01/15/2015. Vatican Insider
«Es una aberración matar en nombre de Dios. Pero
las religiones no deben ser insultadas»
Papa Francisco durante el vuelo(©Afp)
Los atentados de París, la libertad religiosa y la
libertad de expresión, la responsabilidad. Durante el vuelo de Sri Lanka a
Filipinas, Papa Francisco explicó: «No se puede reaccionar con violencia, pero
si uno dice una grosería contra mi mamá, le espera un puñetazo. Benedicto XVI
había hablado de esta mentalidad positivista que considera a las religiones
como sub-culturas»
Nota de ANDREA TORNIELLI
ENVIADO DESDE EL VUELO COLOMBO-MANILA
Los atentados de París, la libertad de expresión,
la responsabilidad: durante el vuelo de Sri Lanka hacia Filipinas, Papa
Francisco respondió a la pregunta de un periodista francés sobre el debate que
desencadenó la masacre de los dibujantes de la revista “Charlie Hebdo”. Papa
Bergoglio explicó que «no se puede reaccionar con violencia», pues es una
«aberración matar en nombre de Dios», pero también indicó que en relación con
la lbertad de expresión «hay un límite», dando a entender, con el ejemplo de
las ofensas contra las madres, que al tocar que es más importante para las
personas pueden, a veces, surgir reacciones inesperadas.
Libertad de expresión y de religión
« Creo que ambos son derechos fundamentales: la
libertad religiosa y la libertad de expresión. ¡Hablemos claro, vayamos a
París! No se puede ocultar una verdad: cada persona tiene el derecho de
practicar la propia religión sin ofender, libremente, y es lo que queremos
todos. Dos: no se puede ofender o hacer la guerra, matar en nombre de la propia
religión, en nombre de Dios. Nos sorprende lo que sucede ahora, pero pensemos
en nuestra historia: ¡cuántas guerras de religión hemos tenido! Pensemos en la
noche de San Bartolomé (la referencia a la masacre de los hugonotes, asesinados
por los católicos, ndr). Como se comprenderá, también nosotros fuimos pecadores
en esto, pero no se puede matar en nombre de Dios, esta es una aberración. Se
debe hacer con libertad y sin ofender.»
En cuanto a la libertad de expresión: cada persona
no solo tiene la libertad, sino la obligación de decir lo que piensa para
apoyar el bien común. Si un diputado no dice cuál cree que es la verdadera vía
que hay que recorrer, no está colaborando con el bien común. Hay que tener,
pues, esta libertad, pero sin ofender, porque es cierto que no se puede
reaccionar con violencia, pero si el doctor Gasbarri, que es un amigo, dice una
grosería contra mi mamá, le espera un puñetazo. No se puede provocar, no se
puede insultar la fe de los demás. Papa Benedicto, en un discurso (la lectio en
Regensburg de 2006, ndr.) habló de esta mentalidad post-positivista, de la
metafísica post-positivista, que llevaba a creer que las religiones o las
expresiones religiosas eran una especie de sub-cultura, toleradas, pero poca
cosa, no forman parte de la cultura iluminista. Y esta es una herencia de la
Ilustración. Hay mucha gente que habla mal, que se burla de la religión de los
demás. Estas personas provocan y puede suceder lo que le sucedería al doctor
Gasbarri, si dijera algo contra mi mamá. Hay un límite, cada religión tiene
dignidad, cada religión que respete la vida humana, la persona humana… yo no
puedo burlarme de ella. Puse este ejemplo del límite para decir que en la
libertad de expresión hay límites, como en el ejemplo de mi mamá.
«Mi seguridad no me preocupa, me preocupa la de los
fieles»
«Siempre, la mejor forma de responder (a las
amenazas, ndr.) es la mansedumbre, ser mansos, humildes, como el pan, sin
agredir. A mí me preocupan los fieles, de verdad, y sobre esto hablé con la
seguridad vaticana: aquí en el vuelo está el doctor Giani (el jefe de la
Gendarmería vaticana, ndr.), que se encarga de esto, él está bien actualizado.
Esto a mí me preocupa mucho. Pero, ¿sabe usted que yo tengo un defecto? Una
buena dosis de inconsciencia. Algunas veces me he preguntado: ¿y si me pasara a
mí? Solamente he pedido al Señor la gracia de que no me haga daño, porque no
soy valiente frente al dolor, soy muy miedoso.»
Los kamikaze y los niños
«Tal vez sea una falta de respeto, pero diría que
detrás de cada atentado suicida hay un elemento de desequilibrio humano, no sé
si mental, pero humano. Algo que no va en la persona, esa persona tiene un
desequilibrio en su vida. Ofrece la vida, pero no la ofrece bien. Hay mucha
gente que trabaja, como por ejemplo los misioneros: dan la vida, pero para
construir. El kamikaze, por el contrario, da la vida para destruir. Hay algo
que no funciona. Yo seguí la tesis de un piloto de Alitalia que investigó sobre
los kamikaze japoneses. Corregía la parte metodológica, pero no se entiende
profundamente el fenómeno, que no existe solo en Oriente, y que se relaciona
con los sistemas totalitaristas, dictatoriales, que matan la vida o la
posibilidad del futuro. Pero, repito, no es un fenómeno solo oriental. En
cuanto al uso de niños para los atentados (la referencia a las niñas nigerianas
y al video del niño que mata a una víctima del EI, ndr.), han sido usados por
doquier y para muchas cosas, explotados en el trabajo, como esclavos,
explotados sexualmente. Hace algunos años, con algunos miembros del Senado de
Argentina quisimos hacer una campaña en los hoteles más importantes, para decir
que ahí no se explotaban niños para los turistas, pero no lo logramos… A veces,
cuando estaba en Alemania, leí algunos artículos que hablaban sobre las zonas
del turismo erótico en el Sudeste asiático, y también ahí se trataba de niños.
Los niños son explotados también para estas cosas, para los atentados kamikaze.
No oso decir más.»
Un nuevo encuentro con las religiones en Asís
«Hay una propuesta de hacer un nuevo encuentro en
Asís con las religiones y en contra de la violencia; sé que algunos están
trabajando en esto. He hablado con el cardenal Tauran y sé que esto suscita
inquietudes en las demás religiones.»
La visita la templo budista
«El monje que guía este templo logró que el
gobierno lo invitara al aeropuerto, y también es muy amigo del cardenal
Ranjith, y, cuando me saludó, me pidió que visitara el templo. Hablé con el
cardenal, pero no había tiempo. Cuando llegué, tuve que suspender el encuentro
con los obispos, porque no me sentía bien, estaba cansado; después de 29
kilómetros, estaba hecho pedazos. Ayer, después de regresar de Madhu, se podía.
Hablé por teléfono y fui. Ahí están las reliquias de dos discípulos de Buda,
estaban en Inglaterra y los monjes lograron que se las regresaran. Él fue al
aeropuerto, yo fui a verlo a su casa. Y luego, ayer vi una cosa en Madhu que
nunca me habría imaginado: no había solo católicos, había budistas, musulmanes,
hinduistas y todos van ahí para rezar y dicen que reciben gracias. Hay algo en
el pueblo, que nunca se equivoca, algo que lo une y está tan unido naturalmente
como para ir a rezar juntos a un templo que es cristiano, pero no solo
cristiano… ¿Como podía dejar de ir al templo budista? Lo que sucedió en Madhues
muy importante; es el sentido de interreligiosidad que se vive en Sri Lanka.
Hay grupitos fundamentalistas, pero no están con el pueblo, sino con las élites
teológicas… ¿Hace tiempo se decía que los budistas iban al infierno? Pero
también que los protestantes, cuando yo era niño, iban al infierno, es lo que
nos enseñaban. Y recuerdo la primera experiencia de ecumenismo que tuve: tenía
cuatro años o cinco e iba caminando por la calle con mi abuela, que me llevaba
de la mano, y en la otra acera iban dos mujeres del Ejército de la Salvación,
con ese sombrero que ya no se usa y con ese moño. Yo pregunté: “¿Abuela, esas
son monjas?”. Y ella me respondió: “No, son protestantes, ¡pero son buenas!”.
Fue la primera vez que escuché hablar bien sobre las personas que pertenecen a
otras confesiones. La Iglesia ha crecido mucho en el respeto por las demás
religiones, el Concilio Vaticano II ha hablado sobre el respeto de sus valores.
Hubo tiempos oscuros en la historia de la Iglesia, hay que decirlo sin vergüenza,
porque también nosotros estamos en un camino: esta interreligiosidad es una
gracia.»
La nueva encíclica
«No estoy completamente seguro, pero en gran parte
es el hombre que abofetea a la naturaleza el responsable del cambio climático.
Nos hemos un poco adueñado de la naturaleza, de la madre tierra. Un viejo
campesino me dijo: “Dios perdona siempre, los hombres a veces, la naturaleza
nunca”. La hemos explotado demasiado. Recuerdo que en Aparecida (en la reunión
de los episcopados latinoamericanos de 2007, ndr.), cuando escuchaba a los
obipsos de Brasil hablar sobre la deforestación de la Amazonia, no entendía
mucho. Después, hace cinco años, con una comisión por los derechos humanos,
hice una denuncia para detener una deforestación terrible en el norte de la
Argentina. Y luego está el monocultivo: los campesinos saben que después de
tres años cultivando el trigo, tienes que cambiar durante un año para que la
tierra se regenere. Hoy se usa el monocultivo de la soya hasta que la tierra se
agota. El hombre está yendo demasiado lejos. Gracias a Dios, hoy hay muchos que
hablan sobre esto, y yo quisiera recordar a mi hermano Bartolomeo (el Patriarca
ecuménico de Constantinopla, ndr.), que ha escrito mucho sobre este tema, y yo
lo he leído mucho para preparar la encíclica. El teólogo Romano Guardini
hablaba de una segunda “incultura”, que se da cuando te adueñas de la Creación,
y así la cultura se convierte en incultura. El primer borrador de la encíclica
lo preparó el cardenal Turkson con su equipo. Después trabajé yo y ahora ya
preparé el tercer borrador, y lo envié a la Congregación para la Doctrina de la
Fe, a la Secretaría de Estado y al Teólogo de la Casa Pontificia, para que
estudien y revisen que yo no diga estupideces. Ahora me voy a tomar toda una
semana de marzo para acabarla. Y luego tienen que traducirla. Creo que si el
trabajo avanza bien, podrá salir entre junio y julio. Lo importante es que haya
un poco de tiempo entre la publicación y el próximo encuentro sobre el clima de
París. La última conferencia de Perú me desilusionó, esperemos que en París
sean más valientes. Creo que el diálogo con las religiones es importante
también en relación con este punto, y es importante que haya un sentimiento
común. He hablado con algunos exponentes de las demás religiones sobre el tema
y por lo menos dos teólogos y alo han hecho. Como sea, no será una declaración
conjunta, porque los encuentros con las religiones vendrán después.»
Los temas del viaje a Filipinas
«Corro el peligro de simplificar todo… pero el
centro del mensaje serán los pobres. Los pobres que quieren salir adelante, los
pobres que sufrieron el tifón Yolanda y que todavía sufren por sus
consecuencias, los pobres que tienen la fe, la esperanza. El pueblo de Dios,
los pobres, los pobres explotados por los que determinan muchas injusticias
sociales, espirituales, existenciales. El otro día, en nuestra casa, en Santa
Marta, los etíopes festejaron e invitaron a unos cincuenta empleados. Yo estuve
con ellos y vi a los filipinos que han dejado su patria, a sus papás, a us
mamás y a sus hijos para ir a trabajar allá… Los pobres. Este será el tema
central.»
Verdad y reconciliación en Sri Lanka
«No sé muy bien cómo sean las comisiones para la
verdad en Sri Lanka. Conocí cómo era la de Argentina, y la apoyé, porque iba
por un buen camino. No puedo decir nada más en concreto. Pero puedo decir que
apoyo todos los esfuerzos equilibrados que ayuden a ponerse de acuerdo. Escuché
que el presidente de Sri Lanka dijo una cosa, y no quisiera que mi comentario se
interpretara como comentario político. Me dijo que quiere seguir adelante con
el trabajo para la paz, para la reconciliación, y luego dijo otra palabra.
Dijo: “Hay que crear armonía en el pueblo”. Y Después añadió que esta armonía
nos dará la felicidad y la alegría. Yo me quedé sorprendido y dije: “Me gusta
escuchar esto, ¡pero no es fácil!”. Y él: “Eh, sí, tendremos que llegar al
corazón del pueblo”. Esto me hace pensar, para responder: “Solamente llegnado
al corazón del pueblo, que sabe qué son las injusticias, los sufrimientos
infligidos por las dictaduras… Solamente llegando allí podremos encontrar vías
justas sin compromisos”. Las comisiones de investigación sobre la verdad son
uno de los elemntos que pueden ayudar, pero hay otros elementos para llegar a
la paz, a la reconciliación, a la armonía y al corazón del pueblo. Tomo
prestadas las palabras del presidente de Sri Lanka.
El padre Vaz y las nuevas canonizaciones
«Estas canonizaciones se hicieron con la
metodología que se llama equipolente: cuando desde hace mucho tiempo un hombre
o una mujer son beatos y se cuenta con la veneración del pueblo de Dios, y de
hecho son venerados como santos; no se hace el proceso sobre el milagro. Lo
hice para Angela da Foligno, y también decidí canonizar a personas que fueron
grandes evangelizadores y grandes evangelizadoras. El primero fue Pietro Favre,
evangelizador de Europa, que murió en la calle, evangelizando. Después están
los evangelizadores de Canadá, fundadores de la Iglesia en ese país. Y luego,
el santo brasileño fundador de Sao Paolo, y ahora José Vaz, evangelizador de la
antigua Ceilán. En septiembre, en los Estados Unidos, haré la canonización de
Junípero Serra. Son figuras que hicieron una fuerte evangelización y que están
en sintonía con la espiritualidad de la “Evangelii gaudium”.»
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