Columna ARSENAL/ Francisco Garfias en Excélsior, 7 de junio de 2016
La
noche triste de Manlio
El
PAN gobernará once estados por primera vez en su historia. Lo más que llegó a
tener en el pasado fueron ocho gubernaturas en el 2002. En cuatro estados habrá
por primera vez alternancia: Durango; Quintana Roo, Veracruz y Tamaulipas.
“Se
ha desbancado la farsa de que Andrés Manuel López Obrador es la única
alternativa”, celebró Juan Ignacio Zavala, cuñado de Felipe Calderón.
Los
“herederos” de Gómez Morin quedan perfilados como fuertes contendientes para la
próxima elección presidencial. El
panismo recuperó el ánimo y la energía perdidos en el 2012. “Si el partido se
une, es probable que le ganemos al PRI en
el 18”, estimó Fernando Rodríguez Doval, secretario de comunicación del
CEN del PAN.
En
lista por la candidatura presidencial del azul están Margarita Zavala, Rafael
Moreno Valle y ahora Ricardo Anaya. La hermana de Juan Ignacio es la mejor
posicionada en las preferencias electorales. Amaneció más panista que nunca,
como dijo Ciro Gómez Leyva, luego de entrevistarla.
¡Y
cómo no! Le conviene un partido competitivo, aunque haya crecido la figura del
joven maravilla: “Es mejor tener un presidente fuerte de partido que apuntale
la campaña, que uno débil”, destacó Juan Ignacio.
Fue
la noche triste de Manlio Fabio Beltrones.
Cantó 9-3 antes de la elección.
En sus pronósticos no tomó en cuenta el “mal humor social” que enmarcó
la elección y que fue reconocido por el presidente Peña. Quedó
muy lejos. Fue 5-7. Esos
resultados lo sacan de la carrera por la candidatura presidencial del PRI.
Quedan Osorio, Meade y Nuño. Al que cobra impuestos francamente no lo veo.
Manlio,
por lo demás, se vio mal en la mesa que organizó Joaquín López-Dóriga en el
canal 2 , la noche del domingo. Se le veía colérico, descompuesto,
desconcertado.
El
panista Ricardo Anaya lo sacó de sus casillas. El experimentado priista criticó
las descalificaciones y se dedicó a descalificar. Quiso minimizar al panista
por su juventud. “No se necesita mucha edad para ser un cínico ambulante”, le
dijo.
Lo
llamó mentiroso. Lo acusó de decir “puras sandeces”. Alzó el tono para exigir:
“no me interrumpas”.
El
panista llegó con ventaja. Se preparó a fondo. Llevó gráficas, fotografías. Le
restregó declaraciones contradictorias. Un desastre para el experimentado
priista.
Mundo
bizarro. Ahora es el PRI el que impugna. Nos llegó la tarde de ayer un
comunicado del tricolor que habla de “elementos cualitativos y cuantitativos”
para impugnar entre cinco y seis elecciones al cargo de gobernador:
Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Quintana Roo, Puebla y Tamaulipas.
El
gran ausente ha sido Andrés Manuel López Obrador. No quiso ir a la mesa de
análisis de Joaquín. Lo suyo, lo suyo,
no es el debate. Le dijo al teacher que él no se sienta con integrantes de “la
mafia en el poder”.
Los
resultados de su partido fueron por demás discretos. No ganó ni una
gubernatura. Tampoco arrasó en la Ciudad de México. Por lo demás, quedó claro
que el partido obradorista tiene mucho quehacer en el norte del país.
Prácticamente no existe.
Hacia
las siete de la noche no se había metido una sola nota sobre el resultado de
las elecciones en el sitio oficial de Morena “la esperanza de México”. La
última, fechada el 5 de junio, era el llamado de El Peje a votar.
En
su cuenta de Facebook hay un mensaje que Andrés grabó cuatro horas después de
haber cerrado las casillas. “Tengo
información que nos fue muy bien en Veracruz, que nos fue muy bien en Zacatecas
y Oaxaca. Pero no voy a dar ningún resultado hasta que tengamos las actas y dar
números”, dijo. Tampoco tenía actas ni números precisos de la votación en la
Ciudad de México, pero allí sí dijo:“les
puedo adelantar que ganamos”.
No
fue el funeral del PRD. Ganaron tres gubernaturas junto con el PAN: Durango,
Veracruz y Quintana Roo. Le dio la pelea a Morena en la Ciudad de México. Sacó
553 mil 192 contra 633 mil 263 del partido obradorista.
Se
calcula que los amarillos ganaron en las
urnas 19 lugares en la Asamblea Constituyente
—hay que aumentar los que llegan por dedazo— mientras que los del
Movimiento Regeneración Nacional tendrán 22 lugares.
Los
demás partidos se quedaron chiquitos: PAN, siete; PRI, cinco; Encuentro Social,
dos; Nueva Alianza, dos; Movimiento Social, uno; Partido Verde, uno.
Agustín
Basave nos hizo un pequeño balance de los resultados: “Tomé la presidencia en
la peor crisis de la historia del partido. Hoy ganamos tres gubernaturas en
alianza con el PAN y estamos en la pelea en Tlaxcala. No es poca cosa, pero el
partido necesita una transformación radical”.
El
presidente del PRD declaró que aún no toma la decisión de si se va o se queda. Por lo que se ha
filtrado, es muy probable que se vaya. Más allá de los resultados, le incomoda
enormemente la ingobernabilidad interna de ese partido.
Uno
que andaba ayer como castañuela es el diputado Guadalupe Acosta Naranjo,
apóstol de las alianzas PRD-PAN. “La estrategia de unificar a la oposición
democrática es la que nos puede llevar a sacar al PRI en el 18. Esto incluye a
Morena, si deja su sectarismo”, nos dijo.
El
panista Rodríguez Doval definió el valor de las coaliciones de manera más
coloquial. “Son kryptonita pura para el PRI”, señaló.
La
industria de encuestas quedó pésimo. Ni una sola empresa dedicada a las
mediciones se aproximó siquiera a los resultados. Favorecieron al PRI
abiertamente. Podrán sacar mil pretextos, decir que fue tal o cual factor. Sólo
acertaron en cinco de las 12 entidades donde se eligió gobernador.
Les
queda perfecto la frase de Alejandro Martí: Si no pueden, renuncien. Pero se ve
difícil. Hay muchos intereses entreverados.
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