Rente Delgado entrevista a Francisco Labastida
Reforma, 2 de agosto de 2017
/ Piden reunir apoyo civil y de militancia
Ex candidato presidencial. Advierte que en 2018 el tricolor debe postular un abanderado a la Presidencia de la República que atraiga el voto de priistas y de ciudadanos
René Delgado y Claudia Guerrero
Francisco Labastida, ex candidato presidencial del PRI en 2000, advirtió que la imposición de un abanderado externo puede fracturar a su partido, ya que perdería el respaldo de la militancia en la contienda por la Presidencia de la República del próximo año.
El ex senador elogió el perfil y trayectoria del Secretario de Hacienda, José Antonio Meade, pero advirtió sobre la complejidad que implicaría su postulación, ya que no cumple con los requisitos estatutarios.
En contraste, para el también ex Gobernador de Sinaloa hay cuadros como los titulares de Salud, José Narro, de Agricultura, José Calzada, y de Turismo, Enrique de la Madrid que, además de tener cualidades, no están impedidos por los candados para buscar la candidatura.
Sobre la propuesta de la disidencia priista para que el aspirante surja de una consulta a la base, el ex Secretario de Gobernación recordó que, en 2000, ese método les costó la Presidencia.
De cara a la Asamblea Nacional, Labastida aseguró que jamás fue convocado para dar su opinión sobre la oferta política que debe ofrecer su partido en 2018.
¿Qué espera de la Asamblea y qué importancia tiene?
Es importante por dos cosas: primero, el partido tiene que salir razonablemente unido.
En una entrevista, César Camacho dijo: si no logramos captar la simpatía de la ciudadanía no ganamos.
Y tiene razón, pero agrego que si no tenemos al partido mayoritariamente apoyando, tampoco ganamos. Necesitamos al partido y necesitamos a parte de la ciudadanía.
¿Por qué dice que hay que cuidar la cercanía con la ciudadanía y al propio partido como instrumento político?
Porque si la militancia del partido no respalda el candidato, le va costar mucho trabajo ganar, y sólo con la militancia no gana el partido las elecciones. Lo importante es primero el País y luego los partidos. Entonces, concentrarnos en discutir qué le proponemos a la ciudadanía y cómo lo queremos hacer es lo vital.
¿Lo correcto es pensar en el qué y el cómo y, después, en el nombre?
Sin duda alguna. No sólo se trata de que se examine en la Asamblea qué hacer, se trata de ver cómo se haga y eso implica que haya mentes lúcidas, expertos en el tema, que hagan propuestas específicas de qué hacer.
¿Eso ya no ocurrió?
Me temo que no.
¿Usted fue invitado?
Yo no fui invitado y sé de muchas gentes que no fueron invitados. Tengo una invitación para ir a una comida de gobernadores que puede ser tan trascendente o intrascendente como usted quiera.
¿Cuáles serían, en su opinión, los cinco temas sobre qué hacer con el País?
Seguridad pública, corrupción, educación, nivel de vida y el problema de las pensiones que, si bien ahorita no es grande, tiende a crecer. Ese quinto problema está relacionado con los programas de asistencia social que tienen toques políticos.
¿Y cómo deben seleccionar al abanderado priista?
Tiene que ser una gente que tenga la dualidad de poder convencer a la propia militancia y de jalar gente de la sociedad civil, si no no vamos a ganar.
¿Hay de esos?
Creo que sí. Un requisito es que sea absolutamente honesto, a prueba de cualquier cuestionamiento.
¿Está a favor de que se quiten los candados en el ánimo de encontrar ese perfil dual: cerca de la gente y cerca del partido?
En parte va a depender de cómo están las circunstancias.
Hay gran cantidad de personas que cumplen con los requisitos, diría que además son priistas de probada capacidad, experiencia. Hay quizá uno que hace un muy buen trabajo como Secretario, pero que no cumple con los requisitos.
¿Ese Secretario de Estado es el de Hacienda?
De José Antonio Meade tengo muy buena opinión en honestidad, en experiencia, en resultados, en muchas cosas.
¿Si la imposición de Meade supone una fractura en el partido, es preferible prescindir de Meade?
No le pongamos nombre, pero yo no arriesgaría una fractura en el partido.
¿Estas dos corrientes pueden no llegar a un acuerdo?
Pueden no llegar a un acuerdo. Va depender mucho de las reacciones. A final de cuentas dicen que la política es un arte de negociar y lo tienen que ver en el momento cómo van a reaccionar los grupos o no.
Y si encuentran problema muy fuerte, perdón, vamos a jalar ciudadanía pero vamos a perder una parte importante de la militancia.
¿Usted ve a un priista con calidad moral y política para representarlos como candidato presidencial?
Sí, veo a varios. Narro, por ejemplo; el Secretario de Agricultura, el Secretario de Turismo. Veo a varios de honestidad acrisolada, con experiencia, con capacidad, con resultados..
¿No están perdiendo tiempo? Están en el tercer lugar de las preferencias.
No. Va a depender mucho de la forma. La forma es importantísima. En el 99 nos metimos en un proceso que nos costó la Presidencia. Lo acompañaron, además, con una campaña del nuevo PRI que dejó al partido sin recursos y en lugar de concentrar el esfuerzo en la campaña constitucional contra los otros partidos, lo concentraron en la campaña interna del partido, y eso es el acabóse.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario