Fuentes de la compañía, citadas por el periódico Reforma, comentaron que “hay mucho agravio y mucha ofensa por ambas partes. Si un juez ordena que nos sentemos a negociar, lo haremos, pero su reinstalación es imposible”.
Las fuentes indicaron que aún no son notificados del amparo y ya que se reciba, expondrán las causas del despido presentadas el pasado 31 de marzo, en la demanda mercantil que reclama que se declare judicialmente la terminación del contrato.
“No le vemos mayor problema. La instrucción en la empresa es concreta: si el ordenamiento del juez es que nos sentemos a platicar, los abogados lo harán, y si se llega a algún arreglo está bien, pero la reinstalación de la conductora es imposible”, agregaron.
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