Rocha Moya llama ‘defensora del viejo régimen’ a periodista de Los Mochis; luego se disculpa: Noroeste...
Rubén Rocha Moya llamó ‘defensora del viejo régimen’ a una periodista de Los Mochis, luego de que ésta respondiera a uno de sus argumentos, y después se disculpó.
La situación se dio durante una rueda de prensa que el candidato a la Gubernatura por la alianza Morena-PAS ofreció este jueves.
“Desde que entró Andrés Manuel (López Obrador) como Presidente, ¿cuándo han visto que se tomen las casetas porque no les pagan los estímulos al sector agrícola?”, preguntó Rocha Moya cuando se le cuestionaba sobre los apoyos federales a los sectores productivos.
Fue entonces cuando la periodista Arely Hernández, de Plataforma Noticias y Foro Abierto, le señaló que si ahora los agricultores recurren a ese tipo de protestas se les denuncia penalmente y pueden ir a la cárcel hasta por siete años.
“¡Ah, mira!, tenemos una defensora del viejo régimen aquí”, reaccionó el candidato.
Varios periodistas le pidieron que no denostara a su compañera, y Rocha Moya se disculpó. (nota de Nota de CARLOS BOJÓRQUEZ).
César Vélazquez “Coruco” hace su análisis sobre el tema: Los tics autoritarios de Rubén Rocha
Punto Crítico Sinaloa Digi Tv
ZONA POLITEiA/César Velázquez Robles
Caso Félix Salgado mantiene en vilo la vida política del país
Que el caso de Félix Salgado Macedonio mantenga en vilo la vida política del país, dice mucho, por supuesto para mal, de la calidad de nuestra convivencia. El hecho de que un típico representante de la lumpenpolítica sea el eje alrededor del cual se desarrolle el debate entre partidos, da cuenta de un empobrecimiento de la competencia por el poder político. Por supuesto, no es culpa del Instituto Nacional Electoral (INE), que lo único que ha hecho es cumplir con la legalidad, sino de un partido que llegó al poder presumiendo una nueva ética en el ejercicio de la función pública. No somos iguales, repite el presidente su latiguillo, pero la defensa a ultranza de un sujeto sobre el que pesan acusaciones de violación, no expresa otra cosa sino la descomposición moral que acompaña al nuevo bloque gobernante.
Como todos sabemos –porque todos estamos al pendiente del caso--, el asunto de Félix Salgado está ahora en manos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que puede ratificar –cosa improbable, dada la evolución de los acontecimientos— la sanción impuesta por el INE, o puede rectificar –lo que es una posibilidad real— la decisión del árbitro electoral y regresar la candidatura a Salgado. El INE señaló en su decisión que morena disponía de un plazo de 48 horas para designar un candidato provisional –hay que recordar que la campaña electoral en Guerrero inició hace ya cosa de un mes— y varios analistas señalan que esta designación podría recaer en Luis Walton, que terminaría siendo el candidato titular si el tribunal confirma la decisión. También ha corrido fuerte el rumor de que ante la posibilidad de que el tribunal respalde la decisión, el propio Salgado estaría promoviendo la candidatura de su hija, Evelyn Salgado. Por otra parte, el propio tribunal no tiene un plazo perentorio para resolver, y puede tomarse su tiempo, lo cual afectaría la candidatura de morena, cualquiera que ésta fuera, aunque las encuestas, incluso sin ser candidato Salgado, lo colocan todavía por delante con importante ventaja. Así están las cosas en Guerrero.
Los tics autoritarios de Rubén Rocha
Rocha está perdiendo piso. Se ha vuelto intolerante. Como su presidente, no soporta que le den la contra. Todavía no llega y ya está dando muestras de cuál será su comportamiento. En la rueda de prensa de ayer, el candidato de morena se ufanaba que durante los dos años de gobierno de AMLO se ha dejado de tomar las casetas de cobro por parte de los productores agrícolas en demanda de pagos o mejores precios para sus cosechas. Una periodista le responde desde su asiento: “No, porque se incrementó la pena a los manifestantes, los meten a la cárcel, siete años, cuando antes no había”. Rocha se desconcertó un instante, pero respondió rápido, no con una explicación, un argumento, sino con el latiguillo, el lugar común con que su presidente descalifica a todo el que no le sigue el rollo: “Bien –dijo, asintiendo levemente como un maestro que condesciende con un alumno avispado--, aquí nos llegó una defensora del viejo régimen”. Pero tampoco espero mucho por la contrarrespuesta de la reportera: “No, no soy defensora del régimen. Soy defensora de la realidad.”
En uno de los muchos grupos que en redes sociales alimentan la reflexión y el debate político, leo el siguiente comentario: “Eso que aplicó Rocha al decir ya llegó la defensora del régimen es una falacia de interés, también cabe dentro de la falacia llamada el falso escocés que es donde se exagera un argumento dándole otro sentido, en este caso Rocha busca hacer ver que el argumento de la periodista busca defender un régimen anterior, la otra falacia es la de etiquetar haciéndola ver como conservadora y dando a entender que ese argumento es para desacreditarlos a ellos, cuando en ninguno de los casos es así.”
Luego se intentó una política de control de daños. Se subió el video completo de la rueda de prensa en la que participaban, la aclaración correspondiente sobre los destinatarios de la pena de cárcel, y los buenos términos en que concluyó el desencuentro. Sin embargo, lo que ahí queda registrado es ese talante autoritario del candidato. Un signo de lo que en el futuro puede esperar a todo aquel que exprese su disenso. Eso sí que no se controla.
Zamora llama a “zafarrancho” a Rocha, y éste no se inmuta
Bueno, el debate ya ha sido anunciado para el próximo 22, esto es, dentro de una semana. Decía ayer que este debate no será debate sino margayate. Zamora lo sabe, y está llamando a zafarrancho a Rocha, pero Rocha no se inmuta. Es obvio, evidente, que no le hará caso. Va por lo pronto en caballo de hacienda y siente que tiene el triunfo en la bolsa. Mario siente que va recuperando terreno y sabe que en un debate a dos tiene opciones de recuperar terreno con más celeridad. De ahí que insista y por lo visto seguirá insistiendo hasta el final de la campaña. Ayer, en el autobús, alborotó el cotarro, como dicen en el beisbol, sobre este tema. He aquí lo que dijo: “… los sinaloenses no somos rajones, cuando nos invitan a dialogar a un debate o a dialogar, nos presentamos. No andamos de rajones, sacándole la vuelta. Nos gusta hablar de frente, decir derecho las cosas, no andar tirando la piedra y escondiendo la mano, aventando ahí pura información de mentiras, de golpes, en páginas de internet para ver qué de lodo queda. Le digo a mi amigo el doctor, bienvenido el diálogo, el debate, bienvenido a platicar de frente las cosas. Es más, doctor, invite al profesor Cuén, dos contra uno, le entramos encantados de la vida, no pasa nada. Y es más, que sea en la UAS, con todo el consejo universitario, los maestros, los profesores, los alumnos, y es más, que sea la propuesta educativa que es, según esto, lo que sabe, orále, dígame cuándo, a qué hora, nos vemos en la UAS…”
Los partidos: portadores de proyectos de futuro
Bueno, eso se supone que deben ser. Pero desde que se instauró la libre movilidad interpartidaria, los partidos son más bien instrumentos de proyectos personales. La gente, ciertamente, mira cada vez más los perfiles de los candidatos, pero ello no debería obstar para exigir, demandar de los candidatos no propuestas aisladas frente a tales o cuales problemas, sino proyectos de horizonte amplio para Sinaloa, esto es, proyectos de futuro. Se supone que los tienen. ¿Los tendrán?
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