27 ago 2008

¡Alerta en El Mar Negro!

La tensión en el Cáucaso crece.
Mientras Francia advierte a Moscú de que su decisión de reconocer la independencia de las regiones separatistas georgianas de Osetia del Sur y Abjasia "tendrá consecuencias" y EE UU posiciona buques militares -supuestamente cargados de ayuda humanitaria- en las costas georgianas, el presidente Medvevev busca apoyo en el el jefe de Estado chino, Hu Jintao.
Los 26 países de la OTAN han instado a Moscú a revertir su reconocimiento de la independencia, y le han advertido de que la seguridad y la estabilidad de la república caucásica es "importante" para la Alianza.
Por su parte, el presidente de la región separatista de Abjasia, Serguei Bagapsh, ha ofrecido a la cúpula militar en Moscú el estacionamiento temporal de una parte de su Flota del Mar Negro en la costa abjasa.
¡Cuidado!
Rusia toma "medidas de precaución" en el mar Negro
El presidente ruso asiste a la cumbre de la Organización de Cooperación de Shangai en busca del apoyo de China.- La OTAN urge a Rusia a que revoque la decisión sobre Osetia del Sur y Abjazia.- Llegan a Georgia los barcos militares de EE UU con ayuda
AGENCIAS - Moscú - 27/08/2008 (publicado en El País on line, 27 de agosto de 2008).
Rusia ha posicionado hoy su flota en el mar Negro como "medida de precaución" ante el despliegue de barcos militares estadounidense que han llegado a las costas de Georgia para entregar ayuda a las víctimas del conflicto entre ambos países.
Dmitri Peskov, portavoz del primer ministro Vladímir Putin, ha dicho que espera que la presencia de estas naves no conduzcan a una "confrontación". Esto también parece ser la premisa de EE UU, cuyos barcos renunciaron a atracar en el puerto de Poti, como estaba previsto inicialmente, debido a que está controlado aún por las tropas rusas.
Mientras la tensión crece en el mar Negro, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, buscará el apoyo de los países del este, especialmente China, tras desafiar a Occidente al reconocer la independencia de Osetia del Sur y Abjazia.
El líder ruso ha viajado hoy a la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai, que se celebra este jueves en la capital de Tayikistán, Dushanbe, para explicar la intervención militar en Georgia y su decisión de reconocer a estas provincias como regiones independientes. Pero mientras aún se oyen las críticas por su decisión, Medvédev ha insistido en que no buscó la guerra con Tbilisi y que no tiene interés en el territorio georgiano.
En una entrevista con el diario Financial Times, el líder ruso ha afirmado que no tuvo "otra opción" que hacer frente al ataque de Georgia contra la capital surosetia, a principios de agosto. "Esta no fue una guerra que elegimos. No tenemos interés en el territorio georgiano", insiste Medvédev.
Los gobiernos de países occidentales manifestaron ayer claramente su rechazo a la decisión rusa de reconocer la independencia de Osetia del Sur y Abjazia abriendo más una brecha que ha despertado comparaciones con la Guerra Fría. Hoy, la alianza Atlántica ha urgido en comunicado a Rusia que revoque su decisión de reconocer la independencia de estas dos regiones georgianas. "El Consejo Noratlántico condena la decisión de la Federación Rusa de extender el reconocimiento a las regiones georgianas de Osetia del Sur y Abjazia y pide a Rusia que revoque su decisión", dice el comunicado de la alianza militar conformada por 26 países, tras una reunión celebrada esta mañana en Bruselas.
Pero Medvédev se ha quejado de que estos países que ahora le critican ignoraron la advertencia de Rusia cuando se apresuraron a reconocer la declaración ilegal de independencia de Kosovo. "Argumentamos constantemente que sería imposible, después de esto, decirle a los abjasos y osetas (y decenas de otros grupos en todo el mundo) que lo que era bueno para los albano-kosovares no era bueno para ellos. En las relaciones internacionales, no se puede tener una regla para unos y otra para otros", ha manifestado.
Mientras las críticas llueven de Occidente, los aliados de Moscú en la ex Unión Soviética, Asia y otras regiones han permanecido en silencio. El principal apoyo para Rusia sería ganar el respaldo de China, cuando se reúna con el presidente Hu Jintao durante la cumbre. Sin embargo, algunos analistas políticos ponen en duda el apoyo chino, que también afronta sus propios problemas con regiones separatistas. El tema de Georgia no ha sido incluido en la agenda formal de la Cumbre de Shangai, en la que también participan Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán, firmes aliados de Moscú.
Llegan los barcos de EE UU
En tanto, un barco de la Guardia Costera estadounidense, que lleva ayuda a las víctimas del conflicto, ha llegado hoy a la costa georgiana en el mar Negro, pero no ha podido atracar en Poti, donde inicialmente se había programado, debido a que este puerto está patrullado por los rusos. El barco Dallas tenía previsto desembarcar en Poti, pero los rusos manejan los puestos de control del puerto después de la breve guerra que con Georgia, por lo que tuvo que atracar en Batumi al igual que el buque de guerra USS McFaul.
Ayer, Medvédev acusó a EE UU de estar llevando armas a Georgia en sus barcos, por lo que hoy Moscú ha anunciado que vigilará la concentración de fuerzas de la Alianza Atlántica en el mar Negro, aunque no obstaculizará las operaciones de ayuda. "Dado el establecimiento de fuerzas de la OTAN en el área del mar Negro, la flota rusa también ha comenzado a tomar medidas para vigilar su actividad", ha anunciado Anatoli Nogovitsyn, vicejefe del Estado Mayor ruso.
Rusia ha insistido hoy a la canciller alemana, Ángela Merkel, en que mantiene su compromiso del alto el fuego con Georgia, aunque aún el polvo no se ha asentado en esa región del Cáucaso. Merkel le ha dicho a Medvédev que la presencia de tropas rusas en algunas zonas de Georgia es una grave violación del acuerdo por lo que le pidió que se atenga al cumplimiento del pacto de seis puntos, firmado por Moscú y Tbilisi e impulsado por la Unión Europea.
Ucrania critica a Rusia
Ucrania ha anunciado hoy que quiere discutir el cobrar más a Moscú por el alquiler de una base nava en el mar Negro, lo que podría agravar la situación en la región. El presidente Víctor Yúschenko ha calificado hoy de inaceptable el reconocimiento ruso de las regiones georgianas de Osetia del Sur y Abjasia, decisión que entraña un "gran impulso de desconfianza mutua".
Yúschenko ha dicho en una entrevista a la agencia Reuters que Kiev quería analizar el tema de incrementar la renta a Rusia de su base en Sevastopol en la región ucraniana de Crimea, donde se asienta la flota rusa en el mar Negro. Moscú ha dicho que cualquier negociación rompería el acuerdo establecido en 1997 entre los dos países, bajo el cual se alquila esta base por 98 millones de dólares al año, hasta 2017.
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Rusia lanza un desafío mundial
El Kremlin reconoce la independencia de los territorios separatistas georgianos de Abjazia y Osetia del Sur - Medvédev acusa a EE UU de suministrar armas a Tbilisi
RODRIGO FERNÁNDEZ - Moscú -
Publicado en El País, 27/08/2008;
Rusia ha optado por el aislamiento. El presidente Dmitri Medvédev ignoró ayer las presiones internacionales y firmó sendos decretos por los cuales reconoce la independencia de las regiones georgianas de Abjazia y Osetia del Sur, cuyas ambiciones separatistas desencadenaron este mes una breve guerra entre Rusia y Georgia.
Moscú dice que sobrevivirá si "los occidentales" optan por la confrontación
La decisión significa un empeoramiento aún mayor de las relaciones de Moscú con EE UU y la UE, que pasan por su momento más crítico desde el fin de la guerra fría. Mientras tanto, el Kremlin gana dos países satélites que, según las previsiones de algunos expertos, acabarán formando parte de Rusia tarde o temprano.
Al justificar la medida, interpretada como un desafío a Occidente, Medvédev subrayó que Georgia "eligió el genocidio para resolver sus objetivos políticos". Con ello, el país echó por tierra "las esperanzas de una convivencia pacífica de osetios, abjazos y georgianos en un mismo Estado". El dirigente ruso se refería así a la decisión de Tbilisi de mandar el 8 de agosto soldados a la región prorrusa de Osetia del Sur, un movimiento que llevó a Moscú a invadir Georgia con el argumento de defender a los miles de rusos que viven en esta región y en Abjazia. Se trataba de la primera vez que el Kremlin enviaba tropas a otro país desde el fin de la Unión Soviética en 1991.
Desde su residencia de verano en Sochi, el presidente ruso hizo un llamamiento a los otros países a seguir el ejemplo de Rusia y reconocer a ambas regiones, pese a que Georgia considera que es una decisión ilegal. Abjazia y Osetia del Sur gozaban de una independencia de facto desde principios de los noventa, después de ganar sendas guerras desencadenadas por Tbilisi para acabar con la autonomía que éstas tenían en la Unión Soviética. "La decisión ha sido difícil, pero ésta es la única posibilidad de salvar la vida de la gente", concluyó Medvédev.
El presidente afirmó que Rusia está preparada para todo, que no tiene miedo de nada, ni siquiera de una "nueva guerra fría". "Eso sí, no la queremos", subrayó. "En esta situación, todo depende de nuestros socios en Occidente. Si quieren conservar las buenas relaciones con Rusia, comprenderán las razones de nuestra decisión", señaló agregando que Moscú sobrevivirá si "los occidentales" optan por "la confrontación".
En paralelo, Medvédev amenazó con "responder militarmente" al despliegue de misiles de EE UU en países cercanos a sus fronteras, dentro del plan del escudo antimisiles de Washington, que el presidente considera "una amenaza que creará más tensión". Además, Moscú anunció la revisión de la cooperación con la OTAN y la cancelación de la visita de su secretario general y de las maniobras conjuntas previstas. Estas medidas no afectarán a la colaboración en Afganistán.
El presidente ruso añadió que ayudará a Abjazia y Osetia del Sur a defenderse en caso de ataque y ordenó que se iniciaran relaciones diplomáticas con ambas regiones. Pero puntualizó que no tiene la intención de intervenir militarmente en otros conflictos de las antiguas repúblicas soviéticas. La Bolsa de Moscú llegó a sufrir ayer su mayor caída en casi dos años.
La decisión se produce un día después de que ambas cámaras del Parlamento ruso votaran unánimemente una petición dirigida a Medvédev para que reconociera a esas repúblicas secesionistas. Uno de los principales argumentos era que tanto Abjazia como Osetia del Sur tenían "más derecho" a la independencia que Kosovo, que en febrero pasado se declaró independiente de Serbia, pese a la firme oposición de Belgrado. "Estoy feliz. Nos sentimos orgullosos de nuestra gente", afirmó Aida Gaza, una abogada de 38 años de Abjazia, donde miles de ciudadanos celebraron la decisión, informa Reuters. También hubo fiesta en las calles de Osetia.
Políticos y expertos son unánimes en considerar que la existencia de Osetia del Sur y de Abjazia es imposible sin el poderío de Rusia para defenderles. Pero muchos sostienen que, incluso protegidas militarmente por Moscú, son inviables como países independientes y predicen que acabarán formando parte de Rusia. En su época, tanto abjazos como surosetios pidieron al Kremlin que se les aceptara en el seno de la Federación Rusa. Rusia aseguró ayer que no pretende anexionarse estas regiones, aunque Tbilisi discrepa.
El Kremlin gana ahora dos países satélites, uno de los cuales tiene una importancia estratégica vital. Se trata de Abjazia y de su codiciada costa en el mar Negro. Tras la desintegración de la URSS, el Kremlin perdió gran parte del litoral en ese mar y tuvo que mantener su flota en Crimea, que hoy pertenece a Ucrania, país que cada día le está poniendo más problemas a la Armada rusa.
Varios centenares de soldados rusos siguen en Georgia, algo que Washington y Tbilisi afirman que viola el acuerdo de alto el fuego. Medvédev acusó ayer a EE UU de enviar armas a Georgia a través del puerto de Poti, bajo control ruso. "Lo que los estadounidenses llaman envío de ayuda humanitaria es, por supuesto, envío de armas", afirmó.
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El G-7 condena de forma rotunda y unánime la política expansionista de Moscú
Sarkozy advierte a Rusia de que su actuación en Georgia marcará "por mucho tiempo" su relación con la UE.
-El ministro de Exteriores británico pide la "mayor coalición posible ante la agresión" de Rusia
ELPAÍS.com / AGENCIAS 27/08/2008
Los siete países más industrializados (G7) han condenado de manera unánime y rotunda la decisión de Rusia de reconocer la independencia de las dos regiones separatistas georgianas de Osetia del Sur y Abjasia, decisión que ha elevado el desafío de Moscú a EE UU y la UE y que amenaza con inaugurar una nueva era de "guerra fria", como advirtió el martes el propio presidente ruso Dmitri Medvédev.
En un comunicado conjunto divulgado a última hora de este miércoles, los ministros de Asuntos Exteriores de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos afirman que el reconocimiento de la independencia de Osetia del Sur y Abjasia por parte de Moscú "viola la integridad territorial y la soberanía de Georgia y es contrario a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU apoyados por Rusia". El martes, el presidente ruso anunció en una intervención televisada que firmó los decretos sobre el reconocmiento de la independencia de ambas regiones georgianas e instó a otros Estados a seguir su ejemplo y hacer lo mismo. En opinión del G7, la decisión de Rusia "pone en duda su compromiso con la paz y la seguridad en el Cáucaso".
Los países del G7 consideran además que Rusia ha violado el plan de arreglo diseñado por Francia al seguir ocupando áreas de Georgia que tenía que haber abandonado. "Deploramos el uso excesivo de la fuerza militar en Georgia y su continuada ocupación de partes de Georgia, reza el comunicado de los ministros de Exteriores de los siete países más industrializados. Por ello, han instado de manera unánime al Gobierno ruso a que cumpla "por completo" los seis puntos del plan de paz elaborado por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en nombre de la UE, y a que retire, en particular, sus tropas a las posiciones que ocupaban antes del conflicto armado con Georgia.
Además, el G7 reitera su "fuerte y continuado apoyo" a la soberanía de Georgia, "dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas. Por último, los siete ministros de Asuntos Exteriores reafirmaron su "respeto y respaldo al Gobierno democrático y legítimo de Georgia", y señalaron que persiguen "una solución duradera al conflicto".
Mientras Rusia busca la ayuda de China
frente a Occidente, dos países importantes dentro de este bloque, como son Francia y Reino Unido, han endurecido sus posturas, siempre con matices, ante la política rusa en la zona.
Así, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha advertido este miércoles a Moscú de que el desenlace del conflicto en Georgia determinará "por mucho tiempo" la relación de la UE con Rusia. "Lo que está en juego en este conflicto es absolutamente esencial", afirmó Sarkozy, que preside la Unión Europea (UE) este semestre, en un discurso al abrir la conferencia anual de embajadores franceses. El presidente de Francia recalcó que "para los europeos, no puede haber y no habrá" otra solución que una "basada en el derecho", en un diálogo que incluya a todas las partes interesadas, y en el "respeto de la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Georgia en sus fronteras internacionalmente reconocidas", afirmó.
Sarkozy recordó que la UE condenó el martes con firmeza la decisión rusa de reconocer la indeoendencia de las regiones separatistas
georgianas de Abjasia y Osetia del Sur. Esta decisión, encaminada a "un cambio unilateral" de las fronteras de Georgia, es "simplemente inaceptable", sentenció. El presidente semestral de la UE recalcó que "nadie quiere volver al tiempo de la guerra fría".
"Coalición contra la agresión"
Por su parte,el ministro de Asuntos Exteriores británico, David Miliband, se encuentra en Ucrania para mantener una serie de encuentros de alto nivel dirigidos a erigir "la mayor coalición posible contra la agresión" del Kremlin en Georgia.
El responsable de la diplomacia británica considera esencial "reequilibrar" la dependencia energética en caso de suspensión del suministro, así como garantizar que la UE "actúa unida", según informa la BBC. En una visita a Ucrania, cuyos máximos responsables denuncian el riesgo de Moscú por sus aspiraciones compartidas con Tbilisi de integrarse en la OTAN, Miliband ha rechazado excluir a Rusia del G-8, pero sí ha apelado a "reexaminar la naturaleza, la profundidad y la amplitud de las relaciones" en el marco de una "coalición" global en la que los miembros de la Unión Europea "deben actuar como uno".

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