7 ene 2021

Las columnas políticas hoy, jueves 7 de enero de 2021

Miércoles negro en Washington DC..

Algo jamas imaginable;  quedará para la historia...


Ese día una turba de manifestantes seguidores del presidente Trump irrumpieron con violencia ayer en el interior del Capitolio norteamericano pretendiendo obligar a los legisladores a desestimar la evidente derrota electoral del presidente Donald Trump. 

Una mujer recibió un disparo dentro del Capitolio...se habla de por lo menos 4 personas muertas., y 52 arrestadas.; 14 policías fueron heridos.

Todo ocurrió cuando el presidente Trump, en los alrededores de la Casa Blanca, repitió una y otra vez que le habían robado las elecciones y azuzó a manifestantes a  dirigirse a tomar el Capitolio, donde se registraron los incidentes y éste al ver el desorden que armó, suplicó vía Twitter a sus seguidores que se mantuvieran en paz. 

Ya era tarde, el daño a las instituciones estaba hecho..

Ante la situación, la alcaldesa de Washington D.C. Muriel Bowser, ordenó un toque de queda de 12 horas en toda la ciudad a partir de las 18 horas.

Joe Biden, dijo en un mensaje a la nación que la democracia de su país se encontraba bajo ataque y pidió a Trump dar un mensaje para calmar a la turba; ello no occurró..


Al final, el presidente Trump, pidió a sus seguidores que se retiraras n a casa, pero repitió las acusaciones infundadas de fraude en la elección. 

Todos esperábamos que la certificación en el Congreso fuera un trámite prolongada gracias a un debate, pero no lo que ocurrió...

¿Fue un intento golpista? No sabemos aún, pero sí fue algo nunca antes visto en la democracia norteamericana.

Muy lamentable. 

Hace unas horas, a las 3:45 horas  el Congreso confirmó la Victoria de Joe Biden. Mike Pence, declaró en la sesión que la ratificación del Congreso debía considerarse "suficiente" para aceptar la elección del 3 de noviembre.

Se puso así fin a una sesión que comenzó a primeras hora de la tarde y quedó interrumpida por el asalto al Congreso, asedio que duró casi cuatro horas .

Que penoso papel el de Trump deja a un país polarizado, con odios, lamentablemente hay un segmento de la sociedad que ha creído todas sus mentiras de fraude electoral...

El daño esta hecho..Al final se impuso la razón..

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Las columnas políticas hoy, jueves 7 de enero de 2020

TEMPLO MAYOR/Reforma

¿QUÉ PASA cuando un gobernante alimenta desde el poder la polarización de la sociedad y el desprecio por las instituciones? Sucede lo que ayer se vio en Washington: el triste espectáculo de una turba tomando por asalto la sede del Poder Legislativo.

Y AUNQUE las comparaciones suelen resultar odiosas, es imposible no ver los paralelismos entre la forma de gobernar de Donald Trump y la de Andrés Manuel López Obrador.

EL ESTADOUNIDENSE llegó a la Casa Blanca con la promesa de limpiar la vida pública y terminó ensuciándola todavía más. Gobernar desde la retórica de la verdad alternativa, la de los otros datos, terminó por llevar a los fanáticos del Presidente por un camino peligroso.

SUENA fuerte, pero es necesario preguntarlo: ¿Washington 2021 es un adelanto de lo que podría ser México 2024? Por el bien de la República, ojalá que no.

QUIENES pensaban que el semáforo rojo en la CDMX y los municipios conurbados del Edomex solo duraría hasta el 10 de enero se van a quedar con las ganas.

TANTO la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, como el secretario de Salud mexiquense Gabriel O'Shea ya advirtieron que no ven condiciones para regresar al semáforo naranja el lunes 11.

Y CUENTAN que al interior de ambos gobiernos la previsión es que eso no ocurrirá ni en una ni en dos semanas por lo que es muy probable que las restricciones persistan al menos hasta el 31 de enero... y eso si hay una baja importante en los contagios y en la saturación hospitalaria.

VAYA problema el que trae el presidente panista Marko Cortés tras la salida de Mauricio Kuri del Senado para buscar la gubernatura de Querétaro.

TIENE QUE nombrar a un nuevo coordinador en la Cámara Alta y la candidata natural para ese cargo es Josefina Vázquez Mota quien se ha convertido en gran amiga y colaboradora de Pedro Haces, dueño de Fuerza Social por México, el nuevo partido satélite de Morena.

DE AHÍ que quien suena más fuerte es el veracruzano Julen Rementería, quien tendría la tarea de tejer acuerdos parlamentarios con los nuevos aliados del PAN: el PRI y el PRD.

INSISTE Andrés Manuel López Obrador en darle asilo a Julian Assange... ¿Pero alguien ya le preguntó al fundador de WikiLeaks si está dispuesto a aceptar el ofrecimiento de un Presidente que constantemente ataca a los medios de información, desapareció el fideicomiso de apoyo a protección de periodistas y con sus dichos, hechos y omisiones pone en riesgo la libertad de expresión? Es pregunta sin filtraciones.

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BAJO RESERVA/El Universal

Prohibido criticar a López-Gatell

Entre quienes no quieren al subsecretario Hugo López-Gatell, algunos de ellos distinguidos personajes de la llamada 4T, nos comentan que les comienza a preocupar la semejanza entre la defensa que el presidente Andrés Manuel López Obrador hace de ese personaje y la práctica que Enrique Peña Nieto hizo con colaboradores muy cuestionados, como Tomás Zerón (hoy prófugo), a quienes defendía a capa y espada —porque le eran útiles— pese a que las pruebas de su incompetencia se acumulaban.

Misma actitud, nos dicen desde la oposición, se muestra también dentro de Morena, pues, como el PRI en su momento, los inconformes son incapaces de alzar la voz de inconformidad más allá de las pláticas de café.

Ni siquiera pudieron criticar, en público, a López-Gatell tras las absurdas vacaciones del funcionario en la playa Zipolite.

La boca cerrada, nos aseguran, continuará mañana en la primera sesión de la Comisión Permanente del Congreso. Así la disciplina y la verticalidad priísta… perdón, morenista.

Gertz y las mañaneras

Nos comentan que quien al parecer no se pierde las mañaneras del presidente López Obrador es Alejandro Gertz Manero, fiscal General de la República (FGR).

No solo no se las pierde, sino que actúa de inmediato ante los mensajes que envía en las conferencias el mandatario.

Menos de dos horas después de que el presidente se quejó en Palacio Nacional de que las investigaciones sobre el caso Lozoya se estaban tardando mucho y no había información, la FGR informó que la próxima semana judicializará la carpeta de investigación iniciada por la denuncia que presentó el exdirector de Pemex y que incluye al menos a diez personas, entre ellas exsenadores panistas y expresidentes. No precisó, la institución, sin embargo, en qué van las negociaciones con el exdirector de Petróleos Mexicanos sobre el criterio de oportunidad que solicitó.

Quizá para complacer al habitante de Palacio, el criterio de oportunidad será pronto una realidad que permita a Lozoya librar las acusaciones que enfrenta. Veremos.

Rosa Icela toma las riendas

Tras asumir de manera formal de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez Velázquez, inició una serie de cambios en diversas áreas de la dependencia.

Nos cuentan que han removido a funcionarios de nivel medio, como directores y subdirectores. Muchos al interior de la dependencia se preguntan si mantendrá a funcionarios ligados con el extitular de la SSPC, Alfonso Durazo Montaño, que continúan en la dependencia. Por lo pronto, nos comentan, Rodríguez Velázquez ya hizo una depuración en la Oficina de la Secretaría y en Finanzas. Poco a poco, está armando su equipo para enfrentar los retos en materia de seguridad.

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FRENTES POLÍTICOS/Excélsior

1.  Punto de quiebre histórico. Ante el fracaso del diálogo político emprendido por el todavía presidente Donald Trump, la situación se salió de control en Estados Unidos. Ayer, el Capitolio se vio obligado a cerrar sus puertas con los legisladores en el interior, luego de que se produjeron choques violentos entre partidarios de Trump y la policía.

Varios manifestantes ingresaron por la fuerza al recinto, lo que obligó a retrasar el proceso constitucional para confirmar la victoria de Joe Biden en las elecciones de noviembre pasado. Trump instó a sus seguidores a manifestarse de manera “salvaje” en Washington y así impugnar la victoria de Biden, por parte del Congreso. Algunos legisladores republicanos respaldaron los llamados del mandatario, a pesar de que no hay evidencia de fraude o de irregularidades en las elecciones. Alerta: el rojo vivo está muy cerca.

2.  Cocinado. En Morelos tienen muy claro que el Partido Encuentro Solidario no sólo tendrá un papel importante en la coalición Juntos Haremos Historia, sino que será el que más aporte. Junto con Morena y Nueva Alianza, se registraron formalmente.

Se espera que en los próximos comicios el PES detone en la entidad, no sólo por ser el partido del gobernador Cuauhtémoc Blanco, sino porque Jorge Argüelles, diputado federal y actual dirigente estatal del partido, se postule como edil municipal de Cuernavaca. Nadie niega que los votos del PES siempre fueron leales a la agenda de la Cuarta Transformación, y ahora, con Argüelles, se multiplica el apoyo, aunque a algunos les pese. Se trata de un personaje que aporta siempre, sin pasado oscuro. Morenistas inconformes intentan echarlo abajo, sin éxito. Es el bueno.

3.   Sin rencores. La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, respondió a los señalamientos del extitular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Raymundo Collins, quien sostuvo que ha habido una persecución brutal en su contra. La funcionaria indicó que le da risa lo dicho y señaló que la investigación contra Collins no tiene tintes políticos ni mucho menos es un tema personal.

Aprovechó para calificar de delincuentes a los funcionarios de la pasada administración que hoy se encuentran tras las rejas o evadidos de la justicia acusados de diversos delitos en perjuicio de la hacienda pública. Nos parece perfecto que no influya el hígado en las sentencias judiciales, así como no influye el amiguismo en otras investigaciones.

4.   Mano firme. Silvano Aureoles, gobernador de Michoacán, anunció el cierre total a toda actividad los domingos y, de manera parcial, de lunes a sábado ante el incremento de contagios y defunciones por covid-19. Informó que la disposición es para los 113 ayuntamientos del estado, pero en especial para 22 con mayor incidencia. Urgió a la población a quedarse en casa ante la alta movilidad que está causando que los contagios y muertes se eleven.

Por su parte, Diana Carpio, secretaria de Salud estatal, llamó a bajar la movilidad social, pues es de la única forma que se podrá contener la enfermedad. Informó que la ocupación hospitalaria en el estado oscila en el 52% y en diciembre se rebasó de manera más rápida el pico más alto que se tuvo entre julio y agosto. Compatibilidad y no titubear, virtudes necesarias para salir adelante. Aureoles las tiene.

5.   A toda velocidad. Rocío Nahle, secretaria de Energía, presentó el último avance de obra de la refinería en Dos Bocas y destacó que se concluyó la primera etapa. Informó que, respecto a las plantas de proceso, se encuentra en la fase de cimentación superficial; packs de acero de tuberías, excavación y armado de acero para las cimentaciones de las subestaciones eléctricas.

Respecto a la segunda etapa de construcción, comentó que se construyen las cimentaciones superficiales del sistema de cogeneración eléctrica para darle autonomía de servicio a la refinería. La semana pasada, la empresa Van Oord informó que se encuentra en la etapa final del acondicionamiento del terreno donde se construye la refinería. ¿Y los beneficios para la población como para cuándo?.

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TRASCENDIÓ/Milenio Diario

Que colaboradores y amigos muy cercanos al inefable Rubén Moreira, ex gobernador de Coahuila, están rentando y operando radiodifusoras en diversos estados, lo que algunos detractores políticos del priista anticipan como posible comisión de delito electoral, ahora que se acercan los comicios intermedios.

Que mientras en Washington ardían las calles, en la 4T ya le dieron vuelta a la página Donald Trump, comenzaron a construir los puentes con la administración de Joe Biden y por eso la conversación de 35 minutos que ayer sostuvo el canciller Marcelo Ebrard con Jake Sullivan, próximo asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, fue calificada en Tlatelolco de “extremadamente constructiva”.

Que después de que Raymundo Collins, ex secretario de Seguridad en Ciudad de México, habló de que la investigación en su contra es una venganza personal de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum se carcajeó y recordó que cuando fue delegada en Tlalpan, fue a visitarlo al INVI, para plantear una inconformidad vecinal contra un proyecto inmobiliario, y discrepancia aparte, le llamaron la atención sus tapetes persas: “Cuando se es corrupto, se es delincuente”.

Que una corriente en Morena piensa que si no se ponen las pilas ellos, encabezados por Mario Delgado, y el Presidente, el PRI será el que coseche los frutos de una división y por eso Alejandro Moreno, cabeza del tricolor, ya vislumbra un escenario favorable si recluta a Cristóbal Arias como abanderado en Michoacán, ahora que el senador rompió con su partido, que otorgó la candidatura a Raúl Morón, y baraja opciones. La apuesta de la oposición es lanzar a un personaje de izquierda para derrotar a la izquierda en el poder.

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TIRADITOS/ContraRéplica

¿Inquietos en el Banxico? ¿Todo bien en casa?

Ahora si, a todos sus casi 74 mil seguidores en Twitter, el subgobernador del Banco de México Jonathan Heath los sorprendió con un desliz de fechas que denotaron ansiedad por más datos que solo han confirmado lo mal que estamos. El más “tuitero” de los banqueros en México muy temprano se quejó: “Ahora sí falló miserablemente Citibanamex al decidir no publicar su encuesta quincenal de expectativas. ¡Qué oso!”… Mensaje al que le siguieron unas cuantas decenas de respuestas, todas para tranquilizar al economista. El calendario de publicación Encuesta Citibanamex, Inflación y Política Monetaria señala, desde el año pasado que lo publicaron, que la primera encuesta se dará a conocer el 20 de enero. ¿Todo bien en casa subgobernador? Su decencia es que el tuit está ahí como testigo, no lo borró… Todos podemos resbalar.

Los tres Reyes Magos despreciados en Palacio Nacional

Pues resulta que Melchor, Gaspar y Baltazar llegaron muy de madrugada a Palacio Nacional para entregarle al presidente López Obrador una carta de buenos deseos para resolver la grave situación de la mayoría de los 40 millones de niñas y niños durante la pandemia, expuestos al trabajo infantil, violencia y deserción escolar. Nos cuentan que los Reyes Magos no pasaron del primer filtro de seguridad en la Calle de La Moneda y sólo dejaron la misiva en oficialía de partes.

Lomelí a la cabeza en Jalisco

Durante los comicios de 2021 en Jalisco se elegirá, entre otros cargos, a los presidentes de 125 municipios. No obstante, parece ser que Morena no tendría competencia para quedarse con las alcaldías de Guadalajara y Zapopan en caso de tener como candidato a Carlos Lomelí Bolaños, pues una encuesta aplicada por la firma Demotecnia a 600 ciudadanos de ambos lugares reflejó que el exdelegado federal en la entidad suma 34.8 por ciento de las intenciones de voto en la perla tapatía, mientras que en Zapopan ostenta 35.4 por ciento.

Así, tendría una ventaja de unos 10 puntos frente a sus contendientes más cercanos, ambos de Movimiento Ciudadano, en el primer caso porque Ismael del Toro tiene 24.5 por ciento, mientras que en el segundo Mirza Flores registra 22.6 por ciento.

Trump azuza a seguidores y luego les pide paz

Después de semanas de cantar fraude en las elecciones del pasado 3 de enero y de prometer “una jornada salvaje”, el aún presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió a simpatizantes “irse a casa”. “Tuvimos una elección que nos fue robada.

Fue una elección aplastante y todos lo saben, especialmente el otro lado, pero tienen que ir a casa, ahora, tenemos que tener paz, tenemos que tener ley y orden, tenemos que respetar a nuestra gente de la ley y el orden”, comentó en el video difundido por Twitter, red social que, finalmente, terminó callando la cuenta del mandatario ante la recurrencia de mensajes incendiarios.

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CONFIDENCIAL/El Financiero

Entra Ebrard en contacto con el equipo de Biden

Y mientras Washington ardía, y luego de la afrenta que consideraron algunos demócratas la oferta de asilo de López Obrador a Julian Assange, ayer el canciller Marcelo Ebrard tuvo una reunión virtual con Jake Sullivan, designado como asesor de seguridad nacional del presidente electo Joe Biden.

Según la Cancillería, ambos funcionarios acordaron continuar con el diálogo bilateral y diseñar de manera conjunta una estrategia regional para procurar que los flujos migratorios sean ordenados, seguros y regulares. Interesante, sobre todo después de saber ayer que grupos Beta del INM recuperaron los cuerpos de 53 migrantes mexicanos y centroamericanos, entre enero y diciembre.

Congreso mexiquense pone el ejemplo

El presidente López Obrador reconoció que en la administración pública que encabeza existe el outsourcing que tanto se ha empeñado en desterrar. Dijo que cambiar esas prácticas de subcontratación “es un proceso”. Pero el que se anticipó a eliminar esa figura laboral es el Congreso del Estado de México. Por acuerdo de la Jucopo, que preside Maurilio Hernández, se eliminó ese sistema por el que se regían 80 trabajadores de limpieza, quienes así quedan incorporados al servicio público con los derechos que la ley y la Legislatura les reconoce. De paso, incrementaron sus salarios en 44%.

Las reacciones aquí y allá al asalto al Capitolio

La toma violenta del Capitolio detonó la indignación de líderes mundiales, quienes se pronunciaron a favor de la democracia, tras la insurrección alimentada por Trump. “Vergonzoso”, “impactante”, “preocupante” se escribió en varios idiomas. Destacan los mensajes de Boris Johnson, desde Inglaterra; de Holanda, del premier Mark Rutte; Chile, con Sebastián Piñera; Colombia, de Iván Duque; los ministros de Exteriores de Alemania y Francia, Heiko Maas y Jean-Yves Le Drian. Mientras que en México… nomás los góbers aliancistas, que ya les gustó eso de dar pronunciamientos, ah, y el senador Ricardo Monreal.

Diputadas, al acecho de Félix Salgado

Parece que algunas legisladoras se ocuparán de que la candidatura de Félix Salgado Macedonio para la gubernatura de Guerrero no sea un día de campo. Diputadas del PRD y de MC exigieron a Morena dar marcha atrás a la postulación del senador con licencia, dadas las acusaciones que pesan en su contra por violencia sexual. La perredista Guadalupe Almaguer exigió a la secretaria general del partido del Presidente, Citlalli Hernández, no quedarse callada.

“¡Ni un hombre violento más con cargos públicos!”, demandó por su parte la diputada Martha Tagle, de Movimiento Ciudadano. A quien le debe estar cayendo más que bien este embate feminista es nada menos que a Pablo Amílcar Sandoval, el frustrado suspirante a la candidatura… y hermano de la secretaria de la Función Pública.

Política en lugar de armas

El Partido Encuentro Solidario postuló como su candidato a la gubernatura de Michoacán nada menos que a Hipólito Mora, uno de los fundadores de los grupos de autodefensas surgido en 2013 como respuesta al azote del cártel de Los Caballeros Templarios. Incluso ayer, al arrancar su precampaña, refirió que sería la primera vez que opta por participar para obtener un cargo público. “Me tocó convocar a mi pueblo a defendernos del crimen organizado, y así lo hicimos. Ahora me toca participar aquí, en la política, con el PES”, dijo. Siempre será bueno que en lugar de las armas se opte por la política, pese a lo desacreditada que se encuentra.

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RAZONES/La Razón

El riesgo de las palabras

Quien ayer hizo un planteamiento importante sobre el liderazgo, la comunicación y la política, a propósito de los hechos violentos en el Capitolio fue el futuro presidente de Estados Unidos. “Las palabras de un presidente importan, no importa lo bueno o malo que sea ese presidente. En el mejor de los casos, las palabras de un presidente pueden inspirar.

En el peor de los casos, pueden incitar”, dijo Joe Biden. Sus señalamientos se referían, sin duda, a cómo Trump azuzó a sus seguidores, con el argumento de que le habían robado la elección, a asaltar el Capitolio. Este pronunciamiento de Biden aplica para cualquier autoridad y también advierte sobre la fragilidad de los controles democráticos ante ese cierto tipo de liderazgo. Y sobre los riesgos de la vía violenta.

• UN BUEN ESPALDARAZO A ASTUDILLO

Nos comentan que, si en algo se ha destacado el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, es en la coordinación con las distintas instancias locales y federales para abordar temas como seguridad, salud y desarrollo urbano en su entidad. Son constantes sus informes con los titulares de las zonas militares y navales que dan cuenta de la labor de equipo para instrumentar, por ejemplo, medidas ante la pandemia y obras o proyectos para reactivar la economía.

Y esto viene a cuento porque quien ayer se refirió elogiosamente al guerrerense fue el Presidente, quien lo describió como un gobernador responsable. Incluso, López Obrador tiene agendada una visita a Guerrero, donde encabezará actos relacionados con desarrollo urbano.

• DEFIENDEN ENERGÍAS RENOVABLES

Pues resulta que a la Confederación Patronal de la República Mexicana nomás no le cuadra que las energías renovables hayan sido las culpables del megaapagón del 28 de diciembre. El organismo empresarial, que encabeza José Medina Mora, plantó cara a la explicación de la CFE, que administra Manuel Bartlett, y afirmó que las energías limpias no tienen por qué afectar generando apagones, pues incluso ayudan a estabilizar el sistema. Incluso señaló que México no debe quedar rezagado en ese sector y, como para no dejar, planteó que se investiguen las causas reales del famoso apagón, pero de forma profesional. También lamentó el “irresponsable” uso de documentos apócrifos. Así pues.

• VACUNAS “ETIQUETADAS”

Pues resulta que ni empresas ni gobernadores pueden comprar la vacuna anti-Covid. Y esto es porque, se ha informado, hay cuestiones legales que se interponen para realizar la compra, ya que falta la autorización de la Cofepris y de las mismas farmacéuticas para quitarle el estatus de “emergencia” y que ésta se pueda ofertar.

Eso, se asegura, es lo que le urge a la Alianza Federalista que ya se encuentra lista para adquirir las dosis, o al menos ayudar a la Federación a hacer la campaña de vacunación mucho más rápida. Los pesimistas afirman que, con estos obstáculos, podría haber una demora de hasta 4 años. Al parecer, dicen, los guardaditos de los estados tendrán que esperar un poco más, ya que podría ser hasta marzo que se le pudiera retirar “la etiqueta” y se venda como cualquier medicamento.

• QUEJAS ACUMULADAS

Cuentan que la recién renovada Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena inició sus labores ante una realidad que abruma. Y es que aún no atiende todas las quejas generadas en torno a las precandidaturas a los gobiernos de 15 estados y ya hay decenas de reclamos por parte de militantes que buscan participar en el proceso interno para ser postulados a una diputación federal.

Según comentan, las inconformidades se multiplican por la metodología de la encuesta que inició este 5 de enero, ya que para participar se les pide una carta de residencia, y en los lugares con semáforo rojo las oficinas están cerradas. Será el 13 de enero cuando concluya el proceso y por ahí del 15 del mismo mes cuando se den a conocer los resultados. Será una quincena larga para muchos suspirantes en el partido guinda.

• LA DEFENSA DE LÓPEZ-GATELL

Fuerte, amplia, vehemente, nos señalan, la defensa que hizo ayer el Presidente del principal gestor de la pandemia en México, el subsecretario Hugo López- Gatell. Varios minutos de señalamientos elogiosos y la proyección del currículum del funcionario. “No creo que haya un funcionario en el mundo con esas características… Es de primera el doctor Hugo López-Gatell, preparado, es un gran profesional…

Y que se escuche bien y se escuche lejos: nosotros lo consideramos un extraordinario servidor público, sí, al doctor Hugo López-Gatell, como al doctor Jorge Alcocer, y a todo el equipo”, dijo el mandatario sobre quien pesan fuertes críticas por el manejo de la estrategia contra el Covid-19, respecto del cual ayer se reportaron picos en sus dos principales indicadores actualizados cada 24 horas: contagios y defunciones.

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SACAPUNTAS/El Heraldo de México

Solo con su soledad

Los actos violentos ayer en el Capitolio sellaron la tumba política de Donald Trump, quien se queda sin amigos. Por ejemplo, el gobierno mexicano se enfocó en estrechar los lazos con Joe Biden: mientras los trumpistas intentaban dar su golpe, el canciller Marcelo Ebrard dialogaba con Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional del próximo presidente de EU.

Condena violencia en EU

Para que no dejar duda sobre la postura de la 4T ante la crisis en EU, el líder de la Jucopo del Senado de México, Ricardo Monreal, condenó la violencia y se pronunció por una “solución pacífica de toda diferencia”. Mencionó, además, que en el relevo presidencial de aquel país deben imperar “la prudencia y el Estado de Derecho”, valores que Trump insiste en violentar.

Vienen los trenes

Nos dicen en Palacio Nacional que la siguiente etapa del Tren Maya es la adquisición de los vagones, por lo que el titular de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, tiene la misión de buscar los más rentables y económicos. En ese sentido, no descartan a Bombardier, que tiene su planta en Hidalgo, para que la inversión se quede en México, y a precios competitivos.

Disputan coordinación

Empezó el pataleo en la bancada del PAN en el Senado para quedarse con la coordinación, tras la renuncia de Mauricio Kuri, quien busca la candidatura al gobierno de Querétaro. Su lugar lo ocupa de forma temporal Erandi Bermúdez, pero Damián Zepeda, Kenia López y Josefina Vázquez Mota ya mueven sus piezas para hacerse del liderazgo de la fracción parlamentaria.

Otro rey mago

Vaya regalo de reyes que recibió Morena en Morelos. Nos dicen que a Melchor, Gaspar y Baltazar se sumó el diputado federal del PES, Jorge Argüelles, para concretar lo que parecía imposible: una alianza con Nueva Alianza en la entidad. Con ello, el legislador se coloca como uno de los operadores más destacados de la 4T, pues convenció a quienes se oponían.

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ESTRICTAMNTE PERSONAL /Raymundo Riva Palacio 

El Financiero

Trump y su golpe de Estado

Desde el 23 de febrero de 1981 en Madrid, se puede argumentar, el mundo democrático no había visto una situación similar a la que se vivió ayer en Washington: un golpe de Estado estimulado desde el poder. Parece una contradicción, pero no lo es.

La anatomía de las dos intentonas es compleja, pero tienen que ver con el intento, desde la cima del poder, de apelar a la rebelión para impedir el funcionamiento de la democracia porque afecta intereses particulares. La diferencia que hay que subrayar es que España era una democracia incipiente, mientras que Estados Unidos llevaba 220 años de vida.

Aquel 23 de febrero, el oscuro teniente coronel Antonio Tejero, vestido con el uniforme de la Guardia Civil, irrumpió en Las Cortes a tiros, donde se estaba votando la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo como nuevo presidente del gobierno español, respaldado por militares con subametralladoras automáticas. Mientras eso sucedía, el jefe de la conspiración, que había sido maestro del Rey Juan Carlos en el Ejército, el teniente general Jaime Milans del Bosch, sacó las unidades de combate en Valencia, amagó las instalaciones de las autoridades y decretó el Estado de Excepción.

El Rey Juan Carlos mantuvo silencio, avalando implícitamente la asonada militar, hasta que, de acuerdo con diplomáticos y fuentes de inteligencia en aquellos años, el presidente de Francia, Valéry Giscard d’Estaing, le habló por teléfono y le dijo que, si no frenaba el golpe, jamás entraría España a la Comunidad Económica Europea –actualmente la Unión Europea–.

Hasta ese momento, 18 horas después del asalto de Tejero, Juan Carlos le dio instrucciones a Milans del Bosh, argumentando que no lo apoyaría, de frenar el golpe. El caso del presidente Donald Trump es diferente por lo violento, irresponsable e increíble para un país como el suyo.

Trump no escondió la cabeza como Juan Carlos; fue abiertamente golpista. No utilizó al Ejército, porque los jefes militares ya habían rechazado sus intentos por descarrilar el proceso electoral, pero aparentemente, con el respaldo de sus aliados republicanos en el Capitolio, retrasó la petición de la alcaldesa de Washington de enviar a la Guardia Nacional en previsión de las protestas que se convirtieron en una insurrección.

Lo más grave es que fue promovida y alentada por Trump, quien además de convocar a sus simpatizantes, los animó. “Nunca nos rendiremos, nunca concederemos”, dijo Trump en un mitin afuera de la Casa Blanca. “Nuestro país ya ha tenido suficiente. No aguantaremos más”. Era un llamado a la acción.

Centenares de personas se dirigieron entonces al Capitolio sobre la avenida Constitución –una caprichosa ironía– a poco más de cuatro kilómetros, y de ahí en adelante hubo escenas nunca antes vistas.

Es cierto que, en la década de los 60, manifestantes llegaron a las escaleras del Capitolio para buscar que audiencias sobre la Guerra de Vietnam se suspendieran, pero no tomaron por asalto el edificio central que alberga los plenos del Senado y la Cámara de Representantes, así como las oficinas de los líderes y el museo, ni tampoco tomaron los seis edificios adyacentes que albergan las oficinas de diputados y senadores. Menos aún se apoderaron del pleno del Senado y provocaron tiroteos en el interior, como ocurrió ayer.

Es una vergüenza y una irresponsabilidad histórica de Trump y sus secuaces, como el senador Ted Cruz y un centenar de republicanos, que se prestaron a sus intereses particulares, y que después de ver lo que habían provocado, comenzaron a pedir calma y a no utilizar la violencia. Tarde. Cuando se ha contaminado a una sociedad con mentiras y propaganda, generando polarización y animando a la confrontación, esto es lo que sucede: una institución como la Presidencia de Estados Unidos, con un desesperado titular dispuesto a romper con toda la institucionalidad, convirtiéndose en una caricatura que arrastra con el prestigio de una nación y el respeto del mundo.

Trump es una caricatura, pero en su posición, es altamente peligroso. Todavía ayer, tras incitar a la rebelión armada en el epicentro de Washington, que es donde está el Capitolio, tras aliados y opositores que lo urgieron a dar la cara y pedir a sus turbas que se retiraran del Capitolio, insistió en un video que difundió en su cuenta de Twitter, en la falacia que les habían robado la elección presidencial.

Eso no fue el llamado a la paz que le exigían, sino a mantener la rebelión contra las instituciones, en particular contra el Capitolio, corazón de la democracia estadounidense, que no había sido tomado por nadie desde 1814, cuando lo quemaron los invasores ingleses.

También es el legado de Trump, un hombre rabioso y rencoroso que fracasó como destructor de la democracia y demoledor de instituciones. No fue por su falta de fuerza, empeño y obsesión, sino porque las instituciones mostraron ser más fuertes que él, y porque sus propios correligionarios en el Capitolio y en los gobiernos estatales, actuaron con responsabilidad y lo apoyaron hasta que hacerlo habría sido un crimen.

Son importantes las instituciones, pero más las personas que las habitan. Sin ellas, son colonizadas. Con ellas, se evitan los excesos, los abusos y las arbitrariedades. Es una gran lección para otras naciones sobre lo que significan los contrapesos y la independencia ética y responsable en las instituciones.

El día no ha terminado, y lo que sucedió ayer en Washington no es un epílogo, sino un preámbulo. Trump dejará la Casa Blanca en dos semanas –si no actúa su gabinete e invoca la Enmienda 25 para destituirlo antes de que cause más daño–, pero deja tras de sí un país confrontado y polarizado, con un segmento de la sociedad que creyó sus mentiras de fraude electoral –39% a nivel nacional, 17% de los demócratas y 31% de los apartidistas piensan que es verdad–, que no sanará ni se reconciliará. Biden habló de unidad en los momentos aciagos de ayer, pero como sabemos en México, esa división será irreversible.

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EL ASALTO A LA RAZÓN

Vulgar uso político de las vacunas/CARLOS MARÍN

Milenio, 07.01.2021;

Con la probada experiencia que las instituciones de salud pública de México tienen en sus campañas de inoculación contra la influenza estacional, que ahora se pretenda vacunar contra la peste a los viejitos y viejitas en los mismos 10 mil centros donde hacen colas para que el gobierno de la 4T les reparta dinero es profundamente inmoral, y más durante el año de las elecciones más copiosas, complejas y reñidas de la historia.

Peor: el plan contempla la integración de igual número de brigadas que se conformarán con 12 personas, en las cuales el personal médico será de solo tristes dos. 

Y lo peor de lo peor: se quiere comenzar por las localidades más apartadas o de difícil acceso en la geografía nacional, donde la pandemia no alcanza las proporciones de alarma que se sufre en las ciudades con mayor densidad poblacional. 

¿Primero en un poblado aislado en alguna sierra o desierto que en Puebla, Monterrey o la zona conurbada de Ciudad y el Estado de México? ¿Los mayores de 60 años que habitan en Iztapalapa serán atendidos después de los que viven en alguna región agreste de San Luis Potosí?

Fácil comprender la magnitud del insensato Plan Nacional de Vacunación anunciado por el presidente de la República y su inexplicable mariscal antipandemia (de quien afirma: “No hay un funcionario en el mundo que tenga las características de Hugo López-Gatell”. ¡Y tiene toda la razón!): las variedades de influenza conocidas antes del nuevo coronavirus tienen un componente de riesgo semejante, pues atacan más a las personas con sobrepeso, diabetes, vulnerabilidad pulmonar o alta presión arterial. Y sin que se requiera de los centros donde la Secretaría del Bienestar entrega los apoyos económicos, anualmente se aplican de 32 a 33 millones de vacunas entre octubre y abril, todos los años.

En el caso de las no plenamente definidas todavía y que se esperan con angustia, los expertos recomiendan aplicarlas a mayores de 16-17 años, lo que da un total aproximado de 90 de los 126 millones de mexicanos que somos. Con el 75 por ciento que reciba la vacuna, dicen, se alcanzaría la inmunidad poblacional (mal llamada “de rebaño”) que se requiere. 

Aritmética simple: si para 32-33 millones que se vacunan contra la influenza estacional en apolíticos centros de salud, unidades del IMSS-Bienestar, hospitales comunitarios, centros de salud y escuelas (pudieran aprovecharse los dispensarios parroquiales), ¿por qué para el doble de aplicaciones la 4T impone brigadas con militares, “voluntarios” (quién sabe con qué experiencia), cuatro sospechosos  “servidores de la nación” (los que reparten la lana) y solo dos con práctica en la inyección de vacunas? ¿Y por qué en los 10 mil centros de los apoyos sociales que huelen a electorales? ¿Y en todo el año?

La atención preventiva y curativa de la medicina pública en México nunca ha dependido ni estado relacionada con la política partidista.

Fuera máscaras: que la vacuna se aplique también en las oficinas distritales de Morena...

cmarin@milenio.com

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SERPIENTES Y ESCALERAS (Salvador García Soto /

 El Universal

Washington 2021, ¿México 2024?

Las increíbles imágenes que ayer presenciamos en el edificio del Capitolio de la ciudad de Washington, DC, con la toma violenta de seguidores de Donald Trump que, azuzados por su líder, desconocieron el resultado de la elección presidencial y se apoderaban por la fuerza del Congreso de los Estados Unidos, representan la confirmación de que la ola de populismo demagógico que recorre el mundo, sí representa una amenaza real para la democracia y la convivencia civilizada y que, a través del autoritarismo más violento, es capaz de poner en jaque incluso al sistema político y democrático considerado el más estable del mundo.

Porque nadie puede llamarse a sorprendido con la violencia política que ayer estalló en la capital estadunidense, que por más inédita en la historia reciente de la superpotencia, estaba más que cantada y latente, al haber sido desde un principio la estrategia política del mismísimo presidente de los Estados Unidos, quien desde su fallida campaña reeleccionista había descalificado anticipadamente los resultados electorales y había anticipado las denuncias de un “fraude” con el que, decía, intentarían arrebatarle el poder.

Cuando ese discurso se materializó en una negativa obstinada a reconocer la derrota y a no conceder la elección del nuevo presidente demócrata, Joe Biden, lo único que faltaba era el llamado de Trump que le diera luz verde a sus enardecidos y fanáticos seguidores –los “patriotas” como los llamó su hija Ivanka— para que salieran disparados a incendiar el seco pastizal de una sociedad hondamente dividida y polarizada.

Y ese llamado llegó ayer cuando el demagogo líder cuestionó por enésima vez el resultado que le dio el triunfo a Biden y acusó a su propio vicepresidente, con un comentario en Twitter que pareció el mensaje en clave para desatar la furia contenida de las hordas trumpistas:

“Mike Pence no tuvo el valor de hacer lo que debería haberse hecho para proteger nuestro país y nuestra Constitución”, dijo Trump y apenas terminaba de twittear cuando el caos se apoderó del Capitolio con miles de hombres y mujeres que, vestidos de negro y portando incluso banderas sureñas de la Guerra Civil, tomaron por asalto los recintos y oficinas del Senado y la Cámara de Representantes, obligando a suspender la sesión donde se certificaría al nuevo presidente y llevando la violencia autoritaria al corazón de la democracia estadunidense.

Escenas como las que ayer se vivieron en Washington sólo tienen parangón con la histórica quema de la capital de la entonces naciente Unión Americana, ocurrida el 24 de agosto de 1814, cuando el ejército británico, tratando de dar una lección al país que casi años antes se había independizado de la corona inglesa, incendió a la capital de las 13 colonias dejando en llamas a la Casa Blanca, al Capitolio y a la ciudad entera desolada, mientras el presidente estadunidense y su esposa huían despavoridos de la capital.

La paradoja es que ayer no tuvo que ser un ejército ni un líder extranjero el que ordenara desatar el caos que obligó a mandar a la Guardia Nacional a tratar de controlar la situación y recuperar el recinto legislativo y que unas horas más tarde llevó a la alcaldesa de Washington a declarar un “toque de queda” en la ciudad.

Esta vez el intento de desestabilización, la interrupción del proceso de constitucionalidad y la violencia surgieron desde adentro, desde la misma oficina oval y de su propio presidente que se confirmó como la mayor amenaza que haya enfrentado en más de dos siglos la democracia estadunidense.

Donald Trump le dio ayer al mundo y a sus paisanos una clara lección: llevar al poder a líderes demagógicos, delirantes y autoritarios va más allá de lo anecdótico o del consabido derecho del pueblo a equivocarse y constituye un peligro real para la estabilidad y la democracia de un país, así sea la superpotencia, cuando ese autoritarismo se desborda y se niega a abandonar el poder.

Lo más preocupante de lo que ocurrió ayer en los Estados Unidos, visto desde la óptica de este lado del Río Bravo, es que haya sido justamente a ese líder autoritario y demagógico al que el presidente Andrés Manuel López Obrador haya decidido respaldar y apoyar abiertamente, primero en su campaña con aquella elogiosa visita a la Casa Blanca, y luego en medio de su ya clara derrota, cuando el mandatario mexicano decidió de motu proprio, desoyendo incluso a su cuerpo diplomático, dar validez a las denuncias de fraude enarboladas por Trump y que nunca pudieron ser probadas, posponiendo por más de dos meses el reconocimiento a la nueva presidencia que encabezará Joe Biden. Ojalá todo eso no sea premonitorio para los mexicanos y que lo ocurrido en Washington en los albores de este 2021 no se repita en el México del 2024.

NOTAS INDISCRETAS…

La salida de Esteban Moctezuma de la SEP y su arribo a la Embajada de México en Washington puede retrasarse y complicarse por dos razones, una doméstica y la otra externa.

La de casa tiene que ver con que el programa para el regreso a clases presenciales en las escuelas públicas aún se ve bastante verde en los dos estados que, por estar en semáforo verde, podrían volver al modelo presencial: Campeche y Chiapas.

Los gobernadores y autoridades educativas de las dos entidades han decidido, a pesar del llamado presidencial y del apremio con el que López Obrador les pidió que “ya vuelvan a las escuelas”, que aún les falta tiempo, consultas y garantías de seguridad para poder tomar una decisión que no solo impactaría a los niños, a los maestros y a los padres de familia, sino que podría incluso significar un riesgo de que aumenten los contagios por Covid que en los dos estados han logrado contenerse en los últimos meses.

Tanto Campeche como Chiapas pidieron “al menos 15 días más” para decidir si regresan o no a las aulas, siempre y cuando tengan “las condiciones de seguridad necesarias”.

Y esas condiciones pasan por el magisterio que, aunque el presidente les pide que ya vuelvan a dar clases presenciales, no cuentan ni con los apoyos ni con la protección necesaria para realizar esa labor y ni siquiera les han garantizado que les vayan a mandar vacunas para, al menos regresar protegidos, sobre todo para los maestros que tienen condiciones de enfermedades preexistentes o de edad más avanzada.

Paradójicamente en Chiapas es donde está el mayor problema para que se cumpla la petición presidencial pues es justamente la CNTE, aliada de López Obrador, la que se opone a un regreso a clases presenciales. Además de Campeche y Chiapas, el otro estado en donde se ha planteado un posible regreso presencial en las escuelas es en Jalisco, pero ahí por iniciativa del gobernador emecista, Enrique Alfaro, quien planteó que el 25 de enero, las autoridades sanitarias y los asesores científicos de la Universidad de Guadalajara, determinarán si hay o no las condiciones para poner en marcha un plan piloto para un regreso paulatino a las escuelas, algo que por cierto, ayer pidieron los empresarios jaliscienses.

Y la otra causa que puede retrasar la partida de Moctezuma a Washington es externa y depende de que tome posesión el presidente Joe Biden y de qué tanta prioridad o no le dé la nueva administración al otorgamiento el beneplácito para que México mande al nuevo embajador. Y todo apunta a que en la nueva Casa Blanca no tendrán de inicio, mucho interés en los temas de México y menos con las actitudes que ha tenido hacia ellos el presidente mexicano…

El único estado en que Morena aún no da a conocer su candidatura a la gubernatura es San Luis Potosí. Mario Delgado adelantó que se tratará de una mujer y, aunque no dijo nombres, todo apunta a Mónica Rangel, actual secretaria de Salud del gobierno priísta de Juan Manuel Carreras.

Si se concreta la postulación de Mónica, sería un duro golpe para el PRI, pues las encuestas apuntan a que la titular de Salud, encargada de contener la pandemia en la entidad potosina, tendría una ventaja considerable sobre la coalición opositora entre priistas y panistas.

¿Será que el líder morenista logra concretar el fichaje que confirmaría las versiones que circulan en el PRI sobre una "colaboración" entre el gobernador priista Carreras con Morena y el presidente López Obrador?... Los dados regresan más fuertes, optimistas y recargados. Y les desean a todos los amables lectores, incluidos los críticos, que en este 2021 logren preservar lo más preciado y necesario en estos tiempos aciagos: la salud, la paz, el trabajo y la armonía. Escalera doble para empezar el año.

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ALHAJERO/Marta Anaya / 

El Heraldo de México

Entre AMLO y Trump

¿Es a este Donald Trump –el que se dice robado y que ha azuzado una insurrección- al que apoya AMLO y con el que se identifica?.

“Circo”, “show”, “la última pataleta de Trump”, calificaban algunos comentaristas la protesta de los simpatizantes del mandatario estadounidense ante el Capitolio.

Adjetivos inicuos que no tardarían en ser rebasados cuando aquella protesta que provocó la suspensión de la calificación de los resultados de la elección presidencial se convirtió más bien en una insurrección, en un intento de Golpe de Estado.

Porque eso es lo que se vivió ayer en Washington: una insurrección azuzada por el mismísimo Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

Increíbles las escenas: Ver tomado el Capitolio, vandalizado, ridiculizado por los cientos de seguidores del inquilino de la Casa Blanca, mientras los legisladores se escondían y se refugiaban donde podían y el Servicio Secreto desenfundaba sus armas para proteger en lo posible a integrantes del Congreso.  

Las televisoras y las redes transmitiendo minuto a minuto la irrupción de cientos –miles tal vez- de manifestantes trumpianos, obligando la suspensión de los últimos pasos de la elección presidencial (un mero formalismo en el Congreso de habitual), para rechazar el resultado que dio la victoria al demócrata Joe Biden.

Mientras seguíamos los sucesos desde distintas pantallas –tal vez a alguno de ustedes le ocurrió-, pensábamos en el daño que le ha hecho Trump a ese país, a la democracia, a las instituciones, a los paisanos, a los migrantes, a todos nosotros…

Nos preguntábamos una vez más cómo era posible que el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, hubiera apoyado a Donald Trump en su intento de reelección y cómo el tabasqueño regateó hasta donde pudo la felicitación a Biden.

¿Qué esperaba –deseaba- AMLO? ¿Que Trump le diera vuelta al resultado? ¿El intento de Golpe de Estado que ahora estábamos atestiguando en vivo y en directo?

No una, sino varias veces equiparó López Obrador las elecciones de 2006 en México, cuando el Tribunal Electoral otorgó dudosamente el triunfo a Felipe Calderón, con la elección en Estados Unidos.

¡Nada más lejano entre una y otra! No sólo en número de votos. Alrededor de 60 impugnaciones de fraude fueron rechazadas por distintas instituciones; y ya ni hablemos de las presiones y amenazas que tuvieron que soportar distintas figuras republicanas de parte del inquilino de la Casa Blanca.

Nada fue suficiente para convencer a Trump. Su ego y su mala entraña están siempre por delante.

¿Es a este hombre al que apoya Andrés Manuel? ¿Es con este personaje tan miserable con el que se identifica y equipara sus elecciones? ¿AMLO apoya lo que está haciendo Trump?

Inevitable pensar en ello al ver lo que acontecía ayer en Washington.  Inevitable pensar en las repercusiones… 

GEMAS: Obsequio de Joe Biden: "Nuestra democracia está en un ataque sin precedentes…No es una protesta, es una insurrección”.

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Viendo a EU, ¿quién polariza a México? // Ni un vidrio roto, con AMLO
Julio Hernández López/. La Jornada, 

La evolutiva propensión a la violencia política desarrollada por Donald Trump ante su derrota electoral, con sus expresiones de este miércoles de bananero supremacismo fallidamente sedicioso en Washington, incentivó a la derecha mexicana, y en particular a sus expresiones partidistas contrarias al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), a tratar de atribuirle conducta y acciones propiciatorias acá de hechos similares a los vividos sobre todo en el Capitolio estadunidense.

Cierto es que se vive en México un acelerado proceso de polarización en cuanto a discusión pública, sobre todo en las redes sociodigitales sumamente contaminadas por bloques operativos que no debaten ni analizan sino colman de mentiras, ofensas y exageraciones, y cierto también es que lo vivido ayer en la capital del imperio mundial, cada vez más explícitamente en decadencia, debe servir de alerta ante lo que se ha ido tejiendo en México.

Pero tales acusaciones sípormexiquistas son una desproporción que delata los verdaderos móviles de un antiobradorismo que en su incapacidad ha apostado por inflar la suposición de una dictadura y de un apocalipsis marca 4T. En realidad, la evolución en décadas del movimiento andresino en el plano nacional ha tenido como orgullosa proclama que no se ha roto ni un vidrio durante sus multitudinarias reuniones y protestas.

López Obrador llegó al poder gracias a la perseverancia en los caminos de la legalidad electoral y a pesar de que, en 2006, tuvo a su disposición a masas enardecidas por el fraude electoral cometido por Vicente Fox y Felipe Calderón, contingentes dispuestos a avanzar con violencia a una orden de su candidato despojado. En 1988, en condiciones parecidas, Cuauhtémoc Cárdenas evitó confrontaciones y previsible derramamiento de sangre. Los mandos de esa izquierda educada en el institucionalismo priísta, Cárdenas y López Obrador, derivaron su fuerza social y electoral hacia caminos partidistas (el PRD y Morena, en su caso), sin romper lo institucional.

Durante tres décadas (del 1988 cardenista al 2018 obradorista), la izquierda electoral sufrió exclusión, represión y fraudes. Las maquinarias de los poderes priístas y panistas impusieron una facciosa versión de país que constituía violencia política. Silencio, complicidad y condición gananciosa mantuvieron ante ello muchos de quienes hoy (desde medios, empresas y partidos) se quejan de la palabrería de la mañanera, de los excesos retóricos (que los hay) del Presidente de la República en esas alocuciones matutinas y que aceleran desbocados la especie de que se está destruyendo al país y la nueva clase salvadora es la misma que antes lo hundió.

Tal vez, para confirmar la insensatez de quienes pretenden atribuir al obradorismo una condición contraria a lo institucional, violenta, polarizante, baste preguntarse si el viaje electoral andresino alguna vez practicó y justificó lo que anoche tuiteó Trump: Esto son cosas y eventos que pasan cuando una victoria electoral arrolladora es arrebatada de manera tan abrupta y viciada a los grandes patriotas que han sido tratados tan injustamente y mal durante tanto tiempo.

La provocación, la exacerbación, la siembra de un presunto espíritu bélico salvatorio y el uso apabullante de medios de comunicación, dinero empresarial y complicidades de poderes ahora desplazados corresponde a esa amalgama de inconfesa orientación pinochetista (Frena, como ejemplo desquiciado de una misión de azuzar, provocar y confundir) que busca desplazar al precio que sea la solitaria opción histórica de cierto centroizquierdismo reformista (Morena, la llamada 4T) llegada a un poder institucional tan necesitado (Palacio Nacional y sus ramificaciones), para su propia supervivencia y para seguir rindiendo réditos aceptables incluso a sus élites tradicionales, de remozamientos eficaces.

¡Hasta mañana, disponible ya la carpeta de investigación sobre las acusaciones a Félix Salgado Macedonio https://bit.ly/2Xj7his !

Twitter: @julioastillero
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LA FERIA/Salvador Camarena /

 El Financiero

Prensa: AMLO, igualito a Peña

Andrés Manuel López Obrador repite a menudo que ni él ni su gobierno censuran a los medios, y que en todo caso prefiere que sea la prensa la que ajuste a la prensa.

“Yo siento que no debe de haber nada que regule el ejercicio de periodismo y de la comunicación”, dijo, por ejemplo, el 29 de abril de 2020 en la mañanera. “Soy partidario de lo que decían los liberales: ‘La prensa se regula con la prensa’, y ahora tenemos la ventaja de contar con las redes sociales”.

¿Ha cumplido el Presidente su promesa de no regular el periodismo, de no censurar, de dejar que sea la propia prensa la que al debatir encuentre el cauce adecuado?

Para contestar esa interrogante es necesario antes despejar el tema de las mañaneras. Desde la transición, el Presidente advirtió que haría uso de lo que él llama su derecho de réplica. Adelantó que no dejaría de responder lo que se dijera sobre él o su gobierno. Y lo hace sobre todo en esas sesiones diarias a las que presume como un novedoso ejercicio de comunicación “circular”.

En términos generales, las mañaneras son largas peroratas presidenciales con patiños cada vez más histriónicos. Se hacen llamar conferencias de prensa pero, salvo excepciones, no son tal cosa: los periodistas profesionales escasean y el peso de éstos en las sesiones es marginal. Y el mandatario usa ese foro para todo tipo de anuncios, para propaganda, para la promoción de su movimiento, la denostación de opositores e incluso para insultar y burlarse de medios y periodistas.

Ahí empieza a resquebrajarse la promesa del Presidente de que la prensa sea la que regule a la prensa. Porque con estos nuevos liberales (es un decir) parte de “la prensa” recibe ayuda del régimen.

No es en principio negativo que las mañaneras se transmitan por canales del Estado. Es medio bananero eso de que si habla el Presidente hay que ponerlo al aire, pero el verdadero problema no está ahí, sino en lo que López Obrador ha convertido las mañaneras: en un espacio no del Presidente de todos los mexicanos, sino en el foro para tratar de imponer a todo el país un movimiento político, intento en el que –ya lo dije arriba– no se titubea al estigmatizar (sin derecho de réplica) a los medios críticos. Entonces, más que prensa regulando a prensa tenemos a un Presidente capturando instancias públicas para contrarrestar información independiente.

Además, el Presidente cree que la prensa le ataca muchísimo, demasiado. Por eso quizá ahora venimos a descubrir que su gobierno ha incorporado a la nómina de medios públicos como el Canal Once a partidarios suyos. La “regulación” de la prensa se hace, entonces, pagando con recursos públicos a “opinadores” morenistas. Y de criterios discrecionales a la hora de asignar publicidad oficial –un viejo reclamo de la izquierda desdeñado por esta administración de “izquierda”– ni hablamos.

Atacar desde el poder a la prensa (que incluye financiar o dar plazas gubernamentales en diversas dependencias a opinadores morenistas con nula experiencia en labores burocráticas) no tiene nada que ver con ideales liberales. Eso es priismo, y del más rupestre de cuantos conocimos.

El régimen que presume que no llama a directivos de medios para quejarse de las críticas, financia, en cambio, a incondicionales para que festejen mediáticamente las carcajadas del Presidente o para que atajen a sus críticos. Tampoco eso cumplió AMLO. Mediante plazas o dinero público, trata de manipular los debates en la prensa y las redes sociales. No le basta el poder, quiere también la prensa. Igualito que Peña.

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LO QUE HIZO HOY TRUMP, MAÑANA LO HARÁ AMLO

Itinerario político/ Ricardo Alemán 

La Otra Opinión, 

Luego del asalto al Congreso Norteamericano –revuelta azuzada por el propio presidente Trump–, ya podemos imaginar lo que ocurrirá en México, luego de las elecciones intermedias de junio del 2021.

Como saben, el 6 de enero del naciente año, estaba programada en el capitolio de Estados Unidos, la calificación de la elección en la que resultó derrotado el aún hoy presidente.

Y es que, como también saben, Donald Trump nunca aceptó la derrota y, en cambio, inició un montaje propio de una democracia bananera, idéntica a la impuesta por López Obrador en México en los últimos años.

Es decir, acusó fraude sin una sola prueba, presionó de manera ilegal a los órganos autónomos de aquel país –el equivalente al INE y al Tribunal Electoral–, y al final ordenó un violento asalto al Capitolio; revuelta que llevaron a cabo grupos radicales y supremacistas blancos, que son la clientela del “trumpismo”.

Al final, luego de destrozos, de disparos y saqueo, el propio Trump llamó a sus seguidores a volver a casa “para no hacerle el juego” a los que hicieron fraude.

Está claro que nadie, en todo el mundo, se creyó el cuento del fraude contra Trump, sin embargo, también es cierto que allende la frontera del norte, también “se cuecen habas”.

Y es que hoy queda claro, por si existía alguna duda, que lo que vimos ayer en el Capitolio de Estados Unidos lo veremos en México en julio próximo.

¿Por qué?

Porque los presidentes López Obrador y Donald Trump son como dos gotas de agua; porque AMLO apostó todo su capital político a la reelección de Trump, porque están muy lejos de ser demócratas y porque son dos locos con el poder.

Pero además, porque son muy grandes las posibilidades de que la mayor alianza de la historia en México –entre PRI, PAN y PRD–, se levante con una victoria que también sería histórica.

Pero aquí vamos por partes.

Como saben, en junio próximo se llevará a cabo la mayor elección de la historia, ya que no sólo están en juego la renovación de 500 diputados, sino 15 gobiernos estatales y miles de congresos locales y alcaldías.

En pocas palabras, resulta que los ciudadanos mexicanos tienen en su mano la posibilidad de contener la destrucción del país que todos los días impulsa el presidente López Obrador, quien ante esa posibilidad real, ya hace trampa, ya marca las cartas y ya juega con dados cargados.

Frente a tal escenario, los opositores del PRI, PAN y PRD ya firmaron una alianza para acudir unidos en la mayoría de los 300 distritos electorales en juego.

Así, por ejemplo, de 300 circunscripciones en disputa –para renovar la Cámara de Diputados–, el PRI, PAN y PRD participarán aliados en 171 distritos, además de que también habrá coalición de los tres grandes partidos en 10 de las 15 gubernaturas en juego. 

De acuerdo a la coalición pactada, cada partido presentará a sus mejores candidatos y los tres apoyarán a aquel con mayores posibilidades de victoria.

Así, el PRI postulará a sus mejores cartas en 60 distritos; el PAN en 57 y el PRD participará en la elección con 54 candidatos.

Los tres partidos acordaron solamente postular a quienes cumplan con un perfil excepcional y de buena fama pública, también tendrán el derecho de objetar las postulaciones siempre y cuando haya motivos.

El método de selección interna también variará en cada partido. El PAN usará el método de designación, mientras que el PRI lo hará a través de una Comisión para la Postulación de Candidaturas; el PRD elegirá mediante el Consejo Nacional Electivo.

En el caso de las gubernaturas, la lianza PRI, PAN y PRD se firmó en 10 estados de la república: Baja California, Baja California Sur, Sinaloa, Sonora, Nayarit, Tlaxcala, Colima, Michoacán, Zacatecas, San Luis Potosí.

Mientras que las coaliciones del PRI y PRD van por Guerrero, Nuevo León y posiblemente, Campeche. La coalición de PAN y PRD se alía solo para Chihuahua.

Todo suena bien, sin embargo, nadie debe olvidar que los ciudadanos ya perdimos al INE y al Tribunal Electoral y que el tirano de Palacio recurrirá a sus peores prácticas para robarse la elección y mantener su poder total.

Al tiempo.  

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AMLO Y EL ABORTO: ¿UN JUARISTA QUE IMPONE DOGMAS CON CONSULTAS? /Maite Azuela /

El Universal

El Estado está tan obligado a respetar lo que las religiones impongan a sus seguidores como a no imponer dogmas a la ciudadanía. Despenalizar no obliga

La laicidad es fundamental para garantizar el pluralismo democrático. Incluso para las garantías de libertad de culto. Sin embargo, por lo que se refiere al aborto, las tentaciones por penetrar dogmas religiosos entre las cláusulas legales ha sido una constante, en todos los gobiernos federales anteriores y no ha sido una excepción con el gobierno morenista.

No sorprende que el Presidente construya un discurso entre eufemismos con los que evade su postura sobre el aborto y posterga una decisión fundamental para la despenalización. No considera datos científicos y cifras sociales. Antepone su compromiso individualísimo con la religión que practica o con los grupos de creyentes a los que debe apoyo político.

La investidura juarista le queda guanga. No olvidemos a su aliado el Partido Encuentro Social (neopentecostal o evangélico) que mezcla política y religión. Pese a la afición de AMLO por la historia, parece que no ha revisado la cambiante postura católica al respecto.

Es tan discrecional que resulta entretenido conocer las diferentes posiciones que autoridades católicas tomaron frente al aborto. Santo Tomás de Aquino y San Agustín aseguraban que el embrión no tenía lo que ellos consideraban “alma” hasta que tuviera forma humana. Aventurado, Santo Tomás aseguraba que el alma llegaba antes al cuerpo de un hombre (40 días) que al de una mujer (90 días).

El Papa Pío IX decretó en 1869: “los embriones poseen alma desde el momento de su creación, bajo pena de excomunión”. Un siglo después, el Concilio Vaticano Segundo condenó el aborto sobre la base de la protección de la vida. En 1968 el Papa Paulo VI prohibía todo aborto y la anticoncepción. Las mujeres que deciden abortar lo hacen independientemente de si son o no religiosas.

El Estado está tan obligado a respetar lo que las religiones impongan a sus seguidores como a no imponer dogmas a la ciudadanía. Despenalizar no obliga. ¿Si fuéramos una población mayoritariamente islámica despenalizarían el aborto, en tanto que para el islam si la vida de la mujer está en riesgo, el aborto es legítimo?

¿Si los evangélicos sugieren que AMLO regule dogmas como la circuncisión, la virginidad hasta el matrimonio, la prohibición de la eyaculación sin fines de concepción lo hará? ¿Esos dogmas si les resultan extremos? quizá porque mutilan lo que ellos conocen como el ejercicio de la masculinidad.

En vez de lanzar a consulta el tema, invito al Presidente a que además de revisar la versátil definición del comienzo de la vida en la Iglesia Católica, atienda las cifras que el centro de datos Guttmacher ha compilado para desmitificar las consecuencias sociales de la despenalización.

“La tasa de aborto es en realidad más alta en los países que restringen el aborto que en aquellos que no lo restringen Las tasas de embarazo no planeado más altas ocurren en países que restringen el acceso al aborto y las más bajas en países donde el aborto es legal en términos amplios”.

Proteger integralmente la vida de las personas ya nacidas, tendría que ser la prioridad para el Estado. De acuerdo con la OMS, de 2010 a 2014 se produjeron en todo el mundo 25 millones de abortos peligrosos y la mayoría suceden en países en desarrollo.

“En los países donde el aborto está completamente prohibido o se permite solo para salvar la vida de la mujer, solo 1 de cada 4 abortos fue seguro; por el contrario, en los países donde el aborto es legal en supuestos más amplios, casi 9 de cada 10 abortos se realizó de manera segura. Restringir el acceso al aborto no reduce el número de abortos”. Un juarista no consultaría un derecho por un dogma. ¿Lo hará usted, señor Presidente?.

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USO DE RAZÓN/Pablo Hiriart /

 El Financiero

El día del golpe

MIAMI, Fl.- Todo lo que muchos dijeron que no iba a suceder nunca, ocurrió.

La democracia estuvo a un tris de romperse en Estados Unidos.

Fue salvada por dos dirigentes republicanos que tuvieron la lucidez y el valor de pensar por sí mismos, y le dijeron no a su jefe.

Los grandes de ayer fueron el vicepresidente Mike Pence y el líder de los senadores de ese partido, Mitch McConnell.

Siempre secundaron a Trump, incluso justificaron sus barbaridades, hasta que tuvieron que definirse entre el capricho del presidente y la estabilidad de la república.

Lo acontecido en Washington no era “impensable”, sino previsible.

Por donde pasa el populismo no vuelve a crecer el pasto.

A esos líderes la democracia les sirve para llegar al poder, pero les estorba para gobernar.

Fingen aceptar las reglas de la democracia sólo cuando les favorecen, pero si pierden destruyen la democracia.

Para casi todo mundo fue sorpresivo lo que sucedió ayer en la capital de Estados Unidos, donde seguidores de Donald Trump asaltaron el Congreso para evitar que se certifique la derrota de su líder.

En realidad no hubo nada novedoso, salvo el fiasco de la ingenuidad de los que no miran de frente al peligro.

“Trump va a cambiar con el ejercicio del poder”, decían cuando ganó hace cuatro años. Sucedió lo contrario y el poder lo hizo sentirse infalible, indestructible, encarnación de la justicia por encima de la ley. Eso pasó ayer.

Cuando un presidente fanatiza a sus seguidores, éstos tarde o temprano atacan a los aludidos por su ídolo. Eso pasó ayer.

Los discursos incendiarios de los presidentes, provocan incendios. Eso pasó ayer.

El presidente acusa que complotan contra él para hacerlo fracasar, y despierta el odio de sus “buenos” contra “los malos”. Eso pasó ayer.

Si el presidente miente todos los días, algunos le creen a pie y juntillas y renuncian a pensar por sí mismos, y actúan a cegados por el fanatismo. Eso pasó ayer.

Trump les dijo que hubo fraude electoral en contra suya, y le creyeron sin exigir un solo elemento de prueba. Eso pasó ayer.

Así funcionan los liderazgos de megalómanos que se sienten iluminados.

Siempre van a tener seguidores, en cualquier país del mundo, en los partidos y en las sectas, así se llame Estados Unidos de América.

Por eso es importante impedir, a través del voto, que lleguen al poder.

O quitarlos con los instrumentos de la democracia, antes de que se apropien de los poderes del Estado y sea imposible sacarlos por las vías legales.

Ayer el presidente de Estados Unidos incitó a un golpe de Estado para impedir que el Congreso certificara el triunfo de Joe Biden.

Luego tuvo que decirles a sus partidarios que se retiraran de donde él los había mandado por la mañana, el Capitolio, que asaltaron y tomaron por la fuerza.

Hubo balazos afuera y adentro del recinto parlamentario.

Integrantes de grupos paramilitares irrumpieron con estandartes del Ejército Confederado –que luchó cuatro años para separarse de la Unión a fin de mantener al derecho a la esclavitud.

Fue impactante ver a un supremacista con la bandera de los esclavistas del sur frente a un retrato de Abraham Lincoln, ayer en el Capitolio.

Tomaron los salones de sesiones, se apoderaron del asiento del líder del Senado y con un disfraz proclamaron el triunfo del que perdió por más de siete millones de votos.

Desde un balcón del Capitolio ondearon la bandera de Donald Trump.

Horas después del inicio del asalto, el presidente les dijo a sus seguidores que se retiraran a sus casas, que los amaba, y que le robaron la elección.

El vicepresidente Pence tomó el lugar de Trump y ordenó a la Guardia Nacional que desplegara soldados para recuperar las instalaciones del Congreso.

Al inicio de la sesión, el vicepresidente del país y presidente del Senado, a quien Trump presionó hasta el último minuto para que anulara 75 votos electorales de Biden, dijo que él no tenía facultades para anular voto alguno, ni impediría la certificación del demócrata.

Trump arremetió contra su vicepresidente en redes sociales. Creía que el golpe aún era posible.

Ivanka, su hija, se refirió a Trump como “el presidente del pueblo”.

Hasta que llegó el esperado discurso del líder de la mayoría republicana, Mitch McConnell, quien fundamentó “el voto más importante que he emitido en mi vida”, y convocó a desechar el intento de anular los resultados de las elecciones por estar basados “en teorías radicales de la conspiración”.

“Si los invalidamos –dijo el líder republicano– dañaremos a nuestra república para siempre”, y pidió a sus compañeros de bancada “un compromiso compartido con la verdad, un respeto compartido hacia las reglas básicas de nuestro sistema”.

Recordé una reflexión, no sé de quién pero que en ese momento se hacía realidad: en las batallas siempre hay héroes en los dos bandos.

Todo estaba perdido para Trump cuando empezó a hablar el texano Ted Cruz, con el discurso infame de un político sin dignidad como –al tiempo– será recordado.

Ese senador republicano que había sido acusado por Trump de delincuente electoral cuando contendió contra él en las primarias de hace cuatro años, y se burló del físico de su esposa Heidi en una fotografía que subió a redes, ayer pidió anular las elecciones para congraciarse… con Trump.

Afuera del Capitolio se sucedían los enfrentamientos de los radicales del trumpismo contra la policía y elementos de seguridad del Congreso.

Cruz argumentó que “la mitad del país piensa que las elecciones estuvieron amañadas”, por lo que era necesario anularlas. “La opinión popular no impone una obligación legal”, posteó la avezada reportera Maggie Haberman, que cubre la Casa Blanca para The New York Times.

En ese momento irrumpió la turba trumpista en el Capitolio. Sonaron detonaciones, todos al piso, pidió la guardia de la sede del Legislativo.

“Ahí está lo que lograron con sus mentiras, muchachos”, gritó, mordaz, el senador republicano Mitt Romney mientras abandonaba el salón invadido por los matones del presidente.

El desastre era total. El vicepresidente Pence fue sacado por agentes del Servicio Secreto. Los asaltantes irrumpieron en la oficina de la líder demócrata, Nancy Pelosi, y dejaron un mensaje al estilo de la mafia: “No cederemos”.

Pelosi le habló a Pence para pedirle que tomara las riendas de la situación, que ya no estaba en el terreno de la política, sino en el de la justicia.

Y fue Pence, no Trump, el que llamó a la Guardia Nacional, según confirmaron fuentes de la secretaría de la Defensa a The New York Times.

“Volvamos al trabajo”, dijo por la noche el vicepresidente Pence en el Capitolio ya liberado.

Y el trabajo fue certificar el triunfo de Joe Biden, que tomará posesión el 20 de enero justo ahí, en el Capitolio que ayer mandó a asaltar el todavía presidente de la república, quien a la hora de mandar esta crónica aún no había renunciado a su cargo.

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CONTRA LAS CUERDAS/Alejandro Sánchez / 

El Heraldo de México

“Señor presidente… detenga la locura”

La gran lección que debemos sacar de los lamentables hechos en EU, es lo que puede provocar la polarización

¿Qué dio pie al asalto al Capitolio de Estados Unidos? La respuesta es: casi cuatro años de polarización y conflictos entre la población, avivados por el discurso de un Presidente que se creía eterno en el poder.

Los fanáticos de Trump —algunos con perfil terrorista— azuzados por éste al no aceptar la derrota, atacaron la democracia cuando los representantes de la soberanía nacional celebraban allí la sesión de certificación de los resultados de las elecciones presidenciales ganadas por el candidato demócrata, Joe Biden. 

El aún Presidente insiste en que él ganó la elección de noviembre pasado y aunque presentó controversias en las cortes de seis estados, ha perdido 50 de éstas, incluida una en la Corte Suprema.

El New York Post había titulado en su nota de ocho columnas: “Señor presidente… Detenga la locura. Ha perdido la elección”, porque después del proceso electoral, su temperamento, discurso y movimiento terminaron de encender los focos que velan la democracia y que estallaron ayer en Washington.

El mundo condenó lo sucedido en el Capitolio. Hasta el cierre de esta edición, sin embargo, ni el Presidente mexicano, ni su secretario de Relaciones Exteriores, se pronunciaron al respecto.

Mientras ocurría el ataque, Marcelo Ebrard, el canciller, hablaba con el asesor de seguridad de Joe Biden para poner temas bilaterales sobre la mesa, pero no se sabe que haya hablado sobre la conspiración.

“Coincidimos en la importancia de nuestra relación y las coincidencias que habrán de orientarla”, escribió Ebrard en su cuenta de Twitter poco después del atentado en Washington, y a las ocho de la noche de este miércoles no dijo más.

En cambio, Ricardo Monreal condenó la violencia en el Capitolio de Estados Unidos y se manifestó a favor de la resolución pacífica de los conflictos por la sucesión presidencial en el país vecino. ¿El silencio de AMLO cuánto le va a costar al gobierno de la 4T?

López Obrador dirá esta mañana que no hay pronunciamiento por aquello de la no intervención, pero no hay que ser experto en temas internacionales para asegurar que el silencio también juega una posición en la era global.

Pero, ojo: lo que hizo Trump hoy amerita cargos penales. Sus senadores, que a medio día de ayer lo defendían, anoche ya le estaban dando la espalda.

La gran lección que debemos sacar de los lamentables hechos estadounidenses es lo que puede provocar la polarización desde el púlpito presidencial. Pongamos nuestras barbas a remojar.

Uppercut: No hay matices para decirlo. El sistema de Salud en el centro del país ha colapsado. Las ambulancias han tenido que regresar a los pacientes a sus casas por falta de espacio en los hospitales. Y hemos visto fotografías de pacientes tirados en el piso de las clínicas.

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JAQUE MATE /Sergio Sarmiento /

 Reforma

Golpe en Washington

"Cualquier sistema político construido sobre la lógica y la racionalidad estaba siempre en riesgo de una explosión de lo irracional". Anne Applebaum.

No hay otra forma de describir lo sucedido ayer en Washington: un intento de golpe de Estado por una turba incitada por el propio Presidente, Donald Trump, quien después, con esa incompetencia tan característica de su mandato, trató torpemente de detener.

Miles de manifestantes se reunieron en la capital de Estados Unidos este día de Reyes a petición de Trump, quien los alentó por la mañana al decirles: "No queremos ver que los envalentonados izquierdistas demócratas se roben nuestra victoria electoral".

Los manifestantes rodearon el Capitolio, la sede del Congreso, y violentamente lo penetraron en un intento por impedir el voto de certificación del Congreso de los resultados de la elección presidencial.

En la tarde, un Trump al parecer asustado por su propio acto de sedición difundió por Twitter, sin recurrir a las cadenas de televisión que cubren la Casa Blanca, un mensaje grabado de un minuto en el que reiteró sus falsas acusaciones de fraude electoral, afirmando que ganó por "una avalancha", pero en el que pidió a sus seguidores "ir a casa en paz", "no queremos que nadie salga lastimado".

Siempre fue claro el talante antidemocrático, autoritario de Trump.

Lo demostró desde que lanzó su candidatura. Por eso lo rechazó el establishment republicano a principios de 2016.

Sin embargo, con el sistema de elecciones primarias que ahora es común en los partidos hegemónicos de Estados Unidos, la posibilidad de que un populista pueda ser postulado y ganar una elección, algo inviable cuando los candidatos eran seleccionados por los líderes del partido en "habitaciones llenas de humo", se ha hecho realidad.

En los últimos tiempos dominados por redes sociales hemos visto el surgimiento de numerosos movimientos autoritarios que muchas veces lindan con el fascismo, pero que llegan al poder por la vía electoral.

Ha sido el caso de Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela, Víctor Orbán en Hungría, Recep Erdogan en Turquía y otros más.

Donald Trump ha sido el más importante de todos, porque llegó a la Presidencia no solo de la mayor potencia económica y militar del mundo, sino de la democracia que más tiempo ha permanecido viva en la historia.

Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, de la Universidad Harvard, han señalado en su libro de 2018 How Democracies Die que, si bien estamos acostumbrados a las imágenes de golpes militares, desde hace décadas las democracias han muerto más bien con dictadores que asumen el poder por la fuerza del voto:

"La caída de la democracia hoy empieza por las urnas... Los autócratas electos mantienen un barniz de democracia mientras evisceran su sustancia... La erosión de la democracia es, para muchos, casi imperceptible".

Trump llegó a la Casa Blanca por medios democráticos. Ni Hillary Clinton, quien contendió contra él en 2016, ni Barack Obama, quien ocupaba la Presidencia, hicieron intento alguno por cuestionar la legalidad de su elección.

Poco importaban sus posiciones extremistas o sus declaraciones de que solo reconocería el resultado si ganaba.

Lo que vimos ayer en Washington nos demuestra que siempre habrá extremistas que busquen el poder por la vía electoral solo para desmantelar la democracia.

Anne Applebaum apunta en Twilight of Democracy, uno de los libros políticos más importantes de 2020: "Dadas las condiciones adecuadas, cualquier sociedad se puede volver en contra de la democracia.

En efecto, si la historia nos dice algo, es que todas las sociedades lo harán tarde o temprano". Es triste, pero cierto.

FRÁGIL

"Nuestra nación, que siempre fue vista como una luz de democracia, está en una época oscura", afirmó ayer el presidente electo Joe Biden. Y añadió: "Este es un recordatorio de que la democracia es frágil”.

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¿Donald Trump es un golpista?/ Fred Alvarez Palafox

Este intento "golpista" inició cuando el presidente Trump le rogó al Secretario de Estado de Georgia, "encontrar" votos para anular la victoria de Biden. | Fred Álvarez

La Silla Rota, 07/01/2021

@fredalvarez

opinion@lasillarota.com

Una multitud de manifestantes republicanos irrumpieron ayer en el interior del Capitolio norteamericano pretendiendo obligar a los legisladores a desestimar la evidente derrota electoral del presidente Donald Trump. 

La policía intentó parar a la turba y al verse superados se ordenó la evacuación de varios edificios de oficinas protegiendo a todos los legisladores, primero bloqueando los accesos a los salones del Congreso; ante ello el Senado se vio obligado a levantar la sesión y el vicepresidente Mike Pence, que había presidido una sesión conjunta del Congreso, fue escoltado fuera de la cámara por miembros de seguridad. 

La policía del Congreso pidió incluso a los legisladores que sacaran máscaras antigases de debajo de sus asientos y se prepararan para ponérselas. Los agentes de la Cámara baja desenfundaron sus armas cuando alguien intentó ingresar. Posteriormente ordenaron a las personas en el salón que se tiraran al piso por seguridad.

Una mujer recibió un disparo dentro del Capitolio, de acuerdo con medios como The Washington Post y CNN.

Todo ocurrió cuando el presidente Trump, en los alrededores de la Casa Blanca, repitió una y otra vez que le habían robado las elecciones. 

La reacción de los manifestantes fue de dirigirse a tomar el Capitolio, donde se registraron los incidentes; o sea, de alguna manera fueron azuzados por el mismísimo presidente, y éste al ver el desorden que armó, suplicó vía Twitter a sus seguidores que se mantuvieran en paz. 

Ante la situación, la alcaldesa de Washington D.C. Muriel Bowser, ordenó un toque de queda de 12 horas en toda la ciudad a partir de las 18 horas.

Joe Biden, dijo en un mensaje a la nación que la democracia de su país se encontraba bajo ataque y pidió a Trump dar un mensaje para calmar a la turba.

Al final, el presidente Trump, pidió a sus seguidores que se retiren a casa, pero repitió las acusaciones infundadas de fraude en la elección. "Tienen que irse a casa ahora, tenemos que tener paz, tenemos que tener ley y orden", dijo Trump en un video publicado en su cuenta de Twitter.

Todos esperábamos que la certificación en el Congreso fuera prolongada gracias a un debate, pero no lo que ocurrió...

¿Fue un intento golpista? No sabemos aún, pero sí fue algo nunca antes visto en la democracia norteamericana.

Muy lamentable. 

Todo este intento "golpista" inició hace unos días cuando el presidente Donald Trump le habría "rogado" en una llamada telefónica al Secretario de Estado de Georgia, "encontrar" votos para anular la victoria de Joe Biden.

En efecto, el presidente Trump pidió al secretario Brad Raffensperger, que "busque" los votos que sean necesarios para anular la victoria de Biden.

En la conversación, Trump halagó a Raffensperger (Republicano como él) para, luego, rogarle que actúe y, ante su negativa, le amenazó con llevarle ante la Justicia y presentar cargos criminales en su contra, al mismo tiempo que le avisó de que estaba corriendo un "gran riesgo" al no aceptar sus peticiones. 

"La gente de Georgia está enfadada, la gente del país está enfadada (...) Y no hay nada malo en decir, ¿sabes? Creo que te han fallado los cálculos", se oye decir a Trump en una de las grabaciones del Post. 

Ante ello, Raffensperger respondió: "Bueno, señor presidente, el desafío que usted tiene es que sus datos están mal". y agregó "Creemos que tuvimos unas elecciones fiables".

Trump, le responde alzando la voz: "No, no es así. No, no es así. No las tuvieron. Ni de cerca. Le erraron por cientos de miles de votos".

En otro momento, el presidente lanza una velada amenaza. "Eso es un delito", señala, arguyendo que se han destruido miles de votos trumpistas, "Y no puedes dejar que eso ocurra. Es un gran riesgo para ti y para tu abogado, Ryan".  Ryan Germany es el abogado del secretario de Estado de Georgia.

Es evidente que Trump intentó persuadir y presionar al secretario de estado de Georgia para que haga trampas, y el tema salió a la luz pública.

Al final Raffensperger le dijo "Sr. presidente, tiene gente que le presenta información y nosotros tenemos gente que presenta información. Y luego llega al tribunal, y el tribunal debe tomar una decisión. Tenemos que defender los números. Creemos que nuestros números son correctos". Punto.

Y el martes 5 de enero, un tribunal de Georgia desestimó otra demanda presentada por Donald Trump, para anular la victoria del candidato demócrata.

Un día después, la conversación de Trump y el secretario de Estado se publicó en la web en The Washington Post

¿Cómo fue?

La llamada ocurrió el sábado 2 de enero, a pocos días de que demócratas y republicanos se disputaran dos escaños que faltaban de decidir en el Senado. Como sabemos, los demócratas ganaron la elección en ambos casos y con ello el control de la cámara alta, ya que la vicepresidenta electa Kamala Harris romperá todos los lazos después de que asuma el cargo el 20 de enero.

The Washington Post publicó la grabación en exclusiva el domingo tres y la cadena CNN la difundió completa. La llamada se dio no sólo entre el presidente y el secretario de Estado de Georgia, sino que se sumó a ella, el secretario general de la Casa Blanca, Mark Meadows, y varios abogados, entre ellos Kurt y Alex, y la abogada externa Cleta Mitchell.

CNN obtuvo el audio de una fuente que estaba en la llamada y tenía conocimiento directo de la conversación. CNN ocultó el nombre de una persona sobre la que Trump hizo afirmaciones sin fundamento...

¡Estamos ante una situación sin precedentes!

Joe Biden ganó Georgia junto con otros estados, lo que le permitió obtener 306 votos del colegio electoral, frente a los 232 de Trump. Empero, desde la jornada electoral del 3 de noviembre, Trump ha denunciado que hubo fraude electoral generalizado sin proporcionar ninguna prueba.

Los 50 estados fueron certificados, y los tribunales rechazaron 60 impugnaciones a la victoria de Biden. 

Ayer 6 de enero, el Congreso certificaba formalmente el resultado de las elecciones, pero ya hemos visto lo que pasó, hubo un intento de descarrilar el proceso.

Una grabación más al tigre no se le nota

Para Max Boot, columnista del Post nos recuerda que en realidad son tres las conversaciones grabadas que definirán el mandato del presidente Trump, la primera grabación de "Access Hollywood", que casi descarrila la campaña del entonces candidato republicano cuando fue revelada por el Post el 8 de octubre de 2016. En ella, se podía escuchar a Trump alardeando de que su condición de celebridad le permitía agredir sexualmente a mujeres con impunidad; luego vino la transcripción, revelada por un denunciante y publicada por la Casa Blanca el 25 de septiembre de 2019, que condujo al juicio político de Trump. Ahí se ve a Trump acosando al presidente ucraniano Volodímir Zelenski para que fabricara información dañina sobre el potencial oponente de Trump, Joe Biden, a cambio de ayuda militar estadounidense. "Me gustaría que nos hicieras un favor", dijo Trump en ese tono perdonavidas, muy matón cual si fuera un jefe mafioso exigiéndole dinero de protección a un aterrorizado dueño de una tienda.

Y ahora, el domingo 3 de enero el Post reveló la tercera de las conversaciones de Trump, que es incluso peor que las dos primeras. 

Es probable que las grabaciones de Trump reveladas hasta el momento sean solo la punta de un iceberg muy grande, dice el columnista y tiene razón.

La difusión del contenido de la llamada generó una oleada de reacciones.

Desde las voces que denunciaron que Trump pudo haber cometido un delito y piden que se abra una investigación, e incluso un juicio político; hasta quienes consideran que, aunque haya indicios de ilegalidad, será muy difícil demostrar que el presidente tenía la intención de violar la ley.

De entrada, la Casa Blanca, la campaña de Trump y el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, se negaron a comentar, dice el Post.

El expresidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan emitió un comunicado en el que denunció: "Es difícil concebir un acto más antidemocrático y anti conservador de una intervención federal para revertir los resultados certificados por los Estados y privar del derecho a voto a millones de estadounidenses".

En tanto, el senador por Utah Mitt Romney, crítico de Trump, y quien fuera el primero en avalar a Biden afirmó que jamás podría haber imaginado "que estas cosas ocurrieran en la mayor democracia del mundo".

Después, vino el desmadre en el capitolio...

Nada es casual.


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