El Heraldo, ENERO 15, 2019..;
Del Mazo no logró la realización de su máxima aspiración política, pues buscó, con ahínco, seriedad, entusiasmo y planeación la candidatura del PRI a la Presidencia de la República
La partida de Alfredo Del Mazo González significa la desaparición de uno de los personajes emblemáticos de la generación intermedia en la política priista.
Del Mazo González fue poseedor de una trayectoria profesional y política destacada y fue un ser humano exitosísimo, y un excelente gobernador del Estado de México. Laboró de manera sobresaliente en posiciones importantes en la banca privada y en la banca social como lo fue el Banco Obrero, en la Comisión Nacional Bancaria y en la SHCP.
Fue, también, un brillante y tenaz secretario de Energía e Industria paraestatal, director del Fonatur y del Infonavit, y tuvo un excepcional desempeño como embajador de nuestro país ante la Comunidad Económica Europea con sede en Bruselas, Bélgica. Fue candidato a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal y, al final de su carrera, fungió como diputado federal en la LVIII Legislatura.
Sin embargo, del Mazo no logró la realización de su máxima aspiración política, pues buscó, con ahínco, seriedad, entusiasmo y planeación la candidatura del PRI a la Presidencia de la República, para relevar al presidente Miguel de la Madrid; y pudo haber llegado a ser un gran presidente de México.
Fue un hombre de estirpe y, sin pretenderlo, lo fue casi de dinastía; pues solamente hay otro caso en la política mexicana en el que el abuelo, el padre y el hijo llegaron a ser gobernadores de sus estados como lo fueron los Del Mazo: los Cárdenas lo lograron en Michoacán con el general Lázaro Cárdenas, con su hijo Cuauhtémoc y con su nieto Lázaro. Pero en el caso de los Del Mazo, los tres dignatarios con el mismo nombre.
Del Mazo fue un hombre educado, preparado, íntegro, capaz, de carácter enérgico y exigente, honrado, cuidadoso y respetuoso de las formas, leal, innovador, atento, perseverante, eficiente, eficaz y hasta solemne.
Fue un gran gobernador del Estado de México, impulsor incansable de su entidad, promotor del desarrollo, tanto económico como político, educativo y cultural; realizador de la primera carretera de cuota del país (la Toluca-Atlacomulco), impulsor del campo y de importantes obras de infraestructura, creador del Sistema Estatal de Radio y Televisión, del Instituto de Cultura, del Museo y del Colegio Mexiquense.
Divulgador del acuñado término mexiquense, y de las toponimias de los pueblos y comunidades del Estado de México. Fue un modernizador de la administración pública y de la política en la entidad, y un indiscutible impulsor social.
Tuvo el privilegio de contar con una extraordinaria compañera de afanes, como lo fue, hasta el final de su vida, su inteligente esposa Carmen Maza de Del Mazo. Heredero de personajes históricos. Hombre de prosapia, integrante de un legado político y de una heredada vocación de servicio público realmente ejemplar.
Hijo de don Alfredo Del Mazo Vélez, quien también fuera un magnífico gobernador y secretario de Recursos Hidráulicos, y padre del actual gobernador del Estado de México, Alfredo Del Mazo Maza, quien es un joven político de gran madurez y valía.
Pugnemos para que el legado delmacista trascienda y se vuelva histórico, al tiempo que sirva de ejemplo para los políticos de hoy y de mañana.
Descanse en paz.
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