9 mar 2020

¡Pinches machitos!

¡Pinches machitos!
El sábado pasado me encontraba cenando con mi esposa en un Vips. En la mesa de a lado convivían un grupo de mujeres entre grandes risotadas, particularmente una de ellas muy robusta. En algún momento se levanta y al pasar junto a mí me da un leve empellón sin pedir disculpas; tal vez no se dio cuenta, pensé. De regreso a su lugar me inclino un poco hacia adelante para evitar un nuevo "accidente", pero al pasar junto a mí mueve un poco mi silla. Seguimos cenando como si nada entre risotadas cada vez más estruendosas. 
De repente la robusta se levanta de nuevo y al pasar junto a mí me queda clara su intención de golpearme por lo que vuelvo a inclinarme; al no lograrlo se regresa y, ahora sí, adrede patea mi silla y me grita:  -"¡¿Qué güey, no te gustó'!... ¡Si no te gusta pásate a otra pinche mesa!”. 
Mientras me mira de manera retadora opto por ignorarla pero con ganas de al menos contestarle algo. Veo la mirada de mi esposa y me resigno a quedarme callado. Al no ver reacción de mi parte, la robusta se da media vuelta y riéndose balbusea: "Ahí está, pinches machitos!”. 
Al alejarse decidimos pagar la cuenta y retirarnos.Eso es lo que quería yo comentarles. Abrimos, creo que sobre el tema va a ser todo...
Tomado del facebook de Hugo Esteve Diaz

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¿Y ocurrió el milagro!