Acerca de "Grupo de la Lux, ‘ejército secreto’ del general Corona del Rosal"
PALABRA DE LECTOR
Señor director:
Solicito a usted se sirva dar cabida en sus páginas a la presente nota aclaratoria, respecto del artículo publicado en la edición número 2193, páginas 58-59 de la revista que usted dirige.
Bajo el título “Grupo de la Lux, ‘ejército secreto’ del general Corona del Rosal”, el columnista Arturo Rodríguez García me alude de forma calumniosa, al referir que, en mi condición de miembro del Consejo Nacional de Huelga del Movimiento Estudiantil de 1968, habría yo participado en “una reunión del Partido Comunista con Díaz Ordaz en la que estuvieron Ifigenia Martínez, en su calidad de directora de la Escuela Nacional de Economía de la UNAM, y Félix Hernández Gamundi, dirigente del IPN. ….”. El artículo menciona también una supuesta relación de “la gente que estaba vinculada a estos líderes eternos del 68 y cómo estaban vinculados, a través de qué y de quién, con Corona del Rosal. Son justamente encabezados por Alvarez Garín”.
Desconozco las fuentes que se refieren, pero aclaro que: 1) Nunca en mi vida me reuní con Díaz Ordaz o Corona del Rosal, ni lo intenté, ni me interesó jamás hacerlo y no me consta que la reunión referida se hubiera realizado. 2) Nunca fui miembro del Partido Comunista, ni de la Juventud Comunista ni de ninguna otra agrupación vinculada con esas organizaciones. Desde 1968 tengo amigos que fueron militantes comunistas; siguen siendo mis amigos, pero yo nunca fui parte de esa organización. 3) Durante el Movimiento de 1968, nunca tuve el honor de estar reunido con la maestra Ifigenia Martínez; nunca la conocí en persona, sino hasta 1988, de suerte que jamás estuve reunido con ella en algún evento de la naturaleza mencionada. 4) Nunca tuve relación alguna con el general Corona del Rosal. Por supuesto que Raúl Alvarez Garín jamás tuvo tampoco relación con Díaz Ordaz o con el mismo Corona del Rosal, y mucho menos Raúl Alvarez Garín o yo pudimos tener relación alguna con las personas que operaban o decidían la actuación de los múltiples grupos paramilitares y porriles que financiaban desde el gobierno. La especie lanzada es absolutamente irresponsable por las implicaciones políticas que de ella se pretendan derivar.
Resulta sospechoso y perverso propalar afirmaciones de esta naturaleza, precisamente ahora, cuando estamos en tiempos en los que se acercan condiciones para que la justicia reconozca la verdad de los hechos represivos y la masacre cometida por el Estado mexicano en contra de los estudiantes y nuestro pueblo. Hoy que estamos cerca de la acción de la justicia para procesar a los exfuncionarios que ordenaron y a quienes ejecutaron la masacre del 2 de octubre en Tlatelolco, de nuevo aparecen estos artículos que pretenden descalificar y desprestigiar a Raúl Alvarez Garín y a quienes en vida lo acompañamos en su lucha tesonera por lograr la justicia. No es la primera vez. El gobierno y sus corifeos lo han intentado varias veces antes. En otros tiempos publicaron libelos como El Móndrigo; antes, una columna periodística denominada “Los comandantes de la subversión”, firmada por un periodista Julio Ernesto Teissier, en el diario Novedades; también un pasquín con un listado de activistas y líderes del movimiento identificados como Los Intransigentes, según Gobernación. En todo ello nos involucraron a Raúl Álvarez Garín y a mí, junto con otros distinguidos luchadores políticos y sociales. No lograron el propósito y no lo lograrán ahora.
Hoy, señor director de Proceso, desde el Comité 68 Pro-Libertades Democráticas, AC, nuestros esfuerzos están enfocados en conseguir que los aparatos de procuración y de impartición de justicia reconozcan la verdad histórica del Movimiento Estudiantil de 1968, que los responsables del genocidio cometido entonces sean llevados ante los tribunales y sean juzgados; que sean castigados para romper el estado de impunidad que lacera el alma de nuestro pueblo, que se garantice la no repetición de este tipo de hechos criminales en contra del pueblo, y que se repare el daño causado a todos los afectados. Por ello, el pasado 2 de octubre demandamos la apertura de los archivos de la Sedena, donde deben estar los partes militares en los que sin duda están los datos de cuántos muertos hubo en la Plaza de las Tres Culturas, puesto que fue una unidad del ejército la que allí intervino, disparó, levantó los cadáveres y dispuso de ellos en algún lugar todavía desconocido por los mexicanos.
Atentamente:
Félix Hernández Gamundi, integrante del Comité 68
Respuesta del reporteroSeñor director:
En atención a la carta precedente, me permito exponer que, como se precisa en la edición de Proceso 2193, las expresiones a las que alude el ingeniero Félix Hernández Gamundi corresponden a lo dicho en entrevista por la historiadora María de los Ángeles Magdaleno Cárdenas.
Esa entrevista forma parte del libro Ecos del 68, basado en el podcast homónimo que se transmitió en la plataforma Convoy Network y es una de diez, entre las cuales se encuentra también la entrevista con el ingeniero Hernández Gamundi, quien da su explicación sobre una improbable infiltración gubernamental en el Consejo Nacional de Huelga (CNH), las características del asambleísmo, su rechazo y del CNH a las reuniones privadas, el origen de su liderazgo y otros aspectos relativos a su participación antes, durante y después del movimiento estudiantil de 1968.
Lo consignado en dichas entrevistas reproduce la perspectiva de los entrevistados, su información y, en el caso de quienes participaron en el movimiento, sus testimonios. Se trata pues de una reunión de voces que pueden ser contradictorias o complementarias.
Finalmente, me permito observar que no es la primera ocasión en que la maestra María de los Ángeles Magdaleno ha referido distintos aspectos sobre el registro documental de las reuniones mencionadas.
Atentamente:
Arturo Rodríguez García
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