Los
impresos hoy...
Discurso de EPN
20 Aniversario
de la Autonomía del Banco de México
14
de octubre
Señoras
y señores:
Muy
buenos días a todas y a todos ustedes.
Señor
Gobernador del Banco de México, doctor Agustín Carstens Carstens.
Señor
Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República.
Muy
respetados integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México, quien por
cierto uno de ellos está celebrando hoy su cumpleaños. Muchas felicidades, don
Manuel Ramos Francia.
Me
da gusto saludar al Presidente de la Asociación Mexicana de Bancos de nuestro
país.
A
los señores exgobernadores del Banco Central de nuestro país, que están aquí
presentes.
A
Gobernadores y Presidentes de Bancos Centrales de países hermanos, que asisten
como invitados a este acto.
Senadores
de la República, que están aquí presentes.
A
directores de bancos, tanto de Desarrollo como de la Banca Comercial, a quienes
me da mucho gusto saludar.
Y
a toda esta distinguida concurrencia, de quienes son parte de este importante
esfuerzo del Banco Central de nuestro país y de otras instituciones o del
sector financiero de México.
Sean
todos bienvenidos.
Les
saludo con respeto y me da mucho gusto compartir con ustedes esta celebración
de 20 años de habérsele otorgado al Banco Central de nuestro país autonomía.
Señoras
y señores:
El
Gobierno de la República está comprometido con la estabilidad macroeconómica.
Con
ese propósito mantiene finanzas públicas sanas y un absoluto respeto a la
autonomía del Banco de México.
El
Banco Central de nuestro país es una institución que fomenta la estabilidad
como instrumento para proteger el empleo, el salario y el patrimonio de los
mexicanos.
El
20 de agosto de 1993, al reformarse el Artículo 28 de la Constitución ya antes
citada, se estableció uno de los pilares más sólidos de la estabilidad
económica, que hoy nos distingue en el mundo.
Además
de bridarle autonomía, al Banco de México se le encomendó el objetivo
prioritario de procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda
nacional.
Gracias
a ello, desde hace 20 años, el país ha contado con una política eficaz y
permanente en el control inflacionario de la economía.
Sus
resultados son contundentes. De 1993 a la fecha, la inflación promedio ha sido
de 9.9 por ciento anual, lo que contrasta con el 45 por ciento de inflación
registrado en promedio en los 20 años anteriores.
Más
destacable aún, como lo ha referido ya el Gobernador del Banco de México, es
que en los últimos 13 años, el promedio ha sido de 4.3 por ciento y en lo que
va de este año, la inflación se ubica en niveles cercanos a 3.4 por ciento.
Estos
logros forman parte de una historia que comenzó en 1925 con la visión de
hombres fundadores de instituciones, como Plutarco Elías Calles y Manuel Gómez
Morin.
Hombres
comprometidos con el crecimiento del país, como don Rodrigo Gómez, cuyo trabajo
facilitó el desarrollo estabilizador.
Hombres
con el talento para hacer realidad la autonomía y consolidar al Banco de México
como Banco Central de vanguardia.
Me
refiero, por supuesto, a don Miguel Mancera, al doctor Guillermo Ortiz y ahora
al doctor Agustín Carstens.
Al
actual Gobernador del Banco de México le quiero extender una doble
felicitación.
Primero.
Por su reciente reconocimiento como banquero central del año y eso da a los
mexicanos motivo de gran orgullo, porque el talento y la capacidad de quien hoy
conduce al Banco Central de nuestro país, no solo es reconocido en México, sino
también tiene el reconocimiento internacional.
Y,
eso, sin duda, da a los mexicanos, como aquí ya también se dijo, una gran
tranquilidad.
Felicidades
Agustín, por este reconocimiento que fue otorgado por la Revista Euromoney.
Revista prestigiada y reconocida en el ámbito financiero internacional y que
reconoció en nuestro Gobernador, al Banquero Central más importante del mundo.
Muchas
felicidades.
La
segunda felicitación es por este 20 Aniversario de la Autonomía de esta
Institución.
En
la experiencia internacional se ha reconocido que la autonomía del Banco
Central es un elemento clave para dar certidumbre a una economía.
En
el caso concreto de nuestro país, la Autonomía del Banco de México significó el
fin de la discrecionalidad en el uso del crédito primario, una de las
principales causas de periodos recurrentes de crisis e inflación.
Su
compromiso con el combate a la inflación ha contribuido a la estabilidad de la
economía, pero, sobre todo, y lo más importante, al bienestar de todos los
mexicanos.
Todos
sabemos que la inflación es el impuesto más oneroso y regresivo, el que más
daña a los que menos tienen.
La
inflación, además, genera incertidumbre, inhibe la inversión y el ahorro de
largo plazo y, en consecuencia, limita el crecimiento de la economía y la
generación de oportunidades.
Por
todas estas razones, hoy refrendo el compromiso del Gobierno de la República
por respetar y respaldar la autonomía y el mandato único del Banco de México.
Reconozco
su labor en términos de regulación de instituciones de crédito, casas de bolsa,
sociedades de información crediticia e intermediarios financieros, así como en
la regulación de comisiones bancarias y tasas de interés.
Este
trabajo institucional ha sido fundamental para que hoy el Sistema Financiero
mexicano sea uno de los más robustos, solventes y con mayor liquidez en el
mundo.
Éstas
son condiciones que permitirán, de ser aprobada la Reforma Financiera, mayor
acceso al crédito para impulsar el crecimiento de la economía.
Alcanzada
la estabilidad macroeconómica hacia adelante, el reto es aprovecharla para que
México logre crecimiento acelerado y sostenido.
Señoras
y señores:
La
autonomía del Banco de México y el otorgamiento de su mandato único, conforman
una de las reformas más importantes y profundas de nuestra historia reciente.
Con
ella se marcó el inicio de una serie de instituciones autónomas que, han
reforzado la confianza y el Estado de Derecho en México.
En
particular, gracias al principio de autonomía que rige al Banco de México, se
ha podido mantener la estabilidad de precios, no como un fin en sí mismo, sino
como un elemento sustantivo para el desarrollo económico y el bienestar de las
familias mexicanas.
El
Banco de México ha sido tan eficaz en el cumplimiento de este mandato que, hay
que decirlo, hay voces bien intencionadas que han propuesto adicionarle el
objetivo de promover el crecimiento y el empleo, como lo hacen otros bancos
centrales.
Sin
embargo, estoy convencido de que la mejor manera para que el Banco de México
contribuya al crecimiento es, justamente, como lo ha hecho hasta ahora, con su
compromiso permanente con la estabilidad de precios.
Pero
ésta es sólo una condición necesaria del desarrollo que, todos lo sabemos, no
es suficiente por sí misma.
Y
precisamente por esa razón, el Gobierno de la República ha impulsado a lo largo
de este año una amplia agenda de reformas transformadoras capaces de liberar en
su conjunto el enorme potencial de la economía nacional.
Lo
hemos hecho además conscientes del ambiente político que vive nuestro país.
En
un clima de pluralidad y diversidad política, pero también en un nuevo clima de
mayor entendimiento y acuerdo entre las distintas fuerzas políticas de nuestro
país.
Ese
ambiente es el que ha permitido que desde el Pacto por México y con acuerdo con
todos los representantes que concurren en el Congreso de la Unión, vayamos
trabajando en el armado y consecución de las reformas que nos hemos propuesto
llevar a cabo en el inicio de esta Administración.
Así
como en 1993 se promovió una reforma que transformó la dinámica económica de
México, las reformas propuestas en 2013 darán al país un nuevo impulso de largo
plazo para elevar y democratizar la productividad, para crear los empleos que
demandan los mexicanos y, sobre todo, para mejorar la calidad de vida de toda
la población de nuestro país.
Es
por ello que la decisión mayoritaria de los mexicanos está en favor de llevar
adelante las transformaciones que requiere el país para despuntar como Nación.
Para
mover y transformar a México esta Administración ha elegido y convocado a todos
a emprender el camino de las reformas.
Tomar
esta ruta es optar, no por la inercia, ni por la vía de menor resistencia, sino
por la construcción de un mejor país.
Gracias
a la solidez de nuestras finanzas públicas y a la destacable labor del Banco de
México, hoy el país está listo para detonar un mayor crecimiento económico.
México
debe realizar todo lo que esté a su alcance para acelerar el dinamismo de su
economía, especialmente en un contexto internacional menos favorable que hace
unos años.
Por
ello, los mexicanos seguiremos trabajando en el fortalecimiento y perfeccionamiento
del andamiaje institucional como soporte de nuestro sistema económico.
En
este sentido, reconozco nuevamente a todos los integrantes del Banco de México
por su profesionalismo y eficaz labor, que han sido fundamentales para tener
una economía más sólida, confiable y prometedora para el país y para todos los
mexicanos.
Me
congratulo de participar en este acto conmemorativo de la autonomía del Banco
Central, otorgada hace 20 años. Y hago votos porque el trabajo realmente de
talento, eficacia, inteligencia y comprometido con el país, se mantenga en los
próximos años.
Yo
reitero, el Gobierno de la República invariablemente será respetuoso en todo
momento de la autonomía del Banco Central.
A
todos los integrantes del Banco Central y a todo este gran equipo que le
acompaña en este esfuerzo y compromiso con el país, deseo muchísimas
felicidades y que los éxitos se sigan cultivando.
Muchísimas
gracias.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario