Revista Proceso #2233, 18 de agosto de 2019
Sujeto a los claroscuros del debate público, el juez de control Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, administrador del Centro de Justicia Penal Federal con Sede en el Reclusorio Sur, en la Ciudad de México, enfrenta los resabios políticos de su decisión de vincular a proceso e imponer dos meses de prisión preventiva a Rosario Robles Berlanga.
Con pocas o nulas referencias sobre su carrera en el Poder Judicial de la Federación (PJF), tres años permiten rastrear los apellidos de Delgadillo Padierna, tiempo en el que sus decisiones se han visto rodeadas por la polémica. Del aplauso al rechazo, sus resoluciones judiciales han ganado calificativos contrastantes. Por ejemplo, en 2018 fue considerado uno de los “nuevos jueces contra la impunidad”, según el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez; en el extremo opuesto, Marko Cortés, dirigente nacional del PAN, recientemente lo descalificó como un “juez carnal”, al darse a conocer su relación de parentesco con la diputada de Morena Dolores Padierna Luna.
“Con respecto de las versiones periodísticas relacionadas con el juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, aclaro que él es hijo de mi hermana Guadalupe. Que los casos que le han correspondido atender le han sido asignados al azar”, tuiteó Padierna el jueves 15.
El viernes 16 en un comunicado de prensa, el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) salió en defensa del juez y desmintió la existencia de denuncias o quejas por sus determinaciones judiciales, que hoy adquieren dimensiones políticas. “A raíz de las afirmaciones sobre el parentesco del juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna con la diputada Dolores Padierna Luna, informamos que hasta el momento no se ha presentado una queja o recurso formal ante el CJF derivado de un asunto resuelto por el juez.”
Fuentes consultadas por este semanario sostienen que su lugar en el PJF se debe a los resultados que obtuvo en “concursos de oposición”.
Encabezada por Julio Hernández Barros, la defensa de Rosario Robles amagó con impugnar la vinculación a proceso y el auto de prisión preventiva a su cliente, emitida el martes 13, pues consideró que el juez realizó “acción delictiva” al rechazar la presentación de sus pruebas y precipitar dicha sanción en una vinculación a proceso.
La familia
Nacido en la Ciudad de México, Delgadillo Padierna proviene de una familia de clase media encabezada por Felipe Delgadillo y la maestra Guadalupe Padierna, cuyos hijos, Felipe de Jesús y María Guadalupe han tomado caminos distintos al de sus padres y tíos. Felipe de Jesús ha hecho carrera en el PJF, mientras María Guadalupe se dedica a la academia e investigación en el área de robótica. Por la línea materna, el juez tiene como tía a Dolores Padierna, a la que llama “tía Lola”. “En lo que se refiere a lo personal, respetamos nuestros ámbitos de trabajo. No mezclamos asuntos. Nos une el respeto a la justicia y el amor a México”, señaló en su cuenta de Twitter.Dolores
Padierna fue una de las personas a las que dedicó su tesis de licenciatura, cuando egresó de la Facultad de Derecho. “(...) Por las oportunidades que me ha dado, las cuales han fortalecido los conocimientos obtenidos durante la carrera”, agradeció.
Este lazo familiar también lo conecta con René Bejarano, quien fue operador político del presidente Andrés Manuel López Obrador cuando era jefe de Gobierno del Distrito Federal, y quien resultó defenestrado por la exhibición de una serie de videos en los que aparece llenando con dinero sus bolsillos y un maletín
La a notoriedad de Delgadillo Padierna se inició en julio de 2018, cuando ordenó a la entonces Procuraduría General de la República aceptar e investigar las pruebas proporcionadas por las víctimas de espionaje mediante el uso del spyware Pegasus. En dicha resolución estableció, entre otras cosas, que la carga de la prueba no debe trasladarse a las víctimas y que sí debía hacerse en el uso del software. A partir de esta resolución el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez lo consideró entre los juzgadores que “emiten sentencias que verdaderamente constituyen un contrapeso frente a la negligencia de la Procuraduría General de la República”.
En octubre de 2014 se presentó al “concurso interno de oposición para la designación de jueces de Distrito especializados en el nuevo proceso penal acusatorio”. Tras obtener una plaza y titularse en dicha especialidad, dos años después fue designado administrador del Centro de Justicia Penal Federal con Sede en el Reclusorio Sur. “Lo que tenemos certeza es que él entró por un examen de oposición que presentó junto con más de mil aspirantes”, explica una fuente del CJF.
Entonces atrajo pocos procesos de judicialización destacados. Su despunte data del primer semestre de 2019 que coincide con el arranque de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. Durante este lapso destacan tres procesos penales vinculados al PRI o la administración de Peña Nieto. En sus manos descansa, por ejemplo, la demanda que presentó Emilio Lozoya Austin, exdirector de Pemex, y cuya defensa, encabezada por Javier Coello Trejo, exige acceder a la carpeta de investigación por los señalamientos del caso Odebrecht. Delgadillo debió de pronunciarse el jueves 15, pero interrumpió el proceso por el caso Robles.Un asunto más consiste en la validación al proceso de extradición, a petición del gobierno estadunidense, contra el exgobernador interino de Coahuila Jorge Torres López, sustituto de la administración de Humberto Moreira. A Torres López se le acusa de ser cómplice en la transferencia de 35 millones de dólares del erario coahuilense hacia cuentas particulares en Texas y Las Bermudas.Y el caso más reciente es la autorización de iniciar un proceso de investigación –a ministerios públicos de la FGR– contra José Antonio Meade Kuribreña, sucesor de Robles en la Secretaría de Desarrollo Social y después candidato presidencial por el PRI. Los señalamientos indican que Meade tuvo conocimiento del desvío de recursos públicos en dicha dependencia en el esquema de triangulación de recursos vía universidades públicas y empresas fantasma.
Datos del Registro Nacional de Profesionistas exponen que Delgadillo Padierna posee formación en derecho y una especialización en procesos penales. El grado de licenciatura en derecho lo obtuvo en la Universidad Lasalle a fin de los años noventa. El elemento más significativo de esta relación es la tesis de licenciatura “La visitaduría de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal: funciones, procedimiento y estructura”, publicada en 2003. Trabajo por el que obtuvo el título de abogado, según la cédula profesional 3803671 (tipo C1).
En su tesis de licenciatura el penalista José Lino Sánchez Sandoval aparece como asesor. Varias fuentes lo señalan como su mentor, aunque Sánchez Sandoval ahora niega mayor relación con él. “Tiene muchos años que le perdí la pista”. En 2009, cursó la “especialización en derecho procesal penal” en el Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), donde obtuvo el título de dicha especialidad cinco años después de presentar un examen de oposición que le proporcionó la cédula profesional 8693013 (tipo A1)
Gerardo Laveaga, actual director del Inacipe, no recuerda haber conocido a Delgadillo Padierna. “Lo que sí es cierto es que en la decisión que tuvo en el caso tiene derecho de rectoría como juez. No me parece que haya cometido un exceso, como dice la defensa (de Rosario Robles)”,
No hay comentarios.:
Publicar un comentario