cirujano esté de acuerdo en extirpar todo el colon de un
paciente con cáncer de colon resecable por el hecho de que el paciente esté
preocupado por contraer más cáncer de colon. De manera parecida, es difícil
imaginar a un hombre con cáncer testicular que solicite que le extirpen tanto
su testículo afectado como el no afectado.
En
esta época de atención centrada en el paciente, las mujeres necesitan sentirse
facultadas para tomar las decisiones que resulten mejores para ellas en el
tratamiento de su cáncer de mama. Sin embargo, debido a que dichas decisiones
son tan difíciles, resulta imperativo que ellas estén basadas en la comprensión
exacta de los riesgos y beneficios del tratamiento. Quizá tengamos que virar
nuestra atención a ayudar a las mujeres a recordar por qué defendieron opciones
menos invasivas hace casi 40 años.
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