Resurge el caso sobre los monaguillos del Papa
Nubes sobre el Vaticano
Vatican Insider,. Pubblicato il 19/11/2017
DOMENICO AGASSO JR.
El Vaticano, tomando nota de los «nuevos elementos», vuelve a abrir la investigación sobre los presuntos abusos entre los «monaguillos del Papa». Se ve involucrado en la historia un ex-alumno del Preseminario San Pío X, en donde estudian los chicos que ayudan en la misa al Pontífice, con sede en el Palacio San Carlos, a pocos metros de la residencia Santa Marta, en donde vive Bergoglio. El seminarista primero fue acusado de molestias sexuales y después se hizo cura. El escándalo explotó después de las recientes investigaciones de las que surgió el libro de Gianluigi Nuzzi «Pecado original» y de un reportaje del programa italiano de televisión «Le Iene». Ayer la Santa Sede, en una nota, explicó que, después de algunas indicaciones, «a partir de 2013 se llevaron a cabo algunas investigaciones». Se ocuparon de ellas los «superiores del preseminario»; pero también el «obispo de Como», porque la «comunidad de los educadores» del Colegio, la Obra Don Giovanni Folci, pertenece a su diócesis. Los obispos, en realidad, son dos: el actual, monseñor Oscar Cantoni, y su predecesor Diego Coleta (que también fue rector de seminario).
En los hechos denunciados estarían involucrados «algunos coetáneos entre sí, algunos de los cuales ya no estaban presentes en el Instituto en el momento de las averiguaciones». Estos episodios «no encontraron una confirmación adecuada». Pero, «teniendo en cuenta nuevos elementos recientemente surgidos, se está llevando a cabo una nueva investigación» para esclarecer por completo lo que sucedió verdaderamente. Según nuevas averiguaciones que han llevado a cabo las autoridades vaticanas, durante los últimos años se han verificado relaciones homosexuales entre los chicos huéspedes.
En esta fase del caso ha sido crucial el testimonio del polaco Kamil Tseusz Jarzembowski, ex estudiante del Preseminario: en la denuncia que escribió y que es uno de los documentos citados por Nuzzi, indicó que había sido «testigo de actos sexuales que Antonio exigía de Pablo (nombres inventados, ndr.)». Kamil narró que la angustia que aumentaba «frente al repetirse de los eventos recordados, además del miedo de ser expulsado, me indujeron a confiar mi desconcierto a mi director espiritual, que refirió los hechos en cuestión al obispo responsable y a los superiores jerárquicos». Pero esta comunicación «cayó en en vació». El polaco también dijo que «frente a la indiferencia de las personas que consideraba necesario interpelar según un procedimiento legítimo, decidí dirigirme directamente a la Santa Sede, en particular a la secretaría de Estado y a la Congregación para la Doctrina de la Fe». En el caso del ex Santo Oficio, la falta de intervención se explica con su específica competencia sobre sacerdotes y religiosos, mientras que en este caso los presuntos abusos o actos homosexuales se habrían verificado entre los seminaristas menores de edad.
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