Trump,
el juez y el racismo/Jorge
Ramos Ávalos
Reforma, 11
Jun. 2016
Nadie
sabe realmente qué hay dentro de la cabeza de Donald Trump. Pero sí sabemos qué
es lo que sale de su boca. Y lo que salió hace poco es "la definición de
lo que es un comentario claramente racista", según dijo el líder del
Congreso estadounidense, el republicano Paul Ryan.
Seamos
claros. Es racismo cuando se rechaza, discrimina o descalifica a alguien por el
simple hecho de pertenecer a un grupo étnico o racial. Punto. Y eso es
exactamente lo que hizo Donald Trump al decir que el juez Gonzalo Curiel
-nacido en Indiana de inmigrantes de México- no podía ser imparcial en un caso
judicial -que involucra a la Universidad Trump- por su "herencia
mexicana". Según el torcido y falso argumento del candidato republicano a
la Presidencia, el juez Curiel tiene un conflicto de interés. Trump no ve cómo
un latino puede ser justo con él después que anunció que quiere construir un
muro entre México y Estados Unidos.
Las
prejuiciadas declaraciones de Trump me recordaron una entrevista que le hice en
el 2013 a la juez de la Corte Suprema de Justicia Sonia Sotomayor. "Hay
mucha gente que cree que el latino no tiene la capacidad de hacer las cosas
bien", me dijo en español. Y luego me dio su fórmula para enfrentar a los
racistas: "No me dejé discriminar".
En
política nada es coincidencia. Trump, en unos pocos días, criticó públicamente
a cuatro hispanos prominentes: al juez Curiel, a la gobernadora republicana de
Nuevo México, Susana Martínez, y a los periodistas Tom Llamas de la cadena ABC
y Jim Acosta de CNN.
Los
ataques de Trump no se han limitado a los hispanos. En una entrevista con la
cadena CBS, Trump dijo que "sería posible" que un juez musulmán
también estuviera prejuiciado en su contra debido a su propuesta de prohibir la
entrada a Estados Unidos a 1,600 millones de musulmanes en el mundo. Trump,
aparentemente, no quiere que jueces de origen mexicano o musulmán lo juzguen.
Eso se llama discriminación.
Trump
se está quedando solo en este asunto. Paul Ryan dijo que sus comentarios eran
"absolutamente inaceptables". Y el líder del Senado, Mitch McConnell,
dijo a NBC que "no podía estar más en desacuerdo" con las palabras de
Trump. Sin embargo, la gran contradicción de estos líderes republicanos es que los
dos han dicho que votarán por Trump. No dejan de sorprenderme los políticos que
hacen verdaderos malabarismos verbales criticando el racismo de Trump pero
manteniéndose fieles a su candidato.
Los
comentarios racistas de Trump están creando un verdadero dilema moral entre los
republicanos y los votantes independientes: si votas o apoyas a un candidato
que hace comentarios racistas, ¿qué dice eso de ti como persona?
Trump
se ha metido en serios problemas con sus controversiales declaraciones en el
pasado y siempre ha salido adelante. No dudo que este sea también el caso.
Dirá, como suele decir, que no dijo lo que dijo o que lo malinterpretaron. Pero
todo se lo pudieran cobrar el 8 de noviembre, el día de las elecciones.
"Amo
a la gente mexicana", ha dicho Trump en sus discursos y él cree que le va
a ir bien con los hispanos el día de la votación. Pero muchos latinos no lo
quieren. Solo el 20 por ciento de los votantes latinos lo apoyaría, según una
encuesta de NBC y el Wall Street Journal. Eso es menos que el 27 por ciento que
obtuvo Mitt Romney en el 2012 y menos que el 31 por ciento de John McCain en el
2008. Y los dos perdieron la Presidencia. Los 27 millones de hispanos elegibles
para votar son ya el 12 por ciento del total de votantes. Nadie puede llegar a
la Casa Blanca sin los hispanos. Ni Trump y sus millones.
Trump
no entiende que los hispanos no se han tragado su cuento. Cree, ingenuamente,
que los hispanos van a votar por él luego de insultarlos -como
"criminales" y "violadores"- y decir que quiere deportar a
millones de inmigrantes. Así no funcionan las cosas en nuestras casas. ¿Tú le
creerías a alguien que primero te insulta y luego te promete un trabajo?
La
gran ironía de esta elección es que los mismos ataques a los hispanos, que
tanto impulsaron la candidatura de Trump, serán los que terminarán trágicamente
con sus aspiraciones presidenciales. Los mexicanos tienen un dicho muy sabio:
el que ríe al último, ríe mejor.
@jorgeramosnews
Ramos es
considerado uno de "los hispanos más influyentes de Estados Unidos" y
es conductor del Noticiero Univision desde 1986. Ha ganado 9 premios Emmy y el
prestigioso Maria Moors Cabot. Ha escrito 11 libros y su columna semanal la
distribuye el New York Times Syndicate en todo el hemisferio. Estudió Comunicación
en la Universidad Iberoamericana y una maestría en Relaciones Internacionales
en la Universidad de Miami. Nació en Cd. de México y vive en Miami.
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