EL CAMPO MILITAR No. 1/José Luis Alonso Vargas "El Chelis"
Existieron en México, al menos, dos lugares tenebrosos e infernales: el Campo Militar No. 1 y el Palacio Negro de Lecumberri. El segundo hace décadas está convertido en el Archivo General de la Nación y el primero ayer abrió, con muchas reticencias, sus puertas a los que participamos en el Movimiento Armado Socialista de los años ´60, ´70 y ´80, y estamos vivos; más los familiares de algunos combatientes que sufrieron desaparición forzada, violaciones, torturas (aprendidas de los maestros del Pentágono norteamericano y de la CIA) y asesinatos, en forma de fusilamientos, vuelos de la muerte (de aquí los llevaban en avión o helicóptero vivos o muertos y los tiraban al mar); o muerte aquí mismo, por enfermedades no atendidas, o por hambre, simplemente.
Con este ya van varios eventos en los que el gobierno burgués progresista de AMLO reconoce el autoritarismo y la represión que se vivió en décadas pasadas. Primero fue el acto del 10 de junio de 2019 en el que la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, a nombre del gobierno, inauguró el primer Sitio de Memoria, en el edificio que antes fue de la tenebrosa Brigada Blanca presidida por el torturador Miguel Nasar Haro, en la calle Circular de Morelia 8, de la Alcaldía Cuauhtémoc.
Hace un año, de nuevo el 10 de junio, AMLO mismo recibió, en Palacio Nacional, a un representante de cada uno de los colectivos que luchan por la presentación de los desaparecidos, como Eureka, y colectivos de sobrevivientes de la llamada Guerra Sucia. Ahí prometió empezar a hacer justicia.
2 meses y medio después volvió a reunir a los representantes de esos colectivos y les prometió crear una Comisión de la Verdad, para conocer todas las barbaridades cometidas por los gobiernos del ´65 al ´90. El 2 de octubre se decretó la creación de esa comisión y se convocó a los aspirantes a integrarla. De 25 personas que comparecimos, sólo 5 quedaron aprobados, sin derecho de cobrar honorarios, es decir, de gratis, por la austeridad que se aplica en este gobierno. El 10 de diciembre se les tomó protesta a esos 5, en otro evento presidido por AMLO, en Chihuahua.
Y ahora, este 22 de junio, encabezado por AMLO, le tocó el turno al Campo Militar No. 1, en ser el lugar de ratificación de esos nobles propósitos.
Lástima de esos buenos propósitos. El secretario de la defensa los echó abajo cuando aseguró que por órdenes presidenciales se les honraría a los militares caídos en el cumplimiento de su deber en esa Guerra Sucia. El deber del que hablaba fue el de exterminar a los miles de jóvenes que tomamos las armas para defender a nuestro pueblo de las atrocidades cometidas por ejército, policías, acordadas, guardias blancas y demás cuerpos paramilitares al servicio del gobierno o los caciques. La orden de exterminarnos no tenía nada de constitucional, así que no cumplieron con su deber, sino que violaron la Constitución y ahora serán convertidos en héroes.
Y a los familiares de los asesinados o desaparecidos, y a nosotros, los ex guerrilleros ni un gramo de justicia nos ha llegado. Sólo discursos y promesas. Y a AMLO ya solo le quedan 2 años y tres meses en el gobierno. Así que puede suceder lo mismo que le pasó a la Fiscalía de Fox.
¡Vaya! Ni siquiera un desayuno nos merecimos ayer. Nos tuvieron ahí en ayunas pues el presupuesto para esta gigantesca tarea es de tan solo 10 millones de pesos. Por eso así seguiremos, en ayunas..
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