¿Le creemos?
¿A qué se va a dedicar el C. Presidente cuando deje el cargo?..
"Ahora que ya voy a terminar en septiembre del 24, ya me jubilo y no vuelvo a participar en política ni hablar de política, ni hablar con políticos, ni asistir a ningún evento, ni siquiera académico. Y voy a cancelar mi Twitter, el Face, completamente.
Y ya no voy a tener relaciones políticas ni con mis hijos, porque si llegan a visitarme pues llevan a los nietos, y ahí voy a estar, pero ya cuando empiecen: ‘es que fíjate que está pasando eso’, párate, o sea, eso no, de eso no hablemos.
¿Y a qué me voy a dedicar?
Bueno, a cuidarme en mi salud, a caminar, a hacer un poco de ejercicio, a cuidar los árboles, a gozar del canto de los pájaros y a escribir con una disciplina
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.OCHO COLUMNAS 2 DE AGOSTO:
1. Reforma. TRIPLICAN SUBSIDIO AL AIFA. Destina Hacienda $1,370 millones para la nueva terminal aérea
2. El Universal. BANCOS, CON GANANCIAS DE ENSUEÑO EN PRIMER SEMESTRE. Los siete grupos financieros más grandes del país reportaron utilidades de 106 mil mdp por mayores intereses y comisiones
3. La Jornada. "FIN A CONCESIONES DE AGUA A INDUSTRIAS DEL NORTE DEL PAÍS". AMLO adelanta que se analiza una reforma a la ley del ramo
4. Milenio. BARAJA MORENA HASTA EXPULSIONES POR LOS "INCIDENTES AISLADOS". López Obrador reconoce que "sí hubo compra de votos y acarreo", pero no como los que opositores y conservadores han operado antes, "nada que ver"
5. Excélsior. PAGARON POR UN VIAJE VIP PARA MORIR HACINADOS. Los migrantes encontrados sin vida en un trailer en San Antonio dieron hasta 13 mil dólares a una red de coyotes que ofrece traslados "más cómodos y seguros"
6. El Financiero. SESGO NEGATIVO EN CONFIANZA EMPRESARIAL. Debilitamiento generalizado de las expectativas para el futuro
7. El Economista. MONTO DE REMESAS EN ENERO-JUNIO SUPERÓ EN 16% AL DEL I SEM. DEL 2021. Envíos acumularon 27,565 millones de dólares
8. La Razón. AMLO MINIMIZA VICIOS EN ELECCIÓN MORENISTA; ADENTRO ALISTAN "EXPOFRAUDE". Divide proceso para elegir consejeros
9. 24 Horas. PESIMISMO ECONÓMICO SOBRE 2023 SE AGUDIZA. Cae previsión de crecimiento de 1.90 a 1.60%
10. Reporte Indigo. RADIOGRAFÍA MORENA. Si bien el partido del Presidente de la República sigue presumiendo de músculo al exterior con sus constantesvictoriaselectorales,los conflictos al interior entre miembros nuevos y viejos muestran las fisuras del instituto político
11. La Crónica. AMLO: LA ELECCIÓN DE MORENA, "GRAN JORNADA DEMOCRÁTICA", PESE A LAS IRREGULARIDADES. Afirma que fue masiva la participación, "no es como los opositores, los conservadores hubieran querido"
12. El Sol de México. EXPROPIAN TIERRAS PARA EL TREN MAYA. López Obrador decreta la ocupación inmediata
13. El Heraldo de México. EXPROPIAN UN MILLÓN DE M2 PARA TREN MAYA. El Gobierno publicó el aviso para 36 predios en los municipios de Benito Juárez, Puerto Morelos, Solidaridad y Tulum, en Quintana Roo, para la construcción del Tramo
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Bajo Reserva/ El Universal,
Youtubers pro4T tendrán su propia mañanera
Ya tuvieron candidaturas en Morena, pero ahora, los youtubers y blogueros afines a la autollamada Cuarta Transformación, que acuden a la conferencia de prensa presidencial en Palacio Nacional, ahora tendrán la oportunidad de tener su propia mañanera. Ayer, un hombre identificado por su simpatía por el presidente López Obrador, le presentó un supuesto reportaje sobre el futbol mexicano y sus irregularidades. El mandatario ordenó que fuera recibido por la jefa del SAT, Raquel Buenrostro, y por el subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía Berdeja. Y, además, el Presidente lo invitó a que en un mes él mismo presente “en una mañanera especial” el resultado de su investigación. Amor con amor se paga, ni quien lo dude.
Quieren apropiarse del “Presidente de México”
Nos comentan que en los archivos de solicitudes del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) puede uno encontrarse las solicitudes más variadas e increíbles. Nos detallan que recientemente se recibió una de estas peticiones. Se trata de un particular residente de la Ciudad de México que solicitó la concesión de la marca “Presidente de México” con el objetivo de comercializarlo en anuncios publicitarios y en publicidad. Es decir, que, sin pasar por las urnas, alguien pretende ser el único dueño de la frase Presidente de México. Nos hacen ver que todo indica que este ciudadano difícilmente recibirá la autorización para explotar de manera comercial el título que hasta diciembre de 2024 ostentará el presidente López Obrador, y que pasará junto con la banda presidencial a persona que lo suceda en el cargo.
Adán Augusto, recibimiento regio
Como torero caro, así fue recibido ayer por empresarios de Nuevo León, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, nos comentan. En el patio central del palacio del gobierno neolonés, don Adán, nos relatan, tuvo una gran recepción por parte de empresarios regios quienes le aplaudieron y se pusieron de pie cuando hizo su entrada el funcionario morenista. El motivo, nos hacen ver, es que el secretario de Gobernación llegó a la entidad tras el anuncio de la construcción de la presa “El Cuchillo II”, que busca ayudar a solucionar el desabasto de agua en la zona metropolitana de Monterrey. Aunque don Adán viajó en esta ocasión en su carácter de funcionario público, nos comentan que este tipo misiones siempre ayudan a su faceta de “corcholata” presidencial.
Por fin, despertó el PT
Hace exactamente 12 días se dio a conocer la decisión de Estados Unidos y Canadá de iniciar consultas para resolver disputas en el marco del T-MEC en contra de las políticas energéticas de México, sin embargo, hasta este lunes el líder nacional del PT, Alberto Anaya, uno de los aliados principales del presidente, Andrés Manuel López Obrador, reaccionó y se dio cuenta que había que respaldar a la autollamada Cuarta Transformación. Fue hasta ayer que el dirigente nacional del Partido del Trabajo recurrió a Twitter para decir que ante los reclamos en el T-MEC, México va a resolver el problema por la vía diplomática, y dijo que el presidente López Obrador tiene el respaldo del PT en su postura de defensa de la soberanía energética. “En la 4T defendemos los intereses del pueblo”. Vaya que en Palacio Nacional respiraron aliviados, pues seguramente había una gran preocupación por la falta de apoyo y el silencio del PT.
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Confidencial/ El Financiero
Fonatur, a un lado
El presidente López Obrador destacó que la autoridad legal del Tren Maya quedó en sus manos o en la Secretaría de Gobernación, al haberlo declarado como obra de seguridad nacional. Ello confirma que Javier May, titular de Fonatur, ni con todo y ser el senador más votado, virtud que el propio mandatario destacó para darle el encargo pese a no tener experiencia en vías férreas, logró sacar la chamba con la que tampoco pudo Rogelio Jiménez Pons. ¿Le falló el paisano al mandatario?
Campañeando con Juanga
Para nadie es secreto que la carrera presidencial ya se inició. Pero para algunos el arranque ha sido con “métodos de tortura”. Al menos esa es la visión de la senadora Lilly Téllez, quien criticó a Claudia Sheinbaum por aventarse un palomazo con guitarra en mano y al ritmo de Juanga. La propia mandataria reconoció ayer que estaba “un poco desafinada”. Pero más allá de la entonación, si reviviera el Divo de Juárez quizá se volvería a ir de puro coraje, al ver el grado de desgano con el que canta la jefa de Gobierno. Está bien que cante, pero si quiere ganar adeptos, ¡que no publique los videos!
Defensa pública
El Capo de Capos, Rafael Caro Quintero, será representado por un defensor público federal, en lugar de un abogado particular, en su juicio de extradición. El destino del narcotraficante está en las manos del Instituto Federal de Defensoría Pública, después de que un juez federal frenara su extradición inmediata. Difícil creer que el otrora poderoso traficante ahora tenga que recurrir a recursos públicos para su defensa.
Júbilo por captura de panista
El presidente López Obrador celebró la captura de Luis Vizcaíno, quien fuera director Jurídico de la entonces delegación Benito Juárez, en tiempos en que la gobernaba Jorge Romero –hoy líder de los diputados del PAN–. Pero, más allá de satisfacción porque se van a castigar presuntos actos de corrupción, al mandatario pareció darle gusto que se tratara de una demarcación azul. “Acaba de darse a conocer –porque podría pensarse: ‘Es que gobiernan muy bien’– que el abogado de esa delegación gobernada por el PAN, para dar permisos de construcción de edificios habitacionales, pedía departamentos”. Tal vez no se le ha bajado el coraje de que en los pasados comicios a Morena le tumbaron varias alcaldías.
Visita en el Senado
Quien anduvo ayer muy platicador con el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, y con el secretario técnico de la Jucopo, José Manuel del Río Virgen, fue nada menos que Paisano Rueda, quien, al igual que Del Río, estuvo preso en Veracruz, pese a no haber pruebas de que hubiese cometido el tan cuestionado delito de “ultrajes a la autoridad” que le imputó el gobierno de Cuitláhuac García. Quedó demostrado lo que el político veracruzano dijo al ser liberado, luego de 271 días, que no tiene prisa por asumir el cargo para el que fue electo, de alcalde de Jesús Carranza. ¿Habrán conversado sobre algún recurso legal contra su detención injusta?
Valle de pasiones
Organizan el proceso y ellos mismos se votan. Eso fue lo que ocurrió en diversos lugares del proceso morenista en el que se eligieron consejeros distritales para el Congreso Nacional del partido. Es el caso Zacatecas, donde la gente de la delegada de la Secretaría de Bienestar, Verónica Díaz Robles, obtuvo hasta dos mil votos, cuando en las grandes ciudades del estado los consejeros ganaban con 500 votos. Hubo de todo, embarazo de urnas, acarreo, condicionamiento al voto de los adultos mayores… Se operó con el padrón de beneficiarios de programas sociales, pero ante las expresiones de inconformidad al interior de la misma fuerza política, además de las manifestaciones de violencia, en Palacio Nacional se le restó importancia, al considerar que durante el evento del fin de semana no se registraron más que algunas diferencias. Menos mal, si no imagínese cómo hubieran estado las cosas.
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Estrictamente Personal
En construcción, el fraude en 2024/Raymundo Riva Palacio
El Financiero, agosto 02, 2022 |
En los últimos meses se ha acumulado suficiente evidencia empírica para afirmar que el presidente Andrés Manuel López Obrador está preparando quedarse con la presidencia al término de su mandato. Quizá no propiamente en sus manos, pero sí a través de una o un títere. Esta evidencia empírica choca con su discurso de que es un demócrata, que no se reelegirá y que no permitirá que surja en México una dictadura. Aunque una parte de la sociedad informada lo considera un autócrata que corre hacia una dictadura, teóricamente, sin embargo, López Obrador parece tener razón.
Su lucha no ha sido contra la democracia per se, sino contra la democracia liberal. Él es un demócrata iliberal, o sea, que no cree en las instituciones, ni en el Estado de derecho, ni en las normas. Es un populista, como abundan hoy en el mundo, que paradójicamente surgió gracias a la democracia, como Zac Gershberg y Sean Illing argumentan en su nuevo libro (The Paradox of Democracy). No está claro dónde terminará la disrupción democrática que se vive, pero lo que sí es seguro es que no regresarán los tiempos idos. Los que vengan, es un misterio qué modelo consolidarán.
Pero aquí, en México, sí podemos perfilar lo que vendrá en las elecciones presidenciales de 2024. En la precampaña y la campaña, habrá violaciones sistemáticas a la ley por parte del Presidente, Morena y quienes abanderen al partido en el poder. Lo vimos durante el proceso de la revocación de mandato, un ejercicio más para fortalecer el consenso de López Obrador –que no se logró– que la ejecución de un recurso democrático.
El Presidente mismo violó las leyes electorales, su gabinete recibió instrucciones de hacer campaña para inducir el voto en la consulta de la revocación de mandato –violando también las leyes electorales– y los órganos electorales se vieron rebasados por la forma como quienes rompieron las normas los ignoraron, aumentando su impotencia porque, frente a tanta ilegalidad, carecen de dientes –o valor– para poder aplicar la ley. Si no fuera así, probablemente el Tribunal Electoral podría determinar que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, están inhabilitados para participar en el proceso presidencial por sus violaciones a la ley en ese ejercicio.
Para la consulta de la revocación de mandato se utilizaron recursos públicos, más allá de los presupuestados por el INE, y el secretario López realizó giras estatales donde habló con presidentes municipales de oposición y les ofreció dinero para obra pública a cambio de cuotas de votos hechas a la medida, para que garantizaran un mínimo de sufragios y que fueran a favor de López Obrador.
La elección interna de Morena este fin de semana para elegir delegados al Congreso Nacional que se celebrará en septiembre, cuyo objetivo es elegir a la dirigencia del partido que acompañará la elección presidencial de 2024, fue un ejercicio profundamente iliberal. Es decir, dentro de un andamiaje democrático –sufragio libre y secreto– se generó la distorsión –caos, violencia, acarreos de votantes, robo de urnas–. Lo que sucedió no fue sorpresa. Cada proceso de elección interna moreno en los últimos años termina en lo mismo. Lo único que faltó en esta ocasión fueron los balazos. El ADN de Morena no va a cambiar; es genéticamente antidemocrático, pero aún está lejos de ser autoritario o dictatorial.
No obstante, como las violaciones a la ley del Presidente y las figuras más relevantes para 2024, el comportamiento de la militancia de Morena pinta el horizonte que veremos en las elecciones presidenciales. Si no ganan, arrebatan. ¿Cómo lo harían? La denuncia de fraude cometido por la oposición, con financiamiento de Estados Unidos y de los grupos económicos despojados de sus privilegios –las ideas parten del discurso cotidiano de López Obrador–, provocaría la toma de las calles y el secuestro del INE, para entonces con una presidenta a modo de López Obrador. La izquierda social podría fácilmente desestabilizar al país –su operación contra el gasolinazo en 2017 es prueba de su eficacia– y descarrilar el proceso.
En esas condiciones, López Obrador bien podría aumentar su mandato –que no sería una reelección, teóricamente hablando– con el apoyo del Ejército, cobrando en ese momento los favores recibidos en dinero y especie, en los altos mandos castrenses. Al haber abandonado la cúpula militar la institucionalidad por el partidismo, como ha quedado demostrado en varios discursos pronunciados por el jefe de las Fuerzas Armadas, el autogolpe no es algo que hoy se vea descabellado.
¿Estaría López Obrador dispuesto a esto? Es un salto muy grande, por lo que su mejor alternativa, con toda la fuerza de su presidencia legal, es transgredir la ley, como lo ha hecho en todos los capítulos importantes de la vida pública desde que inició su administración, ante el débil diseño de las instituciones y la subordinación del Poder Legislativo, y en cierta manera la cabeza del Poder Judicial a sus ideas y deseos, sin olvidar que para entonces, la presidencia estará en manos de una de sus ministras incondicionales.
Los andamiajes de la democracia serán utilizados por López Obrador para perpetuarse en el poder, directa o indirectamente. La evidencia empírica que apunta en esta dirección tendría que ser analizada por quienes apuesten por elecciones justas y libres, donde el resultado no es lo más relevante en esa parte del proceso. Lo que hemos experimentado es contrario al espíritu democrático liberal, con incertidumbre en el proceso y certidumbre en el resultado.
En este momento, es relevante que la oposición piense en una estrategia paralela a sus alianzas y selección de candidaturas, para que, si llegara a darse su victoria –hoy en día aparentemente inalcanzable–, López Obrador tenga que aceptar la derrota de su proyecto e impedir una desestabilización para que Morena no entregue el poder. Dados sus antecedentes, jamás aceptará que perdió. La estrategia para que eso no suceda, está en marcha.
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México y sus mujeres en llamas/Héctor De Mauleón
Tenía 17 años. La asesinaron y calcinaron en mayo, dentro de su hogar
El Universal,
Llevaban seis días buscando a Arith Alejandra, una joven de 25 años de edad. La mañana del 30 de junio de 2022, el cuerpo de bomberos de Hermosillo, Sonora, recibió una alerta: había algo que se estaba quemando en la vía pública.
Al llegar al lugar, los bomberos se percataron de que lo que estaba en llamas era el cuerpo de una persona. Se lanzó una alerta: se trataba de una mujer con brackets en la dentadura y calcetas de corazones y mariposas.
El colectivo Madres Buscadoras de Sonora difundió este aviso: “Si alguien tiene una persona desaparecida con esas características, acuda al Servicio Médico Forense o a la Fiscalía General de Justicia del Estado para más información”.
De ese modo terminó la búsqueda de Arith Alejandra.
A principios de 2022 se publicó una nota perdida en el alud de malas noticias que envuelve a México. Agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la capital del país habían recibido el reporte de que en la colonia Pedregal de Santo Tomás, en la alcaldía de Tlalpan, había un cuerpo semidesnudo tendido en el suelo.
En los alrededores, los agentes hallaron indicios de cabello y manchas de sangre. Los agentes supusieron que la víctima había sido arrastrada hasta una calle solitaria. Pero lo más impactante era que el cuerpo se hallaba casi totalmente quemado.
El pasado 4 de mayo, en la alcaldía de Cuauhtémoc, también en la CDMX, un sujeto llamado Arturo Hernández roció con solvente a su pareja sentimental y luego le prendió fuego. Según el testimonio de una de las hijas de la víctima, Myrta Itzel, de 45 años, era sometida por Hernández a altos niveles de violencia física y emocional.
Myrta fue internada de emergencia en el hospital Rubén Leñero. Pero no pudo recuperarse del ataque y falleció dos meses más tarde, en medio de grandes sufrimientos.
Datos de la Secretaría de Salud dados a conocer recientemente por el portal Animal Político revelan que entre enero y junio de 2022 al menos 47 mujeres fueron quemadas de manera intencional en México.
En marzo de 2022, Antonio “N” fue aprehendido en el municipio de El Marqués, en Querétaro. Había golpeado a una adulta mayor y luego quemó con tíner el rostro de una joven que había intervenido en defensa de la víctima.
A fines de ese mes, en el municipio de Santiago Papasquiaro, en Durango, fue hallado el cuerpo de una mujer de 40 años a la que cinco días antes se había reportado como desaparecida. El cuerpo, totalmente quemado, se hallaba envuelto en una cobija.
La última semana de junio se viralizó el caso de Liliana, de 23 años, quien denunció en redes sociales que en el municipio de Salinas Victoria, Nuevo León, tres hombres la drogaron, la golpearon, la violaron, le prendieron fuego y la tiraron en un baldío, dándola por muerta.
La joven sobrevivió al ataque, aunque sufrió quemaduras en la tercera parte de su cuerpo. Según declaró ante el periodista Luis Cárdenas, los dolores indecibles que sufrió la llevaron incluso a pedirle a los médicos que pusieran fin a su vida.
Una víctima más fue Jessenia Johana Cisneros, de 17 años, a quien asesinaron y calcinaron el pasado 2 de mayo, dentro de su propio hogar, en la ciudad de Chihuahua. Según la fiscalía estatal, el cuerpo de Johanna presentaba quemaduras en aproximadamente el 40 por ciento de su superficie.
El 27 de junio, en la ciudad de Puebla, una mujer fue rociada con ácido sulfúrico por dos hombres que pasaron a bordo de una motocicleta: “¡Guapa!”, le gritaron, antes de arrojarle el ácido en un brazo.
A estos casos se suman los de Luz Raquel Padilla, amenazada por vecinos y quemada viva en un parque de Zapopan, Jalisco (la fiscalía ha sugerido que ella misma se prendió fuego), y el de Margarita Ceceña Martínez incendiada con gasolina en Cuautla por familiares que disputaban la posesión de un terreno.
En medio de niveles históricos de feminicidios, en medio de un ambiente de impunidad prácticamente absoluto, la violencia en contra de las mujeres sigue escalando en sus formas de crueldad. Los casos de mujeres en llamas aparecen dos veces por semana en los medios y, según denuncian organizaciones feministas, en el fondo no sucede nada. Ruido en las redes por unos días y después el olvido hasta que un nuevo horror momentáneamente nos despierta.
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Morena: democracia sin demócratas/Jorge Fernández Menéndez
El Financiero,
Las elecciones internas en Morena para elegir a sus consejeros nacionales han confirmado, una vez más, que el partido en el poder tiene altas capacidades para ganar elecciones, pero muy pocas o ninguna para organizar las propias. No recuerdo una sola elección de Morena, o incluso antes en el PRD, donde convivían muchos de quienes hoy son los dirigentes de Morena, que se pudiera realizar sin graves conflictos.
En octubre del 2019 fue el propio Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación el que anuló el proceso interno de Morena, que se estaba llevando a cabo con innumerables irregularidades y denuncias, incluyendo los malos manejos económicos y de la expresidenta del partido, Yeidckol Polevnsky. El TEPJF anuló el proceso interno porque, entre otras razones, no existía un padrón confiable del partido. Los comicios se habían dado en un ambiente de violencia y confrontaciones que no se pudieron solucionar internamente.
Pasó un año hasta que en 2020 otra vez el TEPJF tuvo que intervenir para tomar el control de un proceso interno que el partido no podía conducir y le ordenó al INE que organizara una encuesta nacional abierta que definiera la elección de la dirigencia, pero incorporó, además, la cuota de género, que obligó a que la presidencia y la secretaría general fueran para hombre y mujer o viceversa. Esa fue la única elección que terminó siendo relativamente civilizada, pese a que también fue impugnada por Porfirio Muñoz Ledo, que aseguró que tenía los mismos índices de aceptación que Mario Delgado, que resultó electo, acompañado, es un decir, en la secretaría general, por Citlalli Hernández. Ahora hemos visto a lo largo de tres días todo tipo de incidentes en las casillas, desde el ridículo de Elizabeth García Vilchis, la célebre presentadora de “quién es quién en las mentiras” de la mañanera, tratando de colarse en la elección junto con su marido para, así, no tener que hacer fila, hasta el intercambio, acusándose de intolerantes y antidemocráticos, de dos personajes como John Ackerman y Epigmenio Ibarra. En esta ocasión, los dos tenían razón.
Vimos golpes, batazos, acarreos descarados, robo de casillas. Para el presidente López Obrador y para Mario Delgado fue una jornada democrática, para quienes lo vemos desde fuera es la confirmación de que Morena está muy lejos de ser un partido: es un movimiento que se mueve con base a un jefe, el propio López Obrador, pero que fuera de eso no tiene cómo dirimir sus conflictos internos ni le interesa, donde el canibalismo político está a la orden del día (como sucede en los distintos equipos de gobierno, incluyendo el gabinete). Creo que no pueden ejercer la democracia interna porque muchos de sus integrantes y dirigentes no creen en ella. Y lo que sienten hacia afuera lo ejercen dentro. El desprecio y la confrontación con el INE también tiene ese origen, y la forma en que llevan sus procesos internos es el mejor argumento para demostrar que necesitamos al INE como articulador electoral, pero también para que, junto con el TEPJF, ponga límites a los despropósitos de los partidos.
No es verdad que la falta de democracia, la desorganización y la violencia forman parte de los procesos internos de todos los partidos. Por supuesto que en todos hay diferencias, rupturas y expresiones autoritarias, y a veces violencia, pero hemos visto en el pasado organizar al PRI elecciones internas, por ejemplo, la definición de la candidatura de ese partido para los comicios de 1999, que fueron organizativamente impecables. En el PAN, con profundas diferencias muchas veces, rara vez un proceso interno se les fue de las manos en los últimos años, ganara o no el candidato o el aspirante mejor relacionado con sus propios gobiernos. Y no es por el número de votos, en 1999 el PRI logró que votaran casi cuatro veces más que los que participaron con Morena en este proceso.
Lo que vimos este fin de semana en Morena debería ser, por lo menos, un llamado de profunda atención para el partido en el poder para la elección de sus candidatos en 2024. Si un proceso abierto mucho más sencillo como la elección de consejeros genera tantos conflictos, imaginemos por un momento lo que ocurrirá en ese año con la selección no sólo de sus candidatos presidenciales, sino también a gobernadores, legisladores federales y estatales, munícipes. La elección de la candidatura presidencial podrá ser decisión de un solo hombre, las demás no.
Es una confirmación, insistimos, de que necesitamos al INE y al sistema electoral que hemos construido a lo largo de las últimas tres décadas. Puede haber, como en todo, ajustes y adecuaciones. Pero debe haber un garante democrático.
MUJERES Y VIOLENCIA
Julio ha vuelto a ser un mes especialmente violento, el segundo del año por el muy alto número de homicidios, pero también ha sido un mes particularmente violento para las mujeres, con casos como el asesinato de Adriana Inés Vidal a manos de su esposo, al que se han sumado muchos otros. Un mes de violencia contra las mujeres en las que ha habido de todo, desde homicidios hasta mujeres quemadas, golpeadas, desaparecidas. Los feminicidios y la violencia contra las mujeres se han convertido en una norma cada día más presente entre nosotros.
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Arraigo y prisión preventiva oficiosa son inconvencionales/ARTURO ZALDÍVAR
Milenio,
El arraigo y la prisión preventiva oficiosa son medidas que, aunque están previstas en nuestra Constitución, resultan indudablemente contrarias a la Convención Americana sobre Derechos Humanos, pues restringen desproporcionadamente la libertad personal sin que exista una sentencia condenatoria y desconocen la presunción de inocencia.
Tal incompatibilidad entre la Constitución y la Convención plantea la pregunta de si dichas figuras pueden aplicarse válidamente en nuestro país, lo que a su vez exige analizar la forma en que se relacionan en nuestro sistema jurídico las normas constitucionales con las normas de derechos humanos contenidos en tratados internacionales.
Esta última cuestión ya ha sido analizada por la Suprema Corte y resuelta en el sentido de que las normas constitucionales e internacionales en materia de derechos humanos no se relacionan en términos de “jerarquía”, sino que ambas constituyen el “parámetro de regularidad constitucional” al que deben ajustarse todas las normas y actos del poder público.
En ese asunto la Corte también determinó que “cuando en la Constitución hubiera una restricción expresa al ejercicio de los derechos humanos, se deberá estar a lo que indica el texto constitucional”. Sin embargo, ello no provee una solución definitiva para casos como el del arraigo y la prisión preventiva oficiosa, pues, por un lado, la Corte no explicó ni desarrolló los alcances de dicha cláusula y, por otro, es la propia Constitución la que establece el principio de interpretación más favorable para las personas.
En el voto concurrente que formulé en ese entonces expliqué la manera en que debe entenderse tal expresión. Mi razonamiento parte de que las restricciones constitucionales no pueden interpretarse en el sentido de hacer nugatorios los derechos humanos o vaciarlos totalmente de contenido. Además, a la luz del nuevo paradigma constitucional todo el texto de la Constitución debe ser reinterpretado de la manera más favorable a la persona, maximizando el ámbito protector de los derechos y minimizando sus posibles restricciones, lo que en ocasiones tendrá el efecto de que éstas se desdibujen o desvanezcan y, en otros, se apliquen cabalmente, en un análisis que deberá hacerse caso por caso. En todo caso, de no ser posible la armonización de los contenidos constitucionales, en estricto acatamiento del artículo 1º constitucional debe prevalecer la norma que otorgue la protección más amplia a las personas.
A partir de estas consideraciones, he votado por la inconstitucionalidad de la figura del arraigo prevista en el entonces Código Federal de Procedimientos Penales; y también, a partir de esos argumentos he afirmado que la prisión preventiva oficiosa es inconvencional y que no tiene cabida en nuestro ordenamiento jurídico.
El arraigo y la prisión preventiva oficiosa son sencillamente incompatibles con las exigencias del derecho a la libertad personal y a la presunción de inocencia. No hay interpretación alguna de estas medidas que pueda armonizarse con los estándares internacionales. En una sociedad democrática las investigaciones y los procesos penales se enfrentan en libertad, salvo en los casos excepcionales en que la restricción de la libertad sea necesaria para los fines del proceso, tal y como lo ha desarrollado la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
La reforma constitucional de 2011 redefinió el principio de supremacía constitucional, el cual se predica ahora a partir de la consideración material y no formal de nuestra Constitución, con los derechos humanos como columna vertebral. No es la fuente normativa sino el contenido material de las normas lo que define los valores supremos de nuestro ordenamiento.
A 10 años de que la Corte revolucionara el sistema jurídico mexicano con la ampliación del parámetro de regularidad constitucional y la obligatoriedad de la jurisprudencia de la Corte Interamericana, es tiempo de clarificar la manera en que, conforme a nuestro texto constitucional, deben resolverse las contradicciones entre éste y los tratados internacionales, cuando están de por medio los derechos humanos de las personas. Es tiempo de explicar lo que implica, verdaderamente, estar a lo que indica el texto constitucional.
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La debilidad de la fuerza de Morena/JORGE ZEPEDA PATTERSON
Milenio,
¿Cómo dimensionar lo que sucedió este fin de semana en las elecciones internas de Morena? ¿Convertir los muchos o pocos casos en los que hubo irregularidades e incluso violencia en la prueba definitiva de que se trata de un movimiento éticamente podrido?, como dicen comunicadores críticos. ¿O asumir que tales incidentes son meros negritos en una inmensa olla de arroz, en una jornada histórica en la que participaron 2.5 millones de personas, como afirma el Presidente?
Para no perdernos en alegorías, intentemos al menos ponerle número. Entre sábado (en 20 estados) y domingo (los 12 restantes) se instalaron 553 centros de votación o asambleas distritales para elegir a los 3 mil congresistas nacionales de Morena. Esto es, 10 por distrito electoral. Se trata de una elección clave, porque los delegados que surjan de aquí constituirán la máxima autoridad colectiva del poderoso partido. Una vez instalado este congreso, el 17 y 18 de septiembre, se elegirá a los miembros del Consejo Nacional y algunas posiciones del Comité Ejecutivo. No solo eso, los delegados de cada estado también designarán a las autoridades locales de Morena, incluyendo al comité ejecutivo y presidente estatal. En otras palabras, este fin de semana estaba en juego la futura correlación de fuerzas al interior de Morena. El desempeño que hayan tenido en esta elección los miembros de cada una de las corrientes, tribus y grupos de interés que existen en Morena será decisivo para crecer, disminuir o incluso desaparecer. Las autoridades que estos congresistas elijan en septiembre serán decisivas para definir a los candidatos a gobernar ayuntamientos, entidades y presidencia del país, por lo que respecta a Morena.
El Presidente afirmo que “de los 553 centros de votación, solo se cancelaron 19, es decir, 3.43 por ciento, y de los 300 distritos solo se tienen que anular cinco, 1.66 por ciento”. Son muchos o son pocos según se le mire. Para efectos de una elección organizada por el INE es una proporción reprobable, altísima, desde luego. Pero equivale a comparar peras con manzanas. Los comicios oficiales involucran a miles de funcionarios y representantes de todos los partidos, presupuestos de otra escala y atribuciones para movilizar a cientos de miles de ciudadanos. Con recursos infinitamente más escasos, Morena se las arregló para que 2.5 millones de personas pudieran sufragar, aun cuando en el caso de 80 mil de ellas sea necesario repetir el ejercicio por las irregularidades encontradas.
En redes y espacios informativos han circulado imágenes que muestran enfrentamientos violentos entre grupos contrarios, presumiblemente pertenecientes todos ellos a Morena. Se afirma que eso prueba la ilegitimidad de estas elecciones, en particular, y la barbarie o primitivismo que reina en este partido, en lo general. Pero un examen de estas imágenes muestra que se trata de la reiteración de solo cuatro sitios o menos de 1 por ciento de los centros de votación. Lamentable como es, tiene que asumirse que en 99 por ciento restante no hubo imágenes de violencia que grabar, partiendo del hecho de que todo portador de un celular es un potencial cronista gráfico.
Si la violencia debe ser circunscrita a estos incidentes, lo cual no lleva a minimizar sus implicaciones pero sí a dimensionar su extensión, el acarreo, sin embargo, parecería haber sido mucho más generalizado.
Lo que estaba en juego hace suponer que cada gobernador (ahora hay 21 de Morena), cada presidente municipal, cada fracción local o nacional haya buscado colocar a los suyos. El incentivo para llevar gente a las casillas fue aún más evidente por la mecánica con la que operó esta elección.
Los dos millones y medio que participaron lo hicieron a razón de 4 mil 700 promedio por centro de votación u 8 mil 300 por distrito. Pero a diferencia de una votación normal, en este caso no se necesitaba ganar más votos que el resto de los postulantes, sino simplemente quedar entre los 10 primeros. Esto significa que en un distrito en el que el primero obtuviera mil 500 y el segundo 900, por ejemplo, al número 10 le podrían bastar 300 o 400 votos; es decir, no necesariamente la décima parte, para convertirse en congresista nacional. Una meta alcanzable para cualquiera que pudiera convencer a los suficientes amigos, parientes, vecinos, empleados, colegas y conocidos. En los casos más perversos eso implicó movilización de burócratas por parte de autoridades y/o acarreo de vecinos a cambio de remuneraciones en metálico; en su versión más anodina significó un trabajo de convencimiento no muy distinto al que se realiza en un concurso de la más bella del ejido. Se trató de elecciones en las que carecía de sentido la publicidad abierta y todo dependía del trabajo personal; es decir, llevar votantes, cosa que algunos hicieron de manera legítima y otros no.
Una segunda diferencia es que no se votó sobre boletas que incluyen ya el nombre del candidato y en las que basta con cruzarlo; acá exigían al votante recordar el nombre completo y escribirlo correctamente, pues de lo contrario el voto se declara nulo. Esto llevó a que prácticamente todos los candidatos imprimieran etiquetas con su nombre para repartirlo entre potenciales votantes. La denuncia reiterada en imágenes de tantas personas haciendo cola con un papelito en la mano no significaba necesariamente que se tratase de un votante pagado, o por lo menos no en la mayoría de los casos.
Otra diferencia con respecto a unos comicios normales es que no se operó con un padrón electoral, y ni siquiera se exigió pertenecer a Morena. Bastaba portar credencial del INE y su copia, llenar un breve formulario y formarse a tiempo para alcanzar a votar antes de que se agotaran las boletas. Márgenes muy amplios para la operación política, desde luego.
En suma, ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre. Me parece que las dos partes tienen motivos para preocuparse. Morena, está claro, tiene un largo camino para que sus prácticas estén a la altura de la prédica moral de su líder y fundador. El propio López Obrador lo reconoce así; su retiro en 2024 extiende inevitablemente un manto de incertidumbre sobre el futuro comportamiento del partido. Hay un esfuerzo visible para conseguir que sean las mayorías las que tomen las decisiones, pero son evidentes los esfuerzos que los políticos realizan para manipular el proceso en su favor.
Y por lo que respecta a los críticos del obradorismo y más allá de esta oportunidad coyuntural para desgastarlo, tendrían que asumir los otros datos que arroja este ejercicio. Una capacidad de convocatoria y movilización enorme y a lo largo de todo el territorio nacional. Una fuerza que está a años luz de cualquier otro partido y deja ver que por el momento la batalla por la geografía y por la demografía ha sido ganada por el partido en el poder. Una jornada de claroscuros que no admite lecturas fatalistas pero tampoco fanfarrias.
Jorge Zepeda Patterson
@jorgezepedap
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Jesús Seade, ¿fusible quemado?/ Mario Maldonado
El Universal,
Mientras la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, anunciaba consultas para resolver controversias con México por la “discriminación” de sus empresas en el sector energético nacional, Jesús Seade, el exnegociador clave del TMEC del gobierno de transición, publicaba en su cuenta de Twitter una reunión con funcionarios de China para aumentar el intercambio cultural con México.
A pesar de que tanto Seade como el gobierno mexicano sabían de las consultas que promovería Estados Unidos varios días antes, al igual que algunos empresarios mexicanos –como lo revelamos en la columna del 21 de julio–, no hicieron nada para frenarlo o prevenirlo. La ligereza y desinterés con la que se toman estos temas en el gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador no auguran un buen panorama para México en el desenlace de este potencial conflicto comercial.
Seade, me revelan fuentes de alto nivel, no recibió bien la noticia. Cuando llegaron las primeras comunicaciones a la casona de Sanlitun DongWuJie 5, en Beijing –donde está la embajada de México en China– decidió hacer caso omiso. El exnegociador del TMEC llevaba oficialmente 10 meses como embajador en el país asiático, donde vivía antes de ser llamado por AMLO para revisar los acuerdos del nuevo tratado comercial con Estados Unidos y Canadá.
El tiempo que Seade estuvo en el gobierno (de transición y formalmente) de la 4T –unos 21 meses– fueron muy desgastantes. Además de representar los intereses del gobierno entrante y destrabar temas álgidos como la cláusula sunset en el sector agropecuario, tuvo que lidiar con su supuesto amigo Bob Lighthizer –entonces representante comercial de Donald Trump– quien terminó sacándole los acuerdos clave en materia laboral y de reglas de origen en el sector automotriz.
Luego de ser evidenciado por haber costeado viajes personales a Hong Kong, en clase premier y con la justificación de trabajo de la Cancillería, quedó harto del gobierno. “Me retiro, mi familia me reclama”, expuso. Y tras un infortunado intento de convertirse en el nuevo presidente de la Organización Mundial de Comercio, López Obrador le concedió la embajada de México en China, donde vive su familia.
Sin embargo, la intención de Seade de no inmiscuirse en las consultas y controversias de Estados Unidos falló. Al día siguiente del anuncio de Tai, el presidente reveló que Seade le informó que “no hay ningún problema”, pero sí lo hay. Otro de los negociadores del TMEC, Ildefonso Guajardo, recordó las frases de Seade cuando se firmó el acuerdo. “El presidente electo ha sido muy claro desde que ganó las elecciones, en público, en privado, en todas las formas ha enfatizado que él no va a echar para atrás la reforma energética, no piensa cambiar la Constitución; él respeta el marco legal como lo tenemos. Y eso incluye los contratos existentes como los tenemos”, recordó.
Y remató: “Al mismo tiempo sabemos que se está fortaleciendo a Pemex, abriendo nuevas refinerías, modernizando. Entonces habrá áreas en las que haga falta hacer cooperación con el sector privado y en las que se tengan otras intenciones, pero en todos los casos, sin cambiar los términos del marco legal actual”.
Contra su deseo, Seade fue nombrado por el presidente, junto al canciller Marcelo Ebrard y a la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, como los tres funcionarios del gobierno que atenderán las consultas y controversias.
Seade se ha volcado a la relación México-China que no agrada a Estados Unidos. En foros recientes ha hablado de la importancia de fortalecer esa integración comercial, aunque ha reconocido que las empresas mexicanas prefieren el mercado de EU e incluso hay ciertas cláusulas en el TMEC que prohíben al país estrechar su relación con el dragón asiático.
Tampoco está ya su amigo Bob ni nadie con el que pueda negociar como lo hizo al inicio con el TMEC. El “bombero” Seade ya no funciona como apagafuegos.
Posdata
En la potencial pelea comercial entre México y Estados Unidos hay mucho tufo político. El presidente López Obrador buscará aprovechar los meses para reafirmar su nacionalismo y supuesta defensa de los intereses del pueblo mexicano, de cara a las elecciones del Estado de México en 2023 y la presidencial y de la Ciudad de México en 2024; por eso eligió el 16 de septiembre para dar un posicionamiento. Por su parte, el gobierno y partido de Joe Biden enfrentará las elecciones intermedias de noviembre con una baja popularidad y con la cargada de Donald Trump, quien busca de nueva cuenta competir por la Presidencia de EU en el 2024.
Ecos de la elección interna de Morena
Durante el complejo y escandaloso proceso que se realizó este fin de semana para elegir consejeros de Morena destacó el protagonismo del presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, Erasmo González Robledo, quien impulsó a sus personajes cercanos en los municipios de Tampico y Altamira, Tamaulipas.
Entre los candidatos que el legislador patrocina para llegar a los órganos de decisión de su partido se encuentra el alcalde de Altamira, Armando Martínez Manríquez, quien fue objeto de denuncias por presuntamente verse beneficiado con la compra de votos. Sale en imágenes y videos que circulan en redes y entre la militancia.
Ramírez Bedolla, Plan de Desarrollo
El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, presentó su Plan Estatal de Desarrollo con acciones enfocadas a aprovechar las vocaciones productivas que tiene el estado y en las que se contempla el campo, el turismo y relanzar la logística aprovechando el puerto más grande de México: el de Lázaro Cárdenas.
A Ramírez Bedolla lo apoya Mauricio Vargas Andaluz, coordinador de Planeación y jefe de la Unidad de Inversiones. Para dar cuenta de los resultados se incorporaron herramientas de medición y plataformas tecnológicas, además de una estrategia de financiamiento para el desarrollo. La idea es mantener la estabilidad económica y realizar obras de infraestructura e inversión social. Veremos si las promesas se traducen en crecimiento económico para un estado que ha expulsado muchos migrantes a Estados Unidos.
@MarioMal
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DÍA CON DÍA
¿Más de lo mismo? El mundo al revés/HÉCTOR AGUILAR CAMÍN
Milenio,
Se diría, por lo que dicen los encuestadores, que la sociedad mexicana quiere elegir en 2024 un gobierno que le dé, hasta el 2030, lo mismo que ha recibido desde 2018.
Más de lo mismo.
En medio de la crisis económica, social y de violencia que vive el país, dicen los encuestadores, la preferencia mexicana para el 24 es votar por un gobierno como el actual, que haga lo mismo que el actual.
Los encuestadores dicen también, según el parecer de sus encuestados, que los rendimientos del gobierno son malos y en algunos aspectos catastróficos.
Dicen, entonces, que la sociedad mexicana padece una especie de esquizofrenia.
La esquizofrenia consiste en lo siguiente: la medicina que los encuestados quieren hacia el 2024 y hasta para el 2030 es otra dosis de la misma medicina que han recibido hasta ahora: más resultados pobres y algunos resultados catastróficos.
Por ejemplo: más violencia y más feminicidios, como hemos tenido desde 2018.
También más desprotección social. Más medicinas escasas. Menos gente con acceso a la salud. Y más pobres, como 2 millones más, desde 2018.
Una economía que no crezca o crezca muy poco en los siguientes seis años, de 2024 a 2030, como no ha crecido en los que van corriendo desde 2018.
Una empresa eléctrica estatal que pierda más dinero cada año y una empresa petrolera que duplique su deuda y disminuya a la mitad su producción.
Construir otro aeropuerto que no sirva. Otra refinería que cueste el triple de lo previsto y que se inaugure sin que haya producido el primer litro.
También otro Tren Maya que destruya cientos de hectáreas de selva y que probablemente no se termine nunca.
Lo que dicen los encuestadores, en suma, es que la esquizofrenia ha tomado carta de naturaleza en la opinión pública de México.
Y que esa esquizofrenia, según los encuestadores, tiene ya los rasgos de una normalidad pública mediante la cual los malos resultados del gobierno pueden darle al gobierno un triunfo electoral en 2024, porque los mexicanos pedirán seis años más de lo mismo.
El mundo al revés: entre peor resultas, más te apoyo. ¿Así de locos?, preguntaría Gil Gamés.
Héctor Aguilar Camín
hector.aguilarcamin@milenio.com
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Pobreza franciscana y seguridad aérea/Pascal Beltrán del Río
Excelsior,
El 25 de mayo de 2021, hace ya 434 días, la Agencia Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) degradó a México de la Categoría 1 a la Categoría 2 de seguridad aérea.
Esa clasificación se deriva el programa IASA, que determina el cumplimiento de un país con los estándares de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), de la que México, EU y otros 191 países son miembros. Dicho programa fue establecido hace 30 años, luego del accidente que sufrió, en enero de 1990, un Boeing 707 de Avianca, cuando se encontraba en un patrón de sobrevuelo, esperando su turno para aterrizar en Nueva York. La investigación determinó que el desplome se debió, entre otras cosas, al deficiente entrenamiento de la tripulación del avión colombiano para declarar una emergencia.
“Cuando la compañía aérea de otro país vuela a EU o comparte el código con una compañía aérea estadunidense, debe cumplir con los estándares de seguridad establecidos por la OACI”, dice la FAA en su página web. Un mes después de perder la Categoría 1 —que le impide abrir rutas y frecuencias nuevas hacia aeropuertos en EU—, el presidente López Obrador se dijo confiado en que la recuperaría para finales de año. Pero ya han transcurrido 14 meses y nada. La ocasión anterior que eso había sucedido fue el 31 de julio de 2010 y se recuperó el 1 de diciembre del mismo año, es decir, cuatro meses después.
Ayer entrevisté en Imagen Radio al entonces subsecretario de Transporte de la SCT, Humberto Treviño Landois, para conocer cómo se habían subsanado los problemas señalados.
“Ese tipo de sanción se da cuando la autoridad aeronáutica del país está haciendo mal su trabajo”, me explicó. “¿Qué hacíamos mal en ese entonces? Teníamos varios problemas: insuficiencia de capacidad de inspección; los inspectores no tenían la capacitación adecuada; no llevábamos registros de manera adecuada e inspecciones que habíamos hecho mal en el pasado y teníamos que corregir. Sabíamos que era un problema que teníamos que atender de inmediato, porque los países tardaban como un año en recuperar la Categoría 1. Nosotros desarrollamos un plan de trabajo muy preciso y casi sin límites presupuestales. El plan duraba precisamente esos cuatro meses. Se lo dimos a conocer a la FAA y le pedimos que se comprometiera a hacer una nueva revisión en cuanto concluyeran los trabajos y así sucedió”.
-¿Qué puede estar pasando en este caso?
-Cuando se dio la degradación, yo busqué al subsecretario (Carlos) Morán para ofrecerle ayuda. Él tenía una visión optimista porque pensaba que los problemas no eran tan serios como los que nosotros habíamos enfrentado. Realmente no conozco los obstáculos que han encontrado, pero, para resolver rápidamente el asunto no hay duda de que hay que hacer cosas extraordinarias, disruptivas y estar en permanente comunicación con la FAA. Sí sé que el problema de falta de inspectores se volvió a presentar.
-¿Tiene que ver con temas presupuestales?
-Creo que se ha perdido capacidad para gestionar el talento. Es un tema delicado de manejar en cuanto a salarios. Por eso nosotros decidimos hacer una agencia con cierta autonomía. Cuando tú necesitas personal técnico especializado para hacer ciertos trabajos, tienes que tener sueldos correspondientes a esa especialidad, no a una estructura burocrática. Si no, eso te lleva a perder gente. Nosotros lo sufrimos: llegamos a tener nueve inspectores cuando se requerían 30. Se corrigió, pero tiene que mantenerse el esfuerzo. Cuando tienes presupuestos austeros, restricciones fuertes para ese tipo de temas, a la hora de la hora te va a afectar. Por ejemplo, nosotros tuvimos que comprar un edificio nuevo, porque las instalaciones que teníamos para la autoridad aeronáutica eran penosas, con cajas de archivo en los pasillos.
Sí suena lógico que la actual tardanza se deba a los recortes presupuestales —ahora disfrazados de pobreza franciscana— que prohíben los viajes internacionales de funcionarios, necesarios para reunirse con la FAA. Aquí hay algo seguro: en el siglo XIII, cuando vivía San Francisco de Asís, la humanidad apenas soñaba con volar.
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Para los que tenían dudas sobre Morena/Leo Zuckermann
Excelsior,
Jurídicamente, los partidos políticos en México son “entidades de interés público”. En lo personal, siempre los he considerado como clubs privados de gente que se organiza para conquistar y retener el poder. En este sentido, cada partido puede hacer lo que se le pegue la gana en su vida interna, siempre y cuando exista una democracia liberal donde los ciudadanos podamos elegir libremente a nuestros gobernantes. En este sentido, los partidos pueden designar a sus dirigencias y candidatos en elecciones primarias, por medio de encuestas o a través de asambleas, grupos de notables o el dedazo de su líder máximo. “Cada quien sus cubas”, como dicen los chavos.
Morena es, hoy, el partido más fuerte de México y el favorito para ganar las elecciones presidenciales de 2024. El fin de semana pasado eligieron a los congresos de los distritos electorales, quienes a su vez designarán a los representantes estatales hasta llegar al Congreso Nacional, institución que definirá las reglas para elegir al candidato presidencial del partido. Y aunque yo piense que este candidato lo acabará designando el presidente López Obrador en un tradicional dedazo, los órganos de decisión morenistas tendrán un gran poder para definir los puestos de dirigencia y miles de candidaturas que estarán en juego en 2024.
Por eso era tan importante la elección del fin de semana pasado. Y ya vimos lo que pasó. En algunos lugares fue evidente el acarreo de votantes, robo de urnas, incendio de la papelería oficial, zafarranchos y trifulcas; muchos militantes denunciaron la compra de votos y otro tipo de fraudes.
¿Debemos preocuparnos los ciudadanos que no militamos en Morena por estas prácticas incivilizadas, tan propias del régimen autoritario priista?
En principio, no. Si así se quieren llevar los morenistas, muy su problema. A mí me tienen sin cuidado las trampas y pleitos entre ellos.
Salvo en tres temas.
Primero, el uso de recursos públicos para actividades partidistas. No me refiero, desde luego, a las enormes sumas de dinero que reciben los partidos, incluyendo Morena, de prerrogativas que les otorga el Instituto Nacional Electoral, sino la desviación de recursos de los gobiernos con fines electorales. Esto no sólo está prohibido, sino penado.
Yo no quiero que el dinero de mis impuestos se utilice para apoyar a ciertos candidatos de Morena. Suficiente presupuesto reciben del INE como para que anden desviando el de por sí escaso presupuesto público en sus disputas partidistas. Lo que vimos el sábado y domingo, con esa gran capacidad de movilización de Morena, me lleva a sospechar que algunos gobernantes de ese partido sí utilizaron recursos públicos en esta faena.
Segundo, y esto sí quedó evidenciado el fin de semana, fue la utilización de los programas sociales para acarrear a sus beneficiarios y llevarlos a votar por ciertos candidatos. También está prohibido y penado que un partido utilice el padrón de los que reciben estos dineros públicos para llevarlos a votar y chantajearlos con que, en caso de no hacerlo, perderán sus derechos.
Tercero, y relacionado con lo anterior, está el acarreo de funcionarios públicos amenazados con que, en caso de no ir a votar y hacerlo por cierta persona, perderán sus trabajos. También hay evidencia de que sucedió esto el fin de semana pasado.
El partido gobernante no tiene por qué coaccionar a los trabajadores gubernamentales con el fin de utilizarlos políticamente. Son empleados del Estado, no del partido. Como tales, son ciudadanos que pueden comportarse políticamente como se les dé la gana. Tienen todo el derecho a ser apartidistas o de otro partido.
En cuanto a la compra de voto, pues ahí la pregunta es de dónde salió el dinero para pagar. Eso ya es un asunto que habría que investigar porque la respuesta podría estar relacionada con actos de corrupción cometidos por los gobiernos morenistas o la entrada de dinero de grupos del crimen organizado a cambio de protección política.
Morena es un magma de grupos muy diversos cuyo único pegamento es la existencia de un líder carismático (AMLO) y la ambición de mantenerse en el poder. Para los que todavía tenían dudas, lo que vimos el sábado y domingo es otra prueba más de que este partido va con todo por todo. Están dispuestos a utilizar prácticas legales e ilegales para no sólo ganar la Presidencia en 2024, sino miles de puestos de elección popular que estarán en juego en estados y municipios ese año.
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El Financiero,
La Feria
Panistas de BJ… virtudes y defectos/Salvador Camarena
Nuestras virtudes no pueden ocultar nuestros defectos. A veces los matizan, pero no necesariamente podemos expiar con las primeras la oscuridad de los segundos.
Hay una camada de panistas que de tiempo atrás se presentan a sí mismos como un grupo que sabe gobernar. Ellos exponen como argumento de tal virtud a la Benito Juárez, alcaldía que han dominado desde hace al menos 12 años.
En efecto, en diferentes parámetros sobre la calidad de servicios urbanos y de seguridad esa demarcación capitalina sale bien calificada. Así que demos por bueno que ese grupo tenía la virtud de gobernar: realidad o sólo fama, el caso es que los habitantes de ahí les elegían comicios tras comicios.
Bueno, si mal no recuerdo, por su índice de desarrollo urbano alguien llamó a esa exdelegación la Copenhague de la capital.
Pero había un defecto. O –seamos precavidos y respetuosos del debido proceso– al menos una sospecha. El grupo que administraba ese territorio tuvo a lo largo del tiempo serios señalamientos por diversas irregularidades: desde pachangas que contradecían su famosa moral panista hasta singulares descuentos en transacciones inmobiliarias.
A pesar de tales señalamientos, el grupo –comandado por Jorge Romero, exdelegado en la Benito Juárez y hoy flamante (es un decir) líder de los diputados federales panistas– no sólo retuvo el control de la Benito Juárez, sino que expandió sus dominios: primero a la Asamblea Legislativa (hoy Congreso capitalino) y luego al PAN federal y a San Lázaro.
El sueño de Romero, dicen en los pasillos, es llegar a la dirigencia nacional panista. Pero ese sueño podría colapsar por la decisión del gobierno capitalino de desmontar lo que la Fiscalía de la Ciudad ha denominado, no con mucho respeto al debido proceso, el cártel inmobiliario en Benito Juárez.
El sábado ocurrió la detención de Luis Vizcaíno Carmona, director jurídico de la Benito Juárez de 2009 a 2016. Y ayer la Fiscalía capitalina anunció que buscan detener a Nicias René Aridjis Vázquez, secretario de Obras de esa demarcación de 2006 a 2018. Se les imputan presuntas operaciones inmobiliarias que superarían sus posibilidades y donde hubo descuentos inexplicables.
Además de anunciar la búsqueda con fines de captura de Nicias N., el vocero de la Fiscalía de la Ciudad de México, Ulises Lara, fue claro al decir que las pesquisas apuntan más allá de los dos nombres que hasta ahora se han conocido:
“Tanto Luis N. como Nicias N. posiblemente contaban con el consentimiento de sus superiores jerárquicos de la alcaldía para obtener beneficios ilícitos”, dijo Lara.
Jorge Romero fue jefe delegacional de la Benito Juárez de 2012 a 2015. Pero desde antes de ese periodo era sabida su influencia en la demarcación, influencia que no mermó al concluir su mandato en la hoy alcaldía.
En las últimas semanas otros panistas mencionaban que Romero sopesaba la posibilidad de ser candidato a la jefatura de Gobierno de la CDMX, que desde el año pasado se ve como un bastión que el lopezobradorismo podría perder.
Ya sea la presidencia del CEN panista o la candidatura de la alianza opositora en la capital, hoy el futuro luce muy lejano para Romero y su camada de panistas.
Porque uno de los que conformó el gobierno de la Benito Juárez ya está en la cárcel y otro es buscado por policías. Ni más ni menos que el jurídico y el de Obras, respectivamente.
Es previsible que el ya detenido hable. Y en la Fiscalía no le pedirán –ni de chiste– que explique las virtudes, sino los defectos del grupo que gobierna la Benito Juárez.
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Democracia Eficaz
El boleto de AMLO a la historia patria/Luis Carlos Ugalde
El financiero,
Si López Obrador percibe que sacar a México del TMEC es comprar un pase seguro a la historia nacional, no dudará en hacerlo. Si -además- una lucha estridente en contra de los ‘imperialistas’ americanos le da la narrativa para que Morena gane sin contratiempo la elección presidencial de 2024, no dudará en amenazar a sus socios comerciales con abandonar el acuerdo comercial con América del Norte.
Asimismo, si sus aliados políticos perciben que esta gesta nacionalista es una oportunidad para fortalecer el poder político del presidente en su quinto año de gobierno, lo convencerán de dar la batalla. Algunos de ellos incluso verán en esta protesta independentista un pretexto para que López Obrador prolongue su mandato.
El presidente es un político más preocupado por su destino histórico que muchos otros que han pasado por la silla presidencial. Tanto le obsesiona que aun antes de iniciar su mandato ya había advertido que su gobierno no sería cualquiera, sino la “cuarta transformación” de la vida nacional.
Aunque él afirma que su obra transformadora está prácticamente concluida, los resultados de su gobierno son mixtos. Su agenda anticorrupción carece de resultados, aunque su política de austeridad ha sido radical. Su promesa de crecimiento económico se ha esfumado, lo mismo que la de dar medicinas gratuitas a todos. Los resultados en materia de combate a la inseguridad son desastrosos.
Hoy su legado histórico consistiría en haber elevado a rango constitucional los programas sociales, en la construcción de un aeropuerto con escasos pasajeros y dos obras en marcha (la refinería y el Tren Maya), todas ellas con rentabilidad social y financiera cuestionables.
Su popularidad, sin duda, es uno de los argumentos que él percibe lo impulsarán al panteón de los próceres de la patria. Ésta se sustenta no solo en sus programas sociales y en su narrativa populista, sino además en el carácter popular de su movimiento. No obstante, su popularidad puede diluirse con el paso del tiempo, una vez que haya dejado la presidencia de la República.
De tal forma que el legado de la llamada cuarta transformación no parece tener la potencia para catapultar a López Obrador a los libros de la historia oficial.
Ante ello, una gesta nacionalista podría dar la apariencia de ser el catalizador de una proeza histórica de gran calado. Una encuesta publicada ayer por El Financiero da la razón a este cálculo nacionalista. Una mayoría del 49 por ciento de los mexicanos dice que prefiere defender la soberanía energética del país, aun si hay sanciones comerciales.
Solo 39 por ciento dice que prefiere que el gobierno se apegue al tratado comercial y atraiga inversiones.
Para la mitad de los mexicanos no importan los costos en materia de empleo ni el acceso a mercados comerciales diversos ni la inversión futura. Los mexicanos valoran el cortoplacismo, la emotividad y la percepción grandilocuente de un presidente que nos va a defender de las amenazas externas.
Reitero: la posibilidad de que México rompa con el TMEC es remota, pero está sobre la mesa. Por supuesto que López Obrador ha sido cauteloso en evitar conflictos con Washington, pero una encrucijada en la cual se deba optar entre pasar a la historia patria, ganar elecciones y mantener la popularidad, por una parte, u otras consideraciones de mediano plazo como el crecimiento o el empleo, no duden que AMLO se iría por la izquierda.
Los tiempos cambian: Carlos Salinas de Gortari pasó a la historia por haber propulsado el acuerdo comercial con América del Norte (TLCAN) en 1993; López Obrador podría pasar a la historia (al menos a su historia nacionalista) por sacar a México del TMEC.
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Morena/Genaro Lozano
en REFORMA
En su camino al poder, Morena prometió ser la esperanza de México, terminar con las prácticas autoritarias del pasado, involucrar al pueblo en la toma de decisiones y ser un partido diferente a los demás. El proceso de este fin de semana, los golpes, la quema de urnas, los acarreados que se vieron en las redes hacen quedar muy mal al presidente López Obrador, a la dirigencia de Morena y hacen ver a este partido no como el nuevo PRI, sino como el nuevo PRD y esto es preocupante.
Tal vez el Presidente esté en lo correcto al afirmar que "la violencia fue la excepción y no la regla" en la elección de 3 mil consejeros nacionales y congresistas de Morena en unos 300 distritos electorales del fin de semana. Sin embargo, la oposición usará los incidentes para decir que Morena "es un cochinero, un partido autoritario, una nauseabunda letrina política". Las críticas de perredistas y panistas llevan algo de razón y se suman a las de morenistas como John Ackerman que competían por un cargo y que critican el proceso, ya que no les favoreció.
El proceso de Morena abrió la participación a personas sin militancia y esto es una virtud. Prácticamente cualquier ciudadano podía votar en la selección de consejeros y congresistas, aunque después tenía que afiliarse. El resultado es que sí se registró una votación masiva y una afiliación igual de masiva. Mario Delgado presumió por lo menos 3 millones de votantes y, por ende, de nuevas afiliaciones. La apertura del proceso de la vida interna de cualquier partido también trae sus costos, como ya vimos con Morena, pero sí es un signo de apertura. Mal haría la dirigencia de Morena en cerrar sus próximas decisiones solo a la militancia. Lo que tienen que hacer es mejorar las reglas, sanciones e, irónicamente, involucrar más al INE que tanto critican para evitar lo que vimos.
Los partidos políticos generalmente prefieren procesos internos cerrados y no abiertos a votantes independientes y con militancia en algún otro partido. Los procesos cerrados son "puristas" en el sentido de que propician solo la participación de militantes y tratan de evitar el ruido que generan votantes externos. Tanto el Partido Demócrata como el Republicano, en EU, así como el PAN y el PRI, en México, han realizado procesos electorales cerrados a su militancia y esto ha tenido resultados mixtos. Procesos cerrados han favorecido a las cúpulas partidistas del Partido Demócrata, con sus candidatos Obama, Clinton y Biden, frente a las quejas de la base de Sanders en 2012, 2016 y 2020. Sin embargo, procesos igual de cerrados favorecieron a un outsider como Trump en el Partido Republicano y perjudicaron a sus cúpulas.
La vida interna de los partidos debería ser de más interés para la ciudadanía y especialmente la del partido que gobierna al mayor número de habitantes en México. Morena está perdiendo una oportunidad para cumplir con su promesa de "regenerar la vida política del país". La elección del fin de semana parecía una de las peores que se registraron durante el auge del PRD en la Ciudad de México aunque habrá que esperar los números para ver si solo se anularán 5 de las elecciones en 300 distritos así como evaluar la gravedad de los incidentes registrados en los demás.
Las encuestas vaticinan que Morena está fuerte para el 2024. La oposición tiene que sumar fuerzas en una alianza electoral entre el PAN-PRI-PRD solo para ser competitiva frente al éxito de Morena y justo por eso importa la vida interna partidista. El proceso interno de Morena es el antecedente de la elección de quien se quedará la candidatura presidencial y no es un buen precedente. No solo la militancia de los partidos, sino la ciudanía en general debería exigir procesos más abiertos y competitivos para la selección de todas las candidaturas de todos los partidos políticos. La alianza PAN-PRI-PRD prepara ya una propuesta de selección de su candidatura presidencial y Morena busca controlar la suya a través de dos encuestas nacionales abiertas a la ciudadanía, pero sin propiciar el contraste de ideas, los debates, entre sus corcholatas.
@genarolozano
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Democracia morena
JAQUE MATE / Sergio Sarmiento
en REFORMA
"Es completamente irrelevante
quién en el partido votará o cómo,
pero lo que sí es extraordinariamente
importante es quién contará
los votos y cómo". Joseph Stalin
OAXACA.- No, no me alegro de los problemas en el proceso electoral interno de Morena. Todo lo contrario. Por el bien no solo de Morena, sino del país, nos conviene tener a un partido de gobierno bien organizado y democrático, con procesos internos limpios y transparentes. Si el partido gobernante es democrático, será más fácil preservar un régimen de libertades en el país. Por eso el presidente López Obrador se ha declarado una y otra vez un demócrata convencido.
El Presidente se mostró ayer optimista ante el accidentado proceso de elección interna de su Movimiento de Renovación Nacional. Lo calificó, incluso, como "una buena jornada democrática". Señaló que las críticas al proceso que ofrecieron los "conservadores" demuestran el éxito. Entre estos conservadores se encuentra, supongo, John Ackerman, el profesor de la UNAM y activista de izquierda que documentó muchas de las irregularidades.
No hay duda de la capacidad de convocatoria de Morena. El propio partido afirma que dos millones 500 mil personas participaron en las elecciones de consejeros del pasado fin de semana. "Muchos que no eran militantes de Morena se inscribieron al partido", dijo ayer el Presidente. Las filas de votantes fueron enormes en muchos lugares y los participantes tuvieron la paciencia para permanecer en ellas hasta sufragar. Ningún otro partido en el país tiene la posibilidad de atraer siquiera a una fracción de esta cifra en un proceso interno. La popularidad no significa, sin embargo, que no deban preocupar las irregularidades que se registraron.
Los vicios en el proceso son los mismos que se encontraban en el catálogo de trampas electorales desde los tiempos del viejo PRI. Hubo acarreo de votantes, voto obligado de servidores públicos, inducción del sufragio, carruseles, quema de urnas y golpes. El presidente nacional de Morena, Mario Delgado, afirmó que solo hubo problemas en 11 localidades, donde podrían anularse los resultados, y responsabilizó a provocadores externos. Pero hay indicios de que las irregularidades fueron generalizadas y realizadas por morenistas.
Morena ha tenido como partido un éxito espectacular. Obtuvo su registro apenas en 2014 y para el 2018 había ganado la Presidencia de la República y mayorías en las dos Cámaras del Congreso de la Unión. Desde entonces ha conquistado gobiernos estatales y municipales al grado que ya es el partido más fuerte desde que el PRI perdió su hegemonía en 1997.
El poder, sin embargo, viene con responsabilidades. El propio Presidente ha dicho una y otra vez que "Nosotros no somos iguales". Afirma que los militantes de Morena no buscan el poder por el poder mismo, sino para impulsar una transformación de fondo para combatir la pobreza y construir un país más equitativo.
Los objetivos no son despreciables. Ofrecen un rayito de esperanza para millones de mexicanos que han soñado con vivir en un país que ofrezca realmente posibilidades de construir una vida digna sin tener que arriesgar la vida para buscarla en Estados Unidos. Por eso decepciona que en la elección interna de este nuevo partido dominante se hayan cometido tantas tropelías reminiscentes de los abusos de los viejos caciques políticos. Si Morena quiere ser realmente un movimiento transformador, necesita reflexionar con honestidad sobre los abusos electorales que se cometieron este pasado fin de semana... y corregirlos.
· GUELAGUETZA
Ayer asistí por primera vez a la Guelaguetza, esa fiesta popular en que las ocho regiones de Oaxaca ofrecen bailables tradicionales. El auditorio, de 11 mil localidades, estaba lleno a reventar. La diversidad de expresiones se combina en un espectáculo que es un atractivo turístico, pero también un motivo de orgullo para los oaxaqueños.
www.sergiosarmiento.com
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