Reforma, 10 de octubre de 2017
En menos de 24 horas se confirmó lo que aquí les decíamos ayer: "Margagrita" Zavala no se hizo ningún favor a sí misma ni al PAN con su renuncia.
Si no nos quieren creer a nosotros, pregúntenle a Liébano Sáenz, encuestador (asesor y comunicador del llorado Luis Donaldo Colosio) que ha sido el primero en medir cuantitativamente, vía encuesta, por supuesto, los efectos de la renuncia al PAN de Zavala, emberrinchada porque no le quisieron prestar el guante, el bate y la pelota cuando ella (o su marido) quiso y como quiso.
La brecha entre ella y el puntero presidencial 2018, Andrés Manuel López Obrador, se disparó a entre DIEZ y ONCE puntos, dependiendo de quien sea el postulado por el PRI.
Si es José Antonio Meade, quien alcanza casi el 12 por ciento, o lo doble de lo que tenía apenas hace un mes, la brecha entre "Margagrita" y AMLO es de 10 por ciento.
Pero si el PRI lanza a Osorio Chong, AMLO se dispara a 33 por ciento de la preferencia electoral, casi ONCE puntos por arriba de Zavala.
Osorio pierde, respecto a Meade, para quedar en un 10.9 por ciento.
En lo que refiere a partidos, la gente se siente más cercana al PAN con un 14.4 por ciento contra el 12.6 por ciento de Morena y el 9 por ciento del PRI.
Los demás casi ni pintan.
O sea que, con su renuncia, Zavala le ayuda a AMLO y a Meade, perjudica al PAN y no le hace mella a los índices de popularidad de Ricardo Anaya, presidente del PAN, y a quien Doña "Margagrita" pretende convertir en su verdugo, ya que se queda prácticamente igual, entre un 14.4 por ciento y un 15.5 por ciento de la intención del voto.
Comparada a encuestas anteriores, Zavala pierde a cerca del 10 por ciento de los potenciales votantes, ello tras su renuncia.
Sospechamos que esta cifra irá creciendo con el tiempo.
En México ninguna encuesta es perfecta, ello debido al alto índice de indecisos o personas que no quieren contestar la encuesta.
Es imposible atinarle a cómo votarán finalmente los llamados indecisos, que en realidad no lo son: son desconfiados que no quieren decir cuál es su preferencia "in pectore", pero ésta normalmente es la catalana, esto es, la que va "en contra".
(En este caso, sospechamos que la "contra" es AMLO, o sea que los que hoy responden que no han decidido a la hora de la hora votarán por AMLO).
¡Está Andrés Manuel más cerca que nunca de la Presidencia, y en el panorama actual no existe nadie quien lo pare!
Menos los VEINTICUATRO candidatos independientes.
En síntesis, pues, Zavala se autoeliminó con su renuncia al partido en el que militó más de 30 años a la contienda electoral, perjudicó al PAN, pero le ayudó a uno de los candidatos posibles del PRI, José Antonio Meade, hoy Secretario de Hacienda.
Quien, curiosamente, lo fue también con el marido de la Señora Zavala, Felipe Calderón.
No se descarte entonces que si el PRI se va con Meade, la Señora de Calderón se adhiera a la campaña del hoy Secretario de Hacienda, a ver si le ayuda a superar a AMLO y lograr algún hueso en la administración priista.
Podrán reírse ahora, apreciados lectores, pero esto no es de descartarse vista el "hambre de hueso" que ha demostrado la dama (y otros también).
Los eventos recientes, todos sumados, revelan sin duda que el apoyo logrado por AMLO es sólido, que ningún otro candidato o candidata le hace mella, y que entre más escándalo hagan, más aspavientos, gritos y sombrerazos, más se fortalece el abanderado de Morena.
¿No será que se requiera otra técnica?
Por ejemplo ¡MENOS, pero MEJORES candidatos!
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