Conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador del 24 de mayo de 2023
PREGUNTA: ¿Ya hay acuerdos con Larrea?
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Se está avanzando, se está avanzando, van bien las cosas. Lo que se busca pues ya lo saben ustedes, es rescatar el tramo de concesión, 120 kilómetros aproximadamente, para tener todo el circuito Tren Maya y los trenes de Guatemala a Ixtepec, de Salinas Cruz a Coatzacoalcos a Palenque.
Sería bueno que… Pon otra vez el plano, para que se ubiquen, ¿no? Porque siguen utilizando eso para meter miedo.
PREGUNTA: ¿Siete mil millones?
PRESIDENTE: Eso no es cierto.
PREGUNTA: ¿No?
PRESIDENTE: No, no, no, de dinero, efectivo, no.
PREGUNTA: ¿Qué se celebró en el…?
PRESIDENTE: Hay que esperar. O sea, desde luego, el derecho de paso.
PREGUNTA: ¿Y la compra de Banamex?
PRESIDENTE: ¿La qué?
INTERLOCUTOR: ¿Lo de Banamex?
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Ah, ese es otro asunto, ahorita les platico, ahorita les platico.
Es esto, miren, es esto, porque todo lo demás es de dominio público. Todo esto ya se rescató, entonces sólo queda esto. Pero es necesario, justo y es un asunto también de seguridad nacional, porque es el istmo. Entonces, es esto básicamente.
Nada más que, bueno, imagínense todo el escándalo. Y sí se va a llegar a un acuerdo, espero, pero no es dinero, es permiso de paso y revisión de concesiones sobre las mismas vías que están en poder de Grupo México.
PREGUNTA: ¿Alfonso Romo le está ayudando a mediar, presidente?
PRESIDENTE: No, no, no. Lo está viendo el secretario de Gobernación y el secretario de Marina.
PREGUNTA: ¿Qué les ofrece el gobierno, presidente, a Grupo México?
PRESIDENTE: Primero, el que tengan pues lo que hacen, el derecho de paso. Es que para acá ellos tienen su concesión: Veracruz, Ciudad de México y al norte, hasta Sonora. Entonces, es este tramo. Entonces que puedan ellos, pagando una cuota, llegar al puerto.
Si las empresas de la Secretaría de la Defensa y de la Secretaría de Marina —esto es Tren Maya e istmo— quieren pasar hacia acá, pagan una cuota. Si él quiere o la empresa quiere entrar acá, pagan una cuota.
Pero aquí lo importante, el fondo, es que la concesión se recupera, se rescata, vuelve a ser de la nación, regresa a la nación.
PREGUNTA: ¿Y no expropiación?
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR:¿Mande?
INTERLOCUTOR: ¿(Inaudible) y no expropiación, como dicen?
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: No es expropiación, es rescate de la concesión.
Ah, miren, esto es lo que tienen, esto es lo que está y miren lo que tienen. Claro, imagínense a Claudio X. González, que todos ellos se beneficiaron de la política de privatizaciones cuando entregaron las minas, cuando entregaron los bancos, cuando entregaron las empresas, cuando entregaron los ferrocarriles, cuando entregaron algunos bloques para la explotación petrolera, cuando se entregaron los permisos para la extracción de petróleo, para la generación de energía eléctrica.
Acuérdense que neoliberalismo es neoporfirismo. Durante 36 años el gobierno se dedicó a facilitar, fue un facilitador de la transferencia de bienes de la nación a particulares. Vuelve a poner qué dice el diccionario de la lengua sobre privatizar.
Entonces, se está buscando pues un arreglo para que esta parte del sureste, son como tres mil kilómetros de vías férreas….
‘Poner bajo la explotación y administración del sector privado empresas, bienes y servicios que eran de propiedad estatal’. Y la verdad, que no son propiedad estatal, son propiedad de la nación, los bienes son propiedad de la nación.
Entonces, la nación puede, a través del Estado, entregar concesiones, entregar contratos, en el artículo 27 de la Constitución se establecía, después de la expropiación petrolera, que para explotar el petróleo el Estado podía otorgar concesiones o contratos.
Don Adolfo Ruiz Cortines, que no era comunista ni populista, modificó o envió una iniciativa para modificar el artículo 27 de la Constitución y se estableció que el petróleo no podía concesionarse, que las actividades relacionadas con el petróleo no podían concesionarse. O sea, antes era que el Estado podía entregar concesiones o contratos, y don Adolfo Ruiz Cortines dijo: ‘No, concesiones no’.
Y luego otro presidente, que tampoco era comunista ni populista, Adolfo López Mateos, que decía que él era de izquierda dentro de la Constitución, hizo otra reforma al 27 —esto, para los jóvenes— y quitó lo de contratos, o sea, más radical, si se quiere: ‘En materia de petróleo no se van a conceder ni concesiones ni contratos’.
¿Pero qué sucede con la política neoliberal?
Pues llega Salinas, desde antes, y empiezan a cambiar la Constitución, las leyes. Hasta antes de Salinas solamente la Comisión Federal de Electricidad podía generar la energía eléctrica para el consumo en México. Salinas reforma una ley secundaria, entonces los de la Corte ( la de Ulises Schmil) pues decían:
―Sí, señor, lo que usted ordene.
―¿Qué horas son?
―Las que usted quiera que sean, señor.
Reforma una ley secundaria, violatoria de la Constitución, nada más que no se declaró inconstitucional por el Poder Judicial. Es más, no estoy tan seguro, pero creo que ni siquiera se acudió a la Corte para exigir que se cancelara la ley porque era contraria a la Constitución, porque la Constitución establecía que sólo la Comisión Federal de Electricidad podía llevar a cabo la generación, la distribución de la energía eléctrica. Entonces, con la ley secundaria abren la posibilidad para que particulares empiecen a generar energía eléctrica, supuestamente para el autoabasto, y ahí empieza la privatización de todo el sector eléctrico.
Cuando tomamos la decisión de comprar las plantas de Iberdrola, ¿saben cuánto estaba generando la Comisión Federal de Electricidad? Porque las leyes que hicieron, la llamada reforma energética le impedía que se le despachara energía eléctrica a la Comisión Federal de Electricidad, porque se le consideraba un monopolio, todo hecho, todo el marco legal para desaparecer la Comisión Federal de Electricidad y que los particulares se quedaran con el mercado de la industria eléctrica.
Bueno, ¿cuánto tenía? 38 por ciento, con todo lo que hicimos en cuatro años de rehabilitar plantas, de ir a la Corte a defender una ley.
Primero, nos rechazaron la reforma constitucional para darle fuerza a esta empresa pública, que es la que garantiza el abasto en todos los domicilios de México y es la que permite que no aumente el precio de la luz desde que estamos. Bueno, con todo, sólo teníamos posibilidad de despachar 38 por ciento, porque toda la industria y el comercio manejado por las empresas particulares. Miren en qué poco tiempo se apoderaron del mercado.
Por eso, al comprar las plantas de Iberdrola, subimos a 55 la generación de la Comisión Federal de Electricidad. Por eso habléde una segunda nacionalización, porque el presidente Adolfo López Mateos en 1960 nacionalizó la industria eléctrica.
Entonces, todos estos gobiernos neoliberales de los últimos tiempos se dedicaron a entregar bienes, a entregar lo público a particulares, el caso del ferrocarril fue…
Vuelve a poner la de Grupo México. Pero, imaginen, todo esto fue concesionado con Zedillo, pero la otra empresa…
JESÚS RAMÍREZ CUEVAS: (Inaudible)
PRESIDENTE: ¿Tienes también? Ahorita lo pones.
PREGUNTA: Entonces, ¿no habría…?
PRESIDENTE: A ver, permíteme, es que esto es muy interesante, mucho muy interesante.
Porque acuérdense de que yo hablo para ustedes, y me da mucho gusto, aunque a veces en sus periódicos y en sus medios no saquen nada, pero lo que más me importa es informar al pueblo, porque muchos ven la mañanera.
Pero miren cuánto. Esa es la red, esa es una empresa, Zedillo entregó a dos empresas todos los ferrocarriles de México, y todavía —no a esta, sino a otra empresa extranjera— se fue a trabajar, se lo llevaron cuando terminó la Presidencia de asesor. ¿No tienes la otra?
JESÚS RAMÍREZ CUEVAS: Sí.
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: A ver.
JESÚS RAMÍREZ CUEVAS: Es lo de Kansas City.
PRESIDENTE: Kansas, como 22, 24 mil kilómetros entre las dos de concesión.
Entonces, se habían pues malacostumbrado. Y nosotros hemos sido muy respetuosos de los contratos, de las concesiones.
PREGUNTA: Entonces, se le daría paso a Grupo México, pero ¿quién pagaría la cuota, Grupo México o quién?
PRESIDENTE: Sí, sí se pasan a lo que va a ser completamente de dominio público, paga una cuota. Si los trenes de la empresa de la Defensa al puerto de Progreso o de Cancún van a Veracruz, pues ahí de Medias Aguas hacia Veracruz la concesión es de Grupo México, y entonces ahí paga una cuota.
PREGUNTA: Pero entonces Sedena…
PRESIDENTE:¿Mande?
INTERLOCUTORA: Ahí la Sedena pagaría a Grupo México.
PRESIDENTE: Sí. Y si Grupo México entra, paga cuota.
INTERLOCUTORA: ¿Y no se les daría indemnización a Grupo México?
PRESIDENTE: No, lo que… No, dinero no. Lo que se está buscando es una, vamos a decir, compensación, es decir: A ver, te vamos a reestructurar tu concesión.
PREGUNTA: Es un acuerdo.
PREGUNTA: ¿De cuánto…?
PRESIDENTE: Dinero no, nada.
PREGUNTA: Sería el derecho de paso.
PRESIDENTE: El derecho de paso y revisar, si es posible, si tienen una concesión que ya está por vencerse, sí, ampliárselas.
PREGUNTA: El acuerdo (inaudible) la concesión para Grupo México.
PRESIDENTE: Sí, sí, pero no el tramo, sólo el de Veracruz.
PREGUNTA: ¿Grupo México (inaudible) quiere dinero, quiere estos miles de millones de pesos?
PRESIDENTE: No, es que hablaron primero de nueve mil 500 millones, lo que les dije aquí; entonces, pues eso no se puede.
INTERLOCUTORA: Ellos insisten en que se les pague.
PRESIDENTE : No, ya no.
Y lo otro es que nos informaron ayer de Citi que se suspendieron las negociaciones con el Grupo México porque están pidiendo más garantías, pero es un asunto entre ellos. Y yo sí sostengo que, si no se compra el banco, porque ya llevan como un año trabajando en la negociación y además son procesos lentos…
PREGUNTA: ¿Citi ya se desistió?
PRESIDENTe: Sí.
Entonces, si no quiere vender, pues vamos a hablar con ellos, o sea, no descartamos la posibilidad.
PREGUNTA: (Inaudible)
PRESIDENTE: ¿Hasta cuándo? Ah, hasta el 25, bueno. Sí, porque nosotros sí necesitamos un banco, o sea, y era una oportunidad, es una oportunidad.
A lo mejor, lo que yo les decía ayer, si hablaron de siete mil millones, tienen que pagar dos mil de impuestos, o sea, dos mil millones de impuestos para la hacienda pública, queda en cinco mil millones de dólares. Una sociedad pública-privada, donde el gobierno aporte otra cantidad, podemos disponer de hasta tres mil millones de dólares, y dos mil que se vendan las acciones a mexicanos, a los mexicanos que quieran, a todos.
¿Por qué?
Porque es un buen negocio.
¿Quién es el principal cliente de los bancos?
INTERVENCIÓN: El gobierno.
PRESIDENTER: O sea, es que lo que quisieron es que lo que hicieron los tecnócratas corruptos conservadores fue una barbaridad, o sea, querían desmantelar todo, acabar con todo. Es como un símil, donde entran unos ladrones a un banco, abren la bóveda, ¿no?, y empiezan en costales, en sacos, a meter el dinero; entonces, suena la alarma y tienen que salir ‘como alma que lleva el diablo’, según Rulfo, pero van dejando tirado. Eso fue lo que sucedió, no les dio tiempo de robárselo todo porque sonó la alarma, porque el pueblo dijo: ‘Basta’.
Además, tiene tantas riquezas nuestro país que, aun cuando lo han saqueado por siglos, todavía cuenta con muchos recursos naturales y con un pueblo extraordinario, trabajador; tan es así,que con lo que nos dejaron estamos levantando al país, con lo que no alcanzaron a llevarse.
Nada más vean lo del petróleo, no les dio tiempo de seguir con las llamadas rondas, que era entregar bloques del territorio a particulares, ¿a quiénes? A los cercanos a Salinas, cuñados de Salinas, fueron de los primeros beneficiados en la entrega de los bloques para la explotación petrolera.
¿Y cómo iba la producción?
¿Por qué no pones la extracción de petróleo? Estaríamos hoy, si no suena la campana, si no suena la alarma, comprando petróleo crudo, importando materia prima, porque no tendríamos ni siquiera para producir las gasolinas para echar a andar las refinerías, no habría materia prima.
No, pero hay una, que viene la caída. Quince años consecutivos cayendo. Lo que les decía de la Comisión Federal de Electricidad; con todo, 38 por ciento, con todo lo que hicimos. Pues si hubiese continuado el saqueo, ya no existiría la Comisión Federal, porque ese era el propósito, ese era el plan: desaparecer Pemex, desaparecer la Comisión Federal de Electricidad. Entonces, estamos recuperando.
Bueno, volvemos a lo del banco. ¿Qué dejaron al gobierno? Ningún banco; uno, que se llamaba Bansefi, que lo llegó a manejar el que hizo el dictamen sobre la casa blanca y luego lo nombraron director de ese banco.
INTERVENCIÓN: Virgilio Andrade.
PRESIDENTE: Sí, y no tenía ni siquiera un sistema de cómputo.
Bueno, si les pregunto a la gente si sabían si existía ese banco, Bansefi, nadie. Una cosa mínima, testimonial, como una burla, todos los demás bancos los entregaron.
Ah, cuando solicitamos que ese Bansefi se convirtiera en el Banco del Bienestar, no saben lo que nos costó que nos dieran los permisos en el Banco de México. Uno hasta en Hacienda, por la mentalidad esta de que ‘¡cómo va a tener el gobierno un banco!’ En casi todos los países los gobiernos tienen un banco, aquí no.
Y resulta que se manejan billones de pesos, y no sólo es lo que se cobra de comisiones, sino lo que suda ese dinero en beneficio de algunos bancos.
Hay bancos responsables, no se puede generalizar, pero, por ejemplo, hay 22 bancos que hace las veces del SAT, en donde se pueden pagar los impuestos o contribuciones, o se paga una comisión o ese dinero se mantiene un tiempo ahí. Entonces un banco de gobierno, imagínense el manejo de todas las nóminas. Entonces, sí es de utilidad.
Miren cómo venía la caída en la producción de petróleo. Para poder ser autosuficientes en gasolinas necesitamos mínimo un millón 833 mil barriles, para ser autosuficiente México, para no tener que comprar la gasolina, necesitamos este petróleo crudo para nuestras refinerías, pero ya no lo teníamos, estábamos así.
¿Qué hemos hecho?
De aquí, después de 15 años, hasta aquí, empezamos a levantar. Y lo mismo en la industria eléctrica, el rescate.
¿Quiénes están molestos? ¿Quiénes son los que están inconformes? Todo esto también sirve para que una gente de clase media, trabajadora, pues que tenga información y que se les pueda decir: Primo hermano, no te dejes manipular, como decía la canción de antes: ‘No te dejes engañar cuando te hablen de progreso, porque tú te quedas flaco y ellos aumentan de peso’. Es el colmo que te cobraban más por la gasolina, que te aumentaban los impuestos, que pagabas más por la luz, sí, y que todavía les aplaudas a los que estaban robando.
¿Cómo vas a aplaudirle a quienes convirtieron la deuda de unos cuantos, de los de mero arriba, en deuda pública, que te transfirieron su deuda y tú la tiene que estar pagando? No te dejes manipular.
Entonces, lo del banco, si se puede, voy a hablar con el secretario de Hacienda para que se vea, porque podríamos hacerlo.
¿Cuánto son tres mil millones de dólares?
Sesenta mil millones. Ahora un poco menos porque está en 18, pero, bueno, 60 mil.
¿Saben cuánto tenemos de margen nada más en deuda que podríamos contratar para quedar como el endeudamiento que hizo Calderón o Peña Nieto?
Tres puntos abajo está del producto.
¿Cuánto es un punto del producto?
Trescientos mil millones.
¿Cuánto son tres puntos del producto?
Novecientos mil millones de pesos.
Tenemos todavía 900 mil, para 60 mil, o sea, sí tenemos, sí tenemos. No es para presumir, pero están fuertes las finanzas públicas.
PREGUNTA: ¿Qué le dijeron los de Citigroup?
PRESIDENTE: No, que pedían ellos, los de Grupo México —eso fue lo que me dijo el secretario de Hacienda, que le informaron los del Citi— más garantías, quién sabe qué tipo de garantías.
PREGUNTA: ¿No tiene nada que ver con el conflicto de…?
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: No, no, no. Yo creo que nos escucharon aquí los de Citi cuando dije de que era un buen negocio y es que…
Quedamos con la compañera.
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