Publicado en La Silla Rota, 1 de enero de 2015
“Una sociedad que asesina a sus ministros de culto
es una sociedad subdesarrollada, de quinto mundo...“FA
La
Unidad de Investigación del Centro Católico Multimedial, difundió a finales de diciembre su Reporte Anual 2014,
sobre sacerdotes, religiosos y laicos que han perdido la vida en México. El
documento se denomina “El riesgo de ser sacerdote en México”. De forma general,
el reporte revela que durante los últimos 24 años han sido perpetrados 47
atentados contra miembros del episcopado mexicano, entre ellos un cardenal
–Juan Jesús Posadas Ocampo– , de los cuales 45 son crímenes arteros, y dos
corresponden a sacerdotes que siguen en calidad de desaparecidos.
Señala
el informe que en general hay presiones para el trabajo pastoral, algunos
sacerdotes han sido amenazados, otros han sido secuestrados, y otros más han
sido extorsionados. A tal grado de que oficio sacerdotal al igual que el
periodismo se ha convertido en alto riesgo, sobretodo en algunas regiones, como
el estado de Guerrero y Michoacán.
La
amenazas hasta donde sabemos son del crimen organizado. Los criminales, aunque
en general son católicos han perdido todo respeto a los ministros de culto, otrora
una figura querida y respetada por todos.
Dice
el informe que lo más grave es que en
los dos primeros años de la administración del gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto se registró el
asesinato de ocho sacerdotes, mientras
dos continúan desaparecidos. De ellos tres ha sido asesinados en el Estado de
Guerrero. Además del padre Gregorio López Goristieta, fueron asesinados José Ascensión
Acuña Osorio, quien era cura de la Parroquia San Miguel Arcángel en San
Miguel Totolapan, quien fue secuestrado el 21 de Septiembre de 2014, y encontrado
sin vida dos días después en el río Balsas, muy cerca del pueblo de Santa Cruz
de La Tinaja, en el municipio de San Miguel Totolapan en la región de Tierra Caliente de Guerrero.
Y
el último es el caso John Ssenyondo,
oriundo de Uganda y miembro de los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús.
El misionero había llegado al estado de Guerrero en 2010 y en junio de este
año recibiría la incardinación por parte de la Diócesis de
Chilpancingo-Chilapa, sin embargo desapareció el 30 de abril de 2014. Según testigos, fue levantado por
hombres armados luego de celebrar una Misa en la comunidad indígena mixteca de
Santa Cruz. Nadie supo nada de él hasta que lo encontraron en una de las fosas
descubiertas en octubre en la comunidad de Cocula, Guerrero.
¡Espeluznante!
La
gota que ha derramado el vaso y que se ha dicho un ¡Basta ya! ha sido el del
padre Goyo. Ese hecho llevó a que los altos prelados alzaran la voz, incluso la
del mismo papa Francisco.
El
mismo día que fue encontrado sin vida l–25 de diciembre– a Conferencia del
Episcopado Mexicano (CEM) emitió un comunicado: por la forma injusta y violenta que perdiera la vida el
joven sacerdote: “Haciéndonos eco del sentir de muchos mexicanos,
repetimos: ¡Basta ya! No queremos más sangre. No queremos más muertes. No
queremos más desparecidos. Exigimos a las autoridades el esclarecimiento de
éste y de los demás crímenes que han provocado dolor en tantos hogares de
nuestra patria, y que se castigue conforme a derecho a los culpables. www.cem.org.mx’
Por
cierto, el papa Francisco cuando supo la noticia siguió el caso de cerca y
ordenó a su secretario de Estado Cardenal Pietro
Parolín, enviara condolencias al obispo de Ciudad Altamirano..
El comunicado esta fechado el 28 de diciembre
y enviado desde la Ciudad del Vaticano, dice:’’
“Profundamente apenado al recibir la
triste noticia del asesinato del padre Gregorio López Gorostieta, el Santo
Padre (Francisco) expresa su más sentido pésame a Vuestra Excelencia, así como
al clero, comunidades religiosas y fieles de esa amada diócesis, a la vez que
ofrece sufragios por el eterno descanso del sacerdote de Cristo, víctima de una
injustificable violencia.
Agrega
el texto difundido por la CEM “Su Santidad, al expresar una vez más su firme
reprobación de todo atentado a la vida y dignidad de las personas, exhorta a
los sacerdotes y demás evangelizadores de la diócesis a proseguir con ardor su
misión eclesial a pesar de las dificultades, siguiendo el ejemplo de Jesús, el
buen pastor.
Con
tales sentimientos, mientras desea hacer llegar también a los familiares del
padre López Gorostieta su cercanía en tan dolorosa prueba, el Sumo Pontífice
imparte a dicha comunidad eclesial la confortadora bendición apostólica como
signo de esperanza cristiana en el Señor resucitado“
Firmado
por el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de Su Santidad.
Y
como era de esperarse la nota fue difundida en todos los medios impresos y electrónicos.
Y
la pregunta obligada es
¿Por qué matan
a curas en Guerrero?
Nadie
da explicaciones contundentes.
¿Muy
raro?
Tampoco
la autoridad federal ha hecho nada para atraer los casos, cuando hay evidencias
que han sido la delincuencia organizada.
La
primera información que supimos fue que el sacerdote López Gorstieta fue muerto
a causa de un balazo en la cabeza.. Días después, Miguel Ángel Godínez, titular de Fiscalía del estado de Guerrero,
informó en entrevista radial que el sacerdote falleció a causa de asfixia, dijo
que “el padre López no murió por un disparo de arma, murió por asfixia, de
acuerdo a la necropsia“. Sin embargo, Godínez indicó que no podía revelar más
detalles, ya que son parte de la investigación en curso. “Estamos supervisando
las investigaciones, tenemos varias líneas de investigación, me voy a reservar más
datos porque son líneas de investigación delicadas, espero pronto tener más
resultados”..
Mmm.
Para
el sacerdote Jerónimo de Apatzingán conocido como “Padre Goyo” (y quien ha
recibido amenazas del crimen organizado al grado de oficiar el servicio religioso
con chaleco antibalas), la muerte de López Gorostieta fue por presuntos delincuentes de Guerreros Unidos, esto después de
que Gorostieta acusó a estos criminales por su participación en los hechos del
26 de septiembre en iguala.
En
un mensaje que hizo llegar a la agencia de noticias Quadratín, el padre Goyo dijo que la muerte del sacerdote en
Ciudad Altamirano provoca que se sienta indignado y dijo que manifiesta su
repudio ante el cártel de "Guerreros Unidos".
Subrayó:
"Mi tocayo acusó a estos criminales
en su homilía el pasado domingo 21 sobre los 43 estudiantes de Ayotzinapa,
no obstante ante este abominable caso la iglesia católica seguirá alzando la
voz y denunciando toda arbitrariedad y atropello de los derechos
fundamentales".
Afirmó
que el crimen organizado no ha podido corromper a la iglesia católica, por lo
mismo realiza un posicionamiento de repudio ante tales hechos, por lo que pidió
al gobierno federal dar con los responsables del homicidio del sacerdote de
Ciudad Altamirano, Guerrero.
Creo, que por
lo que significa la autoridad federal debe atraer el caso, y quizá nombrar a un
fiscal especial..
Ante esta
situación el martes 30 de diciembre se presenta el informe del Centro Católico
Multimedial (CCM) que concluye que México se ha convertido en el país
latinoamericano más peligroso para ejercer el ministerio sacerdotal. “Si vemos
el fenómeno en perspectiva histórica, el panorama para 2015 no es alentador
para el sector religioso”.
Señala
el documento que ellos (la Unidad de Investigación del CCM ) tiene registro de un significativo repunte de
crímenes de religiosos de los cuales durante los dos primeros años de gobierno
del Lic. Enrique Peña Nieto refleja 8 casos confirmados de homicidios
contra sacerdotes; además, de 2 presbíteros desaparecidos, sumando un total de
10 agentes de pastoral violentados. Y comparando con el con el gobierno de su
predecesor – Felipe Calderón Hinojosa–indica
que fueron asesinados violentamente 5 sacerdotes durante los dos primeros años
del sexenio pasado. “Este fenómeno marca un claro aumento del 100%, resultado
de problemas como violencia y falta de oportunidades en la administración del
Lic. Peña Nieto. Esta cifra, sin embargo, puede cambiar debido a la situación
que prevalece con los sacerdotes, Santiago
Álvarez de la diócesis de Zamora, desaparecido el 29 de diciembre de 2013 y Carlos Ornelas Puga de la diócesis de
Ciudad Victoria, desaparecido el 3 de noviembre del 2013 y de los cuales a la
fecha, se sigue buscando su paradero.“
Concluye
el documento que las entidades más peligrosas para el ejercicio sacerdotal en
México son: Guerrero, Michoacán y
Distrito Federal y su zona conurbada. Le siguen: Chihuahua, Veracruz,
Tamaulipas, Baja California, Oaxaca, Estado de México, Puebla, Sinaloa,
Durango, Colima, Hidalgo, Aguascalientes, Jalisco y Torreón Coahuila
Por
otro lado, de 2012 a la fecha se tiene referencia de 520 amenazas, situación
que ha incrementado un promedio de 221%, las intimidaciones.
El documento “Reporte Anual 2014: El Riesgo de
ser Sacerdote en México“, puede ser consultado en la página web www.ccm.org.mx.
Fue
elaborado por el sacerdote Gustavo Antonio Rangel y por Sergio Omar Sotelo
Aguilar, periodista de la Diócesis de
Teotihuacán, e Investigador especializado en Neopersecución de Sacerdotes en
México,.
Al margen:
Lista
de sacerdotes y agentes de Pastoral mexicanos que ejercen su ministerio bajo
panorama difícil y reciben constantes agresiones y/o amenazas de muerte:
1- Religiosas: sor Patricia Moysén de Las Casas
Márquez y sor Martha Rangel Martínez,
de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, del Hospital San Carlos, en
Altamirano, Chiapas.
2- Salvador
M. González párroco de la catedral
de Apatzingán, Michoacán. por denunciar grupos denominados ”autodefensas”.
3- Gregorio
López Gerónimo, ex párroco de la catedral de Apatzingán, Michoacán,
amenazado de muerte por denunciar grupos denominados “autodefensas” y a otros
cabecillas de la Región.
4- Jorge
Armando Vázquez, párroco de San Rafael de las Cruces Michoacán, recibe
amenazas por haber denunciado allanamiento de templo por parte de elementos de
la Marina, y Agentes del Ministerio Publico de Michoacán.
5- Miguel Patiño Velázquez, obispo de
Apatzingán, por ser defensor de comunidades indígenas y familias michoacanas
que han sido golpeadas por las acciones de grupos de narcotraficantes de la
región de Tierra Caliente.
6-
Alejandro Solalinde Guerra,
amenazado de muerte como consecuencia de su trabajo en defensa de los derechos
de migrantes, en albergue de Ixtepec, Oaxaca.
7-
José Damián Hernández Veloz, párroco
de Villa Nicolás, Diócesis de Ciudad Altamirano, Guerrero, amenazado de muerte
por su trabajo a favor de las comunidades desprotegidas de la región.
8- Sacerdote
Juan Cornelio Pineda, de la congregación María de la Torre, en la zona
norte de Xalapa, Veracruz, ha sido amenazado de muerte por sus captores que no
pudieron concluir el secuestro exprés en su contra.
9- Padre
Julián Verónica González, de Amatlán Veracruz, ha sido amenazado de muerte
a partir de su lucha social contra el Proyecto Hidroeléctrico “El Naranjal”.
10-
Marcelo Pérez Pérez, ha recibido
amenazas de muerte y hostigamientos por oponerse en contra de establecimientos de
cantinas y contra los efectos del alcoholismo, drogadicción, prostitución y
vicios que están causando una ruptura del tejido comunitario de Simojovel,
Chiapas.
11-
Padre Jorge Medina Enríquez, de 70
años de edad, fue detenido injustamente y recluido en el Reclusorio Oriente de
la ciudad de México 225 días, tan solo por defender el predio del Atrio Sur de
la Parroquia de Santiago Apostol).
12- Pedro Pantoja Arreola, amenazado de
muerte como consecuencia de su trabajo en defensa de los derechos de migrantes,
en albergue Belén Posada del Migrante, Saltillo, Coahuila.
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