El señor Carlos Pozos, más conocido como Lord Molecula en la mañanera; de nuevo se lanzó contra Xóchitl Gálvez, un asunto añejo, cerrado ya..
La secretaria de Gobernación lo bateó.., estuvo muy bien.."en eso no nos metemos, dijo..
¿Cobra Lord por eso?
Jesús Ramírez, vocero de Palacio, mostró en conferencia una gráfica del Inegi en la que se consigna que 66% de la población considera que los jueces son corruptos.
"En medio de la discusión sobre la reforma del Poder Judicial, resulta que al menos el 66% de los ciudadanos ven a los jueces corruptos", señaló.
En contraste, los ciudadanos perciben a la Secretaría de Marina, al Ejército y a la Guardia Nacional como las instituciones menos corruptas.##
Rechaza ministro Luis María Aguilar levantar suspensión a libros de texto en Chihuahua
Tras la petición de la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal y de la SEP, para levantar la suspensión que imposibilitó el reparto de los nuevos Libros de Texto Gratuitos (LTG) en escuelas de Chihuahua, el ministro Luis María Aguilar lo rechazó porque no se advierten elementos que justifiquen la modificación de la suspensión decretada en el presente medio de control constitucional.
El acuerdo del ministro, refiere que la suspensión se otorgó a efecto de que no se distribuyeran los LTG para el ciclo escolar 2023-2024, hasta en tanto se resuelva el fondo del asunto.
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Piden empresas militares megasubsidio para 2024
Las cuatro empresas paraestatales de la Defensa Nacional pidieron para 2024 subsidios de operación y salarios que suman 22 mil 728 millones de pesos, monto que rebasa el presupuesto combinado de las Secretarías de Gobernación y de Relaciones Exteriores para el próximo año.
Se trata de las empresas Tren Maya, Aerolínea del Estado Mexicano, Grupo Aeroportuario, Ferroviario, de Servicios Auxiliares y Conexos Olmeca-Maya-Mexica (GAFSACOMM) y el Aeropuerto Internacional Felipe Angeles (AIFA). Salvo esta última, todas fueron registradas por primera vez en un proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF).
El quid es que nada tiene que ver con la seguridad nacional..
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Informantes encubiertos de EU cometieron asesinatos en México; DEA los solapó
Al menos siete infiltrados traficaron drogas, secuestraron y torturaron para los cárteles, al tiempo que cobraban en EU hasta un millón de dólares al año. DEA supo de los crímenes, acusa senador Chuck Grassley (R); reclamó por el asesinato de dos informantes confidenciales de la DEA a manos de sicarios que trabajaban para Los Chapitos.
Información obtenida por MILENIO revela que en la última década, al menos siete informantes confidenciales continuaron con el tráfico de drogas, participaron en ejecuciones, sobornos y actos de corrupción a pesar de estar recibiendo concesiones y dinero por parte de las agencias de ese país. (Laura Sánchez Ley, reportera; Milenio).
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Matan a delegado de la FGR en Chilpancingo, Guerrero; El Universal
De acuerdo con los primeros reportes, el funcionario circulaba en su vehículo por la colonia Cipatli, cuando fue atacado por hombres armados.
Hasta el momento las autoridades no se habían pronunciado ni confirmado oficialmente la identidad de la víctima.
Esto ocurre tres días después del asesinato del fiscal regional en la zona de la Tierra Caliente, el mayor de justicia militar del Ejército, Víctor Manuel Salas Cuadras.
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Las razones detrás de la reacción de la Iglesia ante el avance de Javier Milei
Desde los curas villeros hasta la jerarquía del Episcopado expusieron su malestar por los agravios al papa Francisco, que nunca fueron desmentidos ni explicados por el candidato de fuerte impacto mediático.
El malestar de la Iglesia por los exabruptos de Milei trasciende a los curas que trabajan entre los más pobres y, en las últimas horas, adquirió un carácter más institucional con las declaraciones del presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Oscar Ojea, quien exigió “respeto” a la figura del Papa.
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Las columnas políticas hoy, martes 12 de septiembre de 2023
TEMPLO MAYOR /Reforma
EL ESPERADÍSIMO anuncio de Marcelo Ebrard fue como el parto de los montes: salió un ratoncito en medio de tanto estremecimiento. Sus propios compañeros de causa esperaban un pronunciamiento poquito más fuerte o, al menos, claro de cuál sería su nueva ruta.
PERO la sorpresa fue que el ex precandidato presidencial salió con que va a esperar a que la Comisión de Honestidad de Morena -no se rían que así se llama- resuelva sus impugnaciones al cúmulo de irregularidades que caracterizaron al proceso. Y que si la resolución es que las cosas se quedan como están, a él ya no le interesa seguir en ese partido. O sea que sí, pero no. O no, pero sí, por ahora.
¿PARA QUÉ Ebrard se esperaría a la resolución de un organismo que, evidentemente, va a desechar su impugnación? Hasta Gerardo Fernández Noroña ha reconocido que todo fue un show para favorecer a Claudia Sheinbaum pero, ¡qué caray!, le entraron sabiendo que todo ya estaba planchado en favor de la ex jefa del gobierno capitalino.
EL EX CANCILLER parece más bien estar ganando tiempo simplemente para que se enfríe su protesta y, llegado el momento, doblar las manos dócilmente... una vez más.
POCOS se enteraron, pero hace unos días compareció ante el Senado estadounidense el subsecretario para Asuntos Antinarcóticos del Departamento de Estado, Todd Robinson. Y entre las muchas cosas que dijo fue que si bien la cooperación antidrogas con México es buena, hay un detalle muy preocupante; que el gobierno de López Obrador no parece interesado en combatir a los cárteles del narcotráfico, pues no destina recursos suficientes. ¡Ouch!
EL COLMO es que AMLO fue a Colombia a hablar de la necesidad de un nuevo enfoque en el combate a las drogas, pero se le vio muy, pero muy incómodo cuando su anfitrión, el colombiano Gustavo Petro relató cómo el narcotráfico se metió en todos los niveles del gobierno e, inclusive, dominaba a funcionarios del Ejecutivo y del Legislativo. Conste: estaba hablando de Colombia, no de México, pero López Obrador hacía unas caras muuuy extrañas.
ALLÁ en Jalisco la grilla está más picosa que una torta ahogada. Y es que luego de que se destapó el senador Clemente Castañeda para la gubernatura, hoy le toca el turno al alcalde tapatío, Pablo Lemus. Pese a que se trata de un informe de labores municipal, resulta que asistirán dos de los principales cuadros de Movimiento Ciudadano: el gobernador Samuel García y el alcalde Luis Donaldo Colosio. Hasta anoche estaba por confirmarse la presencia del líder de MC, Dante Delgado. Con esta porra en las gradas, resulta evidente que Lemus va con todo en su búsqueda de la gubernatura... aunque Enrique Alfaro tenga otros planes para su sucesión.
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Estrictamente Personal
El ultimátum de Marcelo/Raymundo Riva Palacio
El Financiero, septiembre 12, 2023 |
Marcelo Ebrard no se fue ayer de Morena para jugar políticamente por la libre contra el presidente Andrés Manuel López Obrador y la eventual candidata presidencial, Claudia Sheinbaum, pero está en el umbral de hacerlo. Este lunes subió la presión sobre todo el aparato gobernante al advertir que, si no resuelve a su favor la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido su impugnación al proceso del que emergió Sheinbaum como eventual candidata presidencial, se irá del instituto político. Una vez más, Ebrard le arrebató a López Obrador la iniciativa y arrinconó a su rival, a sabiendas de que a su permanencia en Morena le quedan unos cuantos días de vida.
Ebrard lo sabe desde el 1 de septiembre, cuando pidió una cita con López Obrador para mostrarle las irregularidades que documentó sobre el proceso. El Presidente nunca lo recibió, lo que debió de haber anticipado el excanciller porque desde principios de agosto, cuando López Obrador habló con él a propósito del asesinato de su operador financiero en Guerrero, José Guadalupe Fuentes, ya no volvió a tener comunicación con su excolaborador. A diferencia del trato con Sheinbaum y el propio Adán Augusto López, el tabasqueño caído en desgracia en Palacio Nacional, a Ebrard lo mandó a la congeladora.
La decisión que tomó Ebrard después de ver que la puerta del despacho presidencial se le había cerrado en definitiva, no fue de moderación y recorte de pérdidas, sino de elevar el costo del resultado y reventar el proceso. Por esa razón sus representantes en la Comisión de Encuestas de Morena, Martha Delgado y Malú Micher, buscaron descarrillarlo desde el segundo día de haber iniciado, buscando la anulación del mayor número de secciones para alegar que no había existido representatividad, y provocaron un conflicto con la policía el día que se anunciaron los cómputos de las casas encuestadoras.
No funcionó la estrategia mediática porque todas las casas encuestadoras coincidieron en los resultados, y éstos estuvieron alineados a lo que todas las encuestas, por más de un año de medir a Sheinbaum y Ebrard, publicaron. La estrategia política que siguió Ebrard fue enmarcada en lo jurídico. Por eso impugnó el proceso el domingo por la noche, cuando se cumplía el plazo para presentarla, ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido. No hay un término para resolver, pero no deberá demorar mucho.
Ebrard afirmó este lunes que si no se atendían las irregularidades que denunció, “ya no tendría interés en seguir en Morena”. Sheinbaum revisó el documento de Ebrard y dijo ayer que no tenía “mucho fundamento” su queja. Pero aunque lo tuviera, la comisión está integrada por incondicionales de López Obrador y aliados de Sheinbaum, por lo que de antemano se puede saber su fallo. No lo dijo Ebrard, pero le quedaría una instancia adicional, el Tribunal Electoral, la última ventanilla a la que puede recurrir.
La salida de Ebrard de Morena ha sido en cámara lenta porque es el ritmo que ha impuesto desde el principio. Primero forzó al Presidente, en aras de mantener la unidad, que se aceptaran sus términos para que renunciaran los aspirantes a la candidatura y que la pregunta de la encuesta fuera sólo sobre a quién querían los ciudadanos como candidato. Luego, para evitar un quiebre, Ricardo Monreal le cedió su lugar para que Ebrard tuviera la encuestadora de su preferencia, realizando los estudios espejo. Después, durante el levantamiento de las encuestas, el equipo de Sheinbaum –y de otros contendientes– accedió a la mayor parte de las quejas, algunas infundadas, que presentaron Delgado y Micher.
La pregunta natural es por qué, si sabía el destino que le esperaba, porque no aceptará que Sheinbaum se convierta en su jefa política y sea ella quien decida su futuro, no renunció a Morena y evitó abrir un juego de ajedrez difícil ante un adversario como López Obrador. Se puede plantear, con la estrategia mostrada hasta el momento, que Ebrard ha estado buscando que la decisión sobre su permanencia en Morena no recaiga primariamente en él, sino en el Presidente, Sheinbaum o el partido. López Obrador no lo hará, y aunque ha sido muy duro con sus palabras, lo ha sido en el fondo, no en la forma. Sheinbaum, aunque el hígado se le parta, tampoco va a caer en la provocación. La apuesta es Mario Delgado, y que sea él quien estalle y le dé la justificación pública para que sea el verdugo y le transfiera todo el costo de su salida de Morena.
El juego de Ebrard ha sido inteligente y cuidadoso. Su fraseo lo muestra. “¿Estas prácticas son válidas en Morena?”, preguntó. “¿Así va a ser? ¿Todas las encuestas que vienen, vamos a ver lo mismo?”. También acusó al partido de haber dado una carta de naturalización a gobernadores, alcaldes y sindicatos, para que intervinieran en el proceso, pero ha cuidado a López Obrador. Está dispuesto a romper con Morena, pero no con el Presidente, por lo menos hasta ahora.
Ebrard aprendió de la experiencia de su mentor, Manuel Camacho, y de sus errores cuando se rebeló porque no le dieron la candidatura presidencial en 1994. Camacho quemó muchos puentes y su fortaleza se convirtió rápidamente en debilidad. La bala que mató al candidato Luis Donaldo Colosio lo mató políticamente. Ebrard, en cambio, desarrolló una estrategia gradual y fue agotando las instancias.
Al elevar el tono de denuncia sobre los dados cargados a favor de Sheinbaum desde hace más de tres años, lo colocó en una clara ruta de colisión que lo iba a poner frente a una disyuntiva: si no lograba desconcentrar a Sheinbaum y obligarla a cometer errores que la hicieran inviable como la heredera del lopezobradorismo, construiría una salida digna que pudiera darle viabilidad y vida política fuera de Morena.
Ebrard llegó al final de este camino y sólo espera agotar la última instancia. Se irá y será un jugador político en el futuro. Qué tan influyente, dependerá de las negociaciones que haga con la oposición durante los días que el escenario para abandonar Morena madure.
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El asalto a la razón
AMLO y Claudia no lo perdonarán/Carlos Marín
Milenio,
La formal impugnación de Marcelo Ebrard al consumado proceso interno de selección de la virtual candidata a la Presidencia de la República y la exigencia previsiblemente condenada al rechazo de que se reponga el procedimiento, presentada ante la parcial Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena, únicamente postergan su adiós al oficialismo en los próximos días.
En el escrito expone razones que hacen impensable que mantenga su militancia:
“Actos de violencia, acarreo de votantes, condicionamiento de programas sociales, parcialidad el día del levantamiento de la encuesta, publicidad de Claudia Sheinbaum en los lugares donde se levantó la encuesta y desaparición temporal e injustificada de urnas. Estas son las razones por las cuales resulta procedente la reposición del procedimiento y la nulidad de los resultados obtenidos a partir de este procedimiento viciado”, argumenta, “porque con estas violaciones estamos ante irregularidades graves, plenamente acreditadas y no reparables (…), que en forma evidente ponen en duda la certeza de la votación y son determinantes para el resultado de la misma…”.
Y ayer declaró que no se trata de un “arrebato” sino un “acuerdo político y una convicción”.
Anticipó su salida de Morena la semana pasada, cuando calificó de “cobardes” al dirigente Mario Delgado y al presidente del Consejo Nacional, Alfonso Durazo, afirmando que se condujeron con las peores prácticas: “Cada día se parecen más al PRI”, acusó.
Entrevistado por Ciro Gómez Leyva, dijo de plano: “Lo que sí nos queda claro es que ya en Morena no tenemos espacio después de lo que vimos ayer…”.
Lo que él y su equipo de precampaña vieron (además de indecencias que llamó “incidencias”), fue que policías (los creyó del gobierno capitalino pero fueron particulares del World Trade Center) agredieron a sus colaboradoras Martha Delgado y Malú Mícher.
Al advertir este lunes que su permanencia en el partido dependerá de la respuesta a su impugnación, confirma su inminente adiós porque el fundador y más prominente militante de Morena considera que el proceso fue legítimo.
Poco importa ya que Marcelo reiterara sus respetos al primer mandatario: “Le tengo un inmenso cariño al presidente López Obrador, he sido su más leal colaborador, jamás le haría yo un daño por razones políticas, pero esto sí lo tengo que decir porque Morena costó mucho trabajo organizarlo y hacerlo”, dijo, pero insistió:
“Si esas diferentes circunstancias que se dieron, incidencias en el proceso, se quedan igual, yo ya no tendría interés en estar en Morena, ¿por qué razón? Porque si se le da carta a la naturalización a que se utilicen programas sociales, a que intervengan gobernadores, alcaldes, que vayan a los eventos, ¿por qué debería seguir yo allí…?”.
Al apurar el cáliz, Ebrard sabe bien que le está haciendo un “daño por razones políticas” a López Obrador y que pese a que Claudia Sheinbaum le ha hecho guiños para que no se vaya, si no es rencorosa es memoriosa…
cmarin@milenio.com
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El asalto a la razón
AMLO y Claudia no lo perdonarán/Carlos Marín
Milenio,
La formal impugnación de Marcelo Ebrard al consumado proceso interno de selección de la virtual candidata a la Presidencia de la República y la exigencia previsiblemente condenada al rechazo de que se reponga el procedimiento, presentada ante la parcial Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena, únicamente postergan su adiós al oficialismo en los próximos días.
En el escrito expone razones que hacen impensable que mantenga su militancia:
“Actos de violencia, acarreo de votantes, condicionamiento de programas sociales, parcialidad el día del levantamiento de la encuesta, publicidad de Claudia Sheinbaum en los lugares donde se levantó la encuesta y desaparición temporal e injustificada de urnas. Estas son las razones por las cuales resulta procedente la reposición del procedimiento y la nulidad de los resultados obtenidos a partir de este procedimiento viciado”, argumenta, “porque con estas violaciones estamos ante irregularidades graves, plenamente acreditadas y no reparables (…), que en forma evidente ponen en duda la certeza de la votación y son determinantes para el resultado de la misma…”.
Y ayer declaró que no se trata de un “arrebato” sino un “acuerdo político y una convicción”.
Anticipó su salida de Morena la semana pasada, cuando calificó de “cobardes”al dirigente Mario Delgado y al presidente del Consejo Nacional, Alfonso Durazo, afirmando que se condujeron con las peores prácticas: “Cada día se parecen más al PRI”, acusó.
Entrevistado por Ciro Gómez Leyva, dijo de plano: “Lo que sí nos queda claro es que ya en Morena no tenemos espacio después de lo que vimos ayer…”.
Lo que él y su equipo de precampaña vieron (además de indecencias que llamó “incidencias”), fue que policías (los creyó del gobierno capitalino pero fueron particulares del World Trade Center) agredieron a sus colaboradoras Martha Delgado y Malú Mícher.
Al advertir este lunes que su permanencia en el partido dependerá de la respuesta a su impugnación, confirma su inminente adiós porque el fundador y más prominente militante de Morena considera que el proceso fue legítimo.
Poco importa ya que Marcelo reiterara sus respetos al primer mandatario: “Le tengo un inmenso cariño al presidente López Obrador, he sido su más leal colaborador, jamás le haría yo un daño por razones políticas, pero esto sí lo tengo que decir porque Morena costó mucho trabajo organizarlo y hacerlo”, dijo, pero insistió:
“Si esas diferentes circunstancias que se dieron, incidencias en el proceso, se quedan igual, yo ya no tendría interés en estar en Morena, ¿por qué razón? Porque si se le da carta a la naturalización a que se utilicen programas sociales, a que intervengan gobernadores, alcaldes, que vayan a los eventos, ¿por qué debería seguir yo allí…?”.
Al apurar el cáliz, Ebrard sabe bien que le está haciendo un “daño por razones políticas” a López Obrador y que pese a que Claudia Sheinbaum le ha hecho guiños para que no se vaya, si no es rencorosa es memoriosa…
cmarin@milenio.com
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Contra el narco, amor y familia/Jorge Fernández Menéndez
Razones
Excelsior,
En la cumbre realizada sobre temas de narcotráfico en Cali, el sábado pasado, tanto el presidente López Obrador como su homólogo colombiano, Gustavo Petro, pusieron el acento en el amor y la familia como una suerte de antídoto contra los traficantes de drogas. La cumbre en sí misma fue una suma de lugares comunes que no sirven para nada si no se enmarcan en una estrategia seria, profunda y de largo plazo en la lucha contra el crimen organizado.
El amor y la familia sirven para todo, y vaya que son necesarios en la vida cotidiana, pero para enfrentar a los grupos del narcotráfico se necesita mucho más. No existe una estrategia común en esa lucha: las organizaciones criminales de Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, buena parte de Centroamérica y México tienen lazos comunes, trabajan con sus respectivas redes como unas grandes empresas transnacionales.
Nuestros gobiernos exhiben contradicciones absurdas y, en lugar de tener objetivos comunes, están profundamente divididos: ¿cómo vamos a tener una estrategia común con Perú, cuyo espacio aéreo no quiso ser sobrevolado por el presidente López Obrador en su viaje a Chile, para que no le hicieran una “majadería” (como si le fueran a prohibir cruzar por su espacio aéreo) y con Ecuador, cuando el propio mandatario desmintió la información del gobierno de ese país respecto a que el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio había sido cometido por las organizaciones locales aliadas con el Cártel de Sinaloa?
Petro, quizá el más cercano en posiciones políticas a López Obrador, en un discurso extraño sostuvo que en su país ya no había organizaciones locales, sino transnacionales (se insiste en Colombia que los cárteles actuales son parte ya de los de Sinaloa y Jalisco) ignorando el elefante que estuvo en la sala durante toda esa reunión: el reconocimiento del hijo de Petro, Nicolás, de que el dinero del narcotráfico financió parte de la campaña de Petro para llegar a la presidencia de Colombia. Nicolás está detenido por la fiscalía de Colombia, ha aceptado su participación en esos hechos y ésa fue su declaración pública.
Con amor y familia se obtienen muchas cosas, pero no se combate al crimen organizado, que sigue permeando cada vez más no sólo los entornos familiares, sino también los institucionales, en medio de una tendencia de los gobiernos de nuestra región de hacer declaraciones muy enfáticas y tomar medidas cada vez más endebles en su contra. O, en el otro extremo, como en El Salvador donde se toman medidas extremas, pero sacrificando, al mismo tiempo, libertades individuales básicas. En ese péndulo nos estamos moviendo y los riesgos de que los países de la región pasen sucesivamente de uno a otro extremo es una posibilidad que vemos todos los días, consecuencia también de la política consciente de polarización que la mayoría de los líderes regionales implementan en sus propios países.
Se puede combatir al crimen organizado con firmeza y objetivos muy concretos sin darle abrazos y sin violentar derechos. No se va a acabar con este fenómeno, eso lo sabemos todos, seguirá existiendo, no sólo en su vertiente del narcotráfico, que es sólo una de ellas. Pero sí se puede romper redes, acabar con cabecillas, no permitir que el crimen organizado controle territorios y comunidades.
Los éxitos que se han logrado en el pasado se han revertido en todos nuestros países porque no ha habido continuidad en las políticas y porque éstas se ponen al servicio del gobierno en turno. En México se logró desmembrar organizaciones que ahora están de regreso, desde los Zetas hasta los Templarios o los Beltrán Leyva; en Colombia, en su momento, se logró desarticular a los cárteles de Cali y Medellín, pero en ambos países los nuevos o viejos grupos no sólo han resurgido o renacieron de sus cenizas, sino que están cada día más empoderados y extienden su influencia hacia otros países, absorbiendo grupos locales y haciéndoles formar parte de un conglomerado global.
Y ante eso no tenemos más respuestas que fortalecer el amor, los abrazos, los lazos familiares, ir a las causas profundas de la violencia, mientras en el día a día esos grupos criminales nos demuestran que no entienden de amor, familia, abrazos o causas profundas y se hacen cada vez más poderosos.
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Pensándolo bien
Omar García Harfuch, úsese en caso de emergencia/Jorge Zepeda Patterson
Milenio,
Se asume con razón que Omar García Harfuch, el popular jefe de Seguridad de la Ciudad de México, solicitó licencia este fin de semana para estar en condiciones de optar por la candidatura al gobierno de la Ciudad de México. Justo el último día que el calendario electoral lo establece para alguien que se desempeñe en una fuerza policiaca. No fue una sorpresa para nadie, toda vez que es el personaje que encabeza las encuestas de intención de voto. ¿Es la apuesta del obradorismo para evitar ser desplazado de la gubernatura más importante del país? Sí y no.
El primer tuit de Harfuch, como se le conoce en los medios, tras anunciar la separación de su cargo fue, por decir lo menos, intrigante: “Muchas Felicidades a la Alcaldesa @ClaraBrugadaM por 5 años de extraordinario y arduo trabajo en favor de la ciudadanía. Su trabajo se ve reflejado con hechos”. Un apapacho inusual, considerando que ella, alcalde de Iztapalapa, será su principal rival por la candidatura de Morena al gobierno de la ciudad. Podría ser interpretado como una mera cortesía, pero a mi juicio revela algo más de fondo.
Omar García Harfuch es, en efecto, el más popular de las “corcholatas” capitalinas, pero no el más cercano a Palacio Nacional o a los cuadros del obradorismo.De entrada, no es un militante de Morena y, en su momento, su incorporación “desde afuera” al equipo de Claudia Sheinbaum en el gobierno de la ciudad, levantó cejas en los círculos de la 4T. Y es que su ADN y su trayectoria inquietaba a no pocos entre la izquierda gobernante. El pedigrí generaba sospechas: hijo de Javier García Paniagua, cabeza de fuerzas de seguridad y político en los sexenios de López Portillo y Carlos Salinas, y nieto de Marcelino García Barragán, secretario de Defensa de Díaz Ordaz. Y el currículo tampoco era tranquilizante: sus credenciales académicas en criminología son impecables (cursos en Harvard, FBI, DEA), pero su paso y encumbramiento por las policías de Calderón y de Peña Nieto lo habían salpicado con la sombra de Genaro García Luna, actualmente sometido a juicio en Estados Unidos. Un personaje respecto al cual Harfuch ha dicho que apenas conoció durante su desempeño.
Claudia Sheinbaum lo incorporó a su equipo y lo designó responsable de seguridad a los diez meses de iniciada su gestión. Difícil creer que su nombramiento no haya contado con el visto bueno del presidente López Obrador, pero seguramente debió ser con reservas y por respeto a Claudia, porque fue notorio el vacío que el mandatario deparó al funcionario a lo largo de los siguientes cuatro años. Apenas en este último y a cuenta gotas el presidente lo ha mencionado con motivo de alguna investigación exitosa.
Y es que, en efecto, el desempeño de Harfuch ha provocado reconocimientos entre la opinión pública. Por un lado, las estadísticas de la criminalidad en la ciudad han descendido de manera importante y, por otro, varios incidentes de enorme repercusión mediática han culminado con éxito gracias a una investigación policiaca rápida y profesional. Y si bien la capital no ha sido inmune a la invasión de los cárteles nacionales, existe el consenso de que se les ha impedido proliferar como sí ha sucedido en el resto del país. Por lo demás, el modelo “Harfuch”, difundido como una estrategia basada en la profesionalidad policiaca, la investigación y la tecnología, contrasta con la opción seguida por el gobierno federal, centrada en el despliegue de militares, sea de manera directa o a través de la Guardia Nacional. El atentado que sufrió en el verano de 2020 atribuido al Cártel más poderoso del país, CJNG, que casi le costó la vida, apuntaló su prestigio como un hombre decidido a enfrentar al crimen organizado.
Lo cierto es que la reputación ganada por Harfuch lo ha convertido en la figura más popular de cara a la elección del gobierno de la ciudad. Pero no es el preferido de los obradoristas, claramente inclinados en favor de Clara Brugada, la eficaz y leal dirigente, cercana a López Obrador y a la propia Claudia Sheinbaum. El problema de Morena es que se anticipan elecciones mucho más competidas en la capital y, dependiendo de los candidatos finalistas, no se descarta que el partido en el poder podría incluso perderla. En las elecciones intermedias de 2021, como se recordará, la oposición obtuvo 9 de las 16 delegaciones y en este momento, a diferencia del gobierno del Estado de México, no hay una fuerza claramente favorita. Equivocarse de candidato podría ser trágico en esta contienda.
La estrategia es obvia, entonces: trabajar por la candidatura de la delegada de Iztapalapa para hacerla crecer en el ánimo popular, pero tener a mano la opción de Harfuch en caso de que tal promoción no prospere y la ciudad corra el peligro de perderse. Algunos dirigentes podrán seguir teniendo reservas sobre el afamado policía, pero es infinitamente preferible que entregar la ciudad a un político de la oposición. Las encuestas serán el mejor termómetro del camino a seguir, con la confianza de que existe un recurso al cual acudir en caso de emergencia. Y si no llegase a necesitarse, el funcionario pasará los siguientes meses organizando la estrategia de seguridad del gobierno de Sheinbaum, de la cual muy probablemente será el futuro responsable.
Tengo la impresión de que el carácter estratégico que posee Omar García Harfuch para el movimiento de la 4T no se reduce a los comicios de la capital el año entrante. Bajo determinadas circunstancias también podría ser el plan B, de emergencia, para el 2030. ¿Por qué? En otra entrega señalé que en estas elecciones la exigencia prioritaria entre la mayoría de los votantes gira en torno a la inconformidad que genera la pobreza y la desigualdad social. Es la razón por la cual la oposición misma debió correrse hacia el centro e inclinarse por alguien con el perfil de Xóchitl Gálvez.
Pero dentro de seis años el leitmotiv del electorado podría ser otro: la inseguridad pública. Nada descabellado, considerando la fuerza de la delincuencia en buena parte del territorio. En tal caso, el riesgo para los gobiernos de la 4T esperder el poder a manos de un Bolsonaro o un Bukele, relativamente fotogénicos, de micrófono fácil y discurso autoritario, emocional y simplista que prometa poner orden cueste lo que cueste. Tal como están las cosas, el único antídoto de la izquierda, hoy por hoy, sería jugar la carta de Omar García Harfuch: joven, carismático y probablemente con mejores argumentos para responder a tal exigencia. Una vez más, el recurso rómpase en caso de incendio.
@jorgezepedap
El presidente podrá seguir diciendo que no hay deuda, pero los datos están ahí
Milenio, | 12/09/2023 |
No sé cuántas veces he escuchado al presidente López Obrador decir que en su administración no habría incrementos en la deuda. Es más, su aversión a la deuda pública —incluso reforzada durante la pandemia— llevó a generarle una especie de aura de ser un político con responsabilidad fiscal. Se sigue hablando de la disciplina que supuestamente se ha visto durante estos años de su gobierno, afirmación sostenida por el incremento moderado en el financiamiento en lo que va de la administración lopezobradorista.
Pero todo cambiará el último año de gobierno, y no es una especulación, los datos presentados en el paquete económico para 2024 muestran un claro relajamiento fiscal que pondrá en aprietos a la siguiente administración.
De los más de 9 billones de pesos que se planea gastar el año que entra, 1.72 billones, es decir, más de 19%, provendrán de deuda nueva, deuda que se contratará en 2024. ¿Qué tan alto es este número, así, en valor absoluto? Es el monto más alto a contratar por año por lo menos desde 2000.
Rápidamente argumentarán, como sucedía en la campaña, que en realidad el presidente no habló nunca de la deuda en términos absolutos, sino de su comparación relativa, porque pues todos sabemos que la deuda pública siempre crece y que vivir con déficits públicos, mientras estén controlados, no es terrible.
El déficit público, es decir, la diferencia entre los gastos y los ingresos presupuestados, representará en esta ocasión 5.4% del PIB. El año pasado, por tener una referencia, fue 3.9% y durante 2020, año de la pandemia cuando debería de haber crecido, fue 3.8%. Llama la atención un déficit tan alto en un año en el que se estima tener un crecimiento central de 3%.
Quizás lo más preocupante en las métricas de deuda planteadas es el déficit primario estimado en 1.2% del PIB para 2024. Cuando a los ingresos públicos estimados le restamos los gastos presupuestados, pero sin incluir el pago de intereses sobre la deuda, deberíamos de tener un número positivo. Es decir, es deseable que una economía pueda pagar su gasto recurrente con los ingresos estimados. Tener superávit primario habla de una economía responsable en sus finanzas públicas.
La administración del presidente Peña Nieto fue muy criticada por operar con déficit primario los primeros cuatro años. Corrigió al final, quizás por cuestiones electorales, y cerró 2018 con superávit primario de 0.6% del PIB. En lo que va de la administración actual, hemos tenido dos años con déficit primario, pero el déficit de 2024 será el mayor, por mucho, desde al menos 2010.
La métrica de deuda que nos falta para entender lo presentado en el paquete económico es el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público como porcentaje del PIB que agrupa todas las obligaciones financieras del gobierno federal. En 2020, en medio de la pandemia, este porcentaje creció a 50.2% del PIB, precisamente por la disminución de la producción. Para 2024 se plantea un SHRFSP de 48.8%. Durante la administración pasada se alcanzó un máximo de 47.2% en 2016, pero el endeudamiento promedio fue 43.3%. En lo que va de esta administración, el máximo ha sido el 50.2% mencionado y el promedio, de cumplirse lo presentado el viernes, sería 47.6%.
El presidente podrá seguir diciendo que no hay deuda, pero los datos están ahí. La siguiente administración tendrá que hacer maniobras para atender la irresponsabilidad del último año de gobierno.
@ValeriaMoy
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