19 ago 2008

Ante la inseguridad y la violencia: CEM

Con mayor frecuencia se escuchan reclamos sociales de seguridad ante violencia
Comunicado de Prensa de la Arquidíocesis de Oaxaca;
Oaxaca, 17 de agosto de 2008:
Con mayor frecuencia se escuchan los reclamos sociales de seguridad ante la violencia, y el crimen que se hacen presentes en tanto en las ciudades como en las poblaciones rurales más apartadas de nuestro estado y de nuestro país. La seguridad es una exigencia para la convivencia armónica y para el desarrollo económico que necesita nuestro pueblo. Un clima de inseguridad nos impide avanzar en todos los sentidos.
Necesitamos reconocer que no es suficiente emitir leyes más severas, pues mientras existan las condiciones de impunidad y de falta de respeto a la legalidad, que se alimentan con la corrupción casi institucional, las leyes seguirán siendo letra muerta. Urge una revisión profunda de todos nuestros organismos y estructuras sociales para ver en que medida somos también partícipes del deterioro social que a final de cuentas nos va a dañar a todos.
Frente a un problema tan complejo no podemos quedarnos con una sola perspectiva. Algunos señalan la pobreza como causa de la inseguridad, de la violencia y del crimen; desde esa visión todos los pobres y sólo ellos serían los potenciales criminales. Sin embargo el deterioro de los valores afecta a todos por igual, a ricos y pobres. Cada día parece que el valor de la persona humana se mide por sus bienes materiales. De esto somos responsables todos.
De muchas formas, hemos entrado a la competencia que tiene como meta tener más. Nos está moldeando una mentalidad materialista que reconoce que vale más quien tiene más. Cuando el dinero es puesto como valor supremo, todo lo demás se convierte en medio; y para conseguirlo puede utilizarse todo incluido el secuestro y el crimen. En ese ambiente se alimenta fácilmente, la venganza, la violencia, el rencor, la envidia, desprecio por la vida... Lo más sórdido de nuestra condición humana puede desarrollarse sin dificultad. Por eso hay voces que quieren legalizar la muerte ya sea en el aborto, la eutanasia o como castigo a criminales.
Es urgente recuperar el valor profundo del ser humano. Cada persona debe en primer lugar reconocer su propia dignidad, y reconocer la dignidad de sus semejantes para vivir de acuerdo a ella. El recuperar los valores fundamentales de la persona humana es una tarea que todos debemos asumir con enorme responsabilidad si verdaderamente nos sentimos responsables no sólo de nuestra propia vida sino de la vida de los que nos rodean. Es indispensable que la familia, la escuela, las iglesias y todas las instituciones sociales revisen si están cumpliendo con el objetivo de servir verdaderamente a la formación de hombres y mujeres que se respetan a si mismos y que son capaces de respetar y de colaborar con otros para el bien común por encima de sus diferencias sociales, políticas y económicas.
En este momento de nuestra historia, partidizar, o particularizar cualquier esfuerzo por mejorar la sociedad es sólo un reflejo de los intereses egoístas que sólo buscan ventajas personales. Esforcémonos por buscar juntos el bien de toda la sociedad.
+ José Luis Chávez Botello
Arzobispo de Antequera-Oaxaca
+ Oscar Campos Contreras
Obispo Auxiliar de Antequera-Oaxaca

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