23 ago 2013

Asi era Amado Nervo


“Un mexicano, y menos aún en un país extranjero, nunca debe causar lástima”

Plática entre María Elena de Anda con Margarita Elisa Dailliez Padilla (19 de julio de 1964, Tacubaya, DF) –Margarita fue hija de Ana Cecilia Luisa Daillez, La Amada Inmovil, el gran amor del poeta Amado Nervo.


    (…) En aquella época, debido a los disturbios del Gobierno de México, destituyeron al señor Nervo de su cargo como diplomático. Prácticamente lo dejaron en la calle. Yo estaba muy chica, pero me llamó a su despacho y, abriendo un estuche de cuero en el que había distintas alhajas (tal vez de la familia y las que le regalaban), me preguntó: “¿Cuál de todas estas alhajas te parece la más discreta?” “Esta Señorín”; y señalé un fistol que sólo tenía una perla alargada en forma de pera. “Bueno” –se concretó a decir complacido-: “me la voy a poner”.
Más tarde apareció dispuesto a salir de la casa con su abrigo de paño y el fistol en la corbata. Sorprendida, le dije: “¿A dónde va el señor tan guapo?” “Voy a ver al Ministro, porque me han quitado el empleo. Por eso voy bien arreglado. Ahora, que ya no tenemos nada, no quiero causar lástima… Un mexicano, y menos aún en un país extranjero, nunca debe causar lástima”.
Las Cortes Españolas –continúa Margot- trataron de ayudarlo a instancias de amigos suyos, pero él, tan sencillo, tan humilde como era, rehusó profundamente agradecido tan alta distinción, escribiendo una carta a don Luis Antón de Olmet.
Dice así:


    Mi muy querido amigo:

    Con indefinible sorpresa, que me produce una de las emociones más hondas de mi vida, acabo de leer el nobilísimo discurso que usted, como simpático portavoz de un número de escritores y artistas madrileños y barceloneses, ha propuesto en las Cortes que se me conceda una pensión de 7,500 pesetas anuales, en vista de la anormalidad de mi situación económica, dimanada de la crisis porque ha atravesado México, mi adorada Patria (donde felizmente, parece alborear un nuevo día). Con no menor emoción he leído asimismo las elevadas palabras con que el ilustre señor Ministro de Instrucción Pública acoge esta iniciativa.

    Si el amor que a España tengo no fuese ya, merced a su máxima y serena grandeza, incapaz de aumentar, crecería aún ante esta muestra de cordialidad incomparable.

    No aceptaré, empero, la ayuda a que su bella proposición se refiere; porque aun cuando mi situación pecuniaria es sobrado modesta, yo, como “Azorín”, soy un “pequeño filósofo”, y los pequeños filósofos, vivimos con muy y hasta tenemos cierto amor a la “austeridad”, que es una de las grandes virtudes de la “raza”, y que no sienta mal, por lo demás, a un poeta místico.

    Pero si no acepto la ayuda material, sí, con todo el corazón, con toda el alma, acepto la ofrenda espiritual. (…)

    Siempre suyo.

Amado Nervo

Amado Nervo/Su vida y su obra. Lucio Mendieta y Nuñez/María Elena de Anda. Instituto de Cultura
1979, pp 54-56     
Tomado del libro porvenir..
AMADO NERVO 
S E N T I M I E N T O S PATRIÓTICOS
de Carlos  A.  Martínez  Plata
En la foto el poeta Amado Nervo y su hija adoptiva Margarita Dailliez cuando tenía 17 años de edad; Nervo tenía 48.

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