FRENTES POLÍTICOS /Excélsior, 1 de julio de 2021
3. Escaso legado. A Quirino Ordaz Coppel, gobernador saliente de Sinaloa, le llegó el momento de rendirle cuentas a la historia, y a su sucesor. Y no le irá nada bien. Heredará a Rubén Rocha Moya un gobierno altamente corrupto, sumido en la criminalidad, la pobreza, con cientos de familias desplazadas y miles de desaparecidos, saqueo de dependencias estatales, entre una larga lista de desaciertos, omisiones y promesas pendientes.
El mejor termómetro de que realizó una administración errónea es el resultado en las urnas el 6 de junio. Hay indignación social por la violencia, por la ineficiencia gubernamental y por el despilfarro, elementos suficientes para calificar la gestión de Quirino Ordaz como un fracaso.
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